En su clase de tercer grado, el autor aplicó un aprendizaje flexible que tuvo en cuenta el ritmo individual de cada estudiante, su entorno y necesidades, usando herramientas tecnológicas. Durante la clase, propuso actividades lúdicas, recreativas y académicas que estimularon la imaginación y creatividad de los estudiantes en un ambiente escolar facilitador del aprendizaje, el cual los estudiantes y docentes disfrutaron con respeto y aportando iniciativa y creatividad para alcanzar los objetivos