Grupo Macomaco - No conocemos las bases del cambio
1. 20 21
En el Congreso de Peluquería de Cosmobelleza 2013, tuve la oportunidad
de impartir una ponencia sobre lo que tan a la orden del día está: el cambio.
En ella, hablé de la situación actual y de cómo ésta empuja a reinventarse,
a buscar otras maneras con las que salir adelante, con las que encontrar
otras vías que signifiquen nuevas formas de negocio. También, de la ilusión,
de la motivación que, ahora más que nunca, debe estar presente en cada
decisión y acto que se llevemos a cabo. Por manuel collado
Ponencia Cosmobelleza 2013
D
esde hace algún tiempo tenemos
en nuestro vocabulario palabras
nuevas, adoptadas y adaptadas
para este tiempo. Una de ellas
forma parte de nosotros como si
fuese de la familia: “reinventarse"
ya se usa a diario. Personalmente creo que esto es
un invento para tirar balones fuera cuando se tratan
determinados temas. Y como nadie sabe muy bien
cómo fumarse esta situación (porque quizá sea infu-
mable), repetimos esa palabra una y otra vez con la
intención de que nos sea familiar, para ver si de esta
manera conseguimos algún día descifrar el enigma
de su significado.
En Tocado me han invitado a escribir unas palabras
acerca de la ponencia que ofrecí en el Congreso de
Peluquería de Cosmobelleza el pasado mes de fe-
brero. Se hace difícil resumir en este espacio todo
lo que se puede decir en una hora y cuarto pero
sintetizaré empezando por el pequeño prólogo del
principio de la ponencia.
¿Cuántos de nosotros whatsapeamos? ¿Y eso qué es,
un verbo? Curiosamente, esta expresión ya es algo
cotidiano que se ha introducido con una naturalidad
pasmosa en nuestro vocabulario y en nuestra forma
de vida y que ha revolucionado y reinventado nues-
tra forma de comunicación. También existen auto-
móviles que conectándolos con un simple enchufe
a la red eléctrica cargan baterías como un teléfono
móvil y sustituyen el combustible fósil. La música la
compramos en tiendas virtuales y la almacenamos
en “contenedores" con capacidad para reproducir
miles de canciones. Los libros ya no son de papel,
ahora los almacenamos en tabletas y disponemos
de estanterías completas, ahorrando papel, espa-
cio y peso en el bolso. Abreviamos la escritura en
mensajes de texto dando lugar a nuevas palabras,
alguna de ellas impronunciable.
¿Y nosotros, qué hemos hecho al respecto? Profesio-
nalmente, ¿en qué hemos cambiado desde hace veinte
años hasta nuestros días? Sí hay una cosa que he ob-
No conocemos las bases
del cambio porque
no sabemos hacia dónde
queremos ir
servado cambiada: al respecto de las nuevas tecnolo-
gías, nosotros también hemos simplificado muchísimo
las cosas en paralelo a los artilugios electrónicos, que
cada vez son más sencillos e intuitivos. Tanto que, en
la mayoría de casos, la peluquería, nuestra profesión,
ha dejado de ser lo que fue para convertirse en algo
sencillo y básico, carente de artesanía y creatividad.
Con el tiempo y los años, esa simpleza por todo gene-
ra desasosiego, desilusión y desmotivación. Imperso-
nalizando el trabajo en pos de la rapidez y la sencillez
para, sencillamente, generar ingresos rápidos.
Eso es exactamente lo que tenemos. Es lo que he-
mos venido haciendo en innumerables casos. ¿Qué
van a hacer las futuras generaciones? O mejor, ¿qué
vamos a hacer en ésta? ¿Es adecuado quedarse de
brazos cruzados en estos momentos?
Me he pasado la vida reinventándome sin tener
consciencia real de ello. Ahora no queda más re-
medio que seguir haciéndolo. Siempre he sido así
y ahora estoy como pez en el agua. Albert Einstein
dijo: “Si haces lo de siempre, recibes lo de siempre".
¿Cambiamos o nos reinventamos?
Profesionalmente, ¿en qué hemos
cambiado desde hace veinte años
hasta nuestros días?