El documento describe el enfoque de basura cero, cuyo objetivo es reducir la producción de residuos, promover el reciclaje y reutilización de materiales, y diseñar productos de larga duración. Este enfoque busca separar los residuos reciclables de los no reciclables para su desecho diferenciado. Las primeras ciudades en aplicarlo con éxito fueron Canberra, Australia y San Francisco, EE.UU., reduciendo significativamente sus residuos urbanos.