Este documento discute la formación de los estudiantes del futuro. Sugiere que los estudiantes del futuro deben estar familiarizados con la tecnología y dominar múltiples idiomas. También argumenta que los maestros deben adaptarse a los cambios tecnológicos y enseñar de maneras que motiven a los estudiantes y descubran sus talentos. Además, enfatiza la importancia de involucrar a los padres en el proceso de enseñanza-aprendizaje para lograr resultados educativos más efectivos.