El documento describe el juego como una actividad placentera, universal y necesaria para el desarrollo sensorial, psicomotor, cognitivo y social de los niños. Explica que el juego ayuda en el desarrollo de la atención, concentración, memoria, lenguaje, razonamiento lógico, creatividad y habilidades sociales. Además, clasifica los juegos en sensoriomotores, simbólicos y reglados, asociando cada tipo con una etapa evolutiva y los aspectos que favorecen.