El funcionalismo lingüístico surgió como reacción a la gramática generativa y considera que el propósito principal de la lengua es la comunicación. Aborda el estudio de una lengua desde las funciones de sus elementos y estructuras en contextos comunicativos reales. Incluye corrientes como la Escuela de Praga, la Glosemática y teóricos como Martinet, Halliday y Dik, entre otros.