El documento resume la evolución del pensamiento político alemán desde el idealismo hasta el historicismo político. El idealismo alemán, representado por filósofos como Schelling y Fichte, veía al arte y la subjetividad como principios unificadores de lo real y lo ideal. Hegel continuó esta línea al fundamentar el estado como encarnación de la nación espiritual. Finalmente, el historicismo político consideraba que el nacionalismo podía llevar al totalitarismo al no dejar espacio para la individualidad.
2. Definición de las Implicaciones jurídicas y
políticas del liberalismo para la filosofía.
• La fundamentación del liberalismo suele efectuarse desde dos puntos de
vista: el utilitarista o el iusnaturalista.
• El utilitarista indica que el sistema económico liberal produce y distribuye
más riqueza, optimiza la asignación y la utilización de recursos escasos y
coordina de forma espontánea los deseos y las capacidades de los
participantes en el mercado.
• El iusnaturalismo habla de justicia referida a derechos de propiedad,
agresión, fuerza, violencia y voluntariedad de las relaciones humanas. El
iusnaturalista indica que la única norma ética basada en la igualdad esencial
de los seres humanos que puede ser universal y simétrica es el respeto de los
derechos de propiedad de cada persona sobre sí mismo y sobre aquellos
bienes que coloniza, crea o intercambia libremente con los demás. Libertad
y derechos de propiedad son equivalentes.
3. Reseñar la evolución del pensamiento político
alemán desde el idealismo hasta el historicismo
político.
Idealismo Alemán
Schelling la entiende como visión que no hace referencia ni a la percepción de los sentidos, ni a
conceptos o deducciones, y que no puede ser enseñada: lo que sea esta facultad “no puede
demostrarse con conceptos; cada cual debe encontrarla en sí mismo o no la conocerá nunca”
(Fichte). Poseemos una facultad oculta, maravillosa, de recogernos en nuestro interior frente al
paso del tiempo, para contemplar ahí bajo la forma de la inmutabilidad lo eterno en nosotros”
(Schelling). El lenguaje de estas frases y la mención del “absoluto”, en el que se unifican realidad e
idealidad, naturaleza y espíritu, ser y conocer, y todos los opuestos, permiten quizá intuir por qué
Schelling puede ser calificado de filósofo “romántico”. La subjetividad como principio de la
totalidad del mundo pensada orgánicamente, disolución de las divisiones dualistas y mecanicistas
del pensamiento en la naturaleza, unión de lo finito y lo infinito en la contemplación del arte, y
libertad infinita y poder creador de la fantasía: estos son los temas centrales de los poetas y
teóricos (fuertemente influenciados por Fichte) del Romanticismo alemán, entre los que se
encuentran, por ejemplo, Novalis y Friedrich Schlegel. Scheliing también ve en el arte una
realización de la “intuición intelectual” y la máxima posibilidad de unificar lo real y lo ideal
4. Así, exige (en el manuscrito que nos ha llegado a través de Hegel pero posiblemente
escrito por Schelling) en el “programa de sistema más antiguo” del idealismo alemán
(1796-1797) para un estado futuro de la humanidad, que la poesía vuelva a ser “lo que
era en un principio: maestra de la humanidad, ya que no existe más filosofía, más
historia, sólo la poesía sobrevivirá al resto de las ciencias y artes”. La filosofía con la
que se deben superar tanto el dualismo kantiano de cosa en sí y del objeto conocedor,
así como el “idealismo subjetivo” de Fichte, es designada el “sistema de identidad”
por Schelling, quien declara que este es el “punto de indiferencia” de la filosofía
trascendental y natural practicada por él. La filosofía trascendental de Schelling
fundamenta la posibilidad de la experiencia y del conocimiento, la relación sujeto-
objeto, desde el propio sujeto. El objeto de la experiencia, o lo que es lo mismo lo
“real”, la naturaleza, se entiende como el producto producido inconscientemente por
la misma razón absoluta, que como producción consciente genera y es al mismo
tiempo lo “ideal”, el espíritu, el pensamiento.
Reseñar la evolución del pensamiento político
alemán desde el idealismo hasta el historicismo
político.
5. Historicismo Político
La nación no existe. Es mera abstracción. El Estado, sí. Es visible, responde a
una realidad comprensible, tiene poder, estructura y se comunica con los
ciudadanos mediante leyes, normas y órdenes. La nación espiritual se encarna
en el estado real, esa es la decisiva y definitiva contribución de Hegel al
proceso intelectual puesto en marcha por Fichte y que da origen al
totalitarismo.
El nacionalismo sólo puede producir un estado intervencionista sin resquicio
para la individualidad, con alto poder de opresión, capaz de manifestar a la
nación-pueblo en la evolución histórica. El nacionalismo es totalitarismo. Los
intelectuales, los filósofos han abandonado con frecuencia la modestia
intelectual y han olvidado que su función se orienta al servicio de los demás
hombres.
Reseñar la evolución del pensamiento político
alemán desde el idealismo hasta el historicismo
político.
6. Como profeta y sumo pontífice de la nueva religión, Hegel subvierte todo el arsenal teológico de la
escolástico vaciando sus términos de contenido, haciendo una transferencia de sacralidad hacia el
estado. La revelación es histórica porque "una voluntad divina rige poderosa el mundo" y tiene "un
fin universal", la manifestación divinal del estado. Como dijo Kierkagaard, en la sinfonía del mundo,
Hegel es un organillero dispuesto a interpretarla.
Los profetas habían predicho hechos futuros, de forma velada porque, como repite la Biblia, "los
caminos del Señor son inexcrutables". Hegel simplifica el esquema y se convierte en profeta del
pasado, en apuntador de la historia. Esta no puede desarrollarse sin un plan interno porque Dios en
otro caso sería un improvisador irracional y "se dice que este plan se halla oculto a nuestros ojos, e
incluso que sería temeridad querer conocerlo". Pero no para Hegel que está en el secreto. En esta
burda suplantación profesoral de Dios, Hegel ha de diluir el Dios personal del cristianismo en un
panteísmo histórico, para lo que pasa a denominar lo material por espiritual. "El reino del espíritu es
el creado por el hombre" . Más en sentido teológico estricto crear es sacar algo de la nada, dar
origen ex nihilo, y sólo analógicamente puede hablarse de creación humana y dentro del mundo
material o inmanente.
Hegel es un materialista que estafa con este espiritualismo vacuo: "Dios y la naturaleza de su
voluntad son una misma cosa; y esta es la que llamamos filosóficamente la Idea". Establece, pues,
una identidad entre lo nacional y lo espiritual. La consecuencia inmediata es que la historia no se
estudia, se piensa y de alguna forma se crea.
Reseñar la evolución del pensamiento político
alemán desde el idealismo hasta el historicismo
político.