El documento discute la relación entre el cuerpo y la persona. Explica que el cuerpo es la primera manifestación de la persona y no puede separarse de ella. También analiza las posturas dualistas, que ven al cuerpo y el espíritu como entidades separadas, y las posturas monistas, que hipervalorizan lo material o espiritual. Finalmente, señala que aunque la posmodernidad ha permitido superar visiones racionalistas, sigue prevaleciendo un materialismo práctico en la sociedad.