FICHA DE LA VIRGEN DE FÁTIMA.pdf educación religiosa primaria de menores
Elenaprimaveraencinas
1. ELENA
sábado 15 de junio de 2019
PRIMAVERA ENCINAS
Patricia lleva días en París, pero extraña México. Es inevitable, evoca la
comida, su gente, sobretodo el clima. Aunque debe reconocer que estar en
la Ciudad Luz, tiene su encanto.
Lo primero que hizo, después de conocer como buen turista la torre Eiffel,
fue recorrer el Barrio Latino, ese ambiente cultural, donde estudiantes y
bohemios, han debatido la cultura desde la Edad Media. Se ha sentado en
uno de los numerosos restaurantes alaire libre, donde sepuede contemplar
el ir y venir de los ajetreados parisinos, tal vez un músico, un político, o un
filósofo en ciernes que debate mentalmente con Sartrey Camus.
A pesar de que ha disfrutado del Louvrey Versalles, siempre vuelvea las
librerías, buscando ejemplares raros, asícomo a los locales de Montparnasse
tratando de encontrar en el Siglo XXI, alguna pista de Hemingway.
Bebe interminables tazas de café, preguntándosepor su carrera de literatura.
Sólo le faltan unas materias y la tesis, pero con eso tiene para que su padre,
desde Monterrey, la tache de irresponsable.
–Saliste igual que tu familia materna –dijo el otro día por teléfono– Si crees
que te seguirémanteniendo estás equivocada, así que vuelve al país y
dedícate a algo productivo.
2. Siempre estuvo en desacuerdo con su elección vocacional, pero mientras el
señor se queja desde el otro lado del Atlántico, Patricia sólo puede escribir en
unas hojas sueltas:
Tras la cortina te ocultas, debatiéndote en lo que pudo ser y no fue. Aún
recuerdas España, París. El mundo se te abrió muy rápido, siemprea la
sombra de un hombreque te impactó con su porte y elocuencia. Puedes
evocar los cafés interminables hablando de arte y poesía. A su corta edad,
Octavio lo dominaba todo. Sabía de política, cultura, historia, literatura. Te
enamoró su forma de abordar las ideas, decidir cuándo a ti te era imposible.
Por las calles del centro te tomó de las manos, después probasteel elixir de
su boca.
Te casastemuy joven, no esperabas dejar la escuela pero lo hiciste. Aunque
tu intelecto podría ir a la par, debías ocultar el brillo permanente de tus ojos.
Conociste los aires republicanos de España. Conversastecon mentes
subversivas eindependientes.
Fuiste madre, esposa, compañera intelectual. Cuando quisiste ingresar al
mundo del teatro, él te apoyo. Rompiste con los esquemas establecidos.
Ninguna mujer sobresalía como dramaturga hasta que apareció tu obra: Un
Hogar Solido. Pero eso jamás fue tu principal carta, ya preparabas lo que
sería una de las mejores novelas mexicanas, inaugurando el Realismo Mágico
con Juan Rulfo.
¿Acaso el trabajo literario aceleró tu divorcio? Nadie sabe lo que ocurreen
un matrimonio a puertas cerradas, pero tal vez te hartastede su carácter
3. dominante y su necesidad de control. Viajastea Europa y al regresar,
publicaste la novela: “Los Recuerdos del Porvenir” en 1963.
No tiene idea por qué Elena Garro la obsesiona tanto. De hecho, prefiere a
Paz y conoce bastante del representante de la Casa del Lago. Es solo que
desde que llegó a París, y conoció el barrio dondevivió la escritora, no deja
de pensar en Elena. Tal vez, se deba a que participó en una obra de ella en la
universidad. Una mujer excepcional en situaciones excepcionales, concluyó
en ese entonces.
Mientras bebe café, sigueescribiendo:
Siempre pesó la figura de tu exmarido. Aunque muchos te considerarían una
de las mejores escritoras mexicanas después de Sor Juana Inés de la Cruz, no
lograstela fama debida, en especial, cuando tras el movimiento estudiantil
del 68, los intelectuales perdieron la confianza en ti.
En tu casa de Cuernavacate asomas por la ventana con miedo. Has pasado
dos décadas de exilio. Tu vida jamás fuedel todo cómoda en Nueva York o
París. Extrañabas la comida y el clima de México, sus costumbres, el merolico
de las esquinas.
Ahora que has regresado, el país te parece amenazante. Casi no sales, y pasas
serios problemas económicos. Escribes con desesperación. Tu genio necesita
plasmarseen las letras, pues es lo único que te mantiene con cierta cordura.
Te publican añorando los primeros libros. Hay quien afirma que tus nuevas
producciones no poseen la misma calidad. Te encoges de hombros. Sólo el
amor y fidelidad de tu hija te ayudan a sobrevivir. Dicen que jamás recibirás
4. la fama merecida, mientras Paz controle el panorama cultural de México. A
estas alturas, ya no te importa. Si hubo algún odio, se mitigó con los años. La
escritora ha superado a la mujer, aunque a veces te quiebras ante la falta de
recursos, eldinero escasea.
Entre sueños, evocas a la jovencita que soñó con volar. El universo era
inmenso, no había barreras deningún tipo; entonces se mezcla con la mujer
que amó y fue amada, que lloró y se frustró. Talvez no hubieras escrito “Los
Recuerdos del Porvenir” sin esas experiencias. Posiblemente la calidad de tus
obras esté en relación a la intensidad de los sentimientos. El dolor y la alegría
se mezclaron para formar cada uno de los personajes. Son entrañables y
humanos porquereflejan tus propias fortalezas y errores.
Eres tu obra Elena Garro, y a pesar de que es difícil comprenderlo, hay cierta
satisfacción en tu semblante. Nadie, y mucho menos él, podrá arrebatartela
genialidad, por lo que cuando el aire mece las cortinas de tu ventana, jalas
agradecida el picaporte sumergiéndote en la inmensidad de la noche.
Patricia deja la pluma sobrela mesa. La tarde es cálida, la brisa la acurruca
como tierna caricia, pero sus dudas siguen fluyendo: ¿alguna vez me pasaría
algo semejante? ¿Me verésobajada a un hombre, tratando de ocultar el
talento?
Ser escritora es su más cara ambición, aunque aún no se lo ha comunicado a
sus padres a sus veinticuatro años. Hay tantos retos, como terminar la
carrera, independizarse, viajar, y por qué no, mudarsea Europa finalmente.
5. Abandona el restaurante, y se dirige a las orillas del Sena, donde todo parece
un poco más claro.
¿Cómo te encontraste a ti misma Elena? ¿Quédebiste hacer para no caer en
el abismo?
Fueron conocidos los síntomas de Elena al final de su vida. Posiblemente
desarrolló una depresión y experimentó carencias económicas. Patricia
compara el exilio de Elena, con su propia evasión de la realidad. ¿No es acaso
lo que estoy haciendo? Medita por un segundo.
Se fue a París, en vez de retomar el semestre. El dinero de la abuela no será
eterno, y entonces se quedará sin ningún futuro que justificar ante los otros y
sobretodo ante símisma.
¿Qué futuro esperabas Elena? ¿Qué futuro espero yo?
Una ola de ansiedad la recorre. Sin embargo, Nuevo León está muy lejos, y si
quiere ser escritora, lo cual realizará tarde o temprano porquelo lleva en la
piel, debe abrirseno sólo a la contemplación sino a un sinnúmero de
experiencias, que continuaran en ese instante o cuando ella lo decida.
*Autora, Psicóloga