Edgar Jenner descubrió la primera vacuna al darse cuenta que las personas que contraían la viruela de las vacas se volvían inmunes a la viruela humana. Jenner experimentó inyectando la viruela de las vacas en un niño y luego la viruela humana, comprobando que el niño se volvió inmune. Más tarde, Napoleón ordenó vacunar a todos sus soldados con el método de Jenner, ayudando a controlar y prevenir enfermedades mortales.