2. Principios del s. XX
• Teatro español: comedia de costumbres
burguesas, conformista y complaciente, con
un público formado por las clases medias.
• Teatro europeo: mucho más plural e
innovador.
– Hasta 1920 no se produce la renovación del
teatro, que será llevada a cabo por Valle-Inclán y
García Lorca.
3. Tendencias en el teatro de principios
de s.XX
• Teatro tradicionalista: del agrado del público de clase media o
burguesa. Inmovilista, decadente y poco creativo. Tres tendencias:
– La comedia burguesa: Jacinto Benavente. Reacciona contra el
drama grandilocuente de Echegaray, acerca el teatro a la
mentalidad de la época.
– El teatro poético: se escribe en verso y destaca por su estilo
retórico y la creación de ambientes exóticos del pasado medieval.
Eduardo Marquina y Echegaray.
– El teatro cómico, continuador del teatro del siglo anterior.
Hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, que reflejan la
sociedad andaluza estereotipada, y Carlos Arniches, que ambienta
sus obras en la sociedad madrileña. Se sirven del sainete. Pedro
Muñoz Seca, crea el “astracán”, un subgénero teatral que pretende
provocar la risotada mediante situaciones disparatadas.
4. • Los autores del 98 iniciaron un cambio en el
planteamiento de la obra teatral con el llamado
teatro de ideas, en el que la obra sirve como
vehículo de difusión de las ideas.
Destacan Unamuno y Jacinto Grau
• Teatro vanguardista: la verdadera revolución
teatral vino de la mano de Ramón Mª del
Valle-Inclán y Federico García Lorca. También
representado por Ramón Gómez de la, Azorín
y Rafael Alberti.
5. VALLE-INCLÁN
• Los críticos hablan de varias etapas en su producción teatral:
– El ciclo mítico: para obras ambientadas en una Galicia rural y supersticiosa, como sucede en
Divinas palabras (1920).
– El ciclo de la farsa: obras donde se contrapone los sentimental y lo grotesco como Farsa
infantil de la cabeza del dragón (1909).
– El ciclo del esperpento, como se manifiesta en Luces de bohemia, Los cuernos de don Friolera
(1921), Las galas del difunto (1926) y La hija del capitán (1927). Los tres últimos reunidos con
el título Martes de carnaval.
• El lenguaje distorsionado, las situaciones absurdas, la deformación sistemática de la
realidad, lo hiperbólico y la degradación de los personajes (cosificados, como
“peleles”) son las notas que caracterizan el nuevo subgénero teatral del
“esperpento”. A través de él rechazará el realismo burgués del teatro anterior.
• Luces de Bohemia (1920) es ejemplo de ello. Valle se inspira en los espejos
cóncavos del madrileño callejón del Gato para ofrecer una visión deformada y
crítica de la realidad de su tiempo. Se observa en la obra la hipérbole degradante y
pesimista de escritores clásicos como Quevedo o de pintores como Goya. Max
Estrella y don Latino de Híspalis hacen un repaso del Madrid más hipócrita y
grotesco que deja morir el arte y la voluntad de cambio representada por el mundo
de la bohemia literaria.
6. FEDERICO GARCÍA LORCA
• Obras como Yerma (1934), Bodas de sangre (1933), La casa de Bernarda Alba
(1936) son tragedias rurales ambientadas en el mundo andaluz; en ellas las
mujeres viven en el mundo cerrado y reprimido de la época, incapaces de romper
sus límites y condicionamientos.
• Otras piezas cómicas, como Amor de don Perlimplín con Belisa en su jardín o La
zapatera prodigiosa, son llamadas también farsas, y en ellas se funden lo lírico y lo
grotesco.
• Otros títulos de obras surrealistas y simbólicas, de difícil interpretación, son El
público o Así pasen cinco años.
• Su primera obra tuvo como fuente la historia del pasado español: Mariana Pineda,
drama histórico publicado en 1925.
• Lorca buscaba elevar la sensibilidad del pueblo hacia el género teatral y por eso las
obras se convierten en un espectáculo en el que se combinan los valores del texto
en sí con la escenografía, música y danza.
• Durante los años de la República española, se dedicó a la fomentar la afición
teatral entre las clases populares y, como integrante del grupo La Barraca, realizó
una importante difusión de este género haciendo representaciones en distintos
pueblos y ciudades españolas.
7. Mención aparte merece el teatro de:
ALEJANDRO CASONA, con un teatro simbólico
lleno de fantasía y misterio (La sirena varada,
Nuestra Natacha, La dama del alba).
MAX AUB, autor de un teatro vanguardista (El
rapto de Europa, Morir por cerrar los ojos).