El documento debate si la dirección de empresas es más un arte o una ciencia. Algunos ven la dirección como un proceso racional basado en técnicas, mientras que otros creen que se trata más de liderazgo, visión e intuición. Sin embargo, la mayoría de directivos exitosos combinan ambos enfoques. La dirección requiere tanto orden y racionalización como innovación y cambio, dependiendo de la fase de desarrollo de la empresa. Un buen director de pyme suele ser intuitivo pero se beneficia de combinar su experiencia con ideas de gest
1. DIRIGIR:
¿CIENCIA
O
ARTE?
La
literatura
sobre
los
estilos
de
dirigir
y
las
características
de
un
buen
líder
es
abundante
y
a
menudo
contradictoria.
lo
mismo
ocurre
en
la
realidad:
hay
directivos
eficaces
que
tienen
muy
distintos
estilos
y
maneras
de
hacer
las
cosas.
Una
discusión
que
puede
parecer
demasiado
teórica
pero
que
probablemente
proporcionará
ideas
interesantes
para
una
autoreflexión
sobre
este
tema
es
la
que
intenta
enfrentar
dos
maneras
aparentemente
distintas
de
dirigir.
Para
Theodor
Levitt,
por
ejemplo,
"dirigir
consiste
en
analizar
racionalmente
una
situación
y
señalar
los
objetivos
a
alcanzar;
desarrollar
sistemáticamente
las
estrategias
para
conseguir
aquellos
objetivos;
coordinar
los
recursos;
diseñar
la
estructura,
dirección
y
control
necesarios;
y
finalmente
motivar
y
recompensar
a
las
personas
que
ponen
en
práctica
el
proceso".
Por
el
contrario,
Henry
Boettinger
tiene
una
forma
muy
distinta
de
entender
la
dirección:
"Dirigir
consiste
en
arrastrar
a
otros
y
ello
implica
que
quien
dirige
ha
de
ser
capaz
de
comprender
las
necesidades
y
deseos
de
los
demás
para
compartir
con
ellos
una
visión
que
aceptan
como
propia.
Si
esto
no
es
arte,
¿qué
es
arte?".
Para
unos,
la
dirección
de
organizaciones
es
un
proceso
fundamentalmente
racional,
una
"ciencia"
que
se
aprende
mediante
una
formación
adecuada
y
se
perfecciona
con
el
paso
de
los
años.
El
prototipo
del
buen
directivo
es,
en
este
contexto,
el
manager
o
ejecutivo
que
ha
aprendido
las
técnicas
modernas
y
las
pone
en
práctica
en
cualquier
tipo
de
empresa.
Parra
otros,
la
dirección
tiene
mucho
más
de
"arte"
(visión,
intuición)
que
de
técnica.
Los
mejores
directivos
son
los
líderes,
los
"artistas
del
management"
que
con
su
intuición
y
talento
natural
son
capaces
de
crear
y
desarrollar
empresas
y
organizaciones
a
partir
de
una
idea.
Según
este
enfoque,
los
directivos
eficaces
"nacen",
no
"se
hacen".
En
un
mundo
estable,
como
el
que
fué
la
norma
durante
muchos
años,
los
"líderes"
se
justificaban
para
los
primeros
años
de
una
empresa
pero
se
consideraba
que
les
era
muy
difícil
adaptarse
a
las
exigencias
de
una
estructura
más
compleja
y
de
mayor
tamaño.
Eran
los
2. "ejecutivos"
formados
en
las
escuelas
de
negocios
los
que
tenían
que
hacerse
cargo
de
la
dirección.
Hoy
día,
sin
embargo,
vivimos
en
un
entorno
en
cambio
permanente
en
el
que
la
creatividad,
la
visión
y
el
carisma
tienen
mucha
importancia
sin
olvidar
la
necesidad
de
mezclarlos
con
una
técnica
lo
más
depurada
posible.
Es
evidente
que
en
la
realidad
todos
los
buenos
directores
suelen
tener
un
porcentaje
de
"líder
"
y
un
porcentaje
de
"ejecutivo"
pero
en
un
grado
de
importancia
diferente.
¿Qué
tipo
de
"jefe"
es
en
principio
preferible
para
la
empresa
de
hoy
y
mas
concretamente
para
las
pymes?
La
experiencia
en
diversas
compañías
y
en
distintos
sectores
-‐siempre
en
el
contexto
de
un
entorno
cambiante-‐
me
lleva
a
afirmar
que
en
la
vida
de
cada
una
de
ellas
suelen
sucederse
-‐y
repetirse
al
cabo
de
un
tiempo-‐
fases
que
podríamos
llamar
de
cierta
estabilidad
o
mantenimiento
y
otras
de
cambio
profundo.
En
las
primeras
es
necesario
ordenar,
racionalizar,
organizar;
en
las
otras
es
preciso
innovar,
cambiar,
readaptarse,
crear,
rejuvenecer.
A
nivel
puramente
teórico,
en
las
primeras
un
director
"ejecutivo"
es
idealmente
más
adecuado;
en
las
segundas
un
director
intuitivo
y
carismático.
Un
"artista"...
En
realidad
la
dirección
no
es
una
actividad
exclusiva
de
los
"científicos"
ni
de
los
"artistas".
Por
un
lado
porque
todos
tenemos
algo
de
los
dos.
Por
otro
porque
hay
momentos
en
que
la
empresa
requiere
"orden"
y
otros
en
las
que
se
requiere
"cambio".
El
director
de
una
empresa
pequeña
o
mediana
es
normalmente
una
persona
intuitiva,
que
ha
aceptado
un
riesgo
inicial,
ha
superado
las
dificultades
y
se
ha
ido
formando
a
partir
de
su
propia
experiencia.
Esto
es
lógico
y
positivo,
sobretodo
en
una
primera
fase
del
desarrollo
empresarial.
Pero
a
partir
de
aquí
es
evidente
que
combinar
esta
intuición
y
experiencia
con
ideas
desarrolladas
por
el
"management
científico"
tiene
grandes
ventajas
para
todo
tipo
de
organizaciones.
En
especial
si
estas
ideas
se
desarrollan
en
programas
diseñados
especialmente
pensando
en
las
pyme.
Una
buena
combinación
de
"arte"
y
"ciencia"
suele
dar
excelentes
resultados.