La filosofía de Schelling consideraba que la mitología y la poesía jugaban un papel importante en el desarrollo del pensamiento filosófico. Veía el arte como la tarea más elevada de la filosofía, donde la intuición intelectual se contrasta a sí misma. Schelling creía que la mediación entre lo teórico y lo práctico, así como entre lo ideal y lo real, se lograba a través de la contemplación activa y creativa de la realidad. Proponía que la filosofía debía regresar a la poesía