Andragogía: aprendizaje adulto basado en participación e igualdad
1. UNIVERSIDAD YACAMBÚ
VICERRECTORADO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
MAESTRÍA EN GERENCIA DE LA EDUCACIÓN
Autor: Andy Méndez
C.I: 14.826.963.
Sección: SP03N0V
05 de Julio de 2013
2. El vocablo pedagogía es aplicado tradicionalmente a la educación de niños, la
única institución para impartirla es la escuela, y las personas eran educables solo en su
edad temprana. El término andragogía fue utilizado por primera vez en el siglo XIX, y
propuesto por UNESCO en 1976, para designarla como una disciplina que se ocupa del
estudio de los procesos de aprendizaje del adulto en forma permanente.
Por tal motivo la andragogía en la educación superior y las herramientas que esta
disciplina científica aporta en la educación de adultos, se fundamenta en los principios
de participación basada en una relación de cooperación mutua de las partes integrantes
de la respectiva actividad de aprendizaje, y el de horizontalidad que es una relación entre
iguales, una interacción de actitudes hacia el logro de objetivos y resultados exitosos.
Ahora bien, con el paso del tiempo, los investigadores del campo de la docencia
se han planteado que la educación ya no se limita como un simple proceso de enseñanza
a los niños, sino como un proceso complejo y permanente que se lleva a cabo en todas
las edades y fases de la existencia humana.
Así mismo UNESCO, propone en el año 1976, una educación permanente como
respuesta pertinente, adecuada y oportuna a las exigencias de una renovadora e
intrincada sociedad, para ayudar a la persona humana en forma efectiva durante todas las
etapas de su vida, mediante el acceso de los adultos al sistema educativo, constituye un
aspecto fundamental del derecho a la educación y un medio para facilitar su
participación activa en la vida política, cultural, artística, tecnológica y científica.
Por tal motivo la propuesta de UNESCO, pretende que la educación dejara ser
solo la adquisición de conocimiento, y limitada a la tradicional institución escolar, para
transformarse en un conjunto de oportunidades de aprendizaje válido que no se limitan a
un tiempo y a un lugar, y que permite al individuo continuar extendiendo su potencial
personal, como lo afirma Roque Ludojoski: “La educación no es escuela sino vida.”
3. En este sentido, Adolfo Alcalá, cita a varios autores para definir la andragogía,
entre ellos, se puede mencionar a Félix Adam, quien afirma que: “La andragogía es parte
de la antropología y es la ciencia y el arte de la educación de los adultos.”; Roque
Ludojoski: “La andragogía consiste en el empleo de todos los medios y modalidades de
la formación de la personalidad puestos a disposición de todos los adultos sin distinción
alguna, ya sea que haya cursado solo la enseñanza primaria o la secundaria y hasta la
superior.”; J. R. Kidd: “La andragogía es la ciencia del comportamiento de la persona
que está enseñando al adulto o quien enseña a un adulto”.
Asimismo el propio Adolfo Alcalá, propone que la andragogía como: “La ciencia
y el arte que, siendo parte de la antropología y una de las ciencias de la educación y
estando inmersa en la educación permanente, se desarrolla a través de una praxis
fundamentales en los principios de participación y horizontalidad, cuyo proceso al ser
orientado con características sinérgicas por el facilitador del aprendizaje, permite
incrementar el pensamiento, la autogestión, la calidad de vida y la creatividad del
participante adulto, con el propósito de proporcionarle una oportunidad de lograr su
autorrealización.”
Es preciso acotar que el facilitador y el participante son los componentes
esenciales de la andragogía, ya que el facilitador, es la persona que orienta el
aprendizaje del adulto, tratando vincularlo a las necesidades del adulto con los
conocimientos y los recursos pertinentes, de manera oportuna, efectiva y afectiva. Debe
estar sólidamente preparado para facilitar el aprendizaje, con las siguientes
características: creativo, organizador, humilde, respetuoso, responsable, culto, receptivo,
puntual y comunicativo y el participante es el eje del proceso andragógico. Es un adulto
que está orientado, asesorado y con experiencia suficiente para administrar su propio
aprendizaje.
4. En este mismo orden de ideas, la andragogía, como ciencia, tiene sus propios
fundamentos teóricos y métodos en el proceso de aprendizaje, además de ser planificada
y programada, se orienta en forma científica a facilitar el aprendizaje de los adultos.
Ahora bien, según Félix Adam, afirma que: “La andragogía se diferencia al
tradicional concepto de la educación en la que uno enseña y otro aprende, uno que sabe
y otro que ignora, teóricamente deja de existir en la andragógica, para traducirse en una
acción recíproca donde muchas veces es el alumno el que enseña y el maestro el que
aprende.
En este sentido lo afirmado por Adam, permite inferir que la andragogía rompe el
mito de que el saber es propio del docente. Con este nuevo enfoque, se derrumba el
estatus del educador, en el cual era considerado como persona erudita y poseedora
exclusiva del conocimiento y al mismo tiempo finalizó el rol del alumno, como persona
ignorante, inactiva, tímida, receptiva, sumisa y fiel repetidora de todo lo expresado por
el docente como facilitador del aprendizaje, ya que la operatividad de la andragogía se
fundamenta en los principios de participación y horizontalidad, es decir; la participación
es la acción de compartir, tomar decisiones en conjunto, tener en común una particular
cualidad, carácter, u opinión y la horizontalidad, se refiere que entre el facilitador y el
participante, debe existir una relación entre iguales, una relación compartida de
actitudes, de responsabilidades y compromisos hacia logros y resultados exitosos,
permitiendo a los participantes y al facilitador interaccionar su condición de adultos,
aprendiendo recíprocamente, respetándose mutuamente y valorando las experiencias de
cada uno en un proceso educativo de permanente enriquecimiento y realimentación.”
. En conclusión, se puede afirmar que en la Andragogía, no existe el acto de
enseñar, el proceso de aprendizaje andragógico no se orienta en la verticalidad del
tradicional modelo pedagógico, ni en la responsabilidad exclusiva del docente en
trasmitir el conocimiento; la praxis andragógica se fundamenta en el principio de
horizontalidad basada en una relación de igualdad entre el facilitador y el participante.