El gobierno peruano, bajo el presidente Andrés A. Cáceres, aprobó el Contrato Grace en 1886 para cancelar la deuda externa del Perú mediante la entrega de los ferrocarriles estatales y el guano al Comité de Tenedores de Bonos por 66 años. El contrato también obligaba a los tenedores de bonos a construir nuevas líneas ferroviarias y devolver los ferrocarriles al gobierno una vez finalizado el plazo.