Los contratos generan obligaciones legales para las partes. Deben cumplirse exactamente según los términos acordados y de buena fe. Los contratos solo pueden revocarse por mutuo consentimiento o causas legales como caso fortuito o fuerza mayor. Existen dos tipos de revocación: bilateral por arrepentimiento mutuo, y unilateral por disposiciones legales en casos excepcionales. Los jueces tienen la facultad de interpretar los contratos y dirimir controversias sobre su cumplimiento.