La UNESCO considera que el acceso equitativo al agua es una prioridad ética para el siglo XXI. Aunque el agua parece abundante en los países desarrollados, sólo el 3% del agua en el planeta es dulce y accesible, y muchas personas en el mundo no tienen fácil acceso a este recurso vital. Por lo tanto, debemos cambiar la actitud de derroche en los países desarrollados y ser más conscientes de la escasez de agua a nivel mundial.