Las medidas de frecuencia se usan para conocer la distribución de las enfermedades, identificar grupos de alto riesgo y factores causales, inferir sobre el pronóstico y progresión de enfermedades, y desarrollar y evaluar programas de prevención. Algunas medidas comunes son la incidencia, prevalencia, razón, proporción y tasas como la mortalidad, morbilidad y natalidad.