El documento discute las interpretaciones de la Revolución de Mayo de 1810. Argumenta que fue un movimiento democrático que formó parte de los procesos revolucionarios en España y Francia, más que una revolución separatista o pro-británica. Afirma que benefició a las clases elitistas pero perjudicó a las clases populares al cambiar el acceso a los recursos. Plantea reexaminar qué cambió realmente durante la revolución y quiénes la impulsaron.