El documento presenta la educación por competencias, describiendo que una competencia implica poseer los recursos para enfrentar problemas en diferentes escenarios sociales como el educativo, profesional, comunitario y personal. Propone un decálogo de competencias para el siglo XXI y describe cuatro macrocompetencias relacionadas con ser un aprendiz permanente, un profesional eficaz, un ciudadano participativo y solidario, y una persona feliz. Finalmente, señala que las competencias se consolidan en su contexto de uso y la formación permanente tiene un papel crucial.