La sordera profesional es el deterioro de la salud más común en el lugar de trabajo y puede prevenirse fácilmente. Los sonidos por encima de 90 decibeles son dañinos y los agudos lesionan más que los graves. La exposición prolongada a ruidos fuertes y vibraciones puede causar pérdida auditiva permanente o problemas médicos como dolor de espalda y síndrome del túnel carpiano.