El documento describe el Renacimiento como un período en el que el hombre se convirtió en un individuo espiritual y se reconoció a sí mismo como tal, en contraste con la Edad Media cuando se reconocía como parte de una colectividad. También señala que el Renacimiento representó un movimiento artístico e intelectual más que político o religioso, y que historiadores como Erasmo y Vasari crearon el mito de que fue una edad dorada de logros culturales milagrosos.