Edward Jenner, conocido como el padre de la inmunología, descubrió en 1796 que las personas que habían sufrido la viruela de las vacas (una enfermedad menos grave que afectaba a las vacas) se volvían inmunes a la viruela humana. Jenner inoculó a un niño de 8 años con material de una pústula de viruela de vacas, demostrando que la inoculación protegía contra la viruela. Su descubrimiento de la vacunación sentó las bases para el desarrollo de vacunas contra muchas enfermedades