Ensayo que aborda desde diferentes perspectivas el tema de Eutanasia, con el fin de que el lector desarrolle un pensamiento reflexivo que sea de ayuda en momentos de toma de desiciones tan importantes.
Ensayo que aborda desde diferentes perspectivas el tema de Eutanasia, con el fin de que el lector desarrolle un pensamiento reflexivo que sea de ayuda en momentos de toma de desiciones tan importantes.
"Cómo puede un ser que necesita un significado, encontrarlo en un mundo que no lo tiene".
La Logoterapia en su labor terapéutica es…“hacer consciente al paciente de su responsabilidad ante la vida en virtud de la inevitabilidad de su muerte”.
La muerte, dice Frankl… nos debería hacer más conscientes de nuestra
Responsabilidad frente a la vida, ya que únicamente se vive sólo una vez. El peso no es ligero y no es fácil admitirlo.
La ciencia del Bien Morir: Tanatología, de Dora Luz Flores, psicóloga y tanat...teresaguirre
Esta es una descripcióm bastante completa y gráfica de Dora Luz Flores, sobre la Tanatología desde la perspectiva de una terapeuta pasa también por todo lo que implica la enfermedad grave de un ser querido.
"Cómo puede un ser que necesita un significado, encontrarlo en un mundo que no lo tiene".
La Logoterapia en su labor terapéutica es…“hacer consciente al paciente de su responsabilidad ante la vida en virtud de la inevitabilidad de su muerte”.
La muerte, dice Frankl… nos debería hacer más conscientes de nuestra
Responsabilidad frente a la vida, ya que únicamente se vive sólo una vez. El peso no es ligero y no es fácil admitirlo.
La ciencia del Bien Morir: Tanatología, de Dora Luz Flores, psicóloga y tanat...teresaguirre
Esta es una descripcióm bastante completa y gráfica de Dora Luz Flores, sobre la Tanatología desde la perspectiva de una terapeuta pasa también por todo lo que implica la enfermedad grave de un ser querido.
Necesidades espirituales del paciente con enfermedad avanzada durante el proceso de enfermedad y al final de la vida, acompañamiento espiritual por profesionales sanitarios
Descripcion de la muerte y el proceso de morir.
Descripcion de los ciclos de duelo de EKR.
Descripcion about the death and died process.
Descripcion about EKR duel process.
Muestra el aporte que ha hecho la iglesia a la muerte digna: concepción positiva de la muerte, valoración significativa del dolor, asistencia benevolente al sufriente, respeto incondicional a todo ser humano
Conferencia inaugural Congreso Asociación Andaluza de Cirujanos 2017trujillo40
El Dr.Joseantonio Trujillo compartió sus reflexiones sobre Medicina 3.0 y Branding Médico en la Conferencia inaugural Congreso Asociación Andaluza de Cirujanos 2017.
La sociedad del cansancio Segunda edicion ampliada (Pensamiento Herder) (Byun...JosueReyes221724
La sociedad del casancio, narra desde la perspectiva de un Sociologo moderno, las dificultades que enfrentramos en las urbes modernas y como estas nos deshumanizan.
IA, la clave de la genomica (May 2024).pdfPaul Agapow
A.k.a. AI, the key to genomics. Presented at 1er Congreso Español de Medicina Genómica. Spanish language.
On the failure of applied genomics. On the complexity of genomics, biology, medicine. The need for AI. Barriers.
En el marco de la Sexta Cumbre Ministerial Mundial sobre Seguridad del Paciente celebrada en Santiago de Chile en el mes de abril de 2024 se ha dado a conocer la primera Carta de Derechos de Seguridad de Paciente, a nivel mundial, a iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los objetivos del nuevo documento pasan por los siguientes aspectos clave: afirmar la seguridad del paciente como un derecho fundamental del paciente, para todos, en todas partes; identificar los derechos clave de seguridad del paciente que los trabajadores de salud y los líderes sanitarios deben defender para planificar, diseñar y prestar servicios de salud seguros; promover una cultura de seguridad, equidad, transparencia y rendición de cuentas dentro de los sistemas de salud; empoderar a los pacientes para que participen activamente en su propia atención como socios y para hacer valer su derecho a una atención segura; apoyar el desarrollo e implementación de políticas, procedimientos y mejores prácticas que fortalezcan la seguridad del paciente; y reconocer la seguridad del paciente como un componente integral del derecho a la salud; proporcionar orientación sobre la interacción entre el paciente y el sistema de salud en todo el espectro de servicios de salud, incluidos los cuidados de promoción, protección, prevención, curación, rehabilitación y paliativos; reconocer la importancia de involucrar y empoderar a las familias y los cuidadores en los procesos de atención médica y los sistemas de salud a nivel nacional, subnacional y comunitario.
Y ello porque la seguridad del paciente responde al primer principio fundamental de la atención sanitaria: “No hacer daño” (Primum non nocere). Y esto enlaza con la importancia de la prevención cuaternaria, pues cabe no olvidar que uno de los principales agentes de daño somos los propios profesionales sanitarios, por lo que hay que prevenirse del exceso de diagnóstico, tratamiento y prevención sanitaria.
Compartimos el documento abajo, estos son los 10 derechos fundamentales de seguridad del paciente descritos en la Carta:
1. Atención oportuna, eficaz y adecuada
2. Procesos y prácticas seguras de atención de salud
3. Trabajadores de salud calificados y competentes
4. Productos médicos seguros y su uso seguro y racional
5. Instalaciones de atención médica seguras y protegidas
6. Dignidad, respeto, no discriminación, privacidad y confidencialidad
7. Información, educación y toma de decisiones apoyada
8. Acceder a registros médicos
9. Ser escuchado y resolución justa
10. Compromiso del paciente y la familia
Que así sea. Y el compromiso pase del escrito a la realidad.
REALIZAR EL ACOMPAÑAMIENTO TECNICO A LA MODERNIZACIÓN DEL SISCOSSR, ENTREGA DEL SISTEMA AL MINISTERIO DE SALUD Y PROTECCIÓN SOCIAL PARA SU ADOPCIÓN NACIONAL Y ADMINISTRACIÓN DEL APLICATIVO, EN EL MARCO DEL ACUERDO DE SUBVENCIÓN NO. COL-H-ENTERRITORIO 3042 SUSCRITO CON EL FONDO MUNDIAL.
2. La vida no se entiende sin el hombre. Lo humano inunda todos los rincones de
nuestro mundo.
Todos nacemos vulnerables y desprotegidos, pero revestidos de dignidad.
Estrenamos libertad y aceptamos nuestra obligación de vivir. Todos fuimos
premiados con la misma suerte: la de ser hombres.
Los conceptos de libertad y dignidad humana son claves para poder
acercarnos al dolor y el sufrimiento humanos. Son dos de nuestros grandes
tesoros.
Nuestra libertad necesita el servicio de nuestra voluntad para aspirar a ser más
humano. El hombre sólo se reconoce libre, y cuando se siente cautivo de
alguien o algo, se revela en lo más intimo de él. Así le decía Don Quijote a
Sancho: “la libertad es uno de los más preciosos dones que los cielos dieron a
los hombres, con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni
el mar; por la libertad como por la honra se puede y debe aventurar la vida”.
Por conocernos sujetos libres, no podemos modificar las condiciones o reglas
de nuestra partida en la vida. Nadie por nosotros podrá vivir nuestra propia vida
y por tanto enfrentarse a la provocación del dolor y a la prueba del sufrimiento.
El precio de nuestra libertad es que podremos ser felices, pero de igual
manera, podremos sufrir.
La dignidad es el atributo primero de cualquier hombre. Es la joya que
encerramos cada uno de nosotros. Nadie puede renunciar a la dignidad que le
ha sido regalada. Es triste observar cómo la mancillamos en tantas ocasiones.
En estos malos tiempos para la dignidad humana es más preciso, si cabe, su
defensa y admiración. Por ella somos capaces de lo mejor. En palabras del
filósofo Kant: “la humanidad misma es dignidad: porque el hombre no puede
ser utilizado únicamente como medio por ningún hombre (ni por otros, ni
siquiera por sí mismo), sino siempre a la vez como fin, y en esto consiste
precisamente su dignidad en virtud de la cual se eleva sobre todas las cosas ”1.
En tanto que somos dignos podemos vivir todo lo que le es propio al hombre,
incluido el dolor y el sufrimiento. Ningún hombre pierde su dignidad por sufrir.
1
KANT, Metafísica de las Costumbres, Segunda parte. Principios de la doctrina de la virtud, Tecnos, trad. de
Cortina, A., Madrid, 1989.
3. Hemos sido afortunados habiendo sido invitados a vivir. Los dones que se nos
han concedido han sido muchos. Pero la vida humana no sería como es, si no
tuviéramos la certeza de nuestra propia muerte. “El miedo a la muerte es un
miedo universal aunque creamos que lo hemos dominado en muchos niveles”.2
Morimos porque hemos vivido y no al contrario como algunos agoreros
pregonan. Somos conocedores que el dolor y el sufrimiento nos aguardan. Sus
ecos nos recuerdan lo inevitable de nuestra muerte y eso nos aterra de inicio.
El dolor y sufrimiento son universales, inevitables, caprichosos,
incomprensibles, pero fundamentalmente humanos.
La dignidad, el amor, la libertad, la justicia, la solidaridad, la alegría, la felicidad
son humanas, pero de igual manera lo son el dolor, el sufrimiento, la amargura,
la pena. El hombre sólo puede vivir una vida auténtica si conoce por igual la
caricia del amor y el zarpazo del sufrimiento. Distorsionamos la verdad sobre el
hombre si pretendemos excluir las experiencias que siendo humanas no nos
son agradables o placenteras. Empequeñeceríamos al hombre y lo haríamos
cautivo de una gran mentira.
Nos interesamos en estos momentos por el dolor y sufrimiento humanos con
mayor detalle.
Según la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (AIED), éste se
define como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable asociada a
una lesión tisular real o potencial o descrita en términos de daño”. De esta
definición se desprenden varios conceptos importantes. El primero, que el dolor
es una experiencia subjetiva y personal; el segundo es la existencia o no de
una lesión tisular real, es decir no es necesaria la presencia de una lesión
morfológica que justifique el dolor de una persona.3
Como vemos esta definición de dolor tiene mucho que ver con la biología
humana. Hay un grado moderado de dolor físico que de ningún modo podemos
denominar sufrimiento, pues tiene, en la coherencia total de la vida, un sentido
claramente conocido, una función biológica, y lo aceptamos sin objeción.
El dolor no es sinónimo de sufrimiento. Puede existir dolor sin sufrimiento, y
sufrimiento sin dolor. Es frecuente encontrarlos asociados, pero
indudablemente hablamos de conceptos que describen realidades diferentes. 4
De ahí la pertinencia de encontrar una buena definición de sufrimiento. Para mi,
la mejor es la que formularon los autores Chapman y Gravin: “el sufrimiento es
un estado afectivo, cognitivo y negativo complejo caracterizado por la
sensación que experimenta la persona de encontrarse amenazada en su
integridad, por su sentimiento de impotencia de hacer frente a esta amenaza y
por el agotamiento de los recursos personales y psicosociales que le
permitirían afrontarla”5. La amenaza a su integridad y el agotamiento de los
recursos para afrontarla por parte de la persona, son las características que
mejor definen al sufrimiento humano.
2
Elisabeth Kübler-Ross. Sobre la muerte y los moribundos. Editorial Mondadori. Barcelona 1975.
3
Melzack R. y Katz J. Pain assessment in adult patients. En P.D. Wall y R. Melzack (Eds). Text of pain.
5th Edition. Elsevier Churchill Livingstone. Edinburg 2006.
4
Ramón Bayés. “Psicología del sufrimiento y de la muerte”. Editorial Martínez Roca. Barcelona 2001.
5
CR Chapman y J Garvin. “Suffering: the contributions of persistent pain” The Lancet 353, 2233-2237.
1999.
4. Titán “Atlas”
De una forma muy bella el santo de Hipona, describe de forma magistral el
sufrimiento que padeció por la pérdida de un amigo y que claramente se
diferencia de lo que entendemos por dolor físico: “¡Qué terrible dolor para mi
corazón! Cuanto miraba era muerte para mí: la ciudad se me hacía
inaguantable, mi casa insufrible y cuanto había compartido con él se me volvía
sin él en un cruelísimo suplicio. Lo buscaba por todas partes y no aparecía; y
llegué a odiar todas las cosas, porque no podían decirme como antes, cuando
venía después de una ausencia:”he aquí que ya viene” (…). Sólo el llanto me
era dulce y ocupaba el lugar de mi amigo en las delicias de mi corazón (…). Me
maravillaba que la gente siguiera viviendo, muerto aquél a quien yo había
amado como si nunca hubiera de morir; y más me maravillaba aún que, muerto
él, siguiera yo viviendo, que era otro él. Bien dijo el poeta Horacio de su amigo
que era la “mitad de su alma”, porque yo sentí también, como Ovidio, que “mi
alma y la suya no eran más que una en dos cuerpos”; y por eso me producía
tedio el vivir, porque no quería vivir a medias, y a la vez temía quizá mi propia
muerte, para que no muriera del todo aquél a quien yo tanto amaba”.6
San Agustín
6
San Agustín. “Confesiones”. Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid 1970.
5. El hombre siempre ha encontrado soluciones para el dolor y el sufrimiento, y
también en algunas ocasiones respuestas. Comenzaremos un recorrido por
las mismas.
Dependiendo de las diferentes concepciones que se tienen del hombre y de la
época histórica a que nos refiramos, podemos encontrar estas diferentes
respuestas.
Así para un materialista, el sentido de las cosas está ligado al obrar del
hombre. El sentido termina allí donde la praxis llega a su término. En ese
momento sólo le queda al hombre la resignación.
Para el estoico actual que acepta desde el principio voluntariamente lo que no
puede cambiar, no puede entender que le pueda suceder nada que le obligue a
sufrir, ya que no ha podido intervenir sobre su generación.
Nietzsche, defensor de la “Teoría moderna del caos y del azar”, afirma: “he
encontrado que en las cosas esta feliz certidumbre: prefieren danzar con los
pies del azar”. ¿Qué necesidad existe de encontrar ningún sentido a nada si
nos gobierna el imperio del azar?
El nuevo pensador occidental influenciado por las corrientes budistas, tan de
moda en nuestra sociedad, nos invita a apartar la conciencia del lugar donde se
sufre. A través de la meditación desaparece el yo, se anula nuestra conciencia
y por tanto nuestra posibilidad de sufrir.
La sociedad actual concentra sus esfuerzos en la evitación y supresión del
dolor, así como en la disminución del sufrimiento. En muchas ocasiones elude
el acercamiento a ambos fenómenos, por considerarlo un proceso penoso y
duro.
Vivimos en una sociedad dinámica que a diferencia de las sociedades
primitivas, tiende a la abolición del sufrimiento cuando puede, y a la ocultación
del mismo cuando no lo consigue. Cuando no puede plantarle cara desde un
punto de vista de manejo y control del mismo, y por tanto no lo puede hacer
desaparecer, esta sociedad moderna se queda sin saber que decir.7
Si se cae en el error de rechazar sistemáticamente el sufrimiento y el sacrificio
que inevitablemente la realidad nos demanda, se puede conseguir al precio de
aceptar una vida falseada en sus cimientos, que al precio de deshumanizarse
paulatinamente, engendra personalidades afectivamente débiles e inestables.
El hombre se revela ante esta visión desnaturalizada de su esencia y aspira a
encontrar un sentido.
La pregunta acerca del sentido del sufrimiento es, ante todo, una pregunta
paradójica. Ella misma es expresión de sufrimiento, de ausencia indudable del
sentido del actuar, de falta de control del mismo y de desesperación ante tan
gravosa situación. Posiblemente busquemos lo que el psiquiatra austriaco
Victor Frankl, superviviente del holocausto nazi, escribíó: “cualquier tipo de
sufrimiento y de sacrificio que la vida nos depara, será aceptado con fortaleza
por el ser humano, si sabe que detrás de él hay un sentido que puede iluminar
su significado”8
Finalmente, muchos pensadores consideran que la cuestión sobre el sentido
del sufrimiento es específicamente una cuestión religiosa. Nuestra sociedad
occidental de tradición judeo–cristiana, sitúa la pregunta frente a un Dios
omnipotente y justo. Sólo a Él es posible preguntarle: ¿cómo se armoniza el
7
Robert Spaemann. “Distintas actitudes frente al dolor humano”. Revista Atlántida. Número 15.
8
Victor Frankl. “El hombre en busca de sentido”. Editorial Herder. Barcelona 1979.
6. hecho de la existencia de un Dios bondadoso con la existencia de sufrimiento
en el mundo?