Rosalía, una pastelera generosa, recibió la amenaza de un hombre poderoso de hacer 2,000 pasteles al día siguiente o arruinaría su negocio. Pasó la noche intentando completar la tarea pero se quedó dormida sin terminar. Para su sorpresa, encontró que los pasteles estaban listos gracias a la ayuda de dos duendes que vivían en su despensa. Los vecinos creen que existen seres bondadosos dispuestos a ayudar a las buenas personas.