La imagen es fundamental en las campañas políticas para distinguirse de la competencia y persuadir a los votantes. La imagen política abarca aspectos personales como la manera de vestir y comunicarse, así como aspectos públicos como eventos y presencia en medios. Una buena imagen permite que los mensajes sean percibidos positivamente y posicionar al candidato, lo que afecta directamente la opinión pública sobre él.