El documento resume el pasaje del Evangelio de Marcos donde Jesús visita su ciudad natal de Nazaret y es rechazado por sus vecinos. 1) Jesús enseña en la sinagoga local pero los residentes se escandalizan de él porque lo conocían como el hijo de un carpintero. 2) Jesús les dice que un profeta no es aceptado en su propia tierra. 3) A causa de su falta de fe, Jesús no pudo hacer muchos milagros allí excepto sanar a unos pocos enfermos.
En el contexto de este Año de la Misericordia estamos llamados a vivir el tiempo de Navidad en medio de la colonia, en las casas, en los ambientes de la vida y en la rutina diaria, donde precisamente están las “periferias existenciales” de nuestras comunidades y donde tenemos que anunciar el amor misericordioso de Dios y el camino de salvación y liberación.
Frailes predicadores sin fronteras (Tras los pasos de Santo Domingo de Guzmán...dominicosweb
En la Edad Media los pueblos europeos occidentales vivían en situación de cristiandad; todos eran oficialmente cristianos, y no se contaba con “los otros. Es verdad que, en la sociedad española de la Reconquista, convivían tres religiones –católica, judía, musulmana- hasta la uniformidad decidida por los Reyes Católicos en 1492. Pero Domingo inició su actividad como predicador en la región meridional de Francia poblada de sectas heréticas que se alejaban de la Iglesia oficial y se perdían en el error con la apariencia de una pobreza evangélica. Como predicador itinerante derribó los muros del monasterio para dedicarse a la predicación de la gracia, si bien su actividad brota espontáneamente de la contemplación; es totalmente contemplativo e incansablemente activo.
Nuestra Señora de Guadalupe. Año de la MisericordiaDavid Jasso
Habiendo iniciado el Año de la Misericordia estamos llamados como Iglesia a profundizar aún más en esta experiencia de ser amados por Dios, descubriendo los momentos de misericordia que significativamente podemos constatar a lo largo de nuestra vida.
Dios se manifiesta en la historia, de eso no tenemos duda y singularmente a través de María de Guadalupe lo ha hecho de una forma sin precedente para nosotros, como pueblo mexicano.
En el contexto de este Año de la Misericordia estamos llamados a vivir el tiempo de Navidad en medio de la colonia, en las casas, en los ambientes de la vida y en la rutina diaria, donde precisamente están las “periferias existenciales” de nuestras comunidades y donde tenemos que anunciar el amor misericordioso de Dios y el camino de salvación y liberación.
Frailes predicadores sin fronteras (Tras los pasos de Santo Domingo de Guzmán...dominicosweb
En la Edad Media los pueblos europeos occidentales vivían en situación de cristiandad; todos eran oficialmente cristianos, y no se contaba con “los otros. Es verdad que, en la sociedad española de la Reconquista, convivían tres religiones –católica, judía, musulmana- hasta la uniformidad decidida por los Reyes Católicos en 1492. Pero Domingo inició su actividad como predicador en la región meridional de Francia poblada de sectas heréticas que se alejaban de la Iglesia oficial y se perdían en el error con la apariencia de una pobreza evangélica. Como predicador itinerante derribó los muros del monasterio para dedicarse a la predicación de la gracia, si bien su actividad brota espontáneamente de la contemplación; es totalmente contemplativo e incansablemente activo.
Nuestra Señora de Guadalupe. Año de la MisericordiaDavid Jasso
Habiendo iniciado el Año de la Misericordia estamos llamados como Iglesia a profundizar aún más en esta experiencia de ser amados por Dios, descubriendo los momentos de misericordia que significativamente podemos constatar a lo largo de nuestra vida.
Dios se manifiesta en la historia, de eso no tenemos duda y singularmente a través de María de Guadalupe lo ha hecho de una forma sin precedente para nosotros, como pueblo mexicano.
El Año de la Misericordia al que nos ha llamado el Papa Francisco inicia en el Adviento, un tiempo privilegiado para renovar nuestra esperanza en el “Dios-con-nosotros” que ha venido para quedarse en medio de su pueblo para caminar juntos viviendo el Reino.
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 -2021.
“Invocando el Espíritu Santo y reunidos los frailes, les dijo [fray Domingo] que había decidido en lo íntimo de su corazón enviarles a todos por el mundo, aunque fueran pocos; en lo sucesivo ya no morarían allí juntos. Se admiraron todos al
manifestarles decisión tan categórica, fraguada con tal rapidez.
Pero como les animaba una indudable sumisión a la autoridad que le daba su vida santa, asintieron con facilidad, confiando en que todo conduciría a buen fin.”
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
La Resiliencia se puede construir. No viene porque sí, sin más, hay que “alimentarla” con sueños, con los recuerdos de quién queremos ser, con un cierto realismo de aceptar que en toda vida hay momentos de oscuridad, pero sobre todo con la confianza en que Dios es capaz de darnos la fuerza, la gracia, el amor, para no rendirnos... y para aprender de esos malos momentos en la vida. Aprender cosas que nos serán de un grandísimo valor el resto de nuestro tiempo.
Domingo hace una crítica constructiva para aportar una perspectiva nueva que sea más enriquecedora y más acorde al Evangelio y a la misión que el Espíritu Santo había despertado en su corazón. Se muestra crítico con su mundo en todo lo que lo aleja del amor la compasión y la ética del evangelio, en todo lo que en ese mundo no corresponde a lo que debería ser según la fe, y a la par muestra alternativas y nuevas opciones para cambiarlo. Criticar sin construir, sin proponer alternativas, no corresponde a la mirada de Jesús.
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
El Año de la Misericordia al que nos ha llamado el Papa Francisco inicia en el Adviento, un tiempo privilegiado para renovar nuestra esperanza en el “Dios-con-nosotros” que ha venido para quedarse en medio de su pueblo para caminar juntos viviendo el Reino.
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 -2021.
“Invocando el Espíritu Santo y reunidos los frailes, les dijo [fray Domingo] que había decidido en lo íntimo de su corazón enviarles a todos por el mundo, aunque fueran pocos; en lo sucesivo ya no morarían allí juntos. Se admiraron todos al
manifestarles decisión tan categórica, fraguada con tal rapidez.
Pero como les animaba una indudable sumisión a la autoridad que le daba su vida santa, asintieron con facilidad, confiando en que todo conduciría a buen fin.”
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
La Resiliencia se puede construir. No viene porque sí, sin más, hay que “alimentarla” con sueños, con los recuerdos de quién queremos ser, con un cierto realismo de aceptar que en toda vida hay momentos de oscuridad, pero sobre todo con la confianza en que Dios es capaz de darnos la fuerza, la gracia, el amor, para no rendirnos... y para aprender de esos malos momentos en la vida. Aprender cosas que nos serán de un grandísimo valor el resto de nuestro tiempo.
Domingo hace una crítica constructiva para aportar una perspectiva nueva que sea más enriquecedora y más acorde al Evangelio y a la misión que el Espíritu Santo había despertado en su corazón. Se muestra crítico con su mundo en todo lo que lo aleja del amor la compasión y la ética del evangelio, en todo lo que en ese mundo no corresponde a lo que debería ser según la fe, y a la par muestra alternativas y nuevas opciones para cambiarlo. Criticar sin construir, sin proponer alternativas, no corresponde a la mirada de Jesús.
Materiales preparados por el equipo de Pastoral Juvenil Vocacional de Familia Dominicana (Jóvenes Dominicos) con motivo del Jubileo de Santo Domingo de Guzmán 1221 - 2021.
"Nadie es profeta en su pueblo". Ni Jesús. En Nazaret es rechazado el Maestro, por considerarlo no digno, ser motivo de escándalo para los de Nazaret. Leer Marcos 6, 1-6
Powert Point de la Presentación a cargo de Mns. D. Mario iceta (Obispo de BIlbao) de Carta Pastoral de Cuaresma de los Obispos de Pamplona-Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria sobre la experiencia de la fe. (Bilbao el 14 de febrero de 2013)
Messaggio della Consigliera per le Missioni_14 agosto 2021 por
Dom. xiv tiempo ordinario, ciclo 'b'
1. 1
Lectio Divina
XIV Domingo, T.O. Ciclo ‘B’
(Mc 6, 1-6)
A lo largo de la páginas de su Evangelio, Marcos indica que la
presencia y la acción de Jesús constituyen una fuente creciente de
gozo para algunos y un motivo de rechazo para otros. Crece el
conflicto y el misterio de Dios, que hace su propuesta salvadora a
sus hijos, en su Hijo, Cristo Jesús.
Con el capítulo 6º, y en esta narración nos encontramos delante de una curva. La gente de
Nazaret se cierra ante Jesús (Mc 6,1-6). Y Él, ante esta postura de cierre de la gente de su
comunidad, se abre a gentes de otras comunidades. Se dirige a los de Galilea y envía a sus
discípulos en misión, enseñando cómo debe ser la relación con las personas, de modo que sea
verdadera y comunitaria, que no excluya a nadie, como sucedía entre los de Nazaret (Mc 6,7-
13).
Cuando Marcos escribió su Evangelio, las comunidades cristianas vivían una situación difícil,
sin horizontes. Humanamente hablando no había futuro para ellos. La descripción del
conflicto que Jesús vivió en Nazaret y el envío de los discípulos, que alarga su misión, las
vuelve creativos. Para aquéllos que creyeron en Jesús hubo siempre un horizontes, porque es
“el camino, la verdad y la vida” (Jn 14).
Seguimiento:
1. Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguieron.
2. Cuando llegó el sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírle, quedaba
maravillada, y decía: «¿De dónde le viene esto? y ¿qué sabiduría es esta que le ha sido
dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y
no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él.
4. Jesús les dijo: «Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en su casa carece de
prestigio.»
5. Y no podía hacer allí ningún milagro, a excepción de unos pocos enfermos a quienes curó
imponiéndoles las manos.
6. Y se maravilló de su falta de fe.
LEER: entender lo que dice el texto fijándose en cómo lo dice
Tres evangelistas recogen el episodio con todo detalle. Según Marcos, Jesús llega a Nazaret
acompañado de un grupo de discípulos y con fama de profeta que cura. Sus vecinos no saben
qué pensar.as por Jesús y quedó escandalizada.
Siempre es bueno regresar a nuestra tierra. Después de una larga ausencia, también Jesús
regresa y, como de costumbre, en el día de sábado va a una reunión de la comunidad.
Jesús tomó la palabra.. Signo de que las personas podían participar y expresar su opinión.
Pero a la gente no le gustaron las palabras expresadas por Él.
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Lo conocían desde niño y se preguntaban: ¿cómo cambió tanto? La gente de Cafarnaún había
aceptado la enseñanza de Jesús (Mc 1,22), pero su gente, la de Nazaret, se escandalizaba y no
lo había aceptaban.
¿Cuál fue el motivo de este rechazo? “¿No es éste el carpintero, el hijo de María?” No
aceptaban el misterio de Dios presente en una persona tan común como ellos. ¡Para que les
hablara de Dios creían que tenía que ser diferente de ellos!
Las personas que tendrían que hacer sido las primeras en aceptar la Buena Nueva, fueron
precisamente las primeras en no aceptarla.
El conflicto no fue sólo con los de fuera, sino sobre todo con la gente de Nazaret.
Ellos no lo aceptan, porque no consiguen entender el misterio que rodea su persona. Se
hacían tantas preguntas: “¿De dónde le viene todo esto? ¿Y qué sabiduría es ésta que le ha sido
dada? ¿Y esos prodigios hechos por sus manos? ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, el
hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no están aquí con
nosotros?” Y no le creyeron.
Jesús despertaba admiración verdadera por su sabiduría, por la ciencia sobrenatural y la
calidad de sus enseñanzas, pero sus paisanos eran incrédulos.
Quienes fueron acogiendo sus enseñanzas formaron su nueva familia. Todos aquellos que
cumplían la voluntad de Dios (Marcos 3, 35), como María, su madre, quien fue la primera en
ponernos el ejemplo de lo que quiere decir creer, aceptar la salvación de Dios que Cristo Jesús
vino a traernos.
MEDITAR: aplicar lo que dice el texto a nuestra vida
Jesús no era un sacerdote del gran templo, ocupado en cuidar y promover la religión.
Tampoco fue un maestro de la Ley, dedicado a defender la Torá de Moisés. Los campesinos de
Galilea no veían en sus curaciones y en sus palabras de fuego la actuación de un profeta
movido por el Espíritu de Dios. Él sabía que le esperaba la incomprensión y el conflicto.. Los
dirigentes religiosos se le enfrentaron, y como los profetas, fue perseguido y rechazado por
los suyos.
Jesús entró en la pequeña sinagoga del pueblo y "empezó a enseñar" siendo sábado. Sus
vecinos y familiares al escucharlo se cuestionaban: ¿Dónde ha aprendido ese mensaje
sorprendente del reino de Dios? ¿De quién ha recibido esa fuerza para curar? Marcos dice que
todo "les resultaba escandaloso". ¿Por qué?
Los paisanos de Jesús se habían hecho una idea de él, porque se quedaron con la imagen que
tenían de su origen, infancia, familia, entorno. En lugar de acogerlo tal como se presentó ante
ellos, se bloquearon. No podían abrirse al misterio que encerraba su persona. Se resistían a
descubrir en él la cercanía salvadora de Dios.
Esas personas no estaban dispuestas a escuchar el mensaje que el Maestro les dirigía en
nombre de Dios. Ellos tenían su sinagoga, sus libros sagrados y sus tradiciones. Vivían su
religión buscando no incomodarse. La presencia profética de Jesús podría quitarles la
tranquilidad. ¿Y nosotros cómo la vivimos?
Marcos habla de la estrechez pueblerina y familiar de los nazarenos, quienes conocían a Jesús,
a su familia y por ello desestimaron sus poderes y se “escandalizaban de su predicación.”.
Desconfiaban del valor de sus obras porque no era uno de los doctores de Jerusalén. Como
3. 3
esperaban un Mesías gu errero, que movería la revolución política, ocasionando temor y
violencia, se cuestionaban: ¿Puede ser éste el Mesías, siendo pacificador, conocido y cercano a
todos nosotros?
Jesús, conociendo qué pensaban de él dijo: “¡Un profeta no es despreciado más que en su
propia patria, entre sus parientes y en su casa!” Quería actuar entre ellos, pero no pudo
hacerlo, por su falta de fe.
Los cristianos tenemos imágenes bastante diferentes de Jesús. No todas coinciden con la
que tenían los que lo conocieron de cerca y lo siguieron. Cada uno nos podemos hacer la
nuestra. Esta imagen condiciona nuestra forma de vivir la fe. Si nuestra imagen es pobre,
parcial o distorsionada, nuestra fe será pobre, parcial y distorsionada también.
¿Por qué nos esforzamos poco en conocer a Jesús cada día más? ¿Por qué nos
escandalizan sus rasgos humanos? ¿Por qué nos resistimos a confesar que Dios se ha
encarnado en su Hijo, Cristo Jesús? ¿Tal vez intuimos que su vida profética nos obligaría a
transformar profundamente nuestra vida, nuestra comunidad, a la misma Iglesia?
Jesús no tenía poder cultural como los escribas. No era un intelectual con estudios. Tampoco
poseía el poder sagrado de los sacerdotes del templo. No era miembro de una familia
honorable, ni pertenecía a las elites urbanas de Séforis o Tiberíades. Era un «obrero de la
construcción», de una aldea desconocida de la Baja Galilea.
Tampoco había estudiado en ninguna escuela rabínica. No se dedicaba a explicar la Ley. No le
preocupaban las discusiones doctrinales. No se interesaba por los ritos del templo. La gente lo
veía como un maestro que enseñaba a entender y vivir la vida de manera diferente.
Marcos dice que cuando Jesús llegó a Nazaret acompañado por sus discípulos, sus vecinos
quedaron sorprendidos por dos cosas: la sabiduría de su corazón y la fuerza curadora de sus
manos. El no era un pensador que explicaba una doctrina, sino un sabio que comunicaba su
experiencia de Dios y enseñaba a vivir bajo el signo del amor. No era un líder autoritario que
imponía su poder, sino un curador que sanaba la vida y aliviaba el sufrimiento. En Jesús se
cumple la palabra del profeta, incluso la del rechazo: el abandono que experimentará en la
cruz, que fue la máxima identificación de su mesianismo
Sólo en Cristo podemos anunciar a nuestro tiempo la revelación definitiva del nombre de
Dios como Padre Y hoy, como nunca, lo tenemos que creer desde la escasez de los
resultados, desde la propia pobreza de la fe, con confianza y serenidad. Hay que creer con
fuerza y con valentía, porque la tarea que tenemos que cumplir, como discípulos
misioneros es ardua y la cruz también nos espera. Anunciemos a Cristo con el corazón
lleno del gozo profundo y sincero, porque hemos sido tomados por Él e identificados con
su persona. Jesús no pudo hacer muchos milagros en Nazaret porque faltaba fe. Y hoy,
¿encuentra fe en nosotros, en mí?
Las gentes de Nazaret desacreditaron a Jesús. Neutralizaron su presencia con toda clase de
preguntas, sospechas y recelos. No se dejaron enseñar por Él, ni se abrieron a su fuerza
curadora. Por esa incredulidad el Maestro no pudo acercarlos a Dios, ni curar a todos como él
hubiera deseado.
A Jesús no se le puede entender desde fuera. Hay que entrar en contacto con él. Dejar que
vaya introduciendo poco a poco en nosotros cosas tan decisivas como la alegría de vivir, la
compasión o la voluntad de crear un mundo más justo. Dejar que nos enseñe a vivir en la
presencia amistosa y cercana de Dios. Si nos acercamos a Él, nos sentiremos invitados a
vivir de una manera nueva.
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Para experimentar su fuerza salvadora, necesitamos dejarnos curar por él: recuperar
poco a poco la libertad interior, liberamos de miedos que nos paralizan, atrevemos a salir
de la mediocridad.
Ante la puerta cerrada de su propia comunidad, Jesús “comenzó a recorrer los alrededores,
enseñando en los poblados”. La experiencia de rechazo lo hizo cambiar su práctica. Se dirigió a
quienes podrían interesarse por la salvación que les ofrecería.
ORAMOS nuestra vida desde este texto:
Padre Bueno: La verdadera evangelización, al estilo de tu Hijo, Jesús nuestro Hermano, no es
tarea fácil. Quienes nos conocen cuestionan nuestra vida,
nuestras actitudes y no creen en Ti, ni en la palabra que les
ofreces por nuestro medio.
Haz que seamos profetas, como Él lo fue; que nos fortalezca tu
Espíritu, para que vayamos adelante a pesar de la incredulidad y
el rechazo. Si Él lo vivió, ¿por qué nosotros pretendemos solo el
aplauso y la acogida?
Que nos propongamos hablar con nuestra vida y nos
empeñemos en ser Buena Noticia para nuestra familia, nuestros
amigos, nuestros vecinos, quienes creerán si nos ven más
buenos, serviciales, justos y veraces, como lo fue tu Hijo, nuestro
hermano y Salvador. ¡Así sea!