El arte islámico se desarrolló en las áreas de Oriente Medio, el norte de África, el norte de la India y España que formaron parte del territorio islámico desde el siglo VII. Se caracteriza por la decoración geométrica y caligráfica, incluyendo lacería, caligrafía cúfica y motivos vegetales. Aunque utilizaba materiales pobres como el ladrillo debido al clima árido, creó obras bellas a través de la decoración de yeso, madera y azulejos.
1. El arte islámico está conocido por la forma artística que se fue desarrollando en
la religión islámica. Es el arte y la arquitectura de las áreas de Oriente Próximo,
norte de África, norte de la India y España que formaron parte del territorio del
islam en diversos momentos desde el siglo VII. Como hemos comentado
anteriormente, este arte tiene una unión estilística, esto fue así ya que los artistas
islámicos se movían continuamente aunque la escritura islámica era común en
todos los artistas y por esta razón se fortalece la idea de unión. Además este
estilo de arte dio una elevada importancia a la decoración y a la geometría y
hubo tres tipos:
Lacería: eran líneas que se enlazaban y formaban polígonos o estrellas.
Caligrafía cúfica: a través de los fragmentos del Corán.
Ataurique: a través de ilustraciones vegetales.
2. La utilización de materiales pobres, principalmente el ladrillo, esto es debido a que tienen su origen en el desierto Arábigo, de
clima extremo y falto de otros materiales como la piedra, aunque esto no le hace menos bello.
Recubren sus paredes y techos de yeso, madera o azulejos, que decorarán con formas geométricas, vegetales, caligráficas o
epigráficas.
Los árabes absorbieron la cultura de los pueblos que conquistaban sobre todo en el arte y tomaron el arco de herradura de los
visigodos, la cúpula de los bizantinos, … y la base de muchos de sus monumentos son edificios anteriores.
No crearon muchos escultura ni pinturas, que ya las figuras están prohibidas.
En el arte islámico nacieron maestros de las artes decorativas, creando atauriques de yeso o estuco, laceria y artesonados de
madera, decoración epigráfica con versículos o suras del Corán, y hermosas miniaturas en libros.
La importancia de la decoración caligráfica y la composición espacial de la mezquita, estuvieron íntimamente ligados a la doctrina
islámica y se desarrollaron en los primeros tiempos de su religión.
El arte islámico es iconiclasta, porque el Dios único en el que creen los musulmanes no se puede representar en imágenes, esto
significa que no hay imágenes en las artes plásticas, ni en el interior de sus mezquitas.