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Análisis del Decálogo del Abogado
1. “AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA SOBERANIA NACIONAL”
Curso : DEONTOLOGIA JURIDICA Y ETICA PROFESIONAL
Semestre : 2022-II
Nivel : QUINTO
Tema : “ANALISIS DEL DECAGOLO DEL ABOGADO”
Alumna : ELENA ROCIO GUERRERO ROQUE
Fecha de clase: 13/12/2022
Fecha de entrega: 28/12/2022
2. ANALISIS DECÁLOGO DEL ABOGADO
El decálogo del abogado son textos del deber, de la cortesía o de la alcurnia de
la profesión. Aspiran a decir en pocas palabras la jerarquía del ministerio del
abogado. Ordenan y confortan al mismo tiempo; mantienen alerta la conciencia
del deber; procuran ajustar la condición humana del abogado, dentro de la misión
casi divina de la defensa. Pero la abogacía y las formas de su ejercicio son
experiencia histórica. Sus necesidades, aun sus ideales, cambian en la medida en
que pasa el tiempo y nuevos requerimientos se van haciendo sucesivamente
presentes ante el espíritu del hombre. De tanto en tanto es menester, pues,
reconsiderar los mandamientos para ajustarlos a cada nueva realidad.
Hoy en día, en este tiempo y en este lugar del mundo, las exigencias de la libertad
humana y los requerimientos de la justicia social, constituyen las notas dominantes
de la abogacía, sin las cuales el sentido docente de esta profesión puede
considerarse frustrado. Pero a su vez, la libertad y la justicia pertenecen a un orden
general, dentro del cual infieren, chocan y luchan otros valores.
1. ESTUDIA: El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos,
será cada día un poco menos abogado. Nuestro país, que es joven y de
organización unitaria, tiene varios códigos y mil leyes, con varios cientos de
miles de artículos. A ellos se suman los reglamentos, la ordenanza, las
resoluciones de carácter general y la jurisprudencia, que son otras tantas
formas de normatividad. Esas deposiciones, reunidas, se cuentan por millones
de normas legales que para cada caso es oportuno; Además, por si su
cantidad fuera poca, ocurre que esas normas nacen, cambian y mueren
constantemente. En ciertos momentos históricos, las opiniones jurídicas no
sólo deben emitirse con su fecha, sino también con la hora de su expedición.
El abogado, como un cazador de leyes, debe vivir con el arma al brazo sin
poder abandonar un instante el estado de acecho.
Como todas las artes, la abogacía sólo se aprende con sacrificio; y como
ellas, también se vive en perpetuo aprendizaje. El artista, mínimo corpúsculo
encerrado en su inmensa cárcel de aire, vive escudriñando sin cesar sus
propias rejas y su estudio sólo concluye con su misma vida.
Todo Abogado que no estudia, que no se prepara, y que no se actualiza
diariamente para sus futuros casos, se hace cada día menos Abogado,
debido a la gran demanda de competividad en el mercado profesional.
Suele suceder con todas las profesiones u oficios que se desempeña en la
vida cotidiana. De forma que, todas las personas que emprendemos un
oficio, pretendemos ser mejores cada día y superar nuestras expectativas, y
esto se logra haciendo sacrificios y estudios constantes y actualizados.
3. 2. PIENSA: El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando. Lo
grave en el pensamiento del abogado es que en esa obra de transformación
del drama humano en libro o en escena, tanto como la inteligencia, juegan
la intuición y la experiencia. No es un razonamiento, dice el filósofo, lo que
determina al escultor a ahondar un poco más la curva de la cadera. Entre
sus ojos, fijos en el modelo, y sus dedos que acarician la estatua, se establece
una comunicación directa. El pensar del abogado, no es pensamiento puro,
ya que el derecho no es lógica pura: su pensar es, al mismo tiempo,
inteligencia, intuición, sensibilidad y acción. La lógica del derecho no es una
lógica formal, sino una lógica viva hecha con todas las sustancias de la
experiencia humana.
El proceso escrito es un libro cuyas principales páginas han sido pensadas y
redactadas cuidadosamente por los abogados. Estos, como los ensayistas,
los historiadores o los filósofos, son los mediadores necesarios entre la vida y
el libro. Otro tanto ocurre, todavía con mayor acento de espectáculo
escénico, en el proceso oral. El abogado recibe la confidencia profesional
como un caso de angustia humana y lo transforma en una exposición tan
lúcida como su pensamiento se lo permite. El Derecho es una ciencia
completa y compleja, cambiante y por eso, tiene la capacidad de
razonamiento que poseemos todos los seres humanos y es imprescindible
para su aplicación. A través del acto de pensar, se analizan supuestos, y se
definen estrategias que permitan una aplicación adecuada y satisfactoria
de las normas jurídica.
3. TRABAJA: La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
A quien quiera saber en qué consiste el trabajo del abogado, habrá de
explicársele lo siguiente: De cada cien asuntos que pasan por el despacho
de un abogado, cincuenta no son judiciales. Se trata de dar consejos,
orientaciones e ideas en materia de negocios, asuntos de familia,
prevención de conflictos futuros, etc. En todos estos casos, la ciencia cede
su paso a la prudencia. Al abogado lo acompañan en su día a día, estrictas
normas, variadas y numerosas, lo cual hacen de su labor un reto diario, una
de las más duras y retadoras. Por el cual todo Abogado debe trabajar al
servicio de la Justicia con transparencia, y no perder nunca ese Norte en su
actuar, sin importar las situaciones sociales que se presenten.
4. LUCHA: Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en
conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia. Esta labor le
corresponde al abogado por excelencia, donde él tiene la misión de luchar
por defender las normas, luchar por llegar a una verdad, y por, sobre todo,
luchar para velar por la Justicia. Este es un deber cotidiano muy importante
para todo Abogado, la lucha diaria en la aplicación correcta de las normas
jurídicas.
4. 5. SE LEAL: Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que
comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando
él sea desleal contigo, leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe
confiar en lo que tú le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra
vez debe confiar en el que tú le invocas. Todo abogado mantiene una
Confidencialidad con su cliente, una tolerancia al adversario, honestidad al
juez, mucho profesionalismo en la aplicación del Derecho, y sabiduría en
todo aquello que compone a su labor de Abogado.
6. TOLERA: Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres quesea
tolerada la tuya. Se dice donde hay dos Abogados, existen tres verdades;
popular refrán que está profundamente ligado a este mandamiento. Así
como tú expones tu verdad, y esperas que esta sea escuchada, analizada y
tolerada; así debes escuchar, analizar, tolerar y adicional, aprender todo lo
que puedas de las verdades ajenas.
7. TEN PACIENCIA: El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su
colaboración. En todo juicio, tiene sus procedimientos debidamente
estipulados, con tiempos anticipados y pautas que el Abogado debe seguir
al pie de la letra, para cumplir con todos los requisitos y poder llevar su verdad
al éxito. El Abogado que no tiene paciencia, no logrará sus metas, ya que
no podrá seguir los procedimientos, etapas ni las normas establecidas en su
trabajo.
8. TEN FE: Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia
humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como
substitutivo bondadoso de la Justicia; y, sobre todo, ten fe en la Libertad, sin
la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz. Uno de los mandamientos más
difíciles de aplicar hoy en día, en especial por la sociedad actual, donde el
poder y el dinero suelen definir el curso de muchas cosas, incluyendo la
Justicia en muchos casos. El Abogado debe comprometerse en su actuar a
respetar estos principios de Justicia, Paz y Libertad acorde a la correcta
aplicación del Derecho, o su carrera perderá el rumbo y credibilidad.
9. OLVIDA: La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras
llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para
ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota. En
un proceso legal, donde el Abogado desata todos sus conocimientos
teóricos y empíricos, su capacidad intelectual y hasta su personalidad, para
defender sus intereses y así lograr que gane la verdad de su cliente), y al
hacer esto, se desata una lucha de poder, uno de los pecados más comunes
5. de los Abogados, que, si no se olvida rápidamente del caso que gano o
perdió, acabará destruyendo su carrera por acumular rencores.
10.AMA TU PROFESIÓN: Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el
día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti
proporcionarle que sea Abogado. Los hijos son el orgullo de todos los padres,
y más aún poderse sentir orgulloso de que tu propio hijo elija la misma carrera
que tú, eso emociona mucho y te das por satisfecho, lo cual quiere decir que
tu pasión por el Derecho es tal e innato, que quieres compartirlo con tus hijos,
que pase a la siguiente generación y el legado pueda continuar de
generación en generación.