El papel vital de los testigos mudos en el proceso de mobbing
Entrevista - Rosa Peña
Autora del libro: "Como enfrentarse al acoso laboral o mobbing - Guía personal y profesional"
Fue profesora estatal de Secundaria durante más de 30 años; se retiró en diciembre del 2009 cuando la Inspección médica la diagnosticó incapacidad permanente total para la profesión habitual por accidente laboral
Los testigos mudos en el proceso de mobbing o acoso laboral
Su papel es vital en el proceso de acoso psicológico. No hay que olvidar el apoyo del entorno al acosador.
Esos testigos mudos que piensan que con ellos no va, que miran hacia otro lado cuando ven una denigración o una conducta hostil, incluso apoyan y actúan junto al que creen será el ganador seguro: el acosador.
Si esos testigos mudos no existieran, no existiría jamás el acoso.
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El papel vital de los testigos mudos en el proceso de mobbing
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Cuaderno virtual de ENTREVISTAS
Rosa Peña
Fue profesora estatal de
Secundaria durante más
de 30 años; se retiró en
diciembre del 2009
cuando la Inspección
médica la diagnosticó
incapacidad permanente
total para la profesión
habitual por accidente
laboral.
Ha sido coordinadora-
editora de varios libros
como Herramientas
contra la crisis o Cómo
abordar el acoso
escolar. Formadora en
Nuevas Tecnologías
para la Universidad
Politécnica de Catalunya
en diferentes posgrados
y
cursos de extensión
universitaria. Formadora
Los testigos mudos en el proceso de mobbing o acoso laboral
Su papel es vital en el proceso de acoso psicológico. No hay
que olvidar el apoyo del entorno al acosador.
Esos testigos mudos que piensan que con ellos no va, que miran
hacia otro lado cuando ven una denigración o una conducta
hostil, incluso apoyan y actúan junto al que creen será el
ganador seguro: el acosador.
Si esos testigos mudos no existieran, no existiría jamás el acoso.
Realizada por Carlos Sanz – Junio 2013
Presidente PRIDICAM
Pregunta. Buenos días, Rosario. Mobbing es un término cada vez
más conocido en el entorno laboral. ¿Cree que falta aún
sensibilidad y formación suficiente para poner en práctica las leyes
que protegen a la víctima desde la entrada en vigor en el Código
Penal?
Respuesta. Buenos días. La Ley ampara al trabajador acosado
aunque aún falta formación suficiente para poner en práctica las
leyes. La sociedad cada día es más consciente y si no lo es
suficientemente, esta entrevista, mi libro, las charlas, las
asociaciones, los medios de comunicación, etc. hacen una
excelente labor para luchar contra el mobbing y dar a conocer esta
auténtica lacra social.
Pregunta. El daño psicológico no se ve a simple vista y no es fácil
de demostrar ¿no cree?
Respuesta.La persona que sufre una agresión física sufre un daño
que está a la vista, pero el agujero interior tan enorme que se sufre
con un maltrato psíquico continuado en el tiempo es gigante
yproduce daños y secuelas de por vida.
Sin embargo, como bien explica el Magistrado Ramón Gimeno
Lahoz, colaborador del libro, “el mobbing, a diferencia de otras
figuras terminológicamente próxima como el acoso sexual,
necesariamente es una conducta sostenida en el tiempo, y esto
permite la acumulación de distintas pruebas”.
Hay que indicar también, que aunque el porcentaje mayoritario sufre
acoso psicológico, en algún caso, también hay agresiones físicas.
Ayer mismo asistí a una ponencia en Barcelona, donde un afectado
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de profesores en el área
de las TIC en módulos I y
II para el Departamento
de Educación de la
Generalitat de
Catalunya. Responsable
de proyectos europeos
sobre multimedia y
educación con la
participación de 7 países
con temas como E-
learning en multimedia.
Es autora de más de 50
libros técnicos de temas
informáticos e Internet
con más 100.000
ejemplares vendidos en
España y Latinoamérica.
Ha sido ponente en
multitud de conferen-
cias y charlas sobre
nuevas tecnologías,
Internet, temas
informáticos, proyectos
europeos y, desde 2009
colabora con entidades
para ayudar a otras
personas que
sufren acoso laboral y
escolar.
explicó una experiencia terrible en la que además de un daño moral
psicológico continuado, había ido acompañado de dos agresiones
físicas que produjeron incluso ingreso en el Hospital, pero la gran
mayoría son maltratos psicológicos exclusivamente.
En cualquier caso, lo cierto es que es una situación muy grave.
Pregunta. ¿En quién se centra el acosador?
Respuesta. Al hostigador no le interesan las personas serviciales ni
los antipáticos. Está claro que lo que produce el centro vital de su
agresividad con una fuerte cadena de situaciones de acoso es “la
envidia”, los recelos por cualidades o méritos que el hostigado tiene
y que él cree que podrían hacer peligrar su estatus o sus privilegios.
Pregunta. ¿Cuál es el perfil del acosador?
Respuesta. Un acosador es un ser mediocre, un trepa, un
incompetente, un lobo con piel de cordero. Es una persona infeliz,
pues nadie satisfecho con su vida se dedicaría a hacer daño a nadie
.Es unegoísta. Los demás sólo le interesan para lograr sus
objetivos. Javier Ignacio Prieto, abogado que colabora en el libro,
califica al acosador como “un delincuente de guante blanco” y Josep
Puig, psicólogo clínico que trata habitualmente con víctimas de
mobbing, dice que son “verdaderos asesinos que matan en silencio
y con total impunidad”.
Pregunta. ¿Qué opina de los testigos mudos?
Respuesta. Su papel es vital en el proceso de acoso psicológico.
No hay que olvidar el apoyo del entorno al acosador. Esos testigos
mudos que piensan que con ellos no va, que miran hacia otro lado
cuando ven una denigración o una conducta hostil, incluso apoyan y
actúan junto al que creen será el ganador seguro: el acosador. Si
esos testigos mudos no existieran, no existiría jamás el acoso.
Pregunta. ¿Es la Administración un caldo de cultivo de estas
situaciones?
Respuesta. Sí, porque las funciones están diluidas, hay cargos
otorgados “a dedo”, no hay un jefe claro. La Administración cuenta
con excelentes protocolos de prevención de riesgos laborales,
aunque no se “ponen en práctica” y “dejan a la víctima totalmente
sola y aislada”.
Pregunta. Su libro tiene un título claro y contundente: “Cómo
enfrentarse al acoso laboral o mobbing”. ¿Cómo se detecta?
Respuesta. Se detecta cuando se ve con claridad -o lo hacen ver
los especialistas que la tratan- que no es ningún defecto o problema
de la víctima, sino que proviene de conductas hostiles externas.
Pregunta. ¿En qué medida afecta a la productividad de un
trabajador ser víctima de acoso
Respuesta. El mobbing no es un juego patológico con resultado
cero en el que el fracaso de uno permite la victoria del otro. Al
contrario, aquí pierden todos: la víctima en primer lugar (por las
consecuencias tan negativas para su salud) pero también la
empresa, ya que el clima de tensión lleva a una caída generalizada
en el rendimiento.
Cuando el acosado no cuenta con estrategias de afrontamiento
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eficaces y no hay apoyo social o es muy escaso, incluso si lo hay,
pero no es efectivo, perderá totalmente la salud.
La Administración pública es la que registra más casos de acoso
laboral, pero con la crisis las personas de la empresa privada que
sufren crisis aguantan hasta la saciedad por no perder su empleo,
aunque al final, todo se reduce a lo mismo: autoeliminarse.
Pregunta. En su libro se ha rodeado de expertos como son jueces,
abogados, catedráticos, psiquiatras, psicólogos… éstos últimos
¿qué consejos dan?
Respuesta. Que la víctima debe ir con la cabeza muy alta, no hizo
nada malo, no debe callarlo, los que deben sentir vergüenza de sus
actos son los acosadores y, este libro y esta entrevista y todo lo que
se pueda hacer para divulgar el tema, debe servir para que las
víctimas se atrevan a denunciarlo. Todo el mundo debe ser tratado
con dignidad, sea cual sea su origen, raza, creencias, estilo de vida,
etc.
Pregunta. ¿Cuál debería ser el rol de los sindicatos en esta
materia?
Respuesta. Los sindicatos, hoy por hoy, se limitan a aconsejar a la
víctima que recurra al servicio jurídico que será un poco más
asequible y poco más.
Pregunta. ¿Qué papel juegan las asociaciones contra el acoso?
Respuesta. Los que realmente luchan son las asociaciones, creo
que no están suficientemente reconocidas y en realidad son las
únicas que de verdad apoyan y ayudan a las víctimas,haciéndole
ver que su caso no es único y aconsejando todo tipo de salidas,
terapéuticas, de mediación y jurídicas, si es necesario.
Pregunta. Como experta en este tema, ¿cuántos casos cree que se
denuncian y cuántos quedan ocultos por el temor al trabajador a
perder su empleo?
Respuesta. Yo no soy experta en absoluto, expertos son los
colaboradores que han participado en el libro.
Soy una víctima que ha pasado por todas las etapas posibles, eso
sí.
Por miedo, no se denuncian la mayoría de los casos de maltrato
laboral y, hoy, con la crisis, aún se denuncian menos. En la
Administración, se pide traslado o se piden bajas largas que acaban
en incapacidad permanente total o absoluta por la pérdida de salud.
Pregunta. ¿Su experiencia personal fue traumática?
Respuesta. Tengo que reconocer que mientras ocurría, aguantaba
tanto que no era consciente realmente del daño que sufría. Pero lo
cierto es que el psiquiatra al que fui remitida “obligatoriamente” por
el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales concluyó en su
informe tras muchas pruebas que “Tenía síndrome postraumático”
debido a acoso laboral.
Pregunta. ¿Qué se debe hacer ante una situación de mobbing? ¿A
dónde hay que dirigirse?
Respuesta. Se debe denunciar ante el representante de los
trabajadores o comité de la empresa; el Servicio de Prevención de
Riesgos Laborales o Unidad de Salud Laboral; el Órgano de
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personal; el Director o Jefe superior o ante el Defensor del Pueblo
(Síndic de Greuges en Cataluña o Ararteko en el País Vasco), estos
últimos no tienen excesiva fuerza real, pero toda la ayuda es poca y
servirán para hacer presión en favor de la víctima. Si todo eso falla,
ante el Juzgado.
Pregunta. Tras su experiencia después de proceso penal
¿aconseja denunciar en un Juzgado el maltrato?
Respuesta. Si esta pregunta me la hubieran formulado hace un par
de años, mi respuesta sería muy diferente, pero en estos momentos
tengo que decir algo realmente duro:
- Que sólo denuncie quien tenga “mucha valentía” y una fortaleza
a prueba de bomba porque al denunciar, el acoso se multiplica por
diez.
Pregunta. ¿Su experiencia en el Juzgado es negativa?
Respuesta. No es exactamente ésa la respuesta, pero he podido
comprobar que el acosado, el que denuncia, tiene que demostrar,
no que era bueno, sino que era “casi santo”; pero no sólo él, sino
toda su familia al completo. Ellos, como querellados o imputados,
tienen derecho a mentir, pueden delinquir, prevaricar, siguen con
sus cargos y nuestra fortaleza cada vez es menor.
Vemos desgraciadamente cómo personas con las que teníamos un
excelente trato, mienten a favor del poder, se retiran a la otra acera
según cómo va el proceso… Una auténtica pena, pero es una
realidad cruda y dura. Aunque la verdad tiene mucha fuerza.
Pregunta. Entonces ¿aconseja no denunciar en el Juzgado?
Respuesta. Cuando te presentas en el Juzgado es porque se han
agotado el resto de recursos, nadie antes solucionó un problema tan
grave, nadie investigó realmente y se cree que el Juez es alguien
“divino” que sabrá hacer JUSTICIA, pero la Justicia con mayúsculas
no es fácil de lograr porque los jueces son personas, no seres
divinos y las pruebas tienen que ser claras como la luz y en el acoso
hay muchas cosas ocultas a simple vista, aunque un buen Juez que
estudie bien las pruebas, no puede fallar en contra. Además, un
buen abogado, con buenas pruebas y pericia puede lograrlo (y eso
creo que ocurrirá al final en mi caso, mi abogado Prieto es excelente
y lo está llevando francamente bien), pero es mucho más duro de lo
que pensécuando inicié la denuncia.
Lo cierto es que causa verdadero terror que se denuncie por la vía
penal, aterroriza a los denunciados, a las entidades públicas, la
imagen es muy importante y hay que preservarla ante todo y se
mentirá constantemente para preservar esa “falsa imagen”. El
colapso de casos en el Juzgado hace que el tiempo tampoco juegue
precisamente en favor de la recuperación de salud.
Eso sí, si conseguimos abstraernos y no pensar en ello hasta que
llega una resolución, si conseguimos seguir con nuestra vida, la
denuncia es necesaria, se gana aunque sólo sea en dignidad.
Pregunta. ¿Qué pruebas hay que conseguir?
Respuesta. Correos electrónicos, documentos de acusaciones
falsas, modificaciones de horarios y jornadas laborales, cambios de
funciones, notas interiores con el sello de registro, un diario que
exprese cada día los actos y demuestre el deterioro en la salud,
grabaciones en las que el acosado esté siempre presente, testigos a
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su favor (esto es lo más difícil, el miedo es mal compañero),
informes, escritos de acusaciones, denuncias ante el inspector de
trabajo, informes médicos y psicológicos imparciales, etc.
Pregunta. ¿Sigue usted tratamiento?
Respuesta. Sí, como bien dicen mi excelente psicóloga Enriqueta
López y mi psiquiatra Beatriz Allué, desgraciadamente ellas sólo
pueden hacer una labor de contención que sólo acabará cuando el
proceso judicial finalice.
Mi marido siempre dice: Lo mejor que tienes es la conciencia
tranquila ¿la tienen otros? Eso me anima a seguir.
Pregunta. ¿Considera que un apoyo familiar o de amistad es
fundamental?
Respuesta. Es lo más importante, no hay nada más triste que oír a
una persona hostigada que te explica su caso y te dice que su
familia no lo entiende, que hay peleas constantes; eso, quien la
tiene.
Es difícil de entender que una persona que tenía prestigio se
convierte en un ser miedoso, inseguro y que a menudo decae. Es
“monotemática”, se hace pesada. Hay algo muy claro que han de
entender la familia y amistades:
“la persona hostigada no hizo nada malo, ella no lo generó, sólo es
una víctima”.
PRIDICAM (Plataforma en la Comunidad de Madrid contra los
Riesgos Psicosociales y la Discriminación Laboral)