El documento analiza las lecciones que se pueden aprender de la historia de Faraón en el Éxodo. Resume que Faraón creía que sabía todo acerca de Dios, no se vio afectado por los milagros a su alrededor, y finalmente se entregó a sus propios recursos en lugar de someterse a Dios, a pesar de las oportunidades que tuvo. Insta al lector a mantener un corazón humilde ante Dios y a no dar por sentado el conocimiento sobre Él.
1. “ENGAÑOSO ES EL CORAZÓN MÁS QUE TODAS LAS COSAS,
Y DESESPERADAMENTE PERVERSO; ¿QUIÉN PUEDE
SABERLO? – JEREMÍAS 17:9
2. • En mis estudios de Éxodo, me ha impactado constantemente la
capacidad aterradora del corazón humano para resistir a Dios. Faraón,
gobernante de Egipto y emperador de la nación más poderosa de su
tiempo, es un caso de estudio de lo que debería ser un buen
recordatorio para todos nosotros.
3. • No cometáis el error de suponeros incapaces de la dureza del corazón.
• Jeremías nos recuerda que todos los corazones se engañan a sí
mismos.
• Las lecciones que podemos aprender de la mentalidad condenatoria de
Faraón hacen que sea innecesario que alguien cometa el mismo error.
• Por eso me cuidé de anotar algunas observaciones:
4. SUPUSO QUE SABÍA TODO ACERCA
DEL SEÑOR.
• Cuando Moisés exige por primera vez la liberación de Israel en el
nombre del Señor, el faraón "¿Quién es el Señor?" (Éxodo 5:2) es
más un comentario inteligente que una pregunta. Él dice en esencia:
“No hay nada acerca de ese Dios que yo no conozca o que no pueda
vencer”.
5. • Puede que mi espíritu no sea el mismo que el de Faraón, pero debo
protegerme de la presunción de que, debido a que conozco al Señor, sé
todo acerca de Él que necesito saber. La dureza del corazón es el
precio del presunto conocimiento. Un corazón humilde se caracteriza
por la ignorancia confesa y la docilidad
6. NO FUE AFECTADO AUNQUE
RODEADO POR LO MILAGROSO.
• Si hay algo que los milagros no garantizan, es la fe obediente. La
capacidad alarmante del corazón humano para encontrar el poder de
Dios y aún así permanecer inalterado es aterradora. Faraón vio que la
vara de Moisés se convertía en serpiente, consumía las varas de los
magos y luego se convertía de nuevo en vara en la mano de
Moisés. Vio el Nilo convertido en sangre. Vio plagas que devastaron a
su nación mientras Israel estaba protegido por la intervención divina, y
TODAVÍA “endureció su corazón” (8:15, 32).
7. • ¿Qué evidencias del poder de Dios ves cuando miras a tu
alrededor? Usted y yo estamos rodeados de demostraciones
fenomenales del poder, la gracia y las operaciones milagrosas de
Dios. Sin embargo, la incredulidad y la ingratitud sobreviven con
demasiada facilidad. ¡Cuidado, corazón mío!
•
8. FINALMENTE SE ENTREGÓ A SUS
PROPIOS RECURSOS.
• Cuando la Biblia dice: “Jehová endureció el corazón de Faraón” (9:12),
no estamos ante un caso de destrucción predestinada. Que nadie
malinterprete el pronóstico del Señor para esta ocasión (4:21, 7:3). Al
contrario, Dios nunca predestina el fracaso de una persona, aun
cuando Su presciencia lo ve. Éxodo 9:16 deja en claro que Dios levantó
a Faraón con la posibilidad de convertirse en uno de los gobernantes
más notables de todos los tiempos
9. • Él podría ser recordado hasta el día de hoy como el Gran Emancipador,
si hubiera aprovechado su hora de oportunidad de manera responsable
y obediente ante Dios.
• Pero... el triste hecho de la historia es que Faraón endureció
repetidamente su corazón hasta que Dios finalmente dijo: "¡Entonces
hazlo a tu manera!"
10. CONCLUSIÓN
• El Espíritu Santo tiene una manera suave pero afilada de tratar con
cada uno de nosotros. Lecciones como esta, de la Palabra eterna de
Dios, sirven como una fuerte advertencia y también como una
seguridad reconfortante. Si mantenemos nuestros corazones humildes
ante Dios, podemos estar seguros de que Sus más altos propósitos se
realizarán en nuestras vidas.
• Ese es el tipo de corazón que quiero. Siempre.
•
11. GENESIS 12:1 - 22:2
• Todos deseamos escuchar Su voz; todos deseamos tener un encuentro divino, pero no nos
engañemos: no es el encuentro divino lo que define nuestro destino, sino lo que hacemos
después del encuentro. No es suficiente con ser llamado, uno debe permanecer fiel. No es lo
que él nos dice, lo que nos define, sino cómo respondemos a lo que él nos dice.
12. • La descripción bíblica de la enorme fe de Abraham comienza aquí en Génesis 12:5; no solo
comenzó a hacer aquello para lo que fue llamado y ordenado –sino que lo completó–. Si Taré
fue llamado por Dios –y tal vez fue–, él respondió al llamado de Dios emprendiendo el viaje,
pero nunca lo terminó. Abraham fue llamado por Dios –sabemos que fue– y respondió al
llamado de Dios, no solo comenzando, sino completando y cumpliendo todo lo que fue
llamado a hacer.
13. • De esto trata la fe, y no es sorprendente que Abraham y su padre acabasen tan
diferentemente: Abraham se convirtió en el padre de un pueblo y de los pueblos, mientras
que las escrituras no nos dicen practicamente nada de Taré, excepto el hecho de ser
descendiente de Sem y padre de Abraham. Esta es una ley espiritual que debemos tener en
cuenta: Nosotros escogemos nuestro destino de la forma en que respondemos al llamado de
Dios.