El documento discute si es posible una revolución educativa sin la integración de herramientas tecnológicas en el aula. Explica que las herramientas tecnológicas como procesadores de texto, gráficos y animaciones facilitan el trabajo de maestros, alumnos y padres. Sin embargo, no puede haber una verdadera revolución educativa si las aulas carecen de estas herramientas tecnológicas necesarias para lograr un aprendizaje significativo.