*¡Cuántas veces me he quedado contigo a solas,
mirándote clavado en el madero!
Sin palabras, sumido en el silencio -en tu silencio-,
Te he mirado de arriba abajo sin decirte nada.
Mi nada, Cristo Crucificado, ante tu Todo.
“Y cuando hube llegado hasta él, lo saludé diciéndole:
Buen día.
Buen día, Miriam –me contestó.
Luego me miró. Sus ojos negros vieron en mí lo que no vio hombre alguno antes que él. Ante sus miradas sentí como si me hallara desnuda, y me avergoncé de mí misma. No habiéndome dicho, entretanto, más que ese <buen>, le dije:
¿Quieres venir a mi casa?
¿No estoy ahora, acaso, en tu casa? –replicó.
No comprendí sus palabras en aquel momento, pero ahora sí que las comprendo.
Mientras se consumían cuatro velas establecieron el siguiente diálogo:
-¡Yo soy la paz! Pero las personas no consiguen mantenerme, creo que me apagaré pronto –dijo la primera. Y poco a poco fue disminuyendo su fuego hasta que su llama desapareció totalmente.
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“Y cuando hube llegado hasta él, lo saludé diciéndole:
Buen día.
Buen día, Miriam –me contestó.
Luego me miró. Sus ojos negros vieron en mí lo que no vio hombre alguno antes que él. Ante sus miradas sentí como si me hallara desnuda, y me avergoncé de mí misma. No habiéndome dicho, entretanto, más que ese <buen>, le dije:
¿Quieres venir a mi casa?
¿No estoy ahora, acaso, en tu casa? –replicó.
No comprendí sus palabras en aquel momento, pero ahora sí que las comprendo.
Mientras se consumían cuatro velas establecieron el siguiente diálogo:
-¡Yo soy la paz! Pero las personas no consiguen mantenerme, creo que me apagaré pronto –dijo la primera. Y poco a poco fue disminuyendo su fuego hasta que su llama desapareció totalmente.
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Cuenta una antigua leyenda que un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios:
-Me dicen que me vas enviar mañana a la Tierra; pero ¿cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?
-Entre muchos ángeles escogí uno para ti, que te está esperando; él te cuidará.
-Pero dime: aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso me basta para ser feliz.
Esta es “la Sabiduría de la cruz”. Esta es la enseñanza que se aprende al poner los ojos en el Crucificado. Esta es la lectura, desde la Cruz, del Evangelio. Este fue el motivo profundo que le llevó a la Cruz. Su estilo de vida según las Bienaventuranzas. Un estilo que no tenía lugar en una sociedad de contravalores, en una sociedad donde el hombre no estaba por el hombre, sino en contra del hombre. En el Cristo Crucificado se entienden existencialmente las Bienaventuranzas. La Carta Magna del Reino tiene su prueba certera en la cruz. Creo en el hombre que nos dio ese programa de vida y por vivirlo le crucificaron.
Acercándose algunos de los saduceos, esos que sostienen que no hay resurrección, le preguntaron a Jesús.
-Maestro, Moisés nos dejo escrito que si un hombre casado muere sin haber tenido hijos con su mujer, el hermano del difunto deberá tomar por esposa la viuda para darle hijos al hermano que murió. Pues bien, había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó, pero murió sin dejar hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y lo mismo hicieron los demás, pero los siete murieron sin dejar hijos. Finalmente murió también la mujer.
El alma de un hombre subió al cielo para ser juzgada. Cuando llegó, se asombró de no encontrar a nadie. Y como nadie le impedía el paso, siguió avanzando hasta llegar a una gran sala. Ahí, sobre una mesa, encontró unos anteojos. Algo le dijo que aquellos anteojos eran de Dios. Entonces, se los puso.
Un hombre que paseaba por el bosque vio un zorro que había perdido sus patas, por lo que el hombre se preguntaba cómo podría sobrevivir. Entonces vio llegar a un tigre que llevaba una presa en su boca. El tigre ya se había hartado y dejó el resto de la carne para el zorro.
“Por qué me invocáis: ´Señor, Señor´ y no hacéis lo que digo? Todo el que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra, os voy a indicar a quién se parece. Se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondo y asentó los cimientos sobre roca; vino una crecida, rompió el río contra aquella casa y no se tambaleó porque estaba bien construida. El que las escucha y no las pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; rompió contra ella el río, y en seguida se derrumbó; y ¡hay que ver qué ruina la de aquella casa!”
“Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis y, lo mismo que les dije a los judíos, os digo también a vosotros: adonde yo voy, vosotros no podéis venir.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros; que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos, si os tenéis amor los unos a los otros.”
Se celebró por entonces en Jerusalén la fiesta de la Dedicación. Era invierno. Jesús se paseaba por el Templo, en el pórtico de Salomón. Le rodearon los judíos, y le decían: “¿Hasta cuándo vas a tenernos en vilo? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.”
Jesús comienza por presentarse como alguien mayor que todos los profetas: Aquí hay uno mayor que Jonás, mayor que Salomón (Mt 12,41). Muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron (Lc 10,24). El mismo Abrahán se regocijó pensando ver mi día (Jn 8, 56). Juan Bautista es más grande que todos los profetas del Antiguo Testamento y, sin embargo, el más pequeño de los que participen en el reino que Cristo inaugura es más grande que él (Mt 11,11).
Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue donde los sumos sacerdotes, y les dijo: “¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré?”. Ellos le asignaron treinta monedas de plata. Y desde ese momento andaba buscando una oportunidad para entregarle
Marchaba el buen Jesús por un camino,
en sus largas jornadas por el mundo,
y era entrada la noche, cuando vino
a posarse a sus pies un vagabundo,
que le dijo con jubilo y llanto.
“Eres Jesús, el Nazareno.
¡Cuánto te he buscado Señor,
Para que hagas un grandísimo bien!”
Y abriéndose el manto le mostró
el cuerpo lleno de llagas.
La máxima expresión del amor de Jesús está en la entrega de su vida en la cruz.
Mirar al crucificado llena el corazón de gozo. Contemplar al Cristo en la cruz inunda el corazón de alegría. Quedarse en oración ante un Cristo colgado del madero sin decir nada, sólo quedándose a solas con “El solo”, es como centrarse en el centro de la vida, como haberlo encontrado todo.
Cuando intentes celebrar un encuentro con el Señor, después de construir el templo del silencio en fe y paz, comienza a decirle: estás conmigo. Tú me sondeas y me conoces. Tú me penetras, me envuelves y me amas. Estás conmigo. Estoy contigo. Estás sustancialmente en mi ser entero.
“Sonreír es un buen medio para crearse un alma amiga”.
Pero no una sonrisa irónica y burlona, esa sonrisa es un ángulo que juzga y reprueba. Sino la sonrisa amplia, limpia, la sonrisa… al borde de la risa.
Se adentraba un día Moisés en el desierto, sólo con su rebaño, cuando de pronto un fenómeno inusitado atrajo su atención y le detuvo: ahí había un espino, un zarzal, que se estaba quemando.
En 1994, dos americanos respondieron a una invitación del Departamento de la ex Unión Soviética, para enseñar moral y ética (basada en principios bíblicos) en las escuelas Públicas. Fueron invitados a enseñar en prisiones, negocios, departamentos de bomberos y policía, y en un inmenso orfanato. Alrededor de 100 niños y niñas de los que habían abusado y que habían abandonado estando en este orfanato a cargo de un programa del gobierno.
“Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Vosotros me buscaréis y, lo mismo que les dije a los judíos, os digo también a vosotros: adonde yo voy, vosotros no podéis venir.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros; que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos, si os tenéis amor los unos a los otros.”
Un hombre muy desgraciado se preguntaba un día qué habría hecho Dios justo y bueno, con su parte de felicidad y resolvió que lo iría a ver y se la reclamaría.
Llegado a un pueblecito pidió hospitalidad en nombre de Dios a una mujer que le dijo que su marido había matado ya a noventa y nueve personas y que él corría peligro de convertirse en la centésima víctima. De todas formas ocultó al viajero en un cobertizo fuera de la casa tras haberle dado de comer.
Cuando la soledad de mi corazón súplica por tu compañía.
Cuando mis ojos cansados de llorar piden colirio celestial.
Cuando todos los jardines se llenan de primavera y el mío permanece seco.
Cuando el labio inicuo me golpea con el látigo de la mentira.
Cuando el grito sin eco de mi espíritu se pierde en la noche silenciosa.
Cuando la senda recta que orienta mi andar se vuelve abrupta y llena de amenazas.
Hija (o) mía (o), quiero recordarte una vez más que te amo. Con amor eterno y gratuito te he amado. Como se alzan los cielos por encima de la tierra, así de grande es mi amor por ti.
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁClaude LaCombe
Recuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de las imágenes subliminales de los Testigos de Jehová. Fue en los primeros años del foro de religión “Yahoo respuestas” (que, por cierto, desapareció definitivamente el 30 de junio de 2021). El tema del debate era el “arte religioso”. Todos compartíamos nuestros puntos de vista sobre cuadros como “La Mona Lisa” o el arte apocalíptico de los adventistas, cuando repentinamente uno de los participantes dijo que en las publicaciones de los Testigos de Jehová se ocultaban imágenes subliminales demoniacas.
Lo que pasó después se halla plasmado en la presente obra.
Ponencia en I SEMINARIO SOBRE LA APLICABILIDAD DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR UNIVERSITARIA. 3 de junio de 2024. Facultad de Estudios Sociales y Trabajo, Universidad de Málaga.
LA PEDAGOGIA AUTOGESTONARIA EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJEjecgjv
La Pedagogía Autogestionaria es un enfoque educativo que busca transformar la educación mediante la participación directa de estudiantes, profesores y padres en la gestión de todas las esferas de la vida escolar.
Documento sobre las diferentes fuentes que han servido para transmitir la cultura griega, y que supone la primera parte del tema 4 de "Descubriendo nuestras raíces clásicas", optativa de bachillerato en la Comunitat Valenciana.
5. *Me desconciertas cuando pongo mis ojos
sin fe en tu cruz.
Me desconciertas cuando veo tu silencio y
mansedumbre.
Me desconciertas cuando inclinas la cabeza
y te humillas.
Me desconciertas cuando pides perdón para
tus verdugos.
Me desconciertas cuando gritas al morir y
nadie oye tu llanto.
Me desconciertas cuando, como Cordero
inocente,
te has dejado degollar sin oponer