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AYER Y HOY. DEBATES,
HISTORIOGRAFÍA
Y DIDÁCTICA DE LA
HISTORIA
2015 Asociación de Historia Contemporánea.
Universitat de València
Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí
y Mélanie Ibáñez Domingo (coord.)
[Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés,
Jorge Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik
Zubiaga Arana, Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon
Kortazar Billelabeitia, David Parra Monserrat, Óscar
González Vergara, Gustavo Hernández Sánchez,
Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández,
Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri,
Javier Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno,
Ángela González Bellver, Miguel Ángel Melero
Varga, Irene Murillo Aced, Gisela Pagès, Ricardo
Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César
Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo,
Virginia López de Maturana, Juan Pedro Recio
Cuesta, Colectivo Revista Ecléctica, Francisco José
Fernández Andújar, María Gracia Bafalluy,Vladimir
López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez, Iris
Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de
Hoyos Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio
V. González Robles, Vincent Marin, Marcos Marina
Carranza, Esther Mora Bleda, Natalia Urigüen López
de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro]
AYER Y HOY. DEBATES,
HISTORIOGRAFÍA
Y DIDÁCTICA DE LA
HISTORIA
2015 Asociación de Historia Contemporánea.
Universitat de València
Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí
y Mélanie Ibáñez Domingo (coord.)
[Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés,
Jorge Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik
Zubiaga Arana, Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon
Kortazar Billelabeitia, David Parra Monserrat, Óscar
González Vergara, Gustavo Hernández Sánchez,
Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández,
Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri,
Javier Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno,
Ángela González Bellver, Miguel Ángel Melero
Varga, Irene Murillo Aced, Gisela Pagès, Ricardo
Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César
Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo,
Virginia López de Maturana, Juan Pedro Recio
Cuesta, Colectivo Revista Ecléctica, Francisco José
Fernández Andújar, María Gracia Bafalluy,Vladimir
López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez, Iris
Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de
Hoyos Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio
V. González Robles, Vincent Marin, Marcos Marina
Carranza, Esther Mora Bleda, Natalia Urigüen López
de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro]
“Ayer y hoy. Debates, historiografía y didáctica de la historia”
ISBN: 978-84-606-5874-0
DOI: 10.7203/10550.42836
Coordina: Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí
y Mélanie Ibáñez Domingo
Edita: Universitat de València.Valencia, 2015
Asociación de Historia Contemporánea
Diseño y maquetación: Carles Rodrigo Monzó
(www.carlesrodrigo.es)
Autores:Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés, Jorge
Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik Zubiaga Arana,
Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon Kortazar Billelabeitia, David
Parra Monserrat, Óscar González Vergara, Gustavo Hernández
Sánchez, Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández,
Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri, Javier
Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno, Ángela González
Bellver, Miguel Ángel Melero Varga, Irene Murillo Aced, Gisela
Pagès, Ricardo Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César
Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo,Virginia
López de Maturana, Juan Pedro Recio Cuesta, Colectivo Revista
Ecléctica, Francisco José Fernández Andújar, María Gracia
Bafalluy,Vladimir López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez,
Iris Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de Hoyos
Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio V. González Robles,
Vincent Marin, Marcos Marina Carranza, Esther Mora Bleda,
Natalia Urigüen López de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro.
ÍNDICE
1. Historiografía española entre 1939 y 1975: Dictadura y exilio
Gustavo Alarés López y María José Solanas Bagüés – la historiografía española 		
entre 1939 y 1975: dictadura y exilio. Pluralidad, indefinición y estrategias 			
divergentes. Acotaciones sobre una disciplina difusa. 		 07
Jorge Azorín Arroyo – José María Jover y la historia de las relaciones 				
internacionales: notas para su estudio. 		 13
Sara Martín Casamayor – La influencia del país de acogida en los estudios de 			
los historiadores exiliados en América Latina: el caso de los exiliados en México.	 19
Erik Zubiaga Arana – ¿Holocausto, genocidio, exterminio, politicidio…? 			
Conceptualizaciones sobre el desarrollo de la represión franquista. Especial 			
atención al caso Vasco.		 23
Chrystelle Ferrara Viforcos – La construcción de los orígenes del cine en España 			
a través de la manipulación historiográfica franquista.		 28
Jon Kortazar Billelabeitia – El poder local en el primer franquismo (1939-1945) 			
en Bizkaia a través de sus alcaldes. 		 32
2. Haciendo Historia. Sobre enseñanza, aprendizaje y competencias para los 			
historiadores del siglo XXI
David Parra Monserrat – ¿Hacia una nueva didáctica? Posibilidades y retos 			
para la enseñanza-aprendizaje de la historia en el siglo XXI. 		 38
Óscar González Vergara – Otra forma de hacer historia. Arqueología industrial 			
y contemporánea: pasado, presente y futuro de una disciplina humanística.		 42
Gustavo Hernández Sánchez – La enseñanza de la historia en el siglo XXI: 			
propuesta metodológica.		 47
Marcos Marina Carranza – De democracias, dictaduras, guerras, repúblicas 				
y monarquías: la historia reciente española en los libros de texto. 		 52
3. Los hilos de la memoria: Investigación y método a través de la Historia oral
Eider de Dios Fernández – Los hilos de la memoria: investigación y método a 			
través de la historia oral. 		 57
Enrique Bengochea Tirado – Facebook como herramienta: redes sociales y 			
grupos diaspóricos. 		 63
Sereno Caleri – Fotografía y fuentes orales: un análisis metodológico. 		 66
Javier Contreras Becerra – El PSA y el nuevo andalucismo. Una relectura del 			
proceso democratizador y autonómico a través de las fuentes orales (1973-1982).	 71
Inge Fernández Bueno – Estudio e investigación sobre los nativos norteamericanos, 		
problemática, enfoque metodológico y teórico de la historia oral.		 77
Ángela González Bellver – El recuerdo del exilio. El testimonio de un exiliado: 			
Antonio Carmona Pinto.		 80
Miguel Ángel Melero Vargas – Voces perdidas… y recobradas. La investigación 		
de la II República, la guerra civil y la represión a través de la Historia Oral. 				
El caso de una comarca andaluza: Antequera. 		 84
Irene Murillo Aced – Comunidades de dolor. Narrar lo ocurrido, o conservarlo 			
en el cuerpo. 		 89
Gisela Pagès – La memoria histórica y la memoria literaria de Micaela Villegas 		
en los siglos XIX y XX. 		 93
Ricardo Torres Silva – Otras voces, otros ámbitos. 		 98
4. Usos públicos de la Historia en la España Contemporánea: nacionalismos, 			
regionalismos y modelos de Estado.
Cesar Rina Simón y Luis Vicente Clemente Quijada – Usos públicos de la 			
historia en la España contemporánea: nacionalismos, regionalismos y 			
modelos de estado.		 103
Giacomo Demarchi – El Estado Integral y sus fuentes: una lectura comparada.	 108
David Mota Zurdo y Virginia López de Maturana – Jesús Galíndez Suárez. 			
Político, profesor, símbolo.		 114
Juan Pedro Recio Cuesta – El ideario carlista durante la primera guerra: 				
el caso de la Gaceta Oficial de Oñate (1835-1837). 		 117
5. Sobre las ruinas de “ese noble sueño”. Estudios “post”, movimientos sociales 			
e investigación activista en la Historia
Colectivo Revista Ecléctica – Presentación de la mesa Ecléctica del IV encuentro 		
de jóvenes investigadores en historia contemporánea. 		 124
Francisco Fernández Andújar – Las negras tormentas de la historia.		 126
María Gracia Bafalluy y Vladimir López Alcañiz – Ansiedad y repetición. 			
Patologías de la temporalidad presentista. 		 132
Gustavo Hernández Sánchez – El marxismo frente a la encrucijada posmoderna: 		
apuntes para una historia social y cultural. 		 136
Iris Pascual Gutiérrez – El grito.Testimonios cinematográficos del 68 mexicano.
Los procesos de transición democrática a debate.			 141
6. Los procesos de transición democrática a debate
Nicolás Sesma Landrín y Jorge de Hoyos Puente – Los Procesos de transición 			
democrática a debate. 		 147
Cristian Ferrer Gonzàlez – Los Carlismos de la Transición – las idiosincrasias 				
carlistas frente al cambio político (1963-1979).		 151
Octavio V. González Robles – PSOE y PCE ante la revolución de los claveles.		 156
Vincent Marin – La difícil puesta en marcha de la Constitución: el caso 			
paradigmático de la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE). 	 160
Marcos Marina Carranza – La hora de democratizar los ayuntamientos: 			
las elecciones municipales de abril de 1979 en Madrid.		 164
Esther Mora Bleda –“El sujeto femenino en Transición. Mujeres y estrategias 			
en la prensa regional murciana, año 1975”.		 168
Natalia Urigüen López de Sandaliano – Los partidos demócrata cristianos 			
alemanes en el proceso de transición democrática española.		 174
Gregorio Sabater Navarro – El proceso revolucionario portugués y la oposición
Española: el PCE en la encrucijada.		 178
Parte 1.
HISTORIOGRAFÍA ESPAÑOLA ENTRE 1939 Y 1975:
DICTADURA Y EXILIO
7
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
memoria, debería tomar como objeto de estudio la reconstrucción y el análisis de la profesión
en toda su amplitud y profundidad.
En estas circunstancias se han generado una multiplicidad de propuestas -en ocasiones
teórica y metodológicamente contrapuestas- que ilustran el difuso ámbito de lo que ha veni-
do entendiéndose como“historia de la historiografía”.
A este respecto cabría señalar cierta implantación de la biografía como instrumento de acer-
camiento a los profesionales de la historia. Así, al estudio de Vicens Vives se han venido a sumar
diversas aproximaciones biográficas a las figuras de Raymond Carr,Santiago Montero,Martín Al-
magro Basch y Julio Martínez Santa-Olalla, Bosch Gimpera, Ramón Carande, Mercedes Gaibrois,
José Antonio Maravall,Pio Zabala,Fernández Almagro,José María Lacarra o José María Jover.4
De la misma manera se ha producido la re-evaluación de diversas trayectorias historio-
gráficas muy vinculadas a escuelas históricas de larga tradición como es el caso del reciente-
mente fallecido Vicente Palacio Atard.5
Aunque también es cierto que en ocasiones este tipo
de análisis -con escaso aparato metodológico y entregados a lo memorial- no escapan a las
propias limitaciones impuestas por la pertenencia de grupo y la necesidad de integrar en un
relato complaciente el devenir de unos historiadores que lo fueron en dictadura y que, en
muchas ocasiones, participaron en el apuntalamiento de la misma. Un ejercicio de revisión de
la profesión llevado a cabo de manera natural en diversos ámbitos historiográficos europeos,
pero que en gran medida se encuentra pendiente de acometer por la historiografía española.
4	 Josep MUÑOZ I LLORET: Jaume Vicens i Vives. Una biografia intel·lectual, Barcelona, Edicions 62,
1997; Maria Jesús GONZÁLEZ: Raymond Carr. La curiosidad del zorro. Una biografía, Madrid, Ga-
laxia Gutenberg, 2010; Xosé-Manoel NÚÑEZ SEIXAS: La sombra del César. Santiago Montero Díaz,
una biografía entre la nación y la revolución, Granada, Comares, 2012, a la que habría que sumar
Antonio DUPLÁ: “Santiago Montero Díaz. Un itinerario historiográfico singular”, introducción a
Santiago MONTERO: De Caliclés a Trajano.Estudios sobre historia política del mundo antiguo,Pam-
plona, Urgoiti editores, 2004, pp. IX-XC. Respecto a Martín Almagro y Santa-Olalla, Alfredo MEDE-
ROS:“Julio Martínez Santa-Olalla y la interpretación aria de la Prehistoria de España (1939-1949)”,
Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 69-70 (2003-2004), pp. 13-55; ÍD.:“Martín
Almagro Basch, formación y consolidación como catedrático de prehistoria (1911-1943), Boletín del
Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 77-78 (2011-2012), pp. 335-416. Sobre Ramón Carande,
Antonio Miguel BERNAL: “Don Ramón Carande, la proyección internacional de la historiografía
española”, en Esteban SARASA y Eliseo SERRANO (eds.): 15 historiadores de la España medieval
y moderna, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2000, pp. 231-248; Luis PALACIOS: Ramón
Carande,un personaje raro,Córdoba,Universidad de Córdoba,2007. Sobre Mercedes Gaibrois,Ana
del CAMPO: “Mercedes Gaibrois de Ballesteros: del amor a la historia y de la historia al amor”,
prólogo a Mercedes GAIBROIS: María de Molina, Pamplona, Urgoiti editores, 2010, pp. VII-CXV.
Respecto a José Antonio Maravall, Francisco Javier CASPISTEGUI:“La Teoría del saber histórico en
la historiografía de su tiempo”, en José Antonio MARAVALL: Teoría del saber histórico, Pamplona,
Urgoiti editores, 2007, pp. XI-XVI; Ignacio IZUZQUIZA: “La estructura conceptual de la Teoría del
saber histórico”, en José Antonio MARAVALL: Teoría del saber histórico..., pp. CIX-CLXXVII. Para Pio
Zabala, Carolina RODRÍGUEZ: “Introducción” a Pío ZABALA: España bajo los Borbones, Zaragoza,
Institución Fernando el Católico, 2009, pp. IX-CXII. Melchor Fernández Almagro lo analiza Cristina
VIÑES:“Melchor Fernández Almagro. Aproximación a su vida y su obra”, en Melchor FERNÁNDEZ
ALMAGRO: Vida y literatura de Valle-Inclán, Pamplona, Urgoiti editores, 2007, pp. VII-LXX. Sobre
José María Lacarra, Miquel MARÍN: “La formación de un medievalista: José María Lacarra, 1907-
1940”, Jerónimo Zurita, 82 (2007), pp. 39-98; Enrique PÉREZ:“José María Lacarra, un archivero en la
Guerra Civil española (1936-1939)”, Huarte de San Juan. Geografía e historia, 17 (2010), pp. 257-294.
Respecto a José María Jover,y junto al análisis de Elena HERNÁNDEZ SANDOICA realizado en“José
María Jover Zamora. In memoriam”, Ayer, 68 (2007), pp. 9-24, señalar Ignacio PEIRÓ: “Las meta-
morfosis de un historiador: el tránsito hacia el contemporaneísmo de José María Jover Zamora”,
Jerónimo Zurita,82 (2007),pp.175-234.Una interesante aportación aplicada a un historiador vasco
en Emilio MAJUELO GIL: La idea de historia en Arturo Campión, Donostia, Eusko Ikaskuntza, 2011.
5	 Luis PALACIOS, Manuel ESPADAS, Antonio FERNÁNDEZ, (eds.): Vicente Palacio Atard. Maestro de
historiadores, Madrid, Akron, 2013.
LA HISTORIOGRAFÍA ESPAÑOLA ENTRE 1939 Y 1975:
DICTADURA Y EXILIO. PLURALIDAD, INDEFINICIÓN Y
ESTRATEGIAS DIVERGENTES. ACOTACIONES SOBRE
UNA DISCIPLINA DIFUSA*
Gustavo Alares López
European University Institute
María José Solanas Bagüés
Universidad de Zaragoza
Desde aquella sesión inaugural celebrada en Zaragoza en septiembre de 2007 lo cierto
es que los Encuentros de Jóvenes Investigadores parecen haberse consolidado como referente
para los principiantes del oficio de la historia,si acaso alguna vez no dejamos de serlo.Y es que
al margen de constituir un evidente espacio para la sociabilidad de los jóvenes historiadores,
la lectura retrospectiva de los diferentes Encuentros permite avanzar algunas de las líneas que
presumiblemente tomarán las investigaciones futuras o,cuanto menos,constatar tendencias,
modas historiográficas, flujos y reflujos de diversos modos de hacer historia y persistencia o
aparición de nuevas y viejas temáticas.
No hay duda de que la reflexión sobre la historia de la historiografía ha estado presente
tanto en los Congresos de la Asociación de Historia Contemporánea desde sus orígenes,1
como
en los celebrados por los Jóvenes Investigadores de esta Asociación. El siguiente texto pre-
tende trazar las líneas generales de la investigación en este terreno. Un esbozo sin ánimo de
minuciosidad y necesariamente parcial, acotado a la producción generada desde comienzos
del siglo XXI, y primando por razón de espacio las últimas publicaciones.
Historia de la historiografía. Balance de una disciplina en construcción
En lo que respecta a la historia de la historiografía, en 2007 Miquel Marín señalaba cómo
“su estatus como disciplina se halla a gran distancia del de otros territorios de la investigación
especializada, una circunstancia que en España es algo más acusada”.2
Lo cierto es que algu-
nos de los problemas e indefiniciones que afectaban a la historia de la historiografía entonces,
persisten en la actualidad con absoluta vigencia.
En los albores del nuevo siglo, la disciplina encargada de historiar el oficio de historiador se
muestra fragmentada, inmersa en un confusionismo conceptual evidente, y en gran medida
sustituida por la proliferación de lo que Miquel Marín denominó en su momento “historio-
grafía retrospectiva”. Una manera de entender la disciplina como mero relato de tendencias,
grupos y escuelas, y con unos objetivos“claramente actualizantes, es decir, la reflexión última
sobre el pasado de las cosas de la historiografía actual y no la historia de la profesión”.3
Pero lo que quizá resulte más preocupante sean las persistentes dificultades por entender e
incluso asumir la existencia de una subdisciplina como la historia de la historiografía que,más
allá del exclusivo interés por los diferentes discursos históricos o por las interferencias de la
1	 Miquel À.MARÍN:“Orígenes y primeros años de la Asociación de Historia Contemporánea,Ayer,92
(2013), pp. 239-250.
2	 Miquel À. MARÍN:“La historia de la historiografía en España: recepción y crisis de una disciplina,
1976-2007”, Teresa María ORTEGA (coord.): Por una historia global: El debate historiográfico en los
últimos tiempos, Granada, Universidad de Granada, 2007, pp. 391-437.
3	 Ibid.; p. 417.
8
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes.
Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés Frente a este relativo vigor de“la apuesta biográfica”,es necesario señalar un aspecto en gran
medida desatendido por la actual historia de la historiografía, como es el análisis de las institu-
ciones y los procesos de institucionalización de la profesión durante el franquismo. Al margen
de diversas obras relativas al Centro de Estudios Históricos, el CSIC y sus institutos de Historia
todavía no disponen de una bibliografía reseñable, más allá de algunas aproximaciones en tí-
tulos de carácter conmemorativo.10
Y aún resultan escasos e irregulares los estudios sobre las
instituciones locales de cultura que,articuladas en torno al Patronato“José María Quadrado”del
CSIC,canalizaron no poca de la producción erudita bajo el franquismo.11
Por otro lado,aunque se
cuenta con trabajos relevantes,el análisis de la historia generada en las universidades franquis-
tas ha sido tratada dentro del más amplio contexto de la propia institución universitaria.12
De hecho, a fecha de hoy todavía no disponemos de un análisis riguroso sobre algo tan
fundamental como los procesos de oposiciones a cátedras y las estrategias de inserción profe-
sional durante el franquismo,y cuando se ha intentado llevarlo a cabo,los resultados han sido,
en general, decepcionantes.
Por otro lado, tampoco se han prodigado los análisis sobre los instrumentos de sociabili-
dad utilizados por la comunidad de historiadores franquistas. Importantes citas congresuales,
como los diferentes Congresos de Historia de la Corona de Aragón o los míticos Congresos de
Pau en torno a ManuelTuñón de Lara,todavía no han suscitado el interés por parte de la histo-
ria de la historiografía. Y todavía resulta muy preliminar el estudio de estructuras asociativas
tan relevantes como el Comité español de la Asociación Internacional de Ciencias Históricas.13
Una situación similar se percibe en relación a las revistas profesionales,principales órganos
de difusión y transferencia del conocimiento histórico.Desde el ya lejano monográfico sobre la
revista Hispania publicado en 1990, las principales cabeceras de la historiografía española si-
quim NADAL:Testimoni de càrrec. Vintanys de servei al pais,Barcelona,Proa,2014;Jaume AURELL (ed.):
La historia de España en primera persona.Autobiografías de historiadores hispanistas,Barcelona,Base,
2012; Bartolomé CLAVERO: El árbol y la raíz. Memoria histórica familiar, Madrid, Crítica, 2013; John H.
ELLIOTT: Haciendo historia, Madrid,Taurus, 2012. Ignacio PEIRÓ:“En el taller del historiador. La(s) bio-
grafía(s) como práctica histórica e historiográfica”,Gerónimo Uztariz,28-29 (2012-2013),pp. 8-27.
10	 Respecto al CEH pueden verse José María LÓPEZ SÁNCHEZ: Heterodoxos españoles. El Centro de
Estudios Históricos, 1910-1936, Madrid, Marcial Pons / CSIC, 2006, y los trabajos recogidos en, Jo-
sé-Carlos MAINER (ed.): El Centro de Estudios Históricos (1910) y sus vinculaciones aragonesas (con
un homenaje a Rafael Lapesa), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2010. Respecto el CSIC,
Miguel Ángel PUIG-SAMPER (coord.): Tiempos de investigación: JAE-CSIC. Cien años de ciencia en
España, Madrid, CSIC, 2007.
11	 Desde el estudio de Jorge URÍA: Cultura oficial e ideología en la Asturias franquistas: el I.D.E.A, Ovie-
do, Universidad de Oviedo, 1984, se ha generado una reducida nómina de trabajos de carácter des-
igual, siendo los más recientes Carlos DOMPER: Por Huesca hacia el Imperio. Cultura y poder en el
franquismo oscense (1938-1965), Huesca, Instituto de Estudios Oscenses, 2010; Sobre la Institución
Fernando el Católico se encuentra prevista la publicación de la monografía «Lanzas de tinta». Cul-
tura y fascismo en la Zaragoza de posguerra a cargo de Gustavo ALARES que ya en 2008 ofreció un
Diccionario biográfico de los consejeros de la Institución “Fernando el Católico”. Una aproximación a
las elites políticas y culturales de la Zaragoza franquista (1943-1984), Zaragoza, Institución Fernando
el Católico, 2008. Esta anemia contrasta con los numerosos artículos relativos al Institut d’Estudis
Catalans -sobre todo con la celebración en 2007 de su centenario- que cuenta con los volúmenes de
Albert Balcells y Enric Pujol -contando con la colaboración de Santiago Izquierdo en el último- His-
tòria de l’Institut d’Estudis Catalans,Barcelona,Institut d’estudis Catalans; 2 vols.,2002 y 2007.
12	 Carolina RODRÍGUEZ: La Universidad de Madrid en el primer franquismo: ruptura y continuidad
(1939-1951), Dykinson, 2002; Jaume CLARET: El atroz desmoche. La destrucción de la Universidad
española por el franquismo, 1936-1945, Barcelona, Crítica, 2006 y Francisco MORENTE: “La Uni-
versidad en los regímenes fascistas: la depuración del profesorado en Alemania, España e Italia”,
Historia Social, 54 (2005), pp. 51-72.
13	 Manuel ESPADAS BURGOS:Un lugar de encuentro de historiadores. España y los Congresos Interna-
cionales de Ciencias Históricas, Madrid, Comité español de Ciencias Históricas, 2012.
Así, resulta cuanto menos desconcertante que en diversos análisis de historiadores bajo el
franquismo, en unos casos -y en aras de un relato cordial y amnésico- se vea enajenada su
dimensión política-ideológica, mientras que en otros, se eluda la dimensión historiográfica de
unos personajes que, ante todo, fueron historiadores.
Esta pluralidad de enfoques anteriormente aludida quedó patente con ocasión de la con-
memoración del “Año Vicens Vives” en 2010. Y es que el homenaje y el recuerdo de las figuras
referenciales de la profesión han condicionado en muchos casos la labor investigadora. En el
caso de Vicens Vives, junto al homenaje al maestro y la proliferación de numerosas y no siem-
pre justificadas adscripciones discipulares, también hubo espacio para la investigación, los
nuevos aportes documentales y la proyección de nuevas variables interpretativas.6
Menos reivindicados pero también homenajeados han sido Rafael Altamira y Joaquín
Costa con ocasión del aniversario de su fallecimiento.7
Una práctica de grupo, la del home-
naje, que se amplía al momento de jubilaciones o doctorados honoris causa. A este respecto
queda para la memoria de la profesión los textos en torno a Juan José Carreras,y más recien-
temente los homenajes dispensados a Julio Aróstegui, Santos Juliá, Carlos Martínez Shaw o
Eloy Fernández Clemente.8
Junto a estas aproximaciones en la esfera de lo biográfico cabe señalar la relativa prolife-
ración de memorias y ejercicios de egohistoria -de diverso alcance y naturaleza- que, si por un
lado son siempre bien acogidos como testimonios de la profesión, no dejan en ocasiones de
resentirse de la natural tendencia hacia la autocomprensión y a las lecturas desde el presente.9
6	 Un análisis parcial de los actos y publicaciones en torno al Año Vicens en Oscar ADELL: “El Año
Vicens Vives: reflexiones en torno a una conmemoración”, Historiografías, 1 (2011), pp. 95-110. No
obstante, el autor alude a “la escasez de novedades investigadoras”, obviando el salto cualitati-
vo y cuantitativo producido en torno a las investigaciones sobre el historiador gerundense, como
ejemplifican las diversas publicaciones a cargo de Miquel Marín Gelabert. Concretamente, Miquel
MARÍN: A través de la muralla. Jaume Vicens Vives y la modernización del discurso histórico, Barce-
lona, Ediciones Vicens Vives, 2010 y las ediciones críticas de de Jaume Vicens, Ferran II i la ciutat de
Barcelona,Barcelona,Vicens Vives,2010;Jaume VICENS:España contemporánea (1814-1953),edición
a cago de Miquel Ángel Marín, Barcelona, Acantilado, 2012; y Jaume VICENS: La crisis del siglo XX
(1919-1945), Barcelona, Acantilado, 2013. También señalaremos Cristina GATELL, Glòria SOLER: Amb
el corrent de proa. Les vides politiques de Jaume Vicens Vives, Barcelona, Quaderns Crema, 2012.
7	 http://www.rafaelaltamira.es/actosrealizados.htm. Destacamos de entre la producción biblio-
gráfica Ignacio PEIRÓ: “La educación patriótica de un historiador español: el primer viaje de es-
tudios a París de Rafael Altamira”, en María LLOMPART (ed.): Identidades de España en Francia: un
siglo de exilios y migraciones, Granada, Comares, 2012, pp. 39-65.
8	 Respecto a Juan José Carreras,Carlos FORCADELL (ed.):Razones de historiador.Magisterio y presen-
cia de Juan José Carreras, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2009. En 2009 la comunidad
profesional tributó un homenaje a Julio Aróstegui recogido en Jesús Antonio MARTÍNEZ et al.
(coords.):El valor de la historia. Homenaje al profesor Julio Aróstegui,Madrid,Editorial Compluten-
se, 2009, al que se han venido sumando nuevos trabajos a raíz de su fallecimiento, como Jesús
A. MARTÍNEZ y Juan A. BLANCO (coord.): “Teorizar la historia, hacer historiografía. Homenaje al
profesor Julio Aróstegui”, Hispania Nova, 12, (2014). El homenaje ofrecido a Santos Juliá en José
ÁLVAREZ JUNCO y Mercedes CABRERA (eds.): La mirada del historiador. Un viaje por la obra de
Santos Juliá, Madrid,Taurus, 2011. Sobre Martínez Shaw, Joan VIÑAS, Roberto FERNÁNDEZ y Carlos
MARTÍNEZ SHAW: Investidura como doctor Honoris Causa del senyor Carlos Martínez Shaw, Lérida,
Edicions de la Universitat de Lleida, 2011, pp. 8-42. Respecto a Eloy Fernández Clemente, Pedro RÚ-
JULA (coord.): Eloy Fernández clemente. El tiempo y la historia,Teruel, CELAN, 2010.
9	 En este apartado autobiográfico podríamos consignar las memorias asistidas de Miguel BATLLORI:
Recuerdos de casi un siglo.Recopilados por Cristina Gatell y Glòria Soler,Barcelona,El Acantilado,2001;
Julio ARÓSTEGUI:“Autorretrato en escorzo (y nada complaciente) con figuras al fondo”, Cuadernos
de Historia Contemporánea, 27 (2005), pp. 53-59; Stanley PAYNE:“The formation of a Hispanist”; ÍD.:
Spain.A Unique History, Madison,The University ofWisconsin Press,2008,pp.9-39;Eloy FERNÁNDEZ
CLEMENTE: El recuerdo que somos. Memorias (1942-1972), Zaragoza, Rolde de Estudios Aragoneses,
2011;ÍD.:Los años de Andalán.Memorias,1972-1987,Zaragoza,Rolde de Estudio Aragoneses,2013.Joa-
9
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes.
Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés Un panorama completado con la complaciente reescritura de las biografías personales y la
recurrente aparición de unas filiaciones liberales que, en última instancia, nos remitirían al
absurdo de un franquismo sin franquistas.18
Frente a este retraimiento, la historiografía europea ha llevado a cabo un importante esfuer-
zo por atender a los procesos de institucionalización y profesionalización de la disciplina histó-
rica, pero también por rastrear la proyección social de los diferentes relatos historiográficos. A
este respecto cabría señalar la importancia de las diferentes publicaciones emanadas del pro-
yecto internacional Representations of the past: National histories in Europe, liderado por Stefan
Berger, Chris Lorenz, Ilaria Porciani y Lutz Raphael. Este potente grupo de investigación ha ras-
treado en profundidad las historiografías de treinta países europeos desde la segunda mitad
del siglo XIX hasta el presente, partiendo de la asunción de que la historia había sido uno de los
más importantes elementos en la construcción de las identidades nacionales en Europa.19
De la
misma manera,la historiografía italiana ha llevado a cabo un intenso análisis de los procesos de
institucionalización cultural, especialmente durante el periodo de Mussolini.20
Unas reflexiones
que,por lo general,están todavía pendientes de abordar por parte de la historiografía española.
De la misma manera, no deja de sorprender la recurrente exclusión de la historia -entendi-
da como elemento básico de nacionalización- en numerosos estudios sobre la construcción de
las identidades nacionales y políticas, sobre todo cuando se refieren a un régimen tan “histo-
rizante” como el franquismo.21
Historia de la historiografía en el exilio: un largo camino por recorrer.
Por lo que respecta a la historia sobre el exilio de los historiadores que generó la guerra civil
española, todavía está por escribir. Una consecuencia de las rupturas históricas provocadas
por guerras y dictaduras entre las comunidades profesionales de historiadores europeos a
la historiografía española”, Alcores, 1, (2006), pp. 9-26. Un repaso sintético del desarrollo de la
historia de los intelectuales en el franquismo en Francisco MORENTE: “Más allá del páramo. La
historia de los intelectuales durante el franquismo”en, Carmen FRÍAS, Jose Luis LEDESMA y Javier
RODRIGO (eds.), Reevaluaciones, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2011, pp. 41- 76.
18	 Sobre los giros“liberales”, Ignacio PEIRÓ:“Días de ayer de la historiografía española. La Guerra de la
Independencia y la «conversión liberal» de los historiadores en el franquismo”, en Pedro RÚJULA y
Jordi CANAL:Guerra de ideas.Política y cultura en la España de la Guerra de la Independencia, Madrid,
Marcial Pons-Institución Fernando el Católico,2011,pp.445-479.Hace unos pocos años el historiador
Miquel Marín Gelabert se preguntaba:“¿No deberíamos simplemente asumir los distintos grados
de colaboracionismo de los historiadores españoles como un objeto de análisis en lugar de -o pre-
viamente a- como un juicio moral?”. La propia oportunidad de la pregunta resulta suficientemente
expresiva del largo camino pendiente. Miquel Ángel MARÍN: “La fatiga de una generación. Jaume
Vicens Vives y su Historia crítica de la Vida y Reinado de Fernando II de Aragón”, en Jaume VICENS:
Historia Crítica de la Vida y Reinado de Fernando II de Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Ca-
tólico, 2006, p. XXXVII. Un intento de disminuir la influencia del Opus Dei en el control del sistema
académico universitario,mediante el uso de un aparato retórico postmodernista en,Jaume AURELL:
“La formación de un gran relato sobre el Opus Dei”,Studia et Documenta, 6 (2012),pp. 235-294.
19	 Stefan BERGER (ed.): Writing the nation: a global perspective, Basingstoke, Palgrave Macmillan,
2007, ÍD.: “National historiographies in transnational perspective: Europe in the nineteenth and
twentieth centuries”, Storia della Storiografia, 50 (2006), pp. 3-26.
20	 Gabriele TURI: Lo Stato educatore. Politica e intellettuali nell’Italia fascista, Bari-Roma, Laterza,
2002; Mario ISNENGHI (dir.): Gli Italiani in guerra. Conflitti, identità, memorie dal Risorgimento
ai nostri giorni, Torino, Unione Tipografio Editrice Torinese, 2009, especialmente el volumen VI.
Margherita ANGELINI: “Transmitting knowledge: the professionalisation of Italian historians
(1920s-1950s)”, Rivista Internazionale de Storia della storiografia, 57 (2010), pp. 3-174.
21	 Algo que pretendemos integrar en la tesis doctoral en curso,Gustavo ALARES:Las políticas del pasado
en la España franquista (1939-1964).Historia,nacionalismo y dictadura,European University Institute.
guen todavía pendientes de un análisis en profundidad que permita ahondar en las prácticas
historiográficas de los historiadores durante el franquismo.14
Y aquí habría que incluir desde
órganos tan sugerentes como los Estudios de Historia Moderna y el Índice Histórico Español im-
pulsados por Vicens Vives, como otros de carácter profundamente tradicional como el Boletín
de la Real Academia de la Historia, por no citar las numerosas revistas de carácter regional y
departamental a través de las cuales se dio curso a un importante número de investigaciones.
Junto a estos estudios de carácter fragmentario, los pasados años han asistido a la apari-
ción de diversas obras de síntesis entre las que cabría destacar la ambiciosa Apologia and criti-
cism:historians and the history of Spain,1500-2000,de Gonzalo Pasamar.Y aunque procedente
del ámbito alemán, no deja de resultar saludable la feliz traducción de La ciencia histórica en
la era de los extremos de Lutz Raphael.15
Por último, cabría citar varios proyectos editoriales de indudable interés como la Colección
de Grandes Historiadores de la editorial Urgoiti, o la Colección Historiadores aragoneses de la
Institución Fernando el Católico, ambas iniciativas sustanciadas en la reedición de obras clási-
cas de la historiografía española acompañadas de extensos estudios introductorios.
Así, de todo lo anteriormente reseñado, cabría señalar la existencia de una pluralidad de
enfoques y prácticas que, sin embargo, no ha redundado en un deseable dinamismo, sino que
más bien ha explicitado la indefinición de los objetos de estudio de una subdisciplina todavía
en proceso de consolidación.
Historiadores franquistas, historiadores bajo el franquismo
Esta situación de indefinición resulta si cabe más evidente en relación al estudio de los
historiadores durante el franquismo.Si bien el debate en torno al rol desempeñado por los his-
toriadores bajo regímenes dictatoriales se ha abierto en otros ámbitos historiográficos como
el alemán o el italiano, la historiografía española todavía se muestra reacia a abordarlo de
manera sistemática.16
Una escasez de estudios relacionada con la lenta institucionalización de
una disciplina como la historia de la historiografía, pero también a las dificultades suscitadas
a la hora afrontar un pasado en el que se entrecruzan las interferencias de las redes disci-
pulares, las solidaridades ideológicas o el asfixiante dominio de lo políticamente correcto.17
14	 Nos referimos al número monográfico de Hispania que, bajo la dirección de Celso ALMUIÑA con-
gregó a diversos especialistas en, “Hispania, revista de Historia (1940-1989): Análisis y evolución
de contenidos”, Hispania,Vol. 50, núm. 175, 1990.
15	 Lutz RAPAHEL: La ciencia histórica en la era de los extremos. Teorías, métodos y tendencias desde
1900 hasta la actualidad, Zaragoza Institución Fernando el Católico, 2012.
16	 Sobre el debate en torno a los historiadores en las dictaduras europeas, y entre una voluminosa bi-
bliografía, sirva como ejemplo, Chris LORENZ:“Encrucijadas: reflexiones acerca del papel de los his-
toriadores alemanes en los debates públicos recientes sobre historia nazi”,en Manuel CRUZ y Daniel
BRAUER (coords.):La comprensión del pasado:escritos sobre filosofía de la historia,Barcelona,Herder,
2005, pp. 335-381. Sobre las conflictivas relecturas del pasado alemán, Dirk MOSES: German Intellec-
tuals and the Nazi Past, Cambridge, Cambridge University Press, 2007. En relación a la historiogra-
fía italiana, Gabriele TURI: Lo Stato educatore. Politica e intellectuali nell’Italia fascista, Roma-Bari,
Laterza, 2002, y Eugenio di RIENZO: Un dopoguerra storiografico. Storici italiani tra guerra civile e
Repubblica, Firenze, Le Lettere, 2004. La trayectoria de los intelectuales e historiadores bajo regíme-
nes dictatoriales recogidos en P. G. ZUNNINO, (ed.): Univesità e Accademie negli anni del fascismo e
del nazismo, Firenze, Leo S. Olschki Editore, 2005. En relación a la creciente bibliografía relativa a los
antiguos países del Este citamos Pavel KÔLAR, Miloš REZNIK (eds.): Historische Nationsforschung im
geteilten Europa 1945-1989,Köln,Kölner Beiträge zur Nationsforschung 10,SH-Verlag,2012.
17	 Respecto a la historiografía franquista, Gonzalo PASAMAR: Historiografía e ideología en la post-
guerra española: La ruptura de la tradición liberal, Zaragoza, Prensas Universitarias, 1991. En tor-
no a las actuales censuras de campo en el análisis de la historiografía en el franquismo, Ignacio
PEIRÓ:“Ausente no quiere decir inexistente: La responsabilidad en el pasado y en el presente de
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Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes.
Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés De todo ello, si bien se ha prestado una merecida atención a las figuras de primera línea,27
las aproximaciones biográficas y conmemorativas prevalecen sobre los estudios basados en
categorías propias de la historia de la historiografía. Diluida su presencia entre la abundante
literatura sobre el exilio intelectual surgida en los últimos tiempos,la figura del historiador exi-
liado no acaba de merecer una aproximación sistemática como mediador entre historiografías.
Aún con todo, el relato sobre los historiadores exiliados en el continente latinoamericano
se encuentra más desarrollado que el concerniente al segundo grupo: los historiadores es-
pañoles exiliados en Europa, y más concretamente en Francia. Con la excepción de la figura
de Manuel Tuñón de Lara,28
que como catalizador de la historiografía francesa y debido a su
influencia en la renovación del contemporaneismo español cuenta con una mayor bibliografía
al respecto, sólo en la última década han merecido atención algunos de sus compañeros de
viaje:Emilio Gómez Nadal,29
Teresa Andrés,30
o el que consideraban su maestro,Manuel Núñez
de Arenas, mientras la figura de Francisco González Bruguera continua sin biografiar, y su in-
fluyente obra sobre la historia de España sin traducir.31
El juego de transferencias entre la historiografía liberal y obrera de principios de siglo en
España,la influencia de la historiografía francesa así como su recepción y adaptación entre los
jóvenes historiadores españoles de los años 70 se encuentra en este escenario del exilio.32
Pero
al contrario de lo ocurrido en América, la inserción en el sistema académico francés de dichos
historiadores no fue inmediata, marcadas trágicamente sus trayectorias por la Segunda Gue-
rra Mundial. Lejos de su original grupo profesional, fue parte de la comunidad hispanista gala
quién acogió sus propuestas y facilitó lo que pudo su inserción en el pétreo sistema univer-
sitario francés. Conectar a los historiadores exiliados durante la guerra civil con los exiliados
posteriores,y a su vez con los hijos de exiliados formados en Francia que en ocasiones llegaron
27	 Francisco GRACIA: Pere Bosch Gimpera. Universidad, política y exilio, Madrid, Marcial Pons, 2011,
pp. 395-569. Sobre Claudio Sánchez-Albornoz la bibliografía es muy abundante, citaremos aquí
la tesis más reciente dedicada al medievalista: Juan Pablo DOMÍNGUEZ: Claudio Sánchez-Albor-
noz (1893-1984). Historiador, intelectual y político, Universidad de Navarra, 2010. De la abundante
bibliografía sobre el historiador canario, el artículo de Ascensión HERNÁNDEZ DE LEÓN:“Agustín
Millares Carlo: su trabajo en La Casa de España y El Colegio de México (1939-1959)”, Boletín Milla-
res Carlo, 29 (2010), pp. 11-28. Para el resto de exiliados, si bien existe bibliografía que sería imposi-
ble de citar aquí,sigue siendo una herramienta imprescindible Ignacio PEIRÓ y Gonzalo PASAMAR
Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos, Madrid, Akal, 2002.
28	 Dossier:“ManuelTuñón de Lara,diez años después.La huella de un legado”en Cuadernos de Historia
Contemporánea,30 (2008),pp. 185-198,donde se encuentran referencias a la bibliografía anterior.
29	 La revista Laberintos: revista de estudios sobre los exilios culturales españoles le dedicó un dossier
en su número 10-11 (2008-2009), pp. 286-410; Antonio GÓMEZ ANDRÉS y Francesc PÉREZ I MORA-
GÓN (eds.): Emili Gómez Nadal: diaris i records,València: Universitat de València, 2008.
30	 Citamos el más reciente de Romà SEGUÍ I FRANCÈS:“La etapa del exilio de Teresa Andrés Zamora
(1939-1946): de la gestión bibliotecaria al espacio político” Laberintos: revista de estudios sobre los
exilios culturales españoles, 14 (2012), pp. 139-150
31	 Sobre este grupo de exiliados y Manuel Núñez de Arenas en particular he adelantado algunos as-
pectos de mi tesis en María José SOLANAS: “Manuel Núñez de Arenas, maestro de historiadores
exiliados en Francia”, en José Angel ASCUNCE, Mónica JATO, Mª Luisa SAN MIGUEL (coords.): Exilio y
Universidad (1936-1955), Editorial Saturraran, San Sebastián, 2008, vol. 2, pp. 1225-1244; ÍD.:.“Manuel
Núñez de Arenas: los exilios de un historiador”, Claves del mundo contemporáneo. Debate e investi-
gación. Actas del XI Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea,Granada,Comares,2013.
32	 María José SOLANAS: “Transferencias culturales e historia cruzada: origen y desarrollo. Apuntes
sobre su aplicación al estudio de la historia de la historiografía española”en Mª Candelaria FUEN-
TES NAVARRO et al. (eds.): II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Contemporánea: ce-
lebrado en Granada los días 22 al 25 de septiembre de 2009. Granada, Editorial Universidad de
Granada, 2010. CD-ROM.
lo largo del siglo XX fue el exilio.22
No hace falta incidir en el hecho de que en el caso español
su envergadura y prolongación temporal genera una determinada problemática a la hora de
abordarlo, aunque en ningún caso con carácter único en nuestro entorno. Evidentemente, no
sólo se trata de dibujar el mapa del exilio, una tarea necesaria que de manera general se ha
abordado para el caso de científicos y universitarios en diversas ocasiones;23
y en el caso espe-
cífico de los historiadores con actualizaciones del pionero listado de Javier Malagón en 1978
además de estudios de caso que incorporan nuevas perspectivas.24
La cartografía de la comunidad mostraría dos escenarios diferenciados: a mediados de
1940, todos los catedráticos y la mayoría de doctores y licenciados exiliados habían consegui-
do, con mayor o menor dificultad, alejarse de la Europa en guerra para instalarse en centros
y universidades americanas donde proseguir su labor, gracias en parte a los mecanismos de
solidaridad internacional entre intelectuales. Una red de relaciones tejida desde principios de
siglo en la etapa de internacionalización de la historiografía española,y que sería conveniente
analizar en su conjunto.25
Esta forzada segregación de la comunidad de historiadores españoles en 1936-39, durante
el proceso interrumpido de la “profesionalización” de la disciplina, provocó que la continuidad
de las líneas programáticas y conceptuales de la historiografía liberal se realizase a partir de
ese momento por estos exiliados.Entre ellos,maestros como Pere Bosch Gimpera,Claudio Sán-
chez-Albornoz, Agustín Millares Carlo y Juan Manuel Aguilar y Calvo, quienes, en sus respecti-
vas especialidades, prolongaron sus investigaciones en contextos institucionales ajenos.26
22	 Renato CAMURRI (ed.):“L’Europa in esilio. La migrazione degli intellettuali verso le Americhe tra le
due guerre”, monográfico de Memoria e Ricerca, 31 (2009); Mario KESSLER (ed.): Deutsche Historiker
im Exil (1933-1945):Ausgewählte Studien,Berlin,Metropol,2005; Catherine EPSTEIN:A Past Renewed.
A Catalog of German-Speaking Refugee Historians in the United States after 1933,Washington, Ger-
man Historical Institute, 1993; Antoon DE BAETS:“Exile and Acculturation: Refugee Historians since
the Second World War”, The International History Review,XXVIII,2 (june 2006),pp. 316-349.
23	 José María LÓPEZ SÁNCHEZ: Los refugios de la derrota. El exilio científico e intelectual republicano
de 1939, Madrid, CSIC, 2013; Luis Enrique OTERO CARVAJAL (ed.): La destrucción de la ciencia en Es-
paña. Depuración universitaria en el franquismo. Madrid, Editorial Complutense, 2006.
24	 Javier MALAGÓN: “Los historiadores y la historia en el exilio” en José Luis ABELLÁN: El exilio es-
pañol de 1939, Taurus, Madrid, 1978, Vol. V, pp. 245-353. Más recientemente han abordado el tema
Alicia ALTED VIGIL: “Historiografía e historiadores en el exilio” en Mª Fernanda MANCEBO (ed.):
Encuentros de Historia y Literatura. Max Aub y Manuel Tuñón de Lara, Valencia, Biblioteca Valen-
ciana, Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura i Educació, Direcció General del Llibre, Arxius
i Biblioteques, 2003; ÍD.:“Historiadores exiliados en América latina. El caso de Ramón Iglesia Par-
ga” en Andrea PAGNI (ed.): El exilio republicano español en México y Argentina. Historia cultural,
instituciones literarias, medios, Madrid, Iberoamericana, 2011, pp.77-92; Yolanda BLASCO:“Los cos-
tes del franquismo para la universidad española y para los profesores exiliados. El caso de Pere
Bosch-Gimpera”, Historiografías, 3 (Enero- Junio, 2012), pp. 45-61. Excede del objetivo glosar todas
las investigaciones parciales al respecto,muchas de ellas recogidas en Actas de Congresos (GEXEL,
Internacionales de la Universidad de San Sebastián,etc.) o revistas especializadas como Migracio-
nes y Exilios o Laberintos: revista de estudios sobre los exilios culturales españoles.
25	 Una de las expresiones de solidaridad académica más reconocida fue la creación de la Casa de
España y el Colegio de México, instituciones estudiadas en diferentes ocasiones por Clara E. Lida.
Baste citar Clara E.LIDA,José Antonio MATESANZ y Josefina Zoraida VÁZQUEZ (comps.):La Casa de
España y el Colegio de México. Memoria 1938-2000, México, El Colegio de México, 2000.
26	 Ignacio PEIRÓ,“Historiadores en el purgatorio.Continuidades y rupturas en los años sesenta”,Cer-
cles. Revista d´Història Cultural, Universitat de Barcelona, 16 (2013), pp. 53-81; Germán RAMÍREZ,
“Ecos del exilio liberal en el exilio republicano”, Laberintos: revista de estudios sobre los exilios cul-
turales españoles, 13 (2011), pp. 123-162 http://bv.gva.es/documentos/lab13.pdf
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Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes.
Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés cender el mero análisis de los discursos históricos para acometer el estudio de los procesos
de institucionalización, las estrategias de sociabilidad académica, el establecimiento de redes
discipulares, los procesos de transferencia, o los fenómenos de autopercepción. Los diversos
trabajos de Miquel Marín Gelabert e Ignacio Peiró37
han venido completándose con las aporta-
ciones de investigadores más jóvenes centradas sobre temáticas diversas, ya sean vinculadas
al análisis de las transferencias culturales,los procesos de institucionalización,las trayectorias
historiográficas de figuras relevantes de la profesión, o a los usos públicos del pasado.38
De la misma manera, se ha procurado proporcionar un marco estable para el debate histo-
riográfico a través de los siete cursos internacionales que, con carácter anual, han venido or-
ganizándose desde el Seminario permanente de Historia de la Historiografía Juan José Carreras.
Por otro lado, también en el seno de la Universidad de Zaragoza y partiendo desde unos
inicios establecidos en el ámbito de la historia de la historiografía, el profesor Gonzalo Pa-
samar ha proseguido sus indagaciones dedicándose con especial atención a los efectos de
la memoria, y disponiendo de un órgano de difusión propio consolidado, como es la revista
digital Historiografías.39
En este recordatorio de excepciones resulta especialmente llamativo el dinamismo de
ciertos departamentos de Historia Antigua a la hora de analizar al tratamiento de la Anti-
güedad por parte del franquismo.40
De la misma manera es reseñable la labor realizada desde la Universidad de Navarra desde
los años ochenta en torno al estudio de la historiografía.Este centro es el responsable de orga-
nizar las imprescindibles “Conversaciones Internacionales de Historia”, así como de la edición
de la revista Memoria y Civilización.41
37	 Citamos aquí su Los historiadores españoles en el franquismo, 1948-1975, Zaragoza, Institución Fer-
nando el Católico, 2005 y remitimos a los trabajos previamente citados. Al margen de los traba-
jos ya reseñados, Ignacio PEIRÓ: Historiadores en España: historia de la Historia y memoria de la
profesión, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2013; Luces de la Historia. Estudios de
historiografía aragonesa,Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2014.
38	 María José SOLANAS: “Transferencias culturales: origen, desarrollo y aplicación al estudio de la
historia de la historiografía española” en Ignacio Peiró y Pedro Rújula (coord.), La historia en el
presente. V Congreso de Historia Local de Aragón, Molinos, 2005, Teruel, Instituto de Estudios Tu-
rolenses, 2007, pp. 379-392. Gustavo ALARES: Diccionario biográfico... op. cit.,; ÍD.: “De caudillos,
mártires y patriotas. El mito de los Sitios en la Zaragoza contemporánea (1958-2008)” en Pedro
RÚJULA y Jordi CANAL (eds.): Guerra de ideas..., pp. 369-396; ÍD.:“La conmemoración del Milenario
del Castilla en 1943. Historia y espectáculo en la España franquista”, Jerónimo Zurita, 86 (2011), pp.
149-180; ÍD.: «La génesis de un proyecto cultural fascista en la Zaragoza de posguerra: la Institu-
ción Fernando el Católico”, en Ignacio PEIRÓ y Guillermo VICENTE (eds.): Estudios históricos sobre
la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2010, pp. 373-381;“José Na-
varro Latorre (1916-1986):un americanista en busca de comunidad”,Teresa ORTEGA,Miguel Ángel
del ARCO: Claves del mundo contemporáneo...op. cit., Eduardo ACERETE, “La historiografía en el
distrito universitario de Zaragoza”,Teresa ORTEGA, Miguel Ángel del ARCO:Claves del mundo con-
temporáneo... Raúl MAYORAL:El cinco de marzo de 1838 en Zaragoza. Aquella memorable jornada...
Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2014.
39	 Gonzalo PASAMAR,“El recuerdo de la guerra civil española durante la transición: los editores y las
colecciones históricas y de memorias, Historia social, 77, 2013, pp. 49-67.
40	De especial interés resultan los trabajos incluidos en Fernando WULFF y Manuel ÁLVAREZ (coords.):
Antigüedad y franquismo (1936-1975), Málaga, CEDMA, 2003. De Antonio DUPLÁ: “Una historia de
España audiovisual y joseantoniana”, David ROMERO (coord.): La Historia a través del cine: memoria
e historia en la España de la posguerra, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, 2010, pp.
15-34. Junto a los numerosos trabajos sobre la figura de Bosch Gimpera de Francisco Gracia señala-
remos La arqueología durante el primer franquismo (1939-1956),Barcelona,Edicions Bellaterra,2009.
41	 Citaremos Francisco Javier CASPISTEGUI (ed.):Historia y globalización.VIII Conversaciones Internacio-
nales de Historia.Universidad de Navarra.Pamplona,7-9 de octubre de 2010,Pamplona,EUNSA,2012.
a formar parte de esos mismos círculos hispanistas33
nos dará las claves de este escenario his-
toriográfico, completándolo con el análisis del papel aglutinador de los seminarios de historia
de Pierre Vilar en París. Y todo ello, sin olvidarnos de los espacios alternativos para la interpre-
tación de la historia como la editorial Ruedo Ibérico, o los creados por republicanos, socialistas
y anarquistas, reorganizando sus propios canales para la difusión de la denominada “historia
militante”. En definitiva, el estudio de las redes establecidas entre las diferentes coordenadas
historiográficas que transitaron los historiadores exiliados nos permitirá reconstruir el desa-
rrollo de la profesión fuera de las fronteras nacionales. Una tarea que, además de pugnar con
la lejanía de las fuentes directas nos obliga a permanecer en constante diálogo y conocimien-
to de las historiografías receptoras. La publicación de epistolarios y memorias34
es un primer
paso para acercarnos a las problemáticas propias de los protagonistas. Pero todavía falta la
reconstrucción de los itinerarios profesionales y políticos de estos exiliados en los campos
profesionales de destino: su inserción y adaptación a las respectivas instituciones, la gestión
de sus relaciones y sus opciones profesionales. De la misma manera, es nuevo el circuito de
publicaciones al que deben adherirse, y el acceso a los medios de producción y reproducción:
bibliotecas, seminarios, transferencias, los contactos con sus antiguos discípulos y la creación
de nuevos grupos de trabajo. Las aproximaciones realizadas desde la historia intelectual ne-
cesitan ser completadas con un mayor análisis de las influencias, préstamos intelectuales y
relaciones que el exilio impuso a sus trayectorias académicas, así como los nuevos lugares de
sociabilidad. Por supuesto, un camino investigado ha sido y debe ser el de las relaciones con la
historiografía franquista en todas sus vertientes, y las distintas actitudes ante la recepción de
las figuras y propuestas de estos historiadores exiliados por la comunidad del interior.35
Transi-
tar los caminos de la lógica y legítima tarea de recuperación de una historia silenciada no nos
exime de utilizar un aparato crítico que impida una deriva autocomplaciente.
Grupos de investigación sobre historia de la historiografía
Frente a esta pluralidad difusa que hemos dibujado, también convendría señalar la pro-
gresiva consolidación de algunos grupos de investigación que han venido ofreciendo pro-
puestas más concretas.
Amparado por el magisterio de Juan José Carreras (1928-2006),desde mediados de la déca-
da de los ochenta el Departamento de Historia Contemporánea de Zaragoza se afirmó por una
vocación sistemática por la historia de la historiografía, teniendo como principales referentes
a Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar, y generando -entre diversos trabajos- el ya imprescindible
Diccionario de Historiadores españoles contemporáneos.
Lo cierto es que el grupo zaragozano ha procurado articular un proyecto de investigación
centrado en el análisis integral de la profesión de historiador.36
Dicha propuesta pretende tras-
33	 RicardoGARCÍACÁRCELyEliseoSERRANOMARTÍN(eds.):Exilio,memoriapersonalymemoriahistórica.
El hispanismo francés de raíz española en el siglo XX,Zaragoza,Institución Fernando el Católico,2009.
34	 Citaremos aquí sólo algunos ejemplos recientes: Ritama MUÑOZ ROJAS: “Poco a poco os hablaré
de todo”. Historia del exilio en Nueva York de la familia De los Ríos, Giner, Urruti. Cartas 1936-1953,
Madrid,Publicaciones de la Residencia de Estudiantes,2009.Nicolás SÁNCHEZ-ALBORNOZ:Cárce-
les y exilios, Barcelona, Anagrama, 2012.
35	 JavierPRADERA:“EldescubrimientodelexilioenEspaña”,enNicolásSÁNCHEZ-ALBORNOZ(comp.):
El destierro español en América. Un trasvase cultural, Madrid, Sociedad Estatal Quinto Centenario,
Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1991, pp. 235-242.
36	 Un grupo congregado en torno al Seminario permanente de Historia de la Historiografía Juan
José Carreras de la Institución Fernando el Católico, dirigido por Carlos Forcadell, y al Proyecto
HAR2012-31926, “Representaciones de la historia en la España contemporánea: políticas del pa-
sado y narrativas de la nación (1808-2012)”, con Ignacio Peiró como investigador principal. http://
historiadorescontemporaneos.wordpress.com
12
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes.
Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés En este deambular por las geografías del difuso cultivo de la historia de la historiografía
convendría no olvidar diversos equipos que mantienen actividades en este sentido: los traba-
jos auspiciados por Mariano Esteban desde la Universidad de Salamanca, el Seminario Rafael
Altamira de la Universidad de Granada impulsado por Teresa Ortega, el Instituto de Historio-
grafía Julio Caro Baroja de la Universidad Carlos III de Madrid y su Revista de historiografía,
las propuestas enmarcadas en el análisis de la historiografía catalana, o el largo magisterio
de Pedro Ruiz Torres y la sugerente labor de Anaclet Pons y Justo Serna desde la Universidad
de Valencia.42
Y con menor presencia en este terreno en la actualidad, pero activos puntales
de la investigación en décadas anteriores serían los referentes de Elena Hernández Sandoica
en Madrid, Pedro Carasa en Valladolid, la conexión con la historiografía anglosajona de corte
postmodernista del grupo de Miguel Ángel Cabrera o el núcleo de Santiago de Compostela
con Carlos Bermejo al frente
Por último, resulta necesario reseñar un intento de internacionalización de relieve como es
el proyecto europeo “cultura histórica” respaldado por la Comisión Internacional History and
Theory of Historiography, de la Universidad de Barcelona.43
*****
Después de todo, solo nos queda reproducir a modo de conclusión las palabras de Ignacio
Peiró para definir las relaciones entre la Historia y su historia:
un camino seguro de la ciencia cuya cuestión esencial se centra en la investigación proble-
mática de los estudios históricos, o sea, de su naturaleza cognitiva, de los objetos, méto-
dos y discursos de la historia; pero también, de los historiadores, de sus formas de repre-
sentación del pasado y procesos de institucionalización profesional,de sus usos y hábitos
comunitarios,de sus motivos académicos y ambiciones administrativas,de sus funciones
sociales y compromisos político-culturales.Y todo eso, en la interrelación establecida por
la historiografía con el espacio histórico real que concreta la geografía de su producción.44
Esa es nuestra tarea.
42	 Mariano ESTEBAN y Antonio MORALES (eds.): ¿Alma de España?. Castilla en las interpretaciones
del pasado español, Madrid, Marcial Pons, 2005, pp. 87-140. Anaclet PONS: El desorden digital: guía
para historiadores y humanistas, Madrid, Siglo XXI, 2013.
43	 Puede consultarse su web en http://www.culturahistorica.es
44	 Ignacio PEIRÓ: Historiadores en España....p. 12
13
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
proceso de profesionalización protagonizado por la comunidad de historiadores españoles a lo
largo del primer tercio del siglo XX. Tras esta primera «larga travesía por el desierto» de la uni-
versidad franquista, la ciencia histórica inició un lento proceso de disciplinarización en el que
comenzaron a dibujarse sus límites externos y sus márgenes internos, definiendo los objetos
de estudio, los medios científicos y las pautas metodológicas. Convenientemente depurada la
universidad española según unos férreos patrones nacionalcatólicos y fascistas, el nuevo con-
temporaneismo apareció partiendo de las escuelas disciplinares del franquismo, es decir, del
medievalismo y del modernismo, gracias a una nueva generación de historiadores que, como
Jover,accedieron a las cátedras entre 1940 y 1949 y desarrollaron todo su potencial investigador
en una segunda fase que se sitúa en la década de 1950 y más adelante. Del mismo modo,la his-
toriografía española, tradicionalmente anclada en los márgenes de la periferia europea, con el
núcleo franco-alemán como referente teórico-metodológico por excelencia, inició lentamente
su inserción en patrones y modelos europeos,a la par que el contemporaneismo se emancipó de
la matriz disciplinar medievalista y modernista,siendo Jover uno de sus máximos exponentes.
La presente comunicación pretende tomar la personalidad de José María Jover como punto
de partida y referencia para un estudio más global en torno a las condiciones académicas e
historiográficas en las que se produjo la renovación de la ciencia histórica española durante el
franquismo, tanto en lo relativo a la introducción de la historia de las relaciones internaciona-
les como al desarrollo disciplinar del contemporaneismo. La intención es profundizar en el es-
tudio de las condiciones académicas e historiográficas en las que se produjo dicha transferen-
cia cultural, tomando como margen cronológico las décadas de 1950 y 1960 por dos motivos.
En primer lugar,porque es éste el periodo en el que se produce la recepción de la historia de las
relaciones internacionales, implantándose lenta y tímidamente en la historiografía española.
Y en segundo lugar, porque debe ser debidamente incardinado en el proceso de normaliza-
ción de la historiografía española acontecido en esos mismos años, sobre todo en su vertiente
exterior, y que le confiere unas características específicas por el hecho de lograr una cierta
apertura teórico-metodológica.
Estado de la cuestión
La historia de las relaciones internacionales en España constituye una materia que ha sido
ampliamente estudiada desde muy diversas ópticas pero, por lo que respecta a los enfoques
historiográficos de la misma, los trabajos han sido más bien escasos. A pesar de este punto de
partida un tanto desolador, debido al reducido número de referencias, hay ciertos aspectos
que han sido tratados de manera específica y que guardan relación con diferentes apartados
que se desarrollan a lo largo del presente trabajo.
En primer lugar,existen diversas panorámicas en torno a la evolución teórica que han expe-
rimentado este tipo de estudios.En ellos se incide fundamentalmente en los grandes vectores
de renovación en los que, irremediablemente, ha de enmarcarse a Jover, transitando por una
nueva metodología y práctica histórica muy distinta de la vieja historia diplomática tradi-
cional. En este grupo se incluyen las aportaciones de Celestino del Arenal, quien aborda el
desarrollo de las relaciones internacionales como disciplina científica a partir de la politología,
la sociología y el derecho internacional.2
Otros autores,entre los que destacan Francisco Quin-
tana Navarro, Juan Carlos Pereira o José Luís Neila, han contribuido a trazar una visión global
de la historia de las relaciones internacionales en España desde una óptica historiográfica.3
En
2	 Celestino del ARENAL MOYÚA:La teoría de las relaciones internacionales en España,Madrid,Interna-
tional Law Association,1979; ÍD.:Introducción a las relaciones internacionales,Madrid,Tecnos,1984.
3	 Juan C. PEREIRA: Introducción al estudio de la política exterior de España: siglos XIX y XX, Madrid,
Akal,1982;ÍD.:Historia de las relaciones internacionales contemporáneas,Barcelona,Ariel,2001;ÍD.:
“De la historia diplomática a la historia de las relaciones internacionales: algo más que el cambio
JOSÉ MARÍA JOVER Y LA HISTORIA DE LAS RELACIONES
INTERNACIONALES: NOTAS PARA SU ESTUDIO
Jorge Azorín Arroyo
Universidad de Zaragoza
Una «relación internacional» es, ciertamente, una negociación diplomática, una contien-
da bélica o una convención plurinacional de carácter político. Pero también lo es un inter-
cambio comercial,un empréstito o una inversión financiera; lo es un intercambio o un in-
flujo cultural, intervenga o no en él la acción del Estado; lo son las corrientes migratorias,
cualquiera que sea su carácter; lo son, incluso, tanto el hecho de masas constituido por la
imagen que los miembros de una colectividad nacional se forman de los pertenecientes
a otra, como la corriente de opinión pública que, en materia de política exterior, alimenta
o es alimentada por una campaña de prensa. La posición internacional de un país en un
momento dado vendría significada por el complejo de relaciones que queda aludido.1
Estas palabras de José María Jover, por obvias que puedan parecer, condensan en pocas
líneas el renacer de la historia de las relaciones internacionales en la historiografía española.
El tradicional marco del Estado-nación como referencia histórica e historiográfica ha sido am-
pliamente superado, insertando el devenir histórico de los diferentes países en unas coorde-
nadas más globales y de mayor calado para,de esta manera,lograr trazar dinámicas históricas
tanto continentales como mundiales. En España, los estudios relativos a las relaciones entre
Estados experimentaron una profunda renovación teórica durante las décadas de los años
1950 y 1960. Hasta ese momento, la historiografía se limitaba al análisis y relato de los hitos
fundamentales propios de la vieja historia diplomática, en una concepción elitista -desde arri-
ba- centrada en la toma de decisiones de las élites dirigentes, políticas y militares. La revolu-
ción teórico-metodológica se produjo de la mano de historiadores como Pierre Renouvin y Fe-
derico Chabod gracias al moderno enfoque sociológico establecido a partir de la introducción
de nuevos factores de estudio. En este escenario, las dinámicas internas de los países, las con-
diciones materiales y las mentalidades comúnmente compartidas de los pueblos y sociedades
se valorarán como elementos pautadores y condicionantes de las relaciones internacionales.
La penetración de esta corriente historiográfica en España pivotó en torno a José María Jover,
historiador originalmente modernista responsable de la recepción y consolidación de este tipo
de estudios aplicados al caso español desde los años cincuenta,y que evolucionará hacia el con-
temporaneismo,especialmente dedicado al siglo XIX.Por esta razón,se puede afirmar que Jover
constituye uno de los pilares esenciales para la renovación y modernización de la disciplina his-
tórica en España, no únicamente en cuanto al desarrollo de las relaciones internacionales, sino
como uno de los ejes vectoriales del renacimiento de la historiografía profesional.
Para comprender dicho proceso debemos remontarnos a la primera «hora cero» que significó
la Guerra Civil iniciada en 1936, una ruptura de la tradición liberal de preguerra que paralizó el
1	 José María JOVER:“El siglo XIX en la historiografía española de la época de Franco (1939-1972)”, en
José María JOVER: Historiadores españoles de nuestro siglo, Madrid, RAH, 1999, p. 249.
14
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales:
notasparasuestudio.J.AzorínArroyo homenaje póstumo, recientemente editado por Rosario Ruiz Franco, en el que participan
muchos de sus discípulos madrileños.8
En tercer lugar, un nutrido grupo de trabajos relacionados con la historia de la historiografía,
a pesar de no estar directamente vinculados con José María Jover, sirven como plataforma glo-
bal en la que encuadrar al autor a lo largo de la dictadura franquista.En este sentido,los estudios
de Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar abrieron nuevos caminos desde la década de 1980, bajo el
magisterio de Juan José Carreras, en el análisis del proceso de profesionalización de los historia-
dores españoles.9
Proceso que,como demostró Gonzalo Pasamar,quedó interrumpido a la altura
de la Guerra Civil y la inmediata posguerra.10
Posteriormente, esta dirección fue continuada con
las aportaciones de Miquel Marín Gelabert relativas a la normalización de la historiografía y la
disciplinarización de la práctica histórica durante el franquismo, evoluciones entendidas como
la estructuración de la actividad historiográfica, con unos márgenes cronológicos (1948-1975)
coincidentes, grosso modo, con la trayectoria académica de Jover.11
Constituyen trabajos de gran
utilidad para comprender las dinámicas que confluyen en la creación de una comunidad de his-
toriadores con identidad propia,trazando el entramado institucional en el que se inserta la prác-
tica histórica, así como los inicios de la posterior profesionalización acontecida a finales de los
años 1970 e inicios de 1980, a partir de la segunda «hora cero» de la disciplina.12
Dentro de ese
de las Relaciones Internacionales en las últimas décadas del siglo XIX y de las primeras del XX”,pp.
53-58 y José Antonio PIQUERAS ARENAS:“Treinta años de una llamada a la historia social. (Un hito
historiográfico de Jover Zamora)”, pp. 229-241.
8	 Rosario RUIZ FRANCO (ed.): Pensar el pasado. José María Jover y la historiografía española, prólogo
de Guadalupe Gómez-Ferrer, Madrid, Biblioteca Nueva, 2013.
9	 Según ambos autores, la profesionalización es una «categoría socioprofesional que designa el
proceso por el cual la escritura de la historia o historiografía se ha convertido en la definición
de un grupo. Esto comporta, por una parte, una enseñanza teórica fundamentada en unas ca-
tegorías generales a todo el grupo; por otra, una metodología y una deontología comunes que
permiten reconocer esas categorías;y finalmente un discurso común que,ejercido por las revistas
profesionales y las asociaciones, refuerzan la homogeneidad de la profesión». La cita procede de
Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA:“La vía española hacia la profesionalización
historiográfica”,Studium. Geografía. Historia. Arte. Filosofía,3 (1991),p. 162. En este mismo sentido,
ver Ignacio PEIRÓ MARTÍN: “La aventura intelectual de los historiadores españoles”, en Ignacio
PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Diccionario Akal de historiadores..., pp. 9-45. Sirva
como ejemplo del desarrollo de este tipo de estudios, en lo que algunos autores han venido a
considerar como la «escuela de Zaragoza», el reciente trabajo de Arturo COMPÉS CLEMENTE: El
medievalismo profesional. Andrés Giménez Soler (1869-1938), tesina dirigida por Ignacio Peiró Mar-
tín, Universidad de Zaragoza, 2012.
10	 Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Historiografía e ideología en la posguerra española: la ruptura de la
tradición liberal, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 1991.
11	 La normalización implica «la creación de normas implícitas y explícitas que organizan la práctica
profesional» y «la formulación paulatina de las condiciones necesarias para la estructuración de
una comunidad historiográfica profesional en sus formas de sociabilidad, intercambio y repro-
ducción, en el contexto de un entramado legal y de una geografía académica que determinaba
el desarrollo de la actividad del historiador, el despliegue de sus expectativas y la proyección de
sus carreras».La cita en Miquel MARÍN GELABERT:“El aleteo del lepidóptero.La reincorporación de
la historiografía española al entorno de la profesión en Europa en los años cincuenta”, Gerónimo
de Uztáriz, 19 (2003), p. 122. Un estudio en profundidad de este proceso en los trabajos de ÍD.: Los
historiadores españoles en el franquismo,1948-1975.La historia local al servicio de la patria,Zarago-
za. Institución «Fernando el Católico», 2005, pp. 44-90 e ÍD.: La historiografía española de los años
cincuenta. La institucionalización de las escuelas disciplinares,1948-1965, tesis doctoral dirigida por
Ignacio Peiró Martín, Universidad de Zaragoza, 2008.
12	 Un estudio de la profesionalización a partir de la segunda «hora cero» en Miquel MARÍN GELABERT:
Los historiadores españoles en el franquismo...;e ÍD.:“Subtilitas Applicandi.El mito en la historiografía
española del franquismo”, Alcores, 1(2006), pp. 119-144. En esta misma línea se sitúa Eduardo ACE-
RETE DE LA CORTE: Normalización y evolución de la historiografía española (1965-1985): el distrito
estos trabajos se analizaba también la evolución de la propia disciplina a nivel internacional y
se remarcaba el protagonismo que en la redirección de estas corrientes tuvieron autores como
Pierre Renouvin, Jean-Baptiste Duroselle, Federico Chabod o Ludwig Dehio. En este sentido, la
obra de Lutz Raphael, La ciencia histórica en la era de los extremos, ofrece una visión de con-
junto de la historia de las relaciones internacionales a partir del lugar que ocupa en la propia
disciplina histórica, resaltando los cambios historiográficos producidos en su seno.4
En segundo lugar, la trayectoria de José María Jover ha sido abordada desde múltiples pla-
nos. Un primer y obligado acercamiento debe realizarse a parir de la «voz» que le dedican Igna-
cio Peiró y Gonzalo Pasamar en su Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos,
monumental obra que aporta valiosa información para el investigador puesto que ofrece una
radiografía completa de la vida profesional del historiador objeto de estudio.5
En cuanto a su
faceta como estudioso de la historia de la historiografía, un análisis pormenorizado de su evo-
lución profesional e historiográfica queda recogido en el ya clásico artículo de Ignacio Peiró con-
sagrado al estudio de su metamorfosis como historiador, partiendo del modernismo imperante
en la historiografía de posguerra hacia un contemporaneismo que progresivamente empezaba
a perfilarse en el seno de la universidad franquista.6
En cierto sentido, este trabajo constituye el
punto de partida para la investigación,puesto que en él se establecieron las líneas fundamenta-
les relativas a la vertiente joveriana de las relaciones internacionales a partir de los contactos y
transferencias culturales con las historiografías italiana,francesa y alemana.
Incluimos también aquí el homenaje que en 1988, con motivo de su jubilación en la Uni-
versidad Complutense de Madrid, discípulos y compañeros le dedicaron, junto a Vicente Pa-
lacio Atard, como reconocimiento a toda su trayectoria académica y profesional.
En estas
páginas aparecían diversos artículos que trataban el paso del catedrático por la universidad
madrileña desde diferentes perspectivas, como la impronta que dejó en sus alumnos a tra-
vés de su docencia y magisterio, los caminos abiertos en torno a la historia social decimo-
nónica, su condición prematura de historiador de la historiografía o sus aportaciones sobre
las relaciones internacionales españolas contemporáneas.7
En esta misma línea se sitúa el
de un término”, Historia Contemporánea, 7 (1992), pp. 155-182; e ÍD.:“España en la política exterior.
La obra de José María Jover”,Política Exterior,74 (marzo-abril de 2000),pp. 151-156,este último con
motivo de la publicación de la recopilación de textos de Jover bajo el título, España en la Políti-
ca Internacional. Siglos XVIII-XX, Madrid, Marcial Pons, 1999. Francisco QUINTANA NAVARRO: “La
historia de las relaciones internacionales en España: apuntes para un balance historiográfico”, en
VV.AA.: La historia de las relaciones internacionales: una visión desde España, Madrid, CEHRI, 1994,
pp. 9-65; José Luís NEILA:“La Historia de las Relaciones Internacionales:notas para una aproxima-
ción historiografica”, Ayer, 42 (2001), pp. 17-42.
4	 Lutz RAPHAEL: La ciencia histórica en la era de los extremos. Teorías, métodos y tendencias desde
1900 hasta la actualidad, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2012, especialmente el ca-
pítulo VIII, pp. 155-172.
5	 Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Diccionario Akal de historiadores españoles
contemporáneos (1840-1980), Madrid, Akal, 2002, pp. 337-338.
6	 Ignacio PEIRÓ MARTÍN:“La metamorfosis de un historiador: el tránsito hacia el contemporaneis-
mo de José María Jover Zamora”, Revista Jerónimo Zurita, 82 (2007), pp. 175-234. Este ensayo ha
sido reeditado, corregido y ampliado, en el capítulo tercero del libro de ÍD.: Historiadores en Espa-
ña. Historia de la Historia y memoria de la profesión,Zaragoza,Prensas Universitarias de Zaragoza,
2013, pp. 119-192.
7	 Todas las aportaciones quedan recogidas en el monográfico dedicado a la obra y personalidad
de los historiadores Vicente Palacio Atard y José María Jover Zamora, publicado en Cuadernos de
Historia Contemporánea, 9 (1988). Destacan los artículos de José CEPEDA ADÁN:“El estilo de dos
historiadores”,pp.11-16;Vicente CACHO VIU:“Los supuestos del contemporaneismo en la historio-
grafía de posguerra”, pp. 17-28; María Victoria LÓPEZ-CORDÓN:“La obra y la personalidad de Don
José María Jover Zamora”, pp. 29-40; María Teresa MENCHÉN BARRIOS:“El profesor José María Jo-
ver y la historia del siglo XIX”,pp. 47-52; Rosario de la TORRE DEL RÍO:“José María Jover y la historia
15
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales:
notasparasuestudio.J.AzorínArroyo Planteamientos teóricos y metodológicos
Debido a la naturaleza de la investigación, resulta imprescindible un primer acercamiento
a la materia a través de las transferencias culturales y la circulación de ideas. Ambos campos
proporcionan el marco teórico y conceptual de referencia, así como los recursos metodológi-
cos y epistemológicos a partir de los cuales iniciar el estudio propiamente dicho. Puesto que
el fundamento del presente trabajo gira en torno a la recepción de una serie de corrientes
historiográficas por parte de José María Jover y su posterior desarrollo en España, la perspec-
tiva comparada y la historia de tipo transnacional deben ser una constante a lo largo de la
realización de la investigación. Pero, para que ésta no se limite únicamente a la relación de
tipo intelectual entre los autores estudiados, las conclusiones extraídas deben extrapolarse a
un marco más global, es decir, a las condiciones académicas e historiográficas de la universi-
dad española durante el franquismo en relación con el contexto europeo. En este sentido, se
observa la necesidad de combinar tanto el estudio de los elementos personales -micro- como
otros de tipo ambiental, estructural e institucional.
La intención de superar el tradicional marco nacional como referencia de estudio para la his-
toriografía ha sido una constante a lo largo de todo el siglo XX. Desde que en 1928 Marc Bloch
abogara por el desarrollo de estudios históricos desde una perspectiva comparada,20
en el seno
de la historiografía europea se han suscitado diversos e interesantes debates en torno al hecho
transfronterizo y las transferencias culturales.Cuando a finales de la década de 1980 Michael Es-
pagne y MichaelWerner conceptualizaron la noción de «transferencia»,dieron lugar a toda una
corriente teórica con un utillaje propio que,desde entonces,iba a devenir crucial no sólo para los
estudios de historia intelectual,sino para el conjunto de las ciencias sociales.21
Francia fue el núcleo originario de la teoría de las transferencias cultuales y, concretamen-
te, se cimentó sobre el estudio de los intercambios culturales mutuos con Alemania en la épo-
ca contemporánea. Esta nueva perspectiva pretendía romper con el hastío producido por las
férreas ataduras del marco estatal como paradigma de investigación histórica pero, además,
surgía de la incomodidad con la antigua historia comparada,22
acusándola de limitarse al aná-
riche (Roma 1955) cinquant’anni dopo, Atti del convegno internazionale. Roma, 21-24 settembre 2005,
Unione Internazionale degli Istituti di,Archeologia,Storia e Storia dell’Arte in Roma,2005.
20	 Marc BLOCH:“Pour une histoire comparée des sociétés européennes”, Revue de Synthèse Histori-
que, 46 (1928), pp. 16-50.
21	 Michael ESPAGNE y Michael WERNER: Transferts, les relations interculturelles dans l’espace fran-
co-allemand XVIIIe et XIXe siècle, París, Recherche sur les civilisations, 1988. Un año antes, ambos
autores publicaron su «manifiesto» en la revista Annales: ÍD.: “La construction d’une référence
culturelle allemande en France: Genèse et histoire (1750-1914)”, Annales Économies. Sociétés. Ci-
vilisations, 4 (juillet-août 1987), pp. 969-992. La noticia de este artículo programático procede de
María José SOLANAS BAGÜÉS:“Tranferencias culturales: origen, desarrollo y aplicación al estudio
de la historia de la historiografía española” en Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Pedro RÚJULA, (coords.):
La historia en el presente. V Congreso de Historia Local de Aragón, Molinos, Instituto de Estudios
Turolenses, 2007, pp. 379-392. El presente apartado metodológico es deudor de este trabajo. En
un plano más teórico, encontramos las aportaciones de François CHAUBET: “La notion de trans-
fert culturel dans l’histoire culturelle” y Antonio NIÑO RODRÍGUEZ: “Relaciones y transferencias
culturales internacionales”, ambos en Benoît PELLISTRANDI y Jean-François SIRINELLI: L’histoire
culturelle en France et en Espagne,Madrid, Casa de Velázquez,2008,pp.159-178 y 179-208.Y la obra
de François CHAUBET y Laurent MARTIN: Histoire des relations culturelles dans le monde contem-
porain, París, Armand Colin, 2011.
22	 En este punto diversos trabajos abordan, desde una perspectiva teórica, la historia comparada:
Peter SCHÖTTLER:“Le comparatisme en histoire et ses enjeux:l’exemple franco-allemand”,y Thie-
rry NADAU, y Sandrine KOTT: “Pour une pratique de l’histoire sociale comparative. La France et
l’Allemagne”, ambos Genèses, 17 (1994), pp. 102 y 103-111. Una década más tarde apareció el artí-
culo de Michael WERNER y Benedicte ZIMMERMANN:“Penser l’histoire croisée: entre empirie et
réflexivité”, Annales. Histoire, Sciences Sociales, 58 (2003/1), pp. 7-36, en el que defendía la validez
proceso de normalización, Miquel Marín se encargó igualmente de estudiar su plano exterior,
es decir, los contactos de la historiografía española con sus homólogas europeas en las décadas
centrales del siglo XX.Estos planteamientos permiten medir el grado de internacionalización de
la historiografía española,13
como también hizo Carlos Forcadell, al considerar a Jover, junto con
Juan José Carreras,como uno de los nexos de unión con la historiografía alemana.14
Sobre Pierre Renouvin y su faceta como renovador de la historia de las relaciones interna-
cionales en Francia, la primera referencia, de obligada consulta, es el Dictionnaire Biographi-
que de Christophe Charle, gracias al cual poseemos información estructurada y clarificadora
sobre la trayectoria del historiador en cuestión.15
Tras un barrido bibliográfico,y a pesar de su
indiscutible trascendencia en el ámbito académico galo, no abundan las referencias sobre
su persona y su obra, a pesar de algunas excepciones como las de Maurice Le Lannou, René
Girault, Annette y Jean-Jacques Becker o su discípulo, Jean-Baptiste Duroselle.16
Estos tra-
bajos profundizan específicamente en los nuevos aportes teóricos del historiador francés,
tomando como punto de referencia el concepto de forces profondes. Algo similar ocurre con
Federico Chabod, autor escasamente estudiado, salvando la obra de Margherita Angelini
que lo sitúa en el contexto historiográfico italiano.17
Otros autores,siguiendo con la tendencia apuntada líneas arriba,han abordado de manera es-
pecífica la influencia de historiografías extranjeras en España durante las décadas de los cincuen-
taysesenta.ConcretamentelarecepcióneinfluenciadelospostuladosfrancesesenEspañadesde
una óptica comparada y transnacional, tomando como referencia los procesos de transferencias
culturales y la circulación de ideas.18
Finalmente, algunos historiadores como Karl Dietrich Erd-
mann o Manuel Espadas Burgos han analizado los Congresos Internacionales de Ciencias Histó-
ricas como plataformas de mediación cultural y foros de intercambio de teorías y metodologías.19
universitario de Zaragoza, tesina dirigida por Ignacio Peiró Martín,Universidad de Zaragoza,2011.
13	 Miquel MARÍN GELABERT:“Historiadores locales e historiadores universitarios. La historiografía espa-
ñola en su contexto internacional,1948-1965”,en Carlos FORCADELL ÁLVAREZ e Ignacio PEIRÓ MARTÍN
(eds.):Lecturas de la historia.Nueve reflexiones sobre Historia de la Historiografía,Zaragoza, Institución
«Fernando el Católico»,2001,pp.97-194 y Miquel MARÍN GELABERT:“El aleteo del lepidóptero...”.
14	 Carlos FORCADELL:“YA NOTAN DISTANTE:recepción y presencia de la historiografía alemana en la
España democrática”, Jerónimo Zurita, 84 (2009), pp. 279-294.
15	 Christophe CHARLE:Les Professeurs de la Faculté de Lettres de Paris. Dictionnaire Biographique,1909-
1939,Vol.II,París,Institut National de la Recherche Pédagogique,Editions du CNRS,1986,pp.181-183.
16	 Maurice LE LANNOU: Notice sur la vie et les travaux de Pierre Renouvin: 1893-1974, París, Institut de
France, Académie des Sciences Morales et Politiques, 1977; René GIRAULT:“Pierre Renouvin, la BDIC
et l’historiographie française des relations internationales”,Matériaux pour l’histoire de notre temps,
49-50 (1998),pp.7-9;Annette BECKER y Jean-Jacques BECKER:“Pierre Renouvin”enVéronique SALES,
(ed.): Les historiens, París, Armand Colin, 2003, pp. 104-118; Jean-Baptiste. DUROSELLE:“Pierre Renou-
vin et la science politique”,Revue française de science politique,3 (1975),pp. 561-574.
17	 Margherita ANGELINI: Fare storia. Culture e pratiche della ricerca in Italia da Gioacchino Volpe a
Federico Chabod, Roma, Carocci Editore, 2012.
18	 René. GIRAULT:“Reflexions sur la methodologie de l’histoire des relations internationales. L’exem-
ple des relations franco-espagnoles”, en AA.VV: Españoles y franceses en la primera mitad del si-
glo XX, Madrid, CSIC, 1986, pp. 151-160; Julio ARÓSTEGUI: “La teoría de la historia en Francia y su
influencia en la historiografía española” y Jordi CANAL i MORELL: “Admoniciones, mitos y crisis.
Reflexiones sobre la influencia francesa en la historiografía contemporánea española a finales del
siglo XX”, ambos en Benoît PELLISTRANDI (ed.): La historiografía francesa del siglo XX y su acogida
en España, Madrid, Casa de Velázquez, 2002, pp. 365-406 y 337-364.
19	 Karl DIETRICH ERDMANN: Toward a Global Community of Historians. The International Historical
Congresses and the International Committee of Historical Sciences,1898-2000,NewYork,Oxford,Ber-
ghahn Books, 2005; Manuel ESPADAS BURGOS: Un lugar de encuentro de historiadores. España y los
Congresos Internacionales de Ciencias Históricas,Madrid, CECH,2012.También incluimos los artículos
recogidos en VV.AA.: La storiografia tra passato e futuro. Il X Congresso Internazionale di Scienze Sto-
16
Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975:
Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo.
JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales:
notasparasuestudio.J.AzorínArroyo la historia de la movilidad y de las migraciones universitarias.26
Dichos fenómenos han contri-
buido a conformar unas redes de intercambios que actúan a modo de complemento teórico
y ayudan a desarrollar unas metodologías de trabajo y unos enfoques nuevos y originales, no
importados mecánicamente sino con una adecuación a los moldes previos del núcleo receptor.
Y decimos que este aspecto resulta crucial para nosotros porque Jover cumple, de manera
ejemplar, con las características que se le suponen a un mediador cultural. Su asistencia al X
Congreso Internacional de Ciencias Históricas de Roma en 1955 y su estancia en la Universidad
alemana de Friburgo de Brisgovia a principios de los años sesenta,los situaron,-máxime en un
momento de autarquía cultural en el que la historiografía española había quedado relegada
a los márgenes y la periferia europea-, en una posición de privilegio, como punto intermedio y
nexo de unión entre diversas historiografías europeas.
Hipótesis de Trabajo
La hipótesis central de la investigación parte de la premisa previa que considera que la nue-
va historia de las relaciones internacionales supuso, globalmente, una profunda renovación y
un aporte teórico y metodológico incuestionable respecto a las viejas formas de historiar la
relación entre Estados. En este sentido, José María Jover fue el verdadero introductor de este
tipo de estudios en la historiografía española desde la década de los cincuenta,poniendo pun-
to y final a la historia diplomática que había ido desarrollándose desde el siglo XIX. Su labor
contribuyó no sólo a la renovación de la historia de las relaciones internacionales en España
sino de toda la historiografía española en general.
Del mismo modo, a pesar de que los primeros contactos de la historiografía española con
la obra de Pierre Renouvin se produjeron con anterioridad, sobre todo a través de la sociología
y la ciencia política durante la década de 1930,27
Jover fue el verdadero receptor, introductor y
dinamizador de los nuevos planteamientos teóricos del historiador francés en España, madu-
rándolos con posterioridad junto con los de procedencia italiana,como es el caso de la obra de
Federico Chabod.
La trayectoria académica e intelectual de Jover evidencia una serie de características a par-
tir de las cuales se puede afirmar que toda su labor puede ser inscrita en los procesos de cam-
bios y las mutaciones que tuvieron lugar en la historiografía española a lo largo de las décadas
de 1950 y 1960. En otras palabras, constituye uno de los más claros exponentes del proceso de
normalización externa acontecido en la historiografía española durante la dictadura.
El nuevo contemporaneismo historiográfico español apareció a partir de las escuelas dis-
ciplinares del franquismo, siendo las matrices medievalista y modernista madrileñas el epi-
centro. Como ha demostrado Miquel Marín, la «fatiga generacional» de muchos historiadores
dedicados a la Historia Moderna coadyuvó a que se abrieran nuevos caminos en la investiga-
ción histórica, aproximándose progresivamente hacia unas temáticas no exploradas y crono-
lógicamente más cercanas.28
26	 Christophe CHARLE: La République des universitaires, 1870-1940, París, Seuil, 1994; ÍD.: “Ambassa-
deurs ou chercheurs? Les relations internationales des professeurs de la Sorbonne sous la IIIe Ré-
publique”, Genèses, 14 (1994), pp. 42-62.Y también la obra de François DOSSE: La marche des idées.
Histoire des intellectuels, histoire intellectuelle, París, La Découverte, 2003.
27	 Hemos encontrado una primera y muy temprana reseña bibliográfica de la obra de Pierre RE-
NOUVIN: La crise européene et la Grande Guerre (1904-1918), París, F. Alcan, 1934, a cargo de Agustí
de MONTCLAR en Criterion. Revista Trimestral de Filosofía, 35 (gener-juny de 1934), pp. 137-139. La
noticia de esta mención a la obra de Renouvin ha sido posible gracias al servicio digital del Arxiu
de Revistes Catalanes Antigues (ARCA).
28	 Ver Miquel MARÍN GELABERT:“La fatiga de una generación.JaumeVicensVives y su Historia crítica
de la vida y reinado de Fernando II de Aragón”, prólogo a Jaume VICENS VIVES: Historia crítica de la
vida y reinado de Fernando II de Aragón, «Colección Historiadores de Aragón», Zaragoza, Institu-
lisis mecánico de diferentes historias nacionales superpuestas, sin una verdadera vocación de
conectar ambas realidades.23
En estrecha relación con lo anterior se muestran los presupuestos de la historia transna-
cional, en alusión al movimiento y circulación transfronterizos de personas, ideas, tecnologías
e instituciones. Lo transnacional, a caballo entre el concepto francés de mondialisation y la
globalización de corte anglosajón, sitúa al Estado en relación a su contexto exterior, de modo
que,a diferencia de las viejas historias nacionales,no se individualiza ni se compartimentaliza
su estudio. En esta concepción, lo que prima es la relación y tensión constantes con el entorno
global en el que se inscribe el Estado,retroalimentándose de manera continua con todo aque-
llo que procede del exterior. La frontera pasa a un segundo plano, puesto que lo que verdade-
ramente importa desde esta óptica, son los espacios intermedios, las culturas y tradiciones
propias de los pueblos y la evolución y desarrollo de las instituciones.24
En consecuencia, y desde la perspectiva de la historia de la historiografía española, el se-
guimiento retrospectivo del establecimiento de redes académicas y profesionales con otros
países del entorno europeo debe hacerse a partir de la identificación de los préstamos o trans-
ferencias culturales. Las influencias, acomodaciones, recepciones o rechazos de teorías y co-
rrientes han de ser considerados como algo propio y natural dentro de la disciplina histórica,
evoluciones todas ellas enmarcadas dentro de un proceso más global como es el de la norma-
lización externa de la historiografía en España.	
Lo novedoso de la teoría de las transferencias culturales, además de tomar como referente
de estudio el campo del que proviene el elemento de aculturación (es decir, la cultura origina-
ria -siguiendo,en cierto sentido,la teoría de los campos de Pierre Bourdieu-),25
pone su enfoque
en la cultura receptora. De este modo se descarta una posible relación o posición jerárquica de
inferioridad por parte de la cultura que recibe la influencia, debiendo tomar las condiciones
político-culturales y sociales del medio receptor como tema de análisis. Así, la reconstrucción
de las redes de intercambio y el papel de los mediadores culturales se desvelan como piezas
clave a lo largo de la investigación, razón por la cual se debe prestar especial interés al análisis
de los documentos, así como al posterior discurso ideológico desarrollado a partir de los mis-
mos para medir el grado y la dimensión de la recepción de la transferencia cultural, en este
caso, la teoría de las relaciones internacionales.
Dentro de los fenómenos de mediación cultural aplicados al plano historiográfico, las es-
tancias académicas en el extranjero y los desplazamientos internacionales de los historia-
dores constituyen elementos fundamentales para nuestro estudio. De este punto se nutren
corrientes historiográficas como las historia de los intelectuales y, de manera más específica,
de la historia comparada como fundamento metodológico sin despreciar los logros de las trans-
ferencias culturales.
23	 Michael ESPAGNE:“Sur les limites du comparatisme en histoire culturelle”,Genèses (1994),pp.112-121.
24	 Stefan BERGER: “National Historiographies in Transnational Perspective: Europe in the Ninete-
enth and Twentieth Centuries”, Storia della Storiografia, 50 (2006), pp. 3-26; ÍD.: “Introduction:
Narrating the Nation: Historiography and Other Genres”, en Stefan BERGER, Linas ERIKSONAS y
Andrew MYCOCK (eds.): Narrating the Nation. Representations in History, Media and the Arts, New
York, Oxford, Berhahn Books, 2008, pp. 1-18; Xosé Manoel NÚÑEZ SEIXAS:“History of Civilization:
Transnational or Post-Imperial? Some Iberian Perspectives (1870-1930)”, en Stefan BERGER y Chris
LORENZ: Nationalizing the Past. Historians as Nation Builders in Modern Europe, Palgrave Macmi-
llan, 2010, pp. 384-403 y la recopilación de trabajos en Christophe CHARLE, Jürgen SCHRIEWER y
Peter WAGNER (eds.): Transnational Intellectual Networks. Forms of Academic Knowledge and the
Search for Cultural Identities, Frankfurt, New York, Campus Verlag, 2004.
25	 Pierre BOURDIEU: “Les conditions sociales de la circulation internationale des idées”, Actes de la
Recherche en Sciences Sociales, 145 (2002), pp. 3-8.
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  • 1. AYER Y HOY. DEBATES, HISTORIOGRAFÍA Y DIDÁCTICA DE LA HISTORIA 2015 Asociación de Historia Contemporánea. Universitat de València Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí y Mélanie Ibáñez Domingo (coord.) [Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés, Jorge Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik Zubiaga Arana, Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon Kortazar Billelabeitia, David Parra Monserrat, Óscar González Vergara, Gustavo Hernández Sánchez, Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández, Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri, Javier Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno, Ángela González Bellver, Miguel Ángel Melero Varga, Irene Murillo Aced, Gisela Pagès, Ricardo Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo, Virginia López de Maturana, Juan Pedro Recio Cuesta, Colectivo Revista Ecléctica, Francisco José Fernández Andújar, María Gracia Bafalluy,Vladimir López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez, Iris Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de Hoyos Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio V. González Robles, Vincent Marin, Marcos Marina Carranza, Esther Mora Bleda, Natalia Urigüen López de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro]
  • 2.
  • 3. AYER Y HOY. DEBATES, HISTORIOGRAFÍA Y DIDÁCTICA DE LA HISTORIA 2015 Asociación de Historia Contemporánea. Universitat de València Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí y Mélanie Ibáñez Domingo (coord.) [Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés, Jorge Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik Zubiaga Arana, Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon Kortazar Billelabeitia, David Parra Monserrat, Óscar González Vergara, Gustavo Hernández Sánchez, Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández, Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri, Javier Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno, Ángela González Bellver, Miguel Ángel Melero Varga, Irene Murillo Aced, Gisela Pagès, Ricardo Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo, Virginia López de Maturana, Juan Pedro Recio Cuesta, Colectivo Revista Ecléctica, Francisco José Fernández Andújar, María Gracia Bafalluy,Vladimir López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez, Iris Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de Hoyos Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio V. González Robles, Vincent Marin, Marcos Marina Carranza, Esther Mora Bleda, Natalia Urigüen López de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro]
  • 4. “Ayer y hoy. Debates, historiografía y didáctica de la historia” ISBN: 978-84-606-5874-0 DOI: 10.7203/10550.42836 Coordina: Juan Carlos Colomer Rubio, Javier Esteve Martí y Mélanie Ibáñez Domingo Edita: Universitat de València.Valencia, 2015 Asociación de Historia Contemporánea Diseño y maquetación: Carles Rodrigo Monzó (www.carlesrodrigo.es) Autores:Gustavo Alares López, María José Solanas Bagüés, Jorge Azorín Arroyo, Sara Martín Casamayor, Erik Zubiaga Arana, Chrystelle Ferrara Viforcos, Jon Kortazar Billelabeitia, David Parra Monserrat, Óscar González Vergara, Gustavo Hernández Sánchez, Marcos Marina Carranza, Eider de Dios Fernández, Enrique Bengochea Tirado, Sereno Orenga Caleri, Javier Contreras-Becerra, Inge Fernández Bueno, Ángela González Bellver, Miguel Ángel Melero Varga, Irene Murillo Aced, Gisela Pagès, Ricardo Torres Silva, Luis Vicente Clemente Quijada, César Rina Simón, Giacomo Demarchi, David Mota Zurdo,Virginia López de Maturana, Juan Pedro Recio Cuesta, Colectivo Revista Ecléctica, Francisco José Fernández Andújar, María Gracia Bafalluy,Vladimir López Alcañiz, Gustavo Hernández Sánchez, Iris Pascual Gutiérrez, Nicolás Sesma Landrin, Jorge de Hoyos Puente, Cristian Ferrer Gonzàlez, Octavio V. González Robles, Vincent Marin, Marcos Marina Carranza, Esther Mora Bleda, Natalia Urigüen López de Sandaliano, Gregorio Sabater Navarro.
  • 5. ÍNDICE 1. Historiografía española entre 1939 y 1975: Dictadura y exilio Gustavo Alarés López y María José Solanas Bagüés – la historiografía española entre 1939 y 1975: dictadura y exilio. Pluralidad, indefinición y estrategias divergentes. Acotaciones sobre una disciplina difusa. 07 Jorge Azorín Arroyo – José María Jover y la historia de las relaciones internacionales: notas para su estudio. 13 Sara Martín Casamayor – La influencia del país de acogida en los estudios de los historiadores exiliados en América Latina: el caso de los exiliados en México. 19 Erik Zubiaga Arana – ¿Holocausto, genocidio, exterminio, politicidio…? Conceptualizaciones sobre el desarrollo de la represión franquista. Especial atención al caso Vasco. 23 Chrystelle Ferrara Viforcos – La construcción de los orígenes del cine en España a través de la manipulación historiográfica franquista. 28 Jon Kortazar Billelabeitia – El poder local en el primer franquismo (1939-1945) en Bizkaia a través de sus alcaldes. 32 2. Haciendo Historia. Sobre enseñanza, aprendizaje y competencias para los historiadores del siglo XXI David Parra Monserrat – ¿Hacia una nueva didáctica? Posibilidades y retos para la enseñanza-aprendizaje de la historia en el siglo XXI. 38 Óscar González Vergara – Otra forma de hacer historia. Arqueología industrial y contemporánea: pasado, presente y futuro de una disciplina humanística. 42 Gustavo Hernández Sánchez – La enseñanza de la historia en el siglo XXI: propuesta metodológica. 47 Marcos Marina Carranza – De democracias, dictaduras, guerras, repúblicas y monarquías: la historia reciente española en los libros de texto. 52 3. Los hilos de la memoria: Investigación y método a través de la Historia oral Eider de Dios Fernández – Los hilos de la memoria: investigación y método a través de la historia oral. 57 Enrique Bengochea Tirado – Facebook como herramienta: redes sociales y grupos diaspóricos. 63 Sereno Caleri – Fotografía y fuentes orales: un análisis metodológico. 66 Javier Contreras Becerra – El PSA y el nuevo andalucismo. Una relectura del proceso democratizador y autonómico a través de las fuentes orales (1973-1982). 71 Inge Fernández Bueno – Estudio e investigación sobre los nativos norteamericanos, problemática, enfoque metodológico y teórico de la historia oral. 77 Ángela González Bellver – El recuerdo del exilio. El testimonio de un exiliado: Antonio Carmona Pinto. 80 Miguel Ángel Melero Vargas – Voces perdidas… y recobradas. La investigación de la II República, la guerra civil y la represión a través de la Historia Oral. El caso de una comarca andaluza: Antequera. 84 Irene Murillo Aced – Comunidades de dolor. Narrar lo ocurrido, o conservarlo en el cuerpo. 89 Gisela Pagès – La memoria histórica y la memoria literaria de Micaela Villegas en los siglos XIX y XX. 93 Ricardo Torres Silva – Otras voces, otros ámbitos. 98 4. Usos públicos de la Historia en la España Contemporánea: nacionalismos, regionalismos y modelos de Estado. Cesar Rina Simón y Luis Vicente Clemente Quijada – Usos públicos de la historia en la España contemporánea: nacionalismos, regionalismos y modelos de estado. 103 Giacomo Demarchi – El Estado Integral y sus fuentes: una lectura comparada. 108 David Mota Zurdo y Virginia López de Maturana – Jesús Galíndez Suárez. Político, profesor, símbolo. 114 Juan Pedro Recio Cuesta – El ideario carlista durante la primera guerra: el caso de la Gaceta Oficial de Oñate (1835-1837). 117 5. Sobre las ruinas de “ese noble sueño”. Estudios “post”, movimientos sociales e investigación activista en la Historia Colectivo Revista Ecléctica – Presentación de la mesa Ecléctica del IV encuentro de jóvenes investigadores en historia contemporánea. 124 Francisco Fernández Andújar – Las negras tormentas de la historia. 126 María Gracia Bafalluy y Vladimir López Alcañiz – Ansiedad y repetición. Patologías de la temporalidad presentista. 132 Gustavo Hernández Sánchez – El marxismo frente a la encrucijada posmoderna: apuntes para una historia social y cultural. 136 Iris Pascual Gutiérrez – El grito.Testimonios cinematográficos del 68 mexicano. Los procesos de transición democrática a debate. 141 6. Los procesos de transición democrática a debate Nicolás Sesma Landrín y Jorge de Hoyos Puente – Los Procesos de transición democrática a debate. 147 Cristian Ferrer Gonzàlez – Los Carlismos de la Transición – las idiosincrasias carlistas frente al cambio político (1963-1979). 151 Octavio V. González Robles – PSOE y PCE ante la revolución de los claveles. 156 Vincent Marin – La difícil puesta en marcha de la Constitución: el caso paradigmático de la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE). 160 Marcos Marina Carranza – La hora de democratizar los ayuntamientos: las elecciones municipales de abril de 1979 en Madrid. 164 Esther Mora Bleda –“El sujeto femenino en Transición. Mujeres y estrategias en la prensa regional murciana, año 1975”. 168 Natalia Urigüen López de Sandaliano – Los partidos demócrata cristianos alemanes en el proceso de transición democrática española. 174 Gregorio Sabater Navarro – El proceso revolucionario portugués y la oposición Española: el PCE en la encrucijada. 178
  • 6. Parte 1. HISTORIOGRAFÍA ESPAÑOLA ENTRE 1939 Y 1975: DICTADURA Y EXILIO
  • 7. 7 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. memoria, debería tomar como objeto de estudio la reconstrucción y el análisis de la profesión en toda su amplitud y profundidad. En estas circunstancias se han generado una multiplicidad de propuestas -en ocasiones teórica y metodológicamente contrapuestas- que ilustran el difuso ámbito de lo que ha veni- do entendiéndose como“historia de la historiografía”. A este respecto cabría señalar cierta implantación de la biografía como instrumento de acer- camiento a los profesionales de la historia. Así, al estudio de Vicens Vives se han venido a sumar diversas aproximaciones biográficas a las figuras de Raymond Carr,Santiago Montero,Martín Al- magro Basch y Julio Martínez Santa-Olalla, Bosch Gimpera, Ramón Carande, Mercedes Gaibrois, José Antonio Maravall,Pio Zabala,Fernández Almagro,José María Lacarra o José María Jover.4 De la misma manera se ha producido la re-evaluación de diversas trayectorias historio- gráficas muy vinculadas a escuelas históricas de larga tradición como es el caso del reciente- mente fallecido Vicente Palacio Atard.5 Aunque también es cierto que en ocasiones este tipo de análisis -con escaso aparato metodológico y entregados a lo memorial- no escapan a las propias limitaciones impuestas por la pertenencia de grupo y la necesidad de integrar en un relato complaciente el devenir de unos historiadores que lo fueron en dictadura y que, en muchas ocasiones, participaron en el apuntalamiento de la misma. Un ejercicio de revisión de la profesión llevado a cabo de manera natural en diversos ámbitos historiográficos europeos, pero que en gran medida se encuentra pendiente de acometer por la historiografía española. 4 Josep MUÑOZ I LLORET: Jaume Vicens i Vives. Una biografia intel·lectual, Barcelona, Edicions 62, 1997; Maria Jesús GONZÁLEZ: Raymond Carr. La curiosidad del zorro. Una biografía, Madrid, Ga- laxia Gutenberg, 2010; Xosé-Manoel NÚÑEZ SEIXAS: La sombra del César. Santiago Montero Díaz, una biografía entre la nación y la revolución, Granada, Comares, 2012, a la que habría que sumar Antonio DUPLÁ: “Santiago Montero Díaz. Un itinerario historiográfico singular”, introducción a Santiago MONTERO: De Caliclés a Trajano.Estudios sobre historia política del mundo antiguo,Pam- plona, Urgoiti editores, 2004, pp. IX-XC. Respecto a Martín Almagro y Santa-Olalla, Alfredo MEDE- ROS:“Julio Martínez Santa-Olalla y la interpretación aria de la Prehistoria de España (1939-1949)”, Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 69-70 (2003-2004), pp. 13-55; ÍD.:“Martín Almagro Basch, formación y consolidación como catedrático de prehistoria (1911-1943), Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología, 77-78 (2011-2012), pp. 335-416. Sobre Ramón Carande, Antonio Miguel BERNAL: “Don Ramón Carande, la proyección internacional de la historiografía española”, en Esteban SARASA y Eliseo SERRANO (eds.): 15 historiadores de la España medieval y moderna, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2000, pp. 231-248; Luis PALACIOS: Ramón Carande,un personaje raro,Córdoba,Universidad de Córdoba,2007. Sobre Mercedes Gaibrois,Ana del CAMPO: “Mercedes Gaibrois de Ballesteros: del amor a la historia y de la historia al amor”, prólogo a Mercedes GAIBROIS: María de Molina, Pamplona, Urgoiti editores, 2010, pp. VII-CXV. Respecto a José Antonio Maravall, Francisco Javier CASPISTEGUI:“La Teoría del saber histórico en la historiografía de su tiempo”, en José Antonio MARAVALL: Teoría del saber histórico, Pamplona, Urgoiti editores, 2007, pp. XI-XVI; Ignacio IZUZQUIZA: “La estructura conceptual de la Teoría del saber histórico”, en José Antonio MARAVALL: Teoría del saber histórico..., pp. CIX-CLXXVII. Para Pio Zabala, Carolina RODRÍGUEZ: “Introducción” a Pío ZABALA: España bajo los Borbones, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2009, pp. IX-CXII. Melchor Fernández Almagro lo analiza Cristina VIÑES:“Melchor Fernández Almagro. Aproximación a su vida y su obra”, en Melchor FERNÁNDEZ ALMAGRO: Vida y literatura de Valle-Inclán, Pamplona, Urgoiti editores, 2007, pp. VII-LXX. Sobre José María Lacarra, Miquel MARÍN: “La formación de un medievalista: José María Lacarra, 1907- 1940”, Jerónimo Zurita, 82 (2007), pp. 39-98; Enrique PÉREZ:“José María Lacarra, un archivero en la Guerra Civil española (1936-1939)”, Huarte de San Juan. Geografía e historia, 17 (2010), pp. 257-294. Respecto a José María Jover,y junto al análisis de Elena HERNÁNDEZ SANDOICA realizado en“José María Jover Zamora. In memoriam”, Ayer, 68 (2007), pp. 9-24, señalar Ignacio PEIRÓ: “Las meta- morfosis de un historiador: el tránsito hacia el contemporaneísmo de José María Jover Zamora”, Jerónimo Zurita,82 (2007),pp.175-234.Una interesante aportación aplicada a un historiador vasco en Emilio MAJUELO GIL: La idea de historia en Arturo Campión, Donostia, Eusko Ikaskuntza, 2011. 5 Luis PALACIOS, Manuel ESPADAS, Antonio FERNÁNDEZ, (eds.): Vicente Palacio Atard. Maestro de historiadores, Madrid, Akron, 2013. LA HISTORIOGRAFÍA ESPAÑOLA ENTRE 1939 Y 1975: DICTADURA Y EXILIO. PLURALIDAD, INDEFINICIÓN Y ESTRATEGIAS DIVERGENTES. ACOTACIONES SOBRE UNA DISCIPLINA DIFUSA* Gustavo Alares López European University Institute María José Solanas Bagüés Universidad de Zaragoza Desde aquella sesión inaugural celebrada en Zaragoza en septiembre de 2007 lo cierto es que los Encuentros de Jóvenes Investigadores parecen haberse consolidado como referente para los principiantes del oficio de la historia,si acaso alguna vez no dejamos de serlo.Y es que al margen de constituir un evidente espacio para la sociabilidad de los jóvenes historiadores, la lectura retrospectiva de los diferentes Encuentros permite avanzar algunas de las líneas que presumiblemente tomarán las investigaciones futuras o,cuanto menos,constatar tendencias, modas historiográficas, flujos y reflujos de diversos modos de hacer historia y persistencia o aparición de nuevas y viejas temáticas. No hay duda de que la reflexión sobre la historia de la historiografía ha estado presente tanto en los Congresos de la Asociación de Historia Contemporánea desde sus orígenes,1 como en los celebrados por los Jóvenes Investigadores de esta Asociación. El siguiente texto pre- tende trazar las líneas generales de la investigación en este terreno. Un esbozo sin ánimo de minuciosidad y necesariamente parcial, acotado a la producción generada desde comienzos del siglo XXI, y primando por razón de espacio las últimas publicaciones. Historia de la historiografía. Balance de una disciplina en construcción En lo que respecta a la historia de la historiografía, en 2007 Miquel Marín señalaba cómo “su estatus como disciplina se halla a gran distancia del de otros territorios de la investigación especializada, una circunstancia que en España es algo más acusada”.2 Lo cierto es que algu- nos de los problemas e indefiniciones que afectaban a la historia de la historiografía entonces, persisten en la actualidad con absoluta vigencia. En los albores del nuevo siglo, la disciplina encargada de historiar el oficio de historiador se muestra fragmentada, inmersa en un confusionismo conceptual evidente, y en gran medida sustituida por la proliferación de lo que Miquel Marín denominó en su momento “historio- grafía retrospectiva”. Una manera de entender la disciplina como mero relato de tendencias, grupos y escuelas, y con unos objetivos“claramente actualizantes, es decir, la reflexión última sobre el pasado de las cosas de la historiografía actual y no la historia de la profesión”.3 Pero lo que quizá resulte más preocupante sean las persistentes dificultades por entender e incluso asumir la existencia de una subdisciplina como la historia de la historiografía que,más allá del exclusivo interés por los diferentes discursos históricos o por las interferencias de la 1 Miquel À.MARÍN:“Orígenes y primeros años de la Asociación de Historia Contemporánea,Ayer,92 (2013), pp. 239-250. 2 Miquel À. MARÍN:“La historia de la historiografía en España: recepción y crisis de una disciplina, 1976-2007”, Teresa María ORTEGA (coord.): Por una historia global: El debate historiográfico en los últimos tiempos, Granada, Universidad de Granada, 2007, pp. 391-437. 3 Ibid.; p. 417.
  • 8. 8 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes. Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés Frente a este relativo vigor de“la apuesta biográfica”,es necesario señalar un aspecto en gran medida desatendido por la actual historia de la historiografía, como es el análisis de las institu- ciones y los procesos de institucionalización de la profesión durante el franquismo. Al margen de diversas obras relativas al Centro de Estudios Históricos, el CSIC y sus institutos de Historia todavía no disponen de una bibliografía reseñable, más allá de algunas aproximaciones en tí- tulos de carácter conmemorativo.10 Y aún resultan escasos e irregulares los estudios sobre las instituciones locales de cultura que,articuladas en torno al Patronato“José María Quadrado”del CSIC,canalizaron no poca de la producción erudita bajo el franquismo.11 Por otro lado,aunque se cuenta con trabajos relevantes,el análisis de la historia generada en las universidades franquis- tas ha sido tratada dentro del más amplio contexto de la propia institución universitaria.12 De hecho, a fecha de hoy todavía no disponemos de un análisis riguroso sobre algo tan fundamental como los procesos de oposiciones a cátedras y las estrategias de inserción profe- sional durante el franquismo,y cuando se ha intentado llevarlo a cabo,los resultados han sido, en general, decepcionantes. Por otro lado, tampoco se han prodigado los análisis sobre los instrumentos de sociabili- dad utilizados por la comunidad de historiadores franquistas. Importantes citas congresuales, como los diferentes Congresos de Historia de la Corona de Aragón o los míticos Congresos de Pau en torno a ManuelTuñón de Lara,todavía no han suscitado el interés por parte de la histo- ria de la historiografía. Y todavía resulta muy preliminar el estudio de estructuras asociativas tan relevantes como el Comité español de la Asociación Internacional de Ciencias Históricas.13 Una situación similar se percibe en relación a las revistas profesionales,principales órganos de difusión y transferencia del conocimiento histórico.Desde el ya lejano monográfico sobre la revista Hispania publicado en 1990, las principales cabeceras de la historiografía española si- quim NADAL:Testimoni de càrrec. Vintanys de servei al pais,Barcelona,Proa,2014;Jaume AURELL (ed.): La historia de España en primera persona.Autobiografías de historiadores hispanistas,Barcelona,Base, 2012; Bartolomé CLAVERO: El árbol y la raíz. Memoria histórica familiar, Madrid, Crítica, 2013; John H. ELLIOTT: Haciendo historia, Madrid,Taurus, 2012. Ignacio PEIRÓ:“En el taller del historiador. La(s) bio- grafía(s) como práctica histórica e historiográfica”,Gerónimo Uztariz,28-29 (2012-2013),pp. 8-27. 10 Respecto al CEH pueden verse José María LÓPEZ SÁNCHEZ: Heterodoxos españoles. El Centro de Estudios Históricos, 1910-1936, Madrid, Marcial Pons / CSIC, 2006, y los trabajos recogidos en, Jo- sé-Carlos MAINER (ed.): El Centro de Estudios Históricos (1910) y sus vinculaciones aragonesas (con un homenaje a Rafael Lapesa), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2010. Respecto el CSIC, Miguel Ángel PUIG-SAMPER (coord.): Tiempos de investigación: JAE-CSIC. Cien años de ciencia en España, Madrid, CSIC, 2007. 11 Desde el estudio de Jorge URÍA: Cultura oficial e ideología en la Asturias franquistas: el I.D.E.A, Ovie- do, Universidad de Oviedo, 1984, se ha generado una reducida nómina de trabajos de carácter des- igual, siendo los más recientes Carlos DOMPER: Por Huesca hacia el Imperio. Cultura y poder en el franquismo oscense (1938-1965), Huesca, Instituto de Estudios Oscenses, 2010; Sobre la Institución Fernando el Católico se encuentra prevista la publicación de la monografía «Lanzas de tinta». Cul- tura y fascismo en la Zaragoza de posguerra a cargo de Gustavo ALARES que ya en 2008 ofreció un Diccionario biográfico de los consejeros de la Institución “Fernando el Católico”. Una aproximación a las elites políticas y culturales de la Zaragoza franquista (1943-1984), Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2008. Esta anemia contrasta con los numerosos artículos relativos al Institut d’Estudis Catalans -sobre todo con la celebración en 2007 de su centenario- que cuenta con los volúmenes de Albert Balcells y Enric Pujol -contando con la colaboración de Santiago Izquierdo en el último- His- tòria de l’Institut d’Estudis Catalans,Barcelona,Institut d’estudis Catalans; 2 vols.,2002 y 2007. 12 Carolina RODRÍGUEZ: La Universidad de Madrid en el primer franquismo: ruptura y continuidad (1939-1951), Dykinson, 2002; Jaume CLARET: El atroz desmoche. La destrucción de la Universidad española por el franquismo, 1936-1945, Barcelona, Crítica, 2006 y Francisco MORENTE: “La Uni- versidad en los regímenes fascistas: la depuración del profesorado en Alemania, España e Italia”, Historia Social, 54 (2005), pp. 51-72. 13 Manuel ESPADAS BURGOS:Un lugar de encuentro de historiadores. España y los Congresos Interna- cionales de Ciencias Históricas, Madrid, Comité español de Ciencias Históricas, 2012. Así, resulta cuanto menos desconcertante que en diversos análisis de historiadores bajo el franquismo, en unos casos -y en aras de un relato cordial y amnésico- se vea enajenada su dimensión política-ideológica, mientras que en otros, se eluda la dimensión historiográfica de unos personajes que, ante todo, fueron historiadores. Esta pluralidad de enfoques anteriormente aludida quedó patente con ocasión de la con- memoración del “Año Vicens Vives” en 2010. Y es que el homenaje y el recuerdo de las figuras referenciales de la profesión han condicionado en muchos casos la labor investigadora. En el caso de Vicens Vives, junto al homenaje al maestro y la proliferación de numerosas y no siem- pre justificadas adscripciones discipulares, también hubo espacio para la investigación, los nuevos aportes documentales y la proyección de nuevas variables interpretativas.6 Menos reivindicados pero también homenajeados han sido Rafael Altamira y Joaquín Costa con ocasión del aniversario de su fallecimiento.7 Una práctica de grupo, la del home- naje, que se amplía al momento de jubilaciones o doctorados honoris causa. A este respecto queda para la memoria de la profesión los textos en torno a Juan José Carreras,y más recien- temente los homenajes dispensados a Julio Aróstegui, Santos Juliá, Carlos Martínez Shaw o Eloy Fernández Clemente.8 Junto a estas aproximaciones en la esfera de lo biográfico cabe señalar la relativa prolife- ración de memorias y ejercicios de egohistoria -de diverso alcance y naturaleza- que, si por un lado son siempre bien acogidos como testimonios de la profesión, no dejan en ocasiones de resentirse de la natural tendencia hacia la autocomprensión y a las lecturas desde el presente.9 6 Un análisis parcial de los actos y publicaciones en torno al Año Vicens en Oscar ADELL: “El Año Vicens Vives: reflexiones en torno a una conmemoración”, Historiografías, 1 (2011), pp. 95-110. No obstante, el autor alude a “la escasez de novedades investigadoras”, obviando el salto cualitati- vo y cuantitativo producido en torno a las investigaciones sobre el historiador gerundense, como ejemplifican las diversas publicaciones a cargo de Miquel Marín Gelabert. Concretamente, Miquel MARÍN: A través de la muralla. Jaume Vicens Vives y la modernización del discurso histórico, Barce- lona, Ediciones Vicens Vives, 2010 y las ediciones críticas de de Jaume Vicens, Ferran II i la ciutat de Barcelona,Barcelona,Vicens Vives,2010;Jaume VICENS:España contemporánea (1814-1953),edición a cago de Miquel Ángel Marín, Barcelona, Acantilado, 2012; y Jaume VICENS: La crisis del siglo XX (1919-1945), Barcelona, Acantilado, 2013. También señalaremos Cristina GATELL, Glòria SOLER: Amb el corrent de proa. Les vides politiques de Jaume Vicens Vives, Barcelona, Quaderns Crema, 2012. 7 http://www.rafaelaltamira.es/actosrealizados.htm. Destacamos de entre la producción biblio- gráfica Ignacio PEIRÓ: “La educación patriótica de un historiador español: el primer viaje de es- tudios a París de Rafael Altamira”, en María LLOMPART (ed.): Identidades de España en Francia: un siglo de exilios y migraciones, Granada, Comares, 2012, pp. 39-65. 8 Respecto a Juan José Carreras,Carlos FORCADELL (ed.):Razones de historiador.Magisterio y presen- cia de Juan José Carreras, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2009. En 2009 la comunidad profesional tributó un homenaje a Julio Aróstegui recogido en Jesús Antonio MARTÍNEZ et al. (coords.):El valor de la historia. Homenaje al profesor Julio Aróstegui,Madrid,Editorial Compluten- se, 2009, al que se han venido sumando nuevos trabajos a raíz de su fallecimiento, como Jesús A. MARTÍNEZ y Juan A. BLANCO (coord.): “Teorizar la historia, hacer historiografía. Homenaje al profesor Julio Aróstegui”, Hispania Nova, 12, (2014). El homenaje ofrecido a Santos Juliá en José ÁLVAREZ JUNCO y Mercedes CABRERA (eds.): La mirada del historiador. Un viaje por la obra de Santos Juliá, Madrid,Taurus, 2011. Sobre Martínez Shaw, Joan VIÑAS, Roberto FERNÁNDEZ y Carlos MARTÍNEZ SHAW: Investidura como doctor Honoris Causa del senyor Carlos Martínez Shaw, Lérida, Edicions de la Universitat de Lleida, 2011, pp. 8-42. Respecto a Eloy Fernández Clemente, Pedro RÚ- JULA (coord.): Eloy Fernández clemente. El tiempo y la historia,Teruel, CELAN, 2010. 9 En este apartado autobiográfico podríamos consignar las memorias asistidas de Miguel BATLLORI: Recuerdos de casi un siglo.Recopilados por Cristina Gatell y Glòria Soler,Barcelona,El Acantilado,2001; Julio ARÓSTEGUI:“Autorretrato en escorzo (y nada complaciente) con figuras al fondo”, Cuadernos de Historia Contemporánea, 27 (2005), pp. 53-59; Stanley PAYNE:“The formation of a Hispanist”; ÍD.: Spain.A Unique History, Madison,The University ofWisconsin Press,2008,pp.9-39;Eloy FERNÁNDEZ CLEMENTE: El recuerdo que somos. Memorias (1942-1972), Zaragoza, Rolde de Estudios Aragoneses, 2011;ÍD.:Los años de Andalán.Memorias,1972-1987,Zaragoza,Rolde de Estudio Aragoneses,2013.Joa-
  • 9. 9 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes. Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés Un panorama completado con la complaciente reescritura de las biografías personales y la recurrente aparición de unas filiaciones liberales que, en última instancia, nos remitirían al absurdo de un franquismo sin franquistas.18 Frente a este retraimiento, la historiografía europea ha llevado a cabo un importante esfuer- zo por atender a los procesos de institucionalización y profesionalización de la disciplina histó- rica, pero también por rastrear la proyección social de los diferentes relatos historiográficos. A este respecto cabría señalar la importancia de las diferentes publicaciones emanadas del pro- yecto internacional Representations of the past: National histories in Europe, liderado por Stefan Berger, Chris Lorenz, Ilaria Porciani y Lutz Raphael. Este potente grupo de investigación ha ras- treado en profundidad las historiografías de treinta países europeos desde la segunda mitad del siglo XIX hasta el presente, partiendo de la asunción de que la historia había sido uno de los más importantes elementos en la construcción de las identidades nacionales en Europa.19 De la misma manera,la historiografía italiana ha llevado a cabo un intenso análisis de los procesos de institucionalización cultural, especialmente durante el periodo de Mussolini.20 Unas reflexiones que,por lo general,están todavía pendientes de abordar por parte de la historiografía española. De la misma manera, no deja de sorprender la recurrente exclusión de la historia -entendi- da como elemento básico de nacionalización- en numerosos estudios sobre la construcción de las identidades nacionales y políticas, sobre todo cuando se refieren a un régimen tan “histo- rizante” como el franquismo.21 Historia de la historiografía en el exilio: un largo camino por recorrer. Por lo que respecta a la historia sobre el exilio de los historiadores que generó la guerra civil española, todavía está por escribir. Una consecuencia de las rupturas históricas provocadas por guerras y dictaduras entre las comunidades profesionales de historiadores europeos a la historiografía española”, Alcores, 1, (2006), pp. 9-26. Un repaso sintético del desarrollo de la historia de los intelectuales en el franquismo en Francisco MORENTE: “Más allá del páramo. La historia de los intelectuales durante el franquismo”en, Carmen FRÍAS, Jose Luis LEDESMA y Javier RODRIGO (eds.), Reevaluaciones, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2011, pp. 41- 76. 18 Sobre los giros“liberales”, Ignacio PEIRÓ:“Días de ayer de la historiografía española. La Guerra de la Independencia y la «conversión liberal» de los historiadores en el franquismo”, en Pedro RÚJULA y Jordi CANAL:Guerra de ideas.Política y cultura en la España de la Guerra de la Independencia, Madrid, Marcial Pons-Institución Fernando el Católico,2011,pp.445-479.Hace unos pocos años el historiador Miquel Marín Gelabert se preguntaba:“¿No deberíamos simplemente asumir los distintos grados de colaboracionismo de los historiadores españoles como un objeto de análisis en lugar de -o pre- viamente a- como un juicio moral?”. La propia oportunidad de la pregunta resulta suficientemente expresiva del largo camino pendiente. Miquel Ángel MARÍN: “La fatiga de una generación. Jaume Vicens Vives y su Historia crítica de la Vida y Reinado de Fernando II de Aragón”, en Jaume VICENS: Historia Crítica de la Vida y Reinado de Fernando II de Aragón, Zaragoza, Institución Fernando el Ca- tólico, 2006, p. XXXVII. Un intento de disminuir la influencia del Opus Dei en el control del sistema académico universitario,mediante el uso de un aparato retórico postmodernista en,Jaume AURELL: “La formación de un gran relato sobre el Opus Dei”,Studia et Documenta, 6 (2012),pp. 235-294. 19 Stefan BERGER (ed.): Writing the nation: a global perspective, Basingstoke, Palgrave Macmillan, 2007, ÍD.: “National historiographies in transnational perspective: Europe in the nineteenth and twentieth centuries”, Storia della Storiografia, 50 (2006), pp. 3-26. 20 Gabriele TURI: Lo Stato educatore. Politica e intellettuali nell’Italia fascista, Bari-Roma, Laterza, 2002; Mario ISNENGHI (dir.): Gli Italiani in guerra. Conflitti, identità, memorie dal Risorgimento ai nostri giorni, Torino, Unione Tipografio Editrice Torinese, 2009, especialmente el volumen VI. Margherita ANGELINI: “Transmitting knowledge: the professionalisation of Italian historians (1920s-1950s)”, Rivista Internazionale de Storia della storiografia, 57 (2010), pp. 3-174. 21 Algo que pretendemos integrar en la tesis doctoral en curso,Gustavo ALARES:Las políticas del pasado en la España franquista (1939-1964).Historia,nacionalismo y dictadura,European University Institute. guen todavía pendientes de un análisis en profundidad que permita ahondar en las prácticas historiográficas de los historiadores durante el franquismo.14 Y aquí habría que incluir desde órganos tan sugerentes como los Estudios de Historia Moderna y el Índice Histórico Español im- pulsados por Vicens Vives, como otros de carácter profundamente tradicional como el Boletín de la Real Academia de la Historia, por no citar las numerosas revistas de carácter regional y departamental a través de las cuales se dio curso a un importante número de investigaciones. Junto a estos estudios de carácter fragmentario, los pasados años han asistido a la apari- ción de diversas obras de síntesis entre las que cabría destacar la ambiciosa Apologia and criti- cism:historians and the history of Spain,1500-2000,de Gonzalo Pasamar.Y aunque procedente del ámbito alemán, no deja de resultar saludable la feliz traducción de La ciencia histórica en la era de los extremos de Lutz Raphael.15 Por último, cabría citar varios proyectos editoriales de indudable interés como la Colección de Grandes Historiadores de la editorial Urgoiti, o la Colección Historiadores aragoneses de la Institución Fernando el Católico, ambas iniciativas sustanciadas en la reedición de obras clási- cas de la historiografía española acompañadas de extensos estudios introductorios. Así, de todo lo anteriormente reseñado, cabría señalar la existencia de una pluralidad de enfoques y prácticas que, sin embargo, no ha redundado en un deseable dinamismo, sino que más bien ha explicitado la indefinición de los objetos de estudio de una subdisciplina todavía en proceso de consolidación. Historiadores franquistas, historiadores bajo el franquismo Esta situación de indefinición resulta si cabe más evidente en relación al estudio de los historiadores durante el franquismo.Si bien el debate en torno al rol desempeñado por los his- toriadores bajo regímenes dictatoriales se ha abierto en otros ámbitos historiográficos como el alemán o el italiano, la historiografía española todavía se muestra reacia a abordarlo de manera sistemática.16 Una escasez de estudios relacionada con la lenta institucionalización de una disciplina como la historia de la historiografía, pero también a las dificultades suscitadas a la hora afrontar un pasado en el que se entrecruzan las interferencias de las redes disci- pulares, las solidaridades ideológicas o el asfixiante dominio de lo políticamente correcto.17 14 Nos referimos al número monográfico de Hispania que, bajo la dirección de Celso ALMUIÑA con- gregó a diversos especialistas en, “Hispania, revista de Historia (1940-1989): Análisis y evolución de contenidos”, Hispania,Vol. 50, núm. 175, 1990. 15 Lutz RAPAHEL: La ciencia histórica en la era de los extremos. Teorías, métodos y tendencias desde 1900 hasta la actualidad, Zaragoza Institución Fernando el Católico, 2012. 16 Sobre el debate en torno a los historiadores en las dictaduras europeas, y entre una voluminosa bi- bliografía, sirva como ejemplo, Chris LORENZ:“Encrucijadas: reflexiones acerca del papel de los his- toriadores alemanes en los debates públicos recientes sobre historia nazi”,en Manuel CRUZ y Daniel BRAUER (coords.):La comprensión del pasado:escritos sobre filosofía de la historia,Barcelona,Herder, 2005, pp. 335-381. Sobre las conflictivas relecturas del pasado alemán, Dirk MOSES: German Intellec- tuals and the Nazi Past, Cambridge, Cambridge University Press, 2007. En relación a la historiogra- fía italiana, Gabriele TURI: Lo Stato educatore. Politica e intellectuali nell’Italia fascista, Roma-Bari, Laterza, 2002, y Eugenio di RIENZO: Un dopoguerra storiografico. Storici italiani tra guerra civile e Repubblica, Firenze, Le Lettere, 2004. La trayectoria de los intelectuales e historiadores bajo regíme- nes dictatoriales recogidos en P. G. ZUNNINO, (ed.): Univesità e Accademie negli anni del fascismo e del nazismo, Firenze, Leo S. Olschki Editore, 2005. En relación a la creciente bibliografía relativa a los antiguos países del Este citamos Pavel KÔLAR, Miloš REZNIK (eds.): Historische Nationsforschung im geteilten Europa 1945-1989,Köln,Kölner Beiträge zur Nationsforschung 10,SH-Verlag,2012. 17 Respecto a la historiografía franquista, Gonzalo PASAMAR: Historiografía e ideología en la post- guerra española: La ruptura de la tradición liberal, Zaragoza, Prensas Universitarias, 1991. En tor- no a las actuales censuras de campo en el análisis de la historiografía en el franquismo, Ignacio PEIRÓ:“Ausente no quiere decir inexistente: La responsabilidad en el pasado y en el presente de
  • 10. 10 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes. Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés De todo ello, si bien se ha prestado una merecida atención a las figuras de primera línea,27 las aproximaciones biográficas y conmemorativas prevalecen sobre los estudios basados en categorías propias de la historia de la historiografía. Diluida su presencia entre la abundante literatura sobre el exilio intelectual surgida en los últimos tiempos,la figura del historiador exi- liado no acaba de merecer una aproximación sistemática como mediador entre historiografías. Aún con todo, el relato sobre los historiadores exiliados en el continente latinoamericano se encuentra más desarrollado que el concerniente al segundo grupo: los historiadores es- pañoles exiliados en Europa, y más concretamente en Francia. Con la excepción de la figura de Manuel Tuñón de Lara,28 que como catalizador de la historiografía francesa y debido a su influencia en la renovación del contemporaneismo español cuenta con una mayor bibliografía al respecto, sólo en la última década han merecido atención algunos de sus compañeros de viaje:Emilio Gómez Nadal,29 Teresa Andrés,30 o el que consideraban su maestro,Manuel Núñez de Arenas, mientras la figura de Francisco González Bruguera continua sin biografiar, y su in- fluyente obra sobre la historia de España sin traducir.31 El juego de transferencias entre la historiografía liberal y obrera de principios de siglo en España,la influencia de la historiografía francesa así como su recepción y adaptación entre los jóvenes historiadores españoles de los años 70 se encuentra en este escenario del exilio.32 Pero al contrario de lo ocurrido en América, la inserción en el sistema académico francés de dichos historiadores no fue inmediata, marcadas trágicamente sus trayectorias por la Segunda Gue- rra Mundial. Lejos de su original grupo profesional, fue parte de la comunidad hispanista gala quién acogió sus propuestas y facilitó lo que pudo su inserción en el pétreo sistema univer- sitario francés. Conectar a los historiadores exiliados durante la guerra civil con los exiliados posteriores,y a su vez con los hijos de exiliados formados en Francia que en ocasiones llegaron 27 Francisco GRACIA: Pere Bosch Gimpera. Universidad, política y exilio, Madrid, Marcial Pons, 2011, pp. 395-569. Sobre Claudio Sánchez-Albornoz la bibliografía es muy abundante, citaremos aquí la tesis más reciente dedicada al medievalista: Juan Pablo DOMÍNGUEZ: Claudio Sánchez-Albor- noz (1893-1984). Historiador, intelectual y político, Universidad de Navarra, 2010. De la abundante bibliografía sobre el historiador canario, el artículo de Ascensión HERNÁNDEZ DE LEÓN:“Agustín Millares Carlo: su trabajo en La Casa de España y El Colegio de México (1939-1959)”, Boletín Milla- res Carlo, 29 (2010), pp. 11-28. Para el resto de exiliados, si bien existe bibliografía que sería imposi- ble de citar aquí,sigue siendo una herramienta imprescindible Ignacio PEIRÓ y Gonzalo PASAMAR Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos, Madrid, Akal, 2002. 28 Dossier:“ManuelTuñón de Lara,diez años después.La huella de un legado”en Cuadernos de Historia Contemporánea,30 (2008),pp. 185-198,donde se encuentran referencias a la bibliografía anterior. 29 La revista Laberintos: revista de estudios sobre los exilios culturales españoles le dedicó un dossier en su número 10-11 (2008-2009), pp. 286-410; Antonio GÓMEZ ANDRÉS y Francesc PÉREZ I MORA- GÓN (eds.): Emili Gómez Nadal: diaris i records,València: Universitat de València, 2008. 30 Citamos el más reciente de Romà SEGUÍ I FRANCÈS:“La etapa del exilio de Teresa Andrés Zamora (1939-1946): de la gestión bibliotecaria al espacio político” Laberintos: revista de estudios sobre los exilios culturales españoles, 14 (2012), pp. 139-150 31 Sobre este grupo de exiliados y Manuel Núñez de Arenas en particular he adelantado algunos as- pectos de mi tesis en María José SOLANAS: “Manuel Núñez de Arenas, maestro de historiadores exiliados en Francia”, en José Angel ASCUNCE, Mónica JATO, Mª Luisa SAN MIGUEL (coords.): Exilio y Universidad (1936-1955), Editorial Saturraran, San Sebastián, 2008, vol. 2, pp. 1225-1244; ÍD.:.“Manuel Núñez de Arenas: los exilios de un historiador”, Claves del mundo contemporáneo. Debate e investi- gación. Actas del XI Congreso de la Asociación de Historia Contemporánea,Granada,Comares,2013. 32 María José SOLANAS: “Transferencias culturales e historia cruzada: origen y desarrollo. Apuntes sobre su aplicación al estudio de la historia de la historiografía española”en Mª Candelaria FUEN- TES NAVARRO et al. (eds.): II Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Contemporánea: ce- lebrado en Granada los días 22 al 25 de septiembre de 2009. Granada, Editorial Universidad de Granada, 2010. CD-ROM. lo largo del siglo XX fue el exilio.22 No hace falta incidir en el hecho de que en el caso español su envergadura y prolongación temporal genera una determinada problemática a la hora de abordarlo, aunque en ningún caso con carácter único en nuestro entorno. Evidentemente, no sólo se trata de dibujar el mapa del exilio, una tarea necesaria que de manera general se ha abordado para el caso de científicos y universitarios en diversas ocasiones;23 y en el caso espe- cífico de los historiadores con actualizaciones del pionero listado de Javier Malagón en 1978 además de estudios de caso que incorporan nuevas perspectivas.24 La cartografía de la comunidad mostraría dos escenarios diferenciados: a mediados de 1940, todos los catedráticos y la mayoría de doctores y licenciados exiliados habían consegui- do, con mayor o menor dificultad, alejarse de la Europa en guerra para instalarse en centros y universidades americanas donde proseguir su labor, gracias en parte a los mecanismos de solidaridad internacional entre intelectuales. Una red de relaciones tejida desde principios de siglo en la etapa de internacionalización de la historiografía española,y que sería conveniente analizar en su conjunto.25 Esta forzada segregación de la comunidad de historiadores españoles en 1936-39, durante el proceso interrumpido de la “profesionalización” de la disciplina, provocó que la continuidad de las líneas programáticas y conceptuales de la historiografía liberal se realizase a partir de ese momento por estos exiliados.Entre ellos,maestros como Pere Bosch Gimpera,Claudio Sán- chez-Albornoz, Agustín Millares Carlo y Juan Manuel Aguilar y Calvo, quienes, en sus respecti- vas especialidades, prolongaron sus investigaciones en contextos institucionales ajenos.26 22 Renato CAMURRI (ed.):“L’Europa in esilio. La migrazione degli intellettuali verso le Americhe tra le due guerre”, monográfico de Memoria e Ricerca, 31 (2009); Mario KESSLER (ed.): Deutsche Historiker im Exil (1933-1945):Ausgewählte Studien,Berlin,Metropol,2005; Catherine EPSTEIN:A Past Renewed. A Catalog of German-Speaking Refugee Historians in the United States after 1933,Washington, Ger- man Historical Institute, 1993; Antoon DE BAETS:“Exile and Acculturation: Refugee Historians since the Second World War”, The International History Review,XXVIII,2 (june 2006),pp. 316-349. 23 José María LÓPEZ SÁNCHEZ: Los refugios de la derrota. El exilio científico e intelectual republicano de 1939, Madrid, CSIC, 2013; Luis Enrique OTERO CARVAJAL (ed.): La destrucción de la ciencia en Es- paña. Depuración universitaria en el franquismo. Madrid, Editorial Complutense, 2006. 24 Javier MALAGÓN: “Los historiadores y la historia en el exilio” en José Luis ABELLÁN: El exilio es- pañol de 1939, Taurus, Madrid, 1978, Vol. V, pp. 245-353. Más recientemente han abordado el tema Alicia ALTED VIGIL: “Historiografía e historiadores en el exilio” en Mª Fernanda MANCEBO (ed.): Encuentros de Historia y Literatura. Max Aub y Manuel Tuñón de Lara, Valencia, Biblioteca Valen- ciana, Generalitat Valenciana, Conselleria de Cultura i Educació, Direcció General del Llibre, Arxius i Biblioteques, 2003; ÍD.:“Historiadores exiliados en América latina. El caso de Ramón Iglesia Par- ga” en Andrea PAGNI (ed.): El exilio republicano español en México y Argentina. Historia cultural, instituciones literarias, medios, Madrid, Iberoamericana, 2011, pp.77-92; Yolanda BLASCO:“Los cos- tes del franquismo para la universidad española y para los profesores exiliados. El caso de Pere Bosch-Gimpera”, Historiografías, 3 (Enero- Junio, 2012), pp. 45-61. Excede del objetivo glosar todas las investigaciones parciales al respecto,muchas de ellas recogidas en Actas de Congresos (GEXEL, Internacionales de la Universidad de San Sebastián,etc.) o revistas especializadas como Migracio- nes y Exilios o Laberintos: revista de estudios sobre los exilios culturales españoles. 25 Una de las expresiones de solidaridad académica más reconocida fue la creación de la Casa de España y el Colegio de México, instituciones estudiadas en diferentes ocasiones por Clara E. Lida. Baste citar Clara E.LIDA,José Antonio MATESANZ y Josefina Zoraida VÁZQUEZ (comps.):La Casa de España y el Colegio de México. Memoria 1938-2000, México, El Colegio de México, 2000. 26 Ignacio PEIRÓ,“Historiadores en el purgatorio.Continuidades y rupturas en los años sesenta”,Cer- cles. Revista d´Història Cultural, Universitat de Barcelona, 16 (2013), pp. 53-81; Germán RAMÍREZ, “Ecos del exilio liberal en el exilio republicano”, Laberintos: revista de estudios sobre los exilios cul- turales españoles, 13 (2011), pp. 123-162 http://bv.gva.es/documentos/lab13.pdf
  • 11. 11 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes. Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés cender el mero análisis de los discursos históricos para acometer el estudio de los procesos de institucionalización, las estrategias de sociabilidad académica, el establecimiento de redes discipulares, los procesos de transferencia, o los fenómenos de autopercepción. Los diversos trabajos de Miquel Marín Gelabert e Ignacio Peiró37 han venido completándose con las aporta- ciones de investigadores más jóvenes centradas sobre temáticas diversas, ya sean vinculadas al análisis de las transferencias culturales,los procesos de institucionalización,las trayectorias historiográficas de figuras relevantes de la profesión, o a los usos públicos del pasado.38 De la misma manera, se ha procurado proporcionar un marco estable para el debate histo- riográfico a través de los siete cursos internacionales que, con carácter anual, han venido or- ganizándose desde el Seminario permanente de Historia de la Historiografía Juan José Carreras. Por otro lado, también en el seno de la Universidad de Zaragoza y partiendo desde unos inicios establecidos en el ámbito de la historia de la historiografía, el profesor Gonzalo Pa- samar ha proseguido sus indagaciones dedicándose con especial atención a los efectos de la memoria, y disponiendo de un órgano de difusión propio consolidado, como es la revista digital Historiografías.39 En este recordatorio de excepciones resulta especialmente llamativo el dinamismo de ciertos departamentos de Historia Antigua a la hora de analizar al tratamiento de la Anti- güedad por parte del franquismo.40 De la misma manera es reseñable la labor realizada desde la Universidad de Navarra desde los años ochenta en torno al estudio de la historiografía.Este centro es el responsable de orga- nizar las imprescindibles “Conversaciones Internacionales de Historia”, así como de la edición de la revista Memoria y Civilización.41 37 Citamos aquí su Los historiadores españoles en el franquismo, 1948-1975, Zaragoza, Institución Fer- nando el Católico, 2005 y remitimos a los trabajos previamente citados. Al margen de los traba- jos ya reseñados, Ignacio PEIRÓ: Historiadores en España: historia de la Historia y memoria de la profesión, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2013; Luces de la Historia. Estudios de historiografía aragonesa,Teruel, Instituto de Estudios Turolenses, 2014. 38 María José SOLANAS: “Transferencias culturales: origen, desarrollo y aplicación al estudio de la historia de la historiografía española” en Ignacio Peiró y Pedro Rújula (coord.), La historia en el presente. V Congreso de Historia Local de Aragón, Molinos, 2005, Teruel, Instituto de Estudios Tu- rolenses, 2007, pp. 379-392. Gustavo ALARES: Diccionario biográfico... op. cit.,; ÍD.: “De caudillos, mártires y patriotas. El mito de los Sitios en la Zaragoza contemporánea (1958-2008)” en Pedro RÚJULA y Jordi CANAL (eds.): Guerra de ideas..., pp. 369-396; ÍD.:“La conmemoración del Milenario del Castilla en 1943. Historia y espectáculo en la España franquista”, Jerónimo Zurita, 86 (2011), pp. 149-180; ÍD.: «La génesis de un proyecto cultural fascista en la Zaragoza de posguerra: la Institu- ción Fernando el Católico”, en Ignacio PEIRÓ y Guillermo VICENTE (eds.): Estudios históricos sobre la Universidad de Zaragoza, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2010, pp. 373-381;“José Na- varro Latorre (1916-1986):un americanista en busca de comunidad”,Teresa ORTEGA,Miguel Ángel del ARCO: Claves del mundo contemporáneo...op. cit., Eduardo ACERETE, “La historiografía en el distrito universitario de Zaragoza”,Teresa ORTEGA, Miguel Ángel del ARCO:Claves del mundo con- temporáneo... Raúl MAYORAL:El cinco de marzo de 1838 en Zaragoza. Aquella memorable jornada... Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2014. 39 Gonzalo PASAMAR,“El recuerdo de la guerra civil española durante la transición: los editores y las colecciones históricas y de memorias, Historia social, 77, 2013, pp. 49-67. 40 De especial interés resultan los trabajos incluidos en Fernando WULFF y Manuel ÁLVAREZ (coords.): Antigüedad y franquismo (1936-1975), Málaga, CEDMA, 2003. De Antonio DUPLÁ: “Una historia de España audiovisual y joseantoniana”, David ROMERO (coord.): La Historia a través del cine: memoria e historia en la España de la posguerra, Servicio Editorial de la Universidad del País Vasco, 2010, pp. 15-34. Junto a los numerosos trabajos sobre la figura de Bosch Gimpera de Francisco Gracia señala- remos La arqueología durante el primer franquismo (1939-1956),Barcelona,Edicions Bellaterra,2009. 41 Citaremos Francisco Javier CASPISTEGUI (ed.):Historia y globalización.VIII Conversaciones Internacio- nales de Historia.Universidad de Navarra.Pamplona,7-9 de octubre de 2010,Pamplona,EUNSA,2012. a formar parte de esos mismos círculos hispanistas33 nos dará las claves de este escenario his- toriográfico, completándolo con el análisis del papel aglutinador de los seminarios de historia de Pierre Vilar en París. Y todo ello, sin olvidarnos de los espacios alternativos para la interpre- tación de la historia como la editorial Ruedo Ibérico, o los creados por republicanos, socialistas y anarquistas, reorganizando sus propios canales para la difusión de la denominada “historia militante”. En definitiva, el estudio de las redes establecidas entre las diferentes coordenadas historiográficas que transitaron los historiadores exiliados nos permitirá reconstruir el desa- rrollo de la profesión fuera de las fronteras nacionales. Una tarea que, además de pugnar con la lejanía de las fuentes directas nos obliga a permanecer en constante diálogo y conocimien- to de las historiografías receptoras. La publicación de epistolarios y memorias34 es un primer paso para acercarnos a las problemáticas propias de los protagonistas. Pero todavía falta la reconstrucción de los itinerarios profesionales y políticos de estos exiliados en los campos profesionales de destino: su inserción y adaptación a las respectivas instituciones, la gestión de sus relaciones y sus opciones profesionales. De la misma manera, es nuevo el circuito de publicaciones al que deben adherirse, y el acceso a los medios de producción y reproducción: bibliotecas, seminarios, transferencias, los contactos con sus antiguos discípulos y la creación de nuevos grupos de trabajo. Las aproximaciones realizadas desde la historia intelectual ne- cesitan ser completadas con un mayor análisis de las influencias, préstamos intelectuales y relaciones que el exilio impuso a sus trayectorias académicas, así como los nuevos lugares de sociabilidad. Por supuesto, un camino investigado ha sido y debe ser el de las relaciones con la historiografía franquista en todas sus vertientes, y las distintas actitudes ante la recepción de las figuras y propuestas de estos historiadores exiliados por la comunidad del interior.35 Transi- tar los caminos de la lógica y legítima tarea de recuperación de una historia silenciada no nos exime de utilizar un aparato crítico que impida una deriva autocomplaciente. Grupos de investigación sobre historia de la historiografía Frente a esta pluralidad difusa que hemos dibujado, también convendría señalar la pro- gresiva consolidación de algunos grupos de investigación que han venido ofreciendo pro- puestas más concretas. Amparado por el magisterio de Juan José Carreras (1928-2006),desde mediados de la déca- da de los ochenta el Departamento de Historia Contemporánea de Zaragoza se afirmó por una vocación sistemática por la historia de la historiografía, teniendo como principales referentes a Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar, y generando -entre diversos trabajos- el ya imprescindible Diccionario de Historiadores españoles contemporáneos. Lo cierto es que el grupo zaragozano ha procurado articular un proyecto de investigación centrado en el análisis integral de la profesión de historiador.36 Dicha propuesta pretende tras- 33 RicardoGARCÍACÁRCELyEliseoSERRANOMARTÍN(eds.):Exilio,memoriapersonalymemoriahistórica. El hispanismo francés de raíz española en el siglo XX,Zaragoza,Institución Fernando el Católico,2009. 34 Citaremos aquí sólo algunos ejemplos recientes: Ritama MUÑOZ ROJAS: “Poco a poco os hablaré de todo”. Historia del exilio en Nueva York de la familia De los Ríos, Giner, Urruti. Cartas 1936-1953, Madrid,Publicaciones de la Residencia de Estudiantes,2009.Nicolás SÁNCHEZ-ALBORNOZ:Cárce- les y exilios, Barcelona, Anagrama, 2012. 35 JavierPRADERA:“EldescubrimientodelexilioenEspaña”,enNicolásSÁNCHEZ-ALBORNOZ(comp.): El destierro español en América. Un trasvase cultural, Madrid, Sociedad Estatal Quinto Centenario, Instituto de Cooperación Iberoamericana, 1991, pp. 235-242. 36 Un grupo congregado en torno al Seminario permanente de Historia de la Historiografía Juan José Carreras de la Institución Fernando el Católico, dirigido por Carlos Forcadell, y al Proyecto HAR2012-31926, “Representaciones de la historia en la España contemporánea: políticas del pa- sado y narrativas de la nación (1808-2012)”, con Ignacio Peiró como investigador principal. http:// historiadorescontemporaneos.wordpress.com
  • 12. 12 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. Lahistoriografíaespañolaentre1939y1975:Dictadurayexilio.Pluralidad,indefiniciónyestrategiasdivergentes. Acotacionessobreunadisciplinadifusa.G.AlaresLópezyM.J.SolanasBagüés En este deambular por las geografías del difuso cultivo de la historia de la historiografía convendría no olvidar diversos equipos que mantienen actividades en este sentido: los traba- jos auspiciados por Mariano Esteban desde la Universidad de Salamanca, el Seminario Rafael Altamira de la Universidad de Granada impulsado por Teresa Ortega, el Instituto de Historio- grafía Julio Caro Baroja de la Universidad Carlos III de Madrid y su Revista de historiografía, las propuestas enmarcadas en el análisis de la historiografía catalana, o el largo magisterio de Pedro Ruiz Torres y la sugerente labor de Anaclet Pons y Justo Serna desde la Universidad de Valencia.42 Y con menor presencia en este terreno en la actualidad, pero activos puntales de la investigación en décadas anteriores serían los referentes de Elena Hernández Sandoica en Madrid, Pedro Carasa en Valladolid, la conexión con la historiografía anglosajona de corte postmodernista del grupo de Miguel Ángel Cabrera o el núcleo de Santiago de Compostela con Carlos Bermejo al frente Por último, resulta necesario reseñar un intento de internacionalización de relieve como es el proyecto europeo “cultura histórica” respaldado por la Comisión Internacional History and Theory of Historiography, de la Universidad de Barcelona.43 ***** Después de todo, solo nos queda reproducir a modo de conclusión las palabras de Ignacio Peiró para definir las relaciones entre la Historia y su historia: un camino seguro de la ciencia cuya cuestión esencial se centra en la investigación proble- mática de los estudios históricos, o sea, de su naturaleza cognitiva, de los objetos, méto- dos y discursos de la historia; pero también, de los historiadores, de sus formas de repre- sentación del pasado y procesos de institucionalización profesional,de sus usos y hábitos comunitarios,de sus motivos académicos y ambiciones administrativas,de sus funciones sociales y compromisos político-culturales.Y todo eso, en la interrelación establecida por la historiografía con el espacio histórico real que concreta la geografía de su producción.44 Esa es nuestra tarea. 42 Mariano ESTEBAN y Antonio MORALES (eds.): ¿Alma de España?. Castilla en las interpretaciones del pasado español, Madrid, Marcial Pons, 2005, pp. 87-140. Anaclet PONS: El desorden digital: guía para historiadores y humanistas, Madrid, Siglo XXI, 2013. 43 Puede consultarse su web en http://www.culturahistorica.es 44 Ignacio PEIRÓ: Historiadores en España....p. 12
  • 13. 13 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. proceso de profesionalización protagonizado por la comunidad de historiadores españoles a lo largo del primer tercio del siglo XX. Tras esta primera «larga travesía por el desierto» de la uni- versidad franquista, la ciencia histórica inició un lento proceso de disciplinarización en el que comenzaron a dibujarse sus límites externos y sus márgenes internos, definiendo los objetos de estudio, los medios científicos y las pautas metodológicas. Convenientemente depurada la universidad española según unos férreos patrones nacionalcatólicos y fascistas, el nuevo con- temporaneismo apareció partiendo de las escuelas disciplinares del franquismo, es decir, del medievalismo y del modernismo, gracias a una nueva generación de historiadores que, como Jover,accedieron a las cátedras entre 1940 y 1949 y desarrollaron todo su potencial investigador en una segunda fase que se sitúa en la década de 1950 y más adelante. Del mismo modo,la his- toriografía española, tradicionalmente anclada en los márgenes de la periferia europea, con el núcleo franco-alemán como referente teórico-metodológico por excelencia, inició lentamente su inserción en patrones y modelos europeos,a la par que el contemporaneismo se emancipó de la matriz disciplinar medievalista y modernista,siendo Jover uno de sus máximos exponentes. La presente comunicación pretende tomar la personalidad de José María Jover como punto de partida y referencia para un estudio más global en torno a las condiciones académicas e historiográficas en las que se produjo la renovación de la ciencia histórica española durante el franquismo, tanto en lo relativo a la introducción de la historia de las relaciones internaciona- les como al desarrollo disciplinar del contemporaneismo. La intención es profundizar en el es- tudio de las condiciones académicas e historiográficas en las que se produjo dicha transferen- cia cultural, tomando como margen cronológico las décadas de 1950 y 1960 por dos motivos. En primer lugar,porque es éste el periodo en el que se produce la recepción de la historia de las relaciones internacionales, implantándose lenta y tímidamente en la historiografía española. Y en segundo lugar, porque debe ser debidamente incardinado en el proceso de normaliza- ción de la historiografía española acontecido en esos mismos años, sobre todo en su vertiente exterior, y que le confiere unas características específicas por el hecho de lograr una cierta apertura teórico-metodológica. Estado de la cuestión La historia de las relaciones internacionales en España constituye una materia que ha sido ampliamente estudiada desde muy diversas ópticas pero, por lo que respecta a los enfoques historiográficos de la misma, los trabajos han sido más bien escasos. A pesar de este punto de partida un tanto desolador, debido al reducido número de referencias, hay ciertos aspectos que han sido tratados de manera específica y que guardan relación con diferentes apartados que se desarrollan a lo largo del presente trabajo. En primer lugar,existen diversas panorámicas en torno a la evolución teórica que han expe- rimentado este tipo de estudios.En ellos se incide fundamentalmente en los grandes vectores de renovación en los que, irremediablemente, ha de enmarcarse a Jover, transitando por una nueva metodología y práctica histórica muy distinta de la vieja historia diplomática tradi- cional. En este grupo se incluyen las aportaciones de Celestino del Arenal, quien aborda el desarrollo de las relaciones internacionales como disciplina científica a partir de la politología, la sociología y el derecho internacional.2 Otros autores,entre los que destacan Francisco Quin- tana Navarro, Juan Carlos Pereira o José Luís Neila, han contribuido a trazar una visión global de la historia de las relaciones internacionales en España desde una óptica historiográfica.3 En 2 Celestino del ARENAL MOYÚA:La teoría de las relaciones internacionales en España,Madrid,Interna- tional Law Association,1979; ÍD.:Introducción a las relaciones internacionales,Madrid,Tecnos,1984. 3 Juan C. PEREIRA: Introducción al estudio de la política exterior de España: siglos XIX y XX, Madrid, Akal,1982;ÍD.:Historia de las relaciones internacionales contemporáneas,Barcelona,Ariel,2001;ÍD.: “De la historia diplomática a la historia de las relaciones internacionales: algo más que el cambio JOSÉ MARÍA JOVER Y LA HISTORIA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES: NOTAS PARA SU ESTUDIO Jorge Azorín Arroyo Universidad de Zaragoza Una «relación internacional» es, ciertamente, una negociación diplomática, una contien- da bélica o una convención plurinacional de carácter político. Pero también lo es un inter- cambio comercial,un empréstito o una inversión financiera; lo es un intercambio o un in- flujo cultural, intervenga o no en él la acción del Estado; lo son las corrientes migratorias, cualquiera que sea su carácter; lo son, incluso, tanto el hecho de masas constituido por la imagen que los miembros de una colectividad nacional se forman de los pertenecientes a otra, como la corriente de opinión pública que, en materia de política exterior, alimenta o es alimentada por una campaña de prensa. La posición internacional de un país en un momento dado vendría significada por el complejo de relaciones que queda aludido.1 Estas palabras de José María Jover, por obvias que puedan parecer, condensan en pocas líneas el renacer de la historia de las relaciones internacionales en la historiografía española. El tradicional marco del Estado-nación como referencia histórica e historiográfica ha sido am- pliamente superado, insertando el devenir histórico de los diferentes países en unas coorde- nadas más globales y de mayor calado para,de esta manera,lograr trazar dinámicas históricas tanto continentales como mundiales. En España, los estudios relativos a las relaciones entre Estados experimentaron una profunda renovación teórica durante las décadas de los años 1950 y 1960. Hasta ese momento, la historiografía se limitaba al análisis y relato de los hitos fundamentales propios de la vieja historia diplomática, en una concepción elitista -desde arri- ba- centrada en la toma de decisiones de las élites dirigentes, políticas y militares. La revolu- ción teórico-metodológica se produjo de la mano de historiadores como Pierre Renouvin y Fe- derico Chabod gracias al moderno enfoque sociológico establecido a partir de la introducción de nuevos factores de estudio. En este escenario, las dinámicas internas de los países, las con- diciones materiales y las mentalidades comúnmente compartidas de los pueblos y sociedades se valorarán como elementos pautadores y condicionantes de las relaciones internacionales. La penetración de esta corriente historiográfica en España pivotó en torno a José María Jover, historiador originalmente modernista responsable de la recepción y consolidación de este tipo de estudios aplicados al caso español desde los años cincuenta,y que evolucionará hacia el con- temporaneismo,especialmente dedicado al siglo XIX.Por esta razón,se puede afirmar que Jover constituye uno de los pilares esenciales para la renovación y modernización de la disciplina his- tórica en España, no únicamente en cuanto al desarrollo de las relaciones internacionales, sino como uno de los ejes vectoriales del renacimiento de la historiografía profesional. Para comprender dicho proceso debemos remontarnos a la primera «hora cero» que significó la Guerra Civil iniciada en 1936, una ruptura de la tradición liberal de preguerra que paralizó el 1 José María JOVER:“El siglo XIX en la historiografía española de la época de Franco (1939-1972)”, en José María JOVER: Historiadores españoles de nuestro siglo, Madrid, RAH, 1999, p. 249.
  • 14. 14 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales: notasparasuestudio.J.AzorínArroyo homenaje póstumo, recientemente editado por Rosario Ruiz Franco, en el que participan muchos de sus discípulos madrileños.8 En tercer lugar, un nutrido grupo de trabajos relacionados con la historia de la historiografía, a pesar de no estar directamente vinculados con José María Jover, sirven como plataforma glo- bal en la que encuadrar al autor a lo largo de la dictadura franquista.En este sentido,los estudios de Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar abrieron nuevos caminos desde la década de 1980, bajo el magisterio de Juan José Carreras, en el análisis del proceso de profesionalización de los historia- dores españoles.9 Proceso que,como demostró Gonzalo Pasamar,quedó interrumpido a la altura de la Guerra Civil y la inmediata posguerra.10 Posteriormente, esta dirección fue continuada con las aportaciones de Miquel Marín Gelabert relativas a la normalización de la historiografía y la disciplinarización de la práctica histórica durante el franquismo, evoluciones entendidas como la estructuración de la actividad historiográfica, con unos márgenes cronológicos (1948-1975) coincidentes, grosso modo, con la trayectoria académica de Jover.11 Constituyen trabajos de gran utilidad para comprender las dinámicas que confluyen en la creación de una comunidad de his- toriadores con identidad propia,trazando el entramado institucional en el que se inserta la prác- tica histórica, así como los inicios de la posterior profesionalización acontecida a finales de los años 1970 e inicios de 1980, a partir de la segunda «hora cero» de la disciplina.12 Dentro de ese de las Relaciones Internacionales en las últimas décadas del siglo XIX y de las primeras del XX”,pp. 53-58 y José Antonio PIQUERAS ARENAS:“Treinta años de una llamada a la historia social. (Un hito historiográfico de Jover Zamora)”, pp. 229-241. 8 Rosario RUIZ FRANCO (ed.): Pensar el pasado. José María Jover y la historiografía española, prólogo de Guadalupe Gómez-Ferrer, Madrid, Biblioteca Nueva, 2013. 9 Según ambos autores, la profesionalización es una «categoría socioprofesional que designa el proceso por el cual la escritura de la historia o historiografía se ha convertido en la definición de un grupo. Esto comporta, por una parte, una enseñanza teórica fundamentada en unas ca- tegorías generales a todo el grupo; por otra, una metodología y una deontología comunes que permiten reconocer esas categorías;y finalmente un discurso común que,ejercido por las revistas profesionales y las asociaciones, refuerzan la homogeneidad de la profesión». La cita procede de Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA:“La vía española hacia la profesionalización historiográfica”,Studium. Geografía. Historia. Arte. Filosofía,3 (1991),p. 162. En este mismo sentido, ver Ignacio PEIRÓ MARTÍN: “La aventura intelectual de los historiadores españoles”, en Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Diccionario Akal de historiadores..., pp. 9-45. Sirva como ejemplo del desarrollo de este tipo de estudios, en lo que algunos autores han venido a considerar como la «escuela de Zaragoza», el reciente trabajo de Arturo COMPÉS CLEMENTE: El medievalismo profesional. Andrés Giménez Soler (1869-1938), tesina dirigida por Ignacio Peiró Mar- tín, Universidad de Zaragoza, 2012. 10 Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Historiografía e ideología en la posguerra española: la ruptura de la tradición liberal, Zaragoza, Prensas Universitarias de Zaragoza, 1991. 11 La normalización implica «la creación de normas implícitas y explícitas que organizan la práctica profesional» y «la formulación paulatina de las condiciones necesarias para la estructuración de una comunidad historiográfica profesional en sus formas de sociabilidad, intercambio y repro- ducción, en el contexto de un entramado legal y de una geografía académica que determinaba el desarrollo de la actividad del historiador, el despliegue de sus expectativas y la proyección de sus carreras».La cita en Miquel MARÍN GELABERT:“El aleteo del lepidóptero.La reincorporación de la historiografía española al entorno de la profesión en Europa en los años cincuenta”, Gerónimo de Uztáriz, 19 (2003), p. 122. Un estudio en profundidad de este proceso en los trabajos de ÍD.: Los historiadores españoles en el franquismo,1948-1975.La historia local al servicio de la patria,Zarago- za. Institución «Fernando el Católico», 2005, pp. 44-90 e ÍD.: La historiografía española de los años cincuenta. La institucionalización de las escuelas disciplinares,1948-1965, tesis doctoral dirigida por Ignacio Peiró Martín, Universidad de Zaragoza, 2008. 12 Un estudio de la profesionalización a partir de la segunda «hora cero» en Miquel MARÍN GELABERT: Los historiadores españoles en el franquismo...;e ÍD.:“Subtilitas Applicandi.El mito en la historiografía española del franquismo”, Alcores, 1(2006), pp. 119-144. En esta misma línea se sitúa Eduardo ACE- RETE DE LA CORTE: Normalización y evolución de la historiografía española (1965-1985): el distrito estos trabajos se analizaba también la evolución de la propia disciplina a nivel internacional y se remarcaba el protagonismo que en la redirección de estas corrientes tuvieron autores como Pierre Renouvin, Jean-Baptiste Duroselle, Federico Chabod o Ludwig Dehio. En este sentido, la obra de Lutz Raphael, La ciencia histórica en la era de los extremos, ofrece una visión de con- junto de la historia de las relaciones internacionales a partir del lugar que ocupa en la propia disciplina histórica, resaltando los cambios historiográficos producidos en su seno.4 En segundo lugar, la trayectoria de José María Jover ha sido abordada desde múltiples pla- nos. Un primer y obligado acercamiento debe realizarse a parir de la «voz» que le dedican Igna- cio Peiró y Gonzalo Pasamar en su Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos, monumental obra que aporta valiosa información para el investigador puesto que ofrece una radiografía completa de la vida profesional del historiador objeto de estudio.5 En cuanto a su faceta como estudioso de la historia de la historiografía, un análisis pormenorizado de su evo- lución profesional e historiográfica queda recogido en el ya clásico artículo de Ignacio Peiró con- sagrado al estudio de su metamorfosis como historiador, partiendo del modernismo imperante en la historiografía de posguerra hacia un contemporaneismo que progresivamente empezaba a perfilarse en el seno de la universidad franquista.6 En cierto sentido, este trabajo constituye el punto de partida para la investigación,puesto que en él se establecieron las líneas fundamenta- les relativas a la vertiente joveriana de las relaciones internacionales a partir de los contactos y transferencias culturales con las historiografías italiana,francesa y alemana. Incluimos también aquí el homenaje que en 1988, con motivo de su jubilación en la Uni- versidad Complutense de Madrid, discípulos y compañeros le dedicaron, junto a Vicente Pa- lacio Atard, como reconocimiento a toda su trayectoria académica y profesional. En estas páginas aparecían diversos artículos que trataban el paso del catedrático por la universidad madrileña desde diferentes perspectivas, como la impronta que dejó en sus alumnos a tra- vés de su docencia y magisterio, los caminos abiertos en torno a la historia social decimo- nónica, su condición prematura de historiador de la historiografía o sus aportaciones sobre las relaciones internacionales españolas contemporáneas.7 En esta misma línea se sitúa el de un término”, Historia Contemporánea, 7 (1992), pp. 155-182; e ÍD.:“España en la política exterior. La obra de José María Jover”,Política Exterior,74 (marzo-abril de 2000),pp. 151-156,este último con motivo de la publicación de la recopilación de textos de Jover bajo el título, España en la Políti- ca Internacional. Siglos XVIII-XX, Madrid, Marcial Pons, 1999. Francisco QUINTANA NAVARRO: “La historia de las relaciones internacionales en España: apuntes para un balance historiográfico”, en VV.AA.: La historia de las relaciones internacionales: una visión desde España, Madrid, CEHRI, 1994, pp. 9-65; José Luís NEILA:“La Historia de las Relaciones Internacionales:notas para una aproxima- ción historiografica”, Ayer, 42 (2001), pp. 17-42. 4 Lutz RAPHAEL: La ciencia histórica en la era de los extremos. Teorías, métodos y tendencias desde 1900 hasta la actualidad, Zaragoza, Institución «Fernando el Católico», 2012, especialmente el ca- pítulo VIII, pp. 155-172. 5 Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Gonzalo PASAMAR ALZURIA: Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos (1840-1980), Madrid, Akal, 2002, pp. 337-338. 6 Ignacio PEIRÓ MARTÍN:“La metamorfosis de un historiador: el tránsito hacia el contemporaneis- mo de José María Jover Zamora”, Revista Jerónimo Zurita, 82 (2007), pp. 175-234. Este ensayo ha sido reeditado, corregido y ampliado, en el capítulo tercero del libro de ÍD.: Historiadores en Espa- ña. Historia de la Historia y memoria de la profesión,Zaragoza,Prensas Universitarias de Zaragoza, 2013, pp. 119-192. 7 Todas las aportaciones quedan recogidas en el monográfico dedicado a la obra y personalidad de los historiadores Vicente Palacio Atard y José María Jover Zamora, publicado en Cuadernos de Historia Contemporánea, 9 (1988). Destacan los artículos de José CEPEDA ADÁN:“El estilo de dos historiadores”,pp.11-16;Vicente CACHO VIU:“Los supuestos del contemporaneismo en la historio- grafía de posguerra”, pp. 17-28; María Victoria LÓPEZ-CORDÓN:“La obra y la personalidad de Don José María Jover Zamora”, pp. 29-40; María Teresa MENCHÉN BARRIOS:“El profesor José María Jo- ver y la historia del siglo XIX”,pp. 47-52; Rosario de la TORRE DEL RÍO:“José María Jover y la historia
  • 15. 15 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales: notasparasuestudio.J.AzorínArroyo Planteamientos teóricos y metodológicos Debido a la naturaleza de la investigación, resulta imprescindible un primer acercamiento a la materia a través de las transferencias culturales y la circulación de ideas. Ambos campos proporcionan el marco teórico y conceptual de referencia, así como los recursos metodológi- cos y epistemológicos a partir de los cuales iniciar el estudio propiamente dicho. Puesto que el fundamento del presente trabajo gira en torno a la recepción de una serie de corrientes historiográficas por parte de José María Jover y su posterior desarrollo en España, la perspec- tiva comparada y la historia de tipo transnacional deben ser una constante a lo largo de la realización de la investigación. Pero, para que ésta no se limite únicamente a la relación de tipo intelectual entre los autores estudiados, las conclusiones extraídas deben extrapolarse a un marco más global, es decir, a las condiciones académicas e historiográficas de la universi- dad española durante el franquismo en relación con el contexto europeo. En este sentido, se observa la necesidad de combinar tanto el estudio de los elementos personales -micro- como otros de tipo ambiental, estructural e institucional. La intención de superar el tradicional marco nacional como referencia de estudio para la his- toriografía ha sido una constante a lo largo de todo el siglo XX. Desde que en 1928 Marc Bloch abogara por el desarrollo de estudios históricos desde una perspectiva comparada,20 en el seno de la historiografía europea se han suscitado diversos e interesantes debates en torno al hecho transfronterizo y las transferencias culturales.Cuando a finales de la década de 1980 Michael Es- pagne y MichaelWerner conceptualizaron la noción de «transferencia»,dieron lugar a toda una corriente teórica con un utillaje propio que,desde entonces,iba a devenir crucial no sólo para los estudios de historia intelectual,sino para el conjunto de las ciencias sociales.21 Francia fue el núcleo originario de la teoría de las transferencias cultuales y, concretamen- te, se cimentó sobre el estudio de los intercambios culturales mutuos con Alemania en la épo- ca contemporánea. Esta nueva perspectiva pretendía romper con el hastío producido por las férreas ataduras del marco estatal como paradigma de investigación histórica pero, además, surgía de la incomodidad con la antigua historia comparada,22 acusándola de limitarse al aná- riche (Roma 1955) cinquant’anni dopo, Atti del convegno internazionale. Roma, 21-24 settembre 2005, Unione Internazionale degli Istituti di,Archeologia,Storia e Storia dell’Arte in Roma,2005. 20 Marc BLOCH:“Pour une histoire comparée des sociétés européennes”, Revue de Synthèse Histori- que, 46 (1928), pp. 16-50. 21 Michael ESPAGNE y Michael WERNER: Transferts, les relations interculturelles dans l’espace fran- co-allemand XVIIIe et XIXe siècle, París, Recherche sur les civilisations, 1988. Un año antes, ambos autores publicaron su «manifiesto» en la revista Annales: ÍD.: “La construction d’une référence culturelle allemande en France: Genèse et histoire (1750-1914)”, Annales Économies. Sociétés. Ci- vilisations, 4 (juillet-août 1987), pp. 969-992. La noticia de este artículo programático procede de María José SOLANAS BAGÜÉS:“Tranferencias culturales: origen, desarrollo y aplicación al estudio de la historia de la historiografía española” en Ignacio PEIRÓ MARTÍN y Pedro RÚJULA, (coords.): La historia en el presente. V Congreso de Historia Local de Aragón, Molinos, Instituto de Estudios Turolenses, 2007, pp. 379-392. El presente apartado metodológico es deudor de este trabajo. En un plano más teórico, encontramos las aportaciones de François CHAUBET: “La notion de trans- fert culturel dans l’histoire culturelle” y Antonio NIÑO RODRÍGUEZ: “Relaciones y transferencias culturales internacionales”, ambos en Benoît PELLISTRANDI y Jean-François SIRINELLI: L’histoire culturelle en France et en Espagne,Madrid, Casa de Velázquez,2008,pp.159-178 y 179-208.Y la obra de François CHAUBET y Laurent MARTIN: Histoire des relations culturelles dans le monde contem- porain, París, Armand Colin, 2011. 22 En este punto diversos trabajos abordan, desde una perspectiva teórica, la historia comparada: Peter SCHÖTTLER:“Le comparatisme en histoire et ses enjeux:l’exemple franco-allemand”,y Thie- rry NADAU, y Sandrine KOTT: “Pour une pratique de l’histoire sociale comparative. La France et l’Allemagne”, ambos Genèses, 17 (1994), pp. 102 y 103-111. Una década más tarde apareció el artí- culo de Michael WERNER y Benedicte ZIMMERMANN:“Penser l’histoire croisée: entre empirie et réflexivité”, Annales. Histoire, Sciences Sociales, 58 (2003/1), pp. 7-36, en el que defendía la validez proceso de normalización, Miquel Marín se encargó igualmente de estudiar su plano exterior, es decir, los contactos de la historiografía española con sus homólogas europeas en las décadas centrales del siglo XX.Estos planteamientos permiten medir el grado de internacionalización de la historiografía española,13 como también hizo Carlos Forcadell, al considerar a Jover, junto con Juan José Carreras,como uno de los nexos de unión con la historiografía alemana.14 Sobre Pierre Renouvin y su faceta como renovador de la historia de las relaciones interna- cionales en Francia, la primera referencia, de obligada consulta, es el Dictionnaire Biographi- que de Christophe Charle, gracias al cual poseemos información estructurada y clarificadora sobre la trayectoria del historiador en cuestión.15 Tras un barrido bibliográfico,y a pesar de su indiscutible trascendencia en el ámbito académico galo, no abundan las referencias sobre su persona y su obra, a pesar de algunas excepciones como las de Maurice Le Lannou, René Girault, Annette y Jean-Jacques Becker o su discípulo, Jean-Baptiste Duroselle.16 Estos tra- bajos profundizan específicamente en los nuevos aportes teóricos del historiador francés, tomando como punto de referencia el concepto de forces profondes. Algo similar ocurre con Federico Chabod, autor escasamente estudiado, salvando la obra de Margherita Angelini que lo sitúa en el contexto historiográfico italiano.17 Otros autores,siguiendo con la tendencia apuntada líneas arriba,han abordado de manera es- pecífica la influencia de historiografías extranjeras en España durante las décadas de los cincuen- taysesenta.ConcretamentelarecepcióneinfluenciadelospostuladosfrancesesenEspañadesde una óptica comparada y transnacional, tomando como referencia los procesos de transferencias culturales y la circulación de ideas.18 Finalmente, algunos historiadores como Karl Dietrich Erd- mann o Manuel Espadas Burgos han analizado los Congresos Internacionales de Ciencias Histó- ricas como plataformas de mediación cultural y foros de intercambio de teorías y metodologías.19 universitario de Zaragoza, tesina dirigida por Ignacio Peiró Martín,Universidad de Zaragoza,2011. 13 Miquel MARÍN GELABERT:“Historiadores locales e historiadores universitarios. La historiografía espa- ñola en su contexto internacional,1948-1965”,en Carlos FORCADELL ÁLVAREZ e Ignacio PEIRÓ MARTÍN (eds.):Lecturas de la historia.Nueve reflexiones sobre Historia de la Historiografía,Zaragoza, Institución «Fernando el Católico»,2001,pp.97-194 y Miquel MARÍN GELABERT:“El aleteo del lepidóptero...”. 14 Carlos FORCADELL:“YA NOTAN DISTANTE:recepción y presencia de la historiografía alemana en la España democrática”, Jerónimo Zurita, 84 (2009), pp. 279-294. 15 Christophe CHARLE:Les Professeurs de la Faculté de Lettres de Paris. Dictionnaire Biographique,1909- 1939,Vol.II,París,Institut National de la Recherche Pédagogique,Editions du CNRS,1986,pp.181-183. 16 Maurice LE LANNOU: Notice sur la vie et les travaux de Pierre Renouvin: 1893-1974, París, Institut de France, Académie des Sciences Morales et Politiques, 1977; René GIRAULT:“Pierre Renouvin, la BDIC et l’historiographie française des relations internationales”,Matériaux pour l’histoire de notre temps, 49-50 (1998),pp.7-9;Annette BECKER y Jean-Jacques BECKER:“Pierre Renouvin”enVéronique SALES, (ed.): Les historiens, París, Armand Colin, 2003, pp. 104-118; Jean-Baptiste. DUROSELLE:“Pierre Renou- vin et la science politique”,Revue française de science politique,3 (1975),pp. 561-574. 17 Margherita ANGELINI: Fare storia. Culture e pratiche della ricerca in Italia da Gioacchino Volpe a Federico Chabod, Roma, Carocci Editore, 2012. 18 René. GIRAULT:“Reflexions sur la methodologie de l’histoire des relations internationales. L’exem- ple des relations franco-espagnoles”, en AA.VV: Españoles y franceses en la primera mitad del si- glo XX, Madrid, CSIC, 1986, pp. 151-160; Julio ARÓSTEGUI: “La teoría de la historia en Francia y su influencia en la historiografía española” y Jordi CANAL i MORELL: “Admoniciones, mitos y crisis. Reflexiones sobre la influencia francesa en la historiografía contemporánea española a finales del siglo XX”, ambos en Benoît PELLISTRANDI (ed.): La historiografía francesa del siglo XX y su acogida en España, Madrid, Casa de Velázquez, 2002, pp. 365-406 y 337-364. 19 Karl DIETRICH ERDMANN: Toward a Global Community of Historians. The International Historical Congresses and the International Committee of Historical Sciences,1898-2000,NewYork,Oxford,Ber- ghahn Books, 2005; Manuel ESPADAS BURGOS: Un lugar de encuentro de historiadores. España y los Congresos Internacionales de Ciencias Históricas,Madrid, CECH,2012.También incluimos los artículos recogidos en VV.AA.: La storiografia tra passato e futuro. Il X Congresso Internazionale di Scienze Sto-
  • 16. 16 Ayeryhoy.Debates,historiografíaydidácticadelahistoria.Historiografíaespañolaentre1939y1975: Dictadurayexilio.J.C.ColomerRubio,J.EsteveMartíyM.IbáñezDomingo. JoséMaríaJoverylahistoriadelasrelacionesinternacionales: notasparasuestudio.J.AzorínArroyo la historia de la movilidad y de las migraciones universitarias.26 Dichos fenómenos han contri- buido a conformar unas redes de intercambios que actúan a modo de complemento teórico y ayudan a desarrollar unas metodologías de trabajo y unos enfoques nuevos y originales, no importados mecánicamente sino con una adecuación a los moldes previos del núcleo receptor. Y decimos que este aspecto resulta crucial para nosotros porque Jover cumple, de manera ejemplar, con las características que se le suponen a un mediador cultural. Su asistencia al X Congreso Internacional de Ciencias Históricas de Roma en 1955 y su estancia en la Universidad alemana de Friburgo de Brisgovia a principios de los años sesenta,los situaron,-máxime en un momento de autarquía cultural en el que la historiografía española había quedado relegada a los márgenes y la periferia europea-, en una posición de privilegio, como punto intermedio y nexo de unión entre diversas historiografías europeas. Hipótesis de Trabajo La hipótesis central de la investigación parte de la premisa previa que considera que la nue- va historia de las relaciones internacionales supuso, globalmente, una profunda renovación y un aporte teórico y metodológico incuestionable respecto a las viejas formas de historiar la relación entre Estados. En este sentido, José María Jover fue el verdadero introductor de este tipo de estudios en la historiografía española desde la década de los cincuenta,poniendo pun- to y final a la historia diplomática que había ido desarrollándose desde el siglo XIX. Su labor contribuyó no sólo a la renovación de la historia de las relaciones internacionales en España sino de toda la historiografía española en general. Del mismo modo, a pesar de que los primeros contactos de la historiografía española con la obra de Pierre Renouvin se produjeron con anterioridad, sobre todo a través de la sociología y la ciencia política durante la década de 1930,27 Jover fue el verdadero receptor, introductor y dinamizador de los nuevos planteamientos teóricos del historiador francés en España, madu- rándolos con posterioridad junto con los de procedencia italiana,como es el caso de la obra de Federico Chabod. La trayectoria académica e intelectual de Jover evidencia una serie de características a par- tir de las cuales se puede afirmar que toda su labor puede ser inscrita en los procesos de cam- bios y las mutaciones que tuvieron lugar en la historiografía española a lo largo de las décadas de 1950 y 1960. En otras palabras, constituye uno de los más claros exponentes del proceso de normalización externa acontecido en la historiografía española durante la dictadura. El nuevo contemporaneismo historiográfico español apareció a partir de las escuelas dis- ciplinares del franquismo, siendo las matrices medievalista y modernista madrileñas el epi- centro. Como ha demostrado Miquel Marín, la «fatiga generacional» de muchos historiadores dedicados a la Historia Moderna coadyuvó a que se abrieran nuevos caminos en la investiga- ción histórica, aproximándose progresivamente hacia unas temáticas no exploradas y crono- lógicamente más cercanas.28 26 Christophe CHARLE: La République des universitaires, 1870-1940, París, Seuil, 1994; ÍD.: “Ambassa- deurs ou chercheurs? Les relations internationales des professeurs de la Sorbonne sous la IIIe Ré- publique”, Genèses, 14 (1994), pp. 42-62.Y también la obra de François DOSSE: La marche des idées. Histoire des intellectuels, histoire intellectuelle, París, La Découverte, 2003. 27 Hemos encontrado una primera y muy temprana reseña bibliográfica de la obra de Pierre RE- NOUVIN: La crise européene et la Grande Guerre (1904-1918), París, F. Alcan, 1934, a cargo de Agustí de MONTCLAR en Criterion. Revista Trimestral de Filosofía, 35 (gener-juny de 1934), pp. 137-139. La noticia de esta mención a la obra de Renouvin ha sido posible gracias al servicio digital del Arxiu de Revistes Catalanes Antigues (ARCA). 28 Ver Miquel MARÍN GELABERT:“La fatiga de una generación.JaumeVicensVives y su Historia crítica de la vida y reinado de Fernando II de Aragón”, prólogo a Jaume VICENS VIVES: Historia crítica de la vida y reinado de Fernando II de Aragón, «Colección Historiadores de Aragón», Zaragoza, Institu- lisis mecánico de diferentes historias nacionales superpuestas, sin una verdadera vocación de conectar ambas realidades.23 En estrecha relación con lo anterior se muestran los presupuestos de la historia transna- cional, en alusión al movimiento y circulación transfronterizos de personas, ideas, tecnologías e instituciones. Lo transnacional, a caballo entre el concepto francés de mondialisation y la globalización de corte anglosajón, sitúa al Estado en relación a su contexto exterior, de modo que,a diferencia de las viejas historias nacionales,no se individualiza ni se compartimentaliza su estudio. En esta concepción, lo que prima es la relación y tensión constantes con el entorno global en el que se inscribe el Estado,retroalimentándose de manera continua con todo aque- llo que procede del exterior. La frontera pasa a un segundo plano, puesto que lo que verdade- ramente importa desde esta óptica, son los espacios intermedios, las culturas y tradiciones propias de los pueblos y la evolución y desarrollo de las instituciones.24 En consecuencia, y desde la perspectiva de la historia de la historiografía española, el se- guimiento retrospectivo del establecimiento de redes académicas y profesionales con otros países del entorno europeo debe hacerse a partir de la identificación de los préstamos o trans- ferencias culturales. Las influencias, acomodaciones, recepciones o rechazos de teorías y co- rrientes han de ser considerados como algo propio y natural dentro de la disciplina histórica, evoluciones todas ellas enmarcadas dentro de un proceso más global como es el de la norma- lización externa de la historiografía en España. Lo novedoso de la teoría de las transferencias culturales, además de tomar como referente de estudio el campo del que proviene el elemento de aculturación (es decir, la cultura origina- ria -siguiendo,en cierto sentido,la teoría de los campos de Pierre Bourdieu-),25 pone su enfoque en la cultura receptora. De este modo se descarta una posible relación o posición jerárquica de inferioridad por parte de la cultura que recibe la influencia, debiendo tomar las condiciones político-culturales y sociales del medio receptor como tema de análisis. Así, la reconstrucción de las redes de intercambio y el papel de los mediadores culturales se desvelan como piezas clave a lo largo de la investigación, razón por la cual se debe prestar especial interés al análisis de los documentos, así como al posterior discurso ideológico desarrollado a partir de los mis- mos para medir el grado y la dimensión de la recepción de la transferencia cultural, en este caso, la teoría de las relaciones internacionales. Dentro de los fenómenos de mediación cultural aplicados al plano historiográfico, las es- tancias académicas en el extranjero y los desplazamientos internacionales de los historia- dores constituyen elementos fundamentales para nuestro estudio. De este punto se nutren corrientes historiográficas como las historia de los intelectuales y, de manera más específica, de la historia comparada como fundamento metodológico sin despreciar los logros de las trans- ferencias culturales. 23 Michael ESPAGNE:“Sur les limites du comparatisme en histoire culturelle”,Genèses (1994),pp.112-121. 24 Stefan BERGER: “National Historiographies in Transnational Perspective: Europe in the Ninete- enth and Twentieth Centuries”, Storia della Storiografia, 50 (2006), pp. 3-26; ÍD.: “Introduction: Narrating the Nation: Historiography and Other Genres”, en Stefan BERGER, Linas ERIKSONAS y Andrew MYCOCK (eds.): Narrating the Nation. Representations in History, Media and the Arts, New York, Oxford, Berhahn Books, 2008, pp. 1-18; Xosé Manoel NÚÑEZ SEIXAS:“History of Civilization: Transnational or Post-Imperial? Some Iberian Perspectives (1870-1930)”, en Stefan BERGER y Chris LORENZ: Nationalizing the Past. Historians as Nation Builders in Modern Europe, Palgrave Macmi- llan, 2010, pp. 384-403 y la recopilación de trabajos en Christophe CHARLE, Jürgen SCHRIEWER y Peter WAGNER (eds.): Transnational Intellectual Networks. Forms of Academic Knowledge and the Search for Cultural Identities, Frankfurt, New York, Campus Verlag, 2004. 25 Pierre BOURDIEU: “Les conditions sociales de la circulation internationale des idées”, Actes de la Recherche en Sciences Sociales, 145 (2002), pp. 3-8.