1. ¿El hombre ha inventado la técnica o la técnica ha construido al hombre?
Si bien es cierto que el hombre ha vivido en adaptación constante, luchando con el
entorno, aprendiendo del hábitat y adaptándose a él para poder sobrevivir; el
empleo de la herramienta es un ejemplo fehaciente de dicha evolución. Y tal como
lo hizo antes, millones y millones de años después, dichas herramientas tienen
como propósito fundamental mejorar sus condiciones de vida.
En consecuencia; si se sostiene con vehemencia que el hombre ha evolucionado,
necesariamente sus herramientas también se han transformado de las más
simples como una piedra, a las más complejas como la televisión, el automóvil el
teléfono, etc.
En este mismo orden de ideas, las tecnologías y el desarrollo tecnológico ha
tenido incidencia en todos los ámbitos sociales, modificando profundamente los
sistemas de producción y comunicación.
La relación entre cambio social y desarrollo tecnológico es evidente, a lo largo de
la historia el hombre ha transformado sus herramientas y estas a su vez, de
manera directamente proporcional han influenciado en sus comportamientos, sus
actitudes, los medios y modos de vida; sin olvidar su impacto en las instituciones
educativas y los nuevos procesos de enseñanza – aprendizaje que se posibilitan.
La elaboración de hachas le permitió al Homo Erectos abandonar su antepasado y
emplearlas para cortar y machacar; luego la técnica heredada mejoró la anterior y
dicha pieza se transformó en otra más especializada. Como consecuencia de esto,
el Homo Erectos, comenzó a fabricar pieles, preparar alimentos y vio la necesidad
de enseñar a los demás.
2. La anterior reseña, tiene como finalidad ejemplificar una respuesta muy sencilla a
la pregunta ¿El hombre ha inventado la técnica o la técnica ha construido al
hombre? A mí modo de ver, la una es consecuencia de la otra, no pueden darse
por separado. Debido a que el hombre; en su salto evolutivo creó la invención y
esta a su vez elaboró imágenes y modelos de hombre y sociedad.
Ya sea desde una visión antropológica o no; es decir, para quienes rehúsan
imaginar que el hombre es el resultado de una cadena evolutiva simio-hombre;
está el ejemplo de la invención de la rueda; la cual modificó de manera
transcendental el sistema de transporte del hombre, siendo uno de los motores
principales de la economía mundial.
Lo anterior sin mencionar la serie de cambios que se produjeron en la vida del
hombre como consecuencia de la aparición de la agricultura y la ganadería,
conocida como revolución neolítica. Pasan de la economía depredadora a la
productiva. Cuando el hombre produce, las actividades principales son la
agricultura y la ganadería.
Como consecuencia de la economía productiva las sociedades se vuelven
sedentarias; al principio practicaban el "nomadismo hortense" que consistía en
trasladarse cuando la tierra se agota. A mediados del Neolítico se vuelven
totalmente sedentarios porque conocen mejor las técnicas agrícolas y así evitan
que la tierra se agote.
Ahora la sociedad contemporánea encuentra su dinamismo en la construcción
tecnológica de la cotidianidad; una cultura donde emerge un nuevo tipo de
sociabilidad que convive con otras las anteriores formas históricas de sociabilidad.
La tecnología es sociedad y ésta no puede ser comprendida o representada sin
sus herramientas o técnicas.
En este punto, no sería tan importante quién ha creado a quién, sino quién manda
a quién; es decir, ¿el hombre se sirve de la técnica o es un siervo de la misma? La
tecnología no puede ser la finalidad de la mente humana. Ella se nos vende como
modernidad, como solución a todos nuestros problemas y la sociedad asume que
nos hace más libres ¿es esto realmente cierto?
De ahí pues surge la necesidad de que la educación articule la tecnología y
modernice sus procesos de enseñanza aprendizaje en coherencia al contexto,
acorde a los requerimientos culturales; siendo vista la educación como una
práctica social que se construye en la comunicación y que está llamada a formar
un tipo de hombre para una sociedad específica, en este caso la sociedad
moderna, la del siglo XXI.
Los mecanismos de enseñanza-aprendizaje deben evolucionar, como están
llamados a evolucionar todos los aspectos inherentes al hombre por su misma
naturaleza; pero a la par se deben jalonar procesos formativos, intelectuales,
3. éticos y morales, para formar un ideal de hombre acorde con las exigencias del
medio, pero que también reflexione y sea crítico; ya que la tecnología es
intrínsecamente buena, pero si la mente está preparada con el buen juicio y
criterio; lo es aún más.
El rol fundamental de la escuela no es transmitir contenidos sino, a través de su
papel socializador, de formación en valores y de lo que en ella se aprende y se
vive; abrir la posibilidad de escuchar y debatir perspectivas sociales e ideológicas
diferentes y contrastarlas con las propias.
Por último, el papel de la escuela debe ir en función de la formación de
ciudadanos solidarios y en la construcción de saberes y competencias para utilizar
dominar y tener una mirada crítica respecto de las formas de incorporación de las
nuevas tecnologías informáticas, esto no sólo garantizará el desarrollo social sino
la perdurabilidad de la esencia misma de la educación.
Entonces nos aventuraríamos nuevamente a la pregunta planteada anteriormente
¿Quién está al servicio de quién?