Este documento discute la probabilidad de resultados falsos positivos cuando se realizan exámenes de tamizaje periódicos. Explica que cuanto más frecuente es el tamizaje, mayor es la probabilidad acumulada de falsos positivos a lo largo del tiempo. Recomienda espaciar los exámenes cada 2-3 años en lugar de hacerlos anualmente para reducir este riesgo y exponerse a procedimientos médicos innecesarios.