Este documento discute el uso de la tecnología en la educación. Explica que la tecnología por sí sola no garantiza una verdadera innovación educativa, sino que debe usarse para facilitar el aprendizaje significativo entre docentes y estudiantes. Aunque inicialmente se temió que las máquinas reemplazarían a los humanos, ahora la tecnología ha facilitado la comunicación entre profesores y alumnos. Sin embargo, es necesario complementar la tecnología con nuevas metodologías pedagógicas para lograr resultados efectivos. Lamentable
1. TECNOLOGIAS DE INNOVACIÓN
ENSAYO: LA TECNOLOGÍA AL SERVICIO DE LA
INNOVACIÓN EDUCATIVA
ELABORADO POR:
BLEYDI VIVIANA VELANDIA ALDANA
REVISADO POR: M.E KARLA PALATTO TOVAR
JULIO DE 2015
2. La tecnología al servicio de la innovación educativa
Actualmente es visible el esfuerzo en los escenarios educativos para la
aplicación de los avances tecnológicos con fines formativos, es lo que conocemos como
tecnología Educativa. Sin embargo el solo uso de estas tecnologías no garantiza la
existencia de una verdadera Tecnología Educativa, puesto que sin aprendizaje
significativo no hay lugar a educación o formación. En este proceso; deben participar
docentes y estudiantes, que busquen hacer un buen uso de las tecnologías, no solamente
enfocado al consumismo como lo hace la tecnología comercial.
En los primeros años se asociaba el ordenador con el concepto de
automatización y mecanización. Es decir insensibilización. Se creó el temor al posible
remplazo del hombre por una máquina. Pues el trabajo de 10 hombres podía ser
elaborado por una sola de ellas, pero no todo es malo; siempre se debe tener en cuenta
que lo malo no es la tecnología sino el uso que se le da. En el ámbito educativo por
ejemplo, muchos estudiantes coinciden que en la educación virtual han tenido más
contacto con el profesor que antes de introducir el ordenador. Se crea una comunicación
más personal y dirigida docente- estudiante, mediante el uso de correos electrónicos.
Así, la aplicación de nuevas tecnologías siempre se ha visto como una
oportunidad, aunque inicialmente como novedad, poco a poco se han convertido en un
estilo de vida. Algo que ha facilitado las comunicaciones. No obstante, es necesario que
esa tecnología sea complementada con una metodología, para fines educativos con
resultados eficaces y eficientes. Lamentablemente se le ha dado un concepto efímero a
la innovación tecnológica, es decir por años se ha presentado como un procedimiento
que debe ser reemplazado cada cierto tiempo. Lo cual no ha permitido que se genere un
sentido de pertenencia y el deseo de dedicarse con esfuerzo frente a algo que de acuerdo
a lo presentado históricamente tiene fecha de vencimiento.
Por otra parte, para los gobiernos tampoco representa una gran inversión
apostarle al cambio en las metodologías. Tristemente parece que al gobierno le conviene
mucho más un pueblo reprimido y sin ganas de superación. De aquí el bajo presupuesto
que durante décadas ha sido destinado al factor educativo. Lo que esto da a entender a
profesionales, es que realmente la formación, la educación, la innovación y la tecnología
no valen para nada.