Los antiguos filósofos griegos consideraban la estética como la teoría de la belleza y la filosofía del arte. Adoraban el cuerpo masculino que representaba la perfección divina, mientras que veían el cuerpo femenino como imperfecto. Los artistas griegos buscaban representar esta adoración a través de obras que mezclaban la realidad con la mitología para crear una cosmología que expresara su admiración por la naturaleza, el hombre y lo divino.