El documento define el doping como el uso de sustancias ajenas al organismo por parte de un atleta con el fin de mejorar artificialmente su rendimiento deportivo. Explica que el doping se debe a factores como el abuso de fármacos y la presión por superar los límites físicos. Menciona que los esteroides anabólicos se usan comúnmente para dopaje a pesar de sus riesgos para la salud como cáncer e infertilidad. Finalmente, señala que el dopaje puede ocurrir a través de métodos sanguíne

2. De acuerdo al Comité Olímpico
Internacional (COI), doping es la
administración o uso por parte de
un atleta de cualquier sustancia
ajena al organismo o cualquier
sustancia fisiológica tomada en
cantidad anormal o por una vía
anormal con la sola intención de
aumentar en un modo artificial y
deshonesto su performance en la
competición.

3. No está muy clara su etimología pero
se ha propuesto como derivado de la
palabra inglesa "dope" que
originalmente significaba pasta o
grasa usada como lubricante; la
Enciclopedia Británica la atribuye a la
voz flamenca "doop", que significa
mezcla; en la actualidad hay tendencia
a relacionarla con el aminoácido
DOPA o la dopamina.

4. La aparición y extensión del doping se debe en gran parte a
factores externos a la misma esencia del deporte como el abuso de
fármacos que se da en la actualidad y a la presión que ejerce la
sociedad sobre el deportista al que le exige una superación
continua de su rendimiento deportivo.
En nuestra sociedad, el medicamento no sólo se usa para combatir
la enfermedad, sino también como ayuda en estados fisiológicos
límites (cansancio, dolor, sueño, ansiedad, frustración, etc.).
El deportista también recurre a ellos para estimularse o sedarse,
aumentar su fuerza y masa muscular, su capacidad cardíaca,
concentración, calmar la fatiga, incluso la provocada por su
entrenamiento.
En definitiva usa el doping para obtener el triunfo o para
conseguirlo con menor esfuerzo.

5. "Esteroides anabólicos" es el nombre
familiar de unas substancias sintéticas
relacionadas a las hormonas sexuales
masculinas (por ejemplo, la
testosterona).
Promueven el crecimiento del músculo
esquelético (efectos anabólicos) y el
desarrollo de características sexuales
masculinas (efectos androgénicos) tanto
en hombres como en mujeres. Se
utilizará el término "esteroides
anabólicos" en este informe debido a su
familiaridad, aunque el término correcto
de estos compuestos es esteroides
"anabólico-androgénicos".

6. Algunos esteroides anabólicos se toman
oralmente, otros se inyectan
intramuscularmente, y otros vienen en
ungüentos (gels) o cremas que se
frotan en la piel. Las dosis utilizadas
por los abusadores pueden ser entre 10
y 100 veces mayores a las dosis
utilizadas para afecciones médicas.

7. Dolor durante las relaciones sexuales y otros signos de Los esteroides también aumentan el
estimulación sexual excesiva, cáncer de próstata e hígado riesgo de que se formen coágulos de
y caída de cabello. En niños antes de la pubertad, sangre en los vasos sanguíneos, lo que
desarrollo sexual precoz, frecuencia aumentada de puede interrumpir el flujo sanguíneo,
erecciones, engrosamiento fálico y cierre epifisiario lesionando el músculo cardíaco de
prematuro (ocasionando estatura baja). Disminución del manera que no bombee eficientemente la
volumen de la eyaculación, retención de líquidos y sales. sangre.
Virilización que se manifiesta en las mujeres en forma de
ronquera, acné, presencia de bello en la cara y aumento
del deseo sexual. En niñas aumento del bello púbico e
hipertrofia del clítoris y amenorrea.

8. Atletismo, físico
culturismo, ciclismo, hockey sobre
pasto, judo, karate, halterofilia, lucha
olímpica, tae kwon do, triatlón y water
polo.

9. · Doping Sanguíneo.
· Manipulaciones Químicas y
Farmacológicas.
· Doping Psicológico (Hipnosis).

10.  La Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, en su artículo 56.1
asigna al Consejo Superior de Deportes la competencia de elaborar listas
de sustancias y grupos farmacológicos prohibidos y de determinar los
métodos no reglamentarios destinados a aumentar artificialmente las
capacidades físicas de los deportistas o a modificar los resultados de las
competiciones. Y todo ello de conformidad con lo dispuesto en los
Convenios Internacionales suscritos por España y teniendo en cuenta
otros instrumentos de este ámbito.