Este documento presenta una guía para un examen extraordinario de comprensión lectora y redacción que incluye dos textos para su análisis. El primer texto describe un club de fracasados y las diversas personas y situaciones que se encuentran allí. El segundo texto habla sobre cómo la ciencia puede usarse para causar daño, ya sea de forma intencional o no, y da ejemplos como las armas y la eugenesia. La guía propone temas a desarrollar después de cada lectura como identificar elementos estructurales, ideas principales, mensajes e interpret
1. Guía para el examen extraordinario de:
Comprensión Lectora y redacción I
Profra: Norma Angélica Morales González
La siguiente guía tiene como propósito que desarrolles algunos de los ejercicios de
clase destinados a la identificación de los elementos estructurales de la lectura, así
como el desarrollo de habilidades de comprensión y análisis de textos.
a. Realiza una lectura comprensiva del texto que se reproduce a continuación y
desarrolla cada uno de los temas que se proponen al final de la misma.
Análisis de textos.
El club del fracaso
El Club de Fracaso tiene una historia tan interesante como dudosa, y tanto le cabe este último
adjetivo que es hasta dudosa de ser interesante.
Según comentó alguien en una de esas reuniones que tienden a disiparse en la memoria de los
presentes,el clubensíno esmás que la uniónerráticaydesordenada de personas y personajes que
“no”. En aquel momentoalguientuvolaintenciónde preguntar “que no qué”, pero las dos terceras
partesde las inquisiciones que realizamos en cualquier conversación están de más si nos tomamos
un breve respiro para pensarlas.
Igual que nos ocurre cuandoalguienesmuydetalladoensunarración,yotuve entoncesla sensación
de conocer perfectamente aquel lugar. Como si hubiera estado o como si estuviera ahí.
Es difícil hallar datos generales, aunque no específicos, del club. En algunos casos, miembros
fervorosos saltan de sus filas hacia otros clubes y en otros vuelven a él luego de ser expulsados de
otras logias. Lo que sí es totalmente corroborable es que el club tiene una cifra de miembros que
ningún libro de actas podría llegar a asentar ya sea por su movilidad o por su cantidad.
En el recuento oscilante de los tiempos dicen que hubo, hay y habrá historias fabulosas que
realmente se destacandentrodel inmaterial edificiode lasede social del clubal que nadie esgustoso
de pertenecer, aunque son de remarcar también aquellos que se niegan a abandonar sus filas.
Había, hay y habrá,por millones,socios que pagan la cuota a regañadientes. Un infinito número de
abonadosa fracasos de diferentes tamaño y calidad: pequeños, grandes, intencionales, casuales, y
hasta unnúmeroindeterminados de socios que habiendo obtenido la invitación de otros clubes se
niegan a reconocerse en otro lugar que no sea el del Club del Fracaso. Este último un caso casi tan
común como el de los que siendo inevitablemente parte del Club fingen pertenecer a otras
instituciones, y en algunos casos circulan por los pasillos con credenciales apócrifas o distintivos
falsos que, al extremo, terminan en autoconvencimiento.
Nadie prestónuncademasiadaatenciónalashistoriasdel club. Noobstante sondestacables;ningún
otro club podría haber existido de no poseer éste la masa de asociados más grande la historia de la
humanidad.
Recuerdo una de sus salas. Generalmente y a pesar de su arquitectura compleja y soberbia en
tamaño, los que por allí frecuentan suelen dar vueltas en no más de dos o tres salones. El estilo
2. victoriano que los arquitectos y artistas le han dado es poco cierto ya que siempre se está
construyendo, redecorando, reparando y variando las formas desde el mismo fracaso de los que
intentan darle una y no alcanzan a completarla ya sea por fallas en los cálculos de material,
distracciones en la proyección, torpeza en la factura o accidentes mínimos interpuestos entre los
bocetos y la realización.
No deseodetenermeenel aspectode lasinstalacionesyaque de hecho todos, alguna vez al menos,
hemos formado parte del Club.
Al entrar por susenormespuertaslasensaciónde soledadse percibe de inmediato. Laconciencia de
que allíhabita lamayoría no se condice con el espíritudel reciénllegadoodel que ha tratado de salir
y se vio apenas saliendo de una habitación para entrar en otra. La oscuridad y la decoración lo
asemejanaun castillorepletode falsasparedes,puertasbloqueadas,pasilloslaberínticosyescaleras
que giran para terminar donde empiezan.
En uno de lossalones,quizásel másvisitadoporlosmásanimosos,se encuentra una larga galería de
socios que, en algunos casos, ayudan al visitante a suavizar su sensación de desesperanza con una
inútil percepción de identificación representativa del Club.
Allí,vagandoensoledadentre lamásinmensamultitud,se escuchanlas historias más desgarradoras
y también las más absurdas, sin con esto decir que no las exista combinadas. Un clásico dentro de
los indescifrables murmullos es la cita de algún mínimo detalle que hizo la diferencia entre
pertenecer a este club o estar disfrutando de algún otro.
Todo estapor aquí, todoalrededorde uno,ypor más que lashistoriasson tan interesantes como las
que más, nadie prestamayoratenciónaellassi no una vez que el egresado, ya perteneciente a otro
club, las utiliza como serie de anécdotas que sirven para aumentar la admiración de los nuevos
compañeros del Club de la Victoria, Club de la Fama, Unión del Éxito, etc. Algo así como “antes de
llegar aquí pertenecí diez años al Club del Fracaso”.
Recuerdoporejemplo a Edison enumerar las veces que había estado dando vueltas por los pasillos
del club,peroclaro,todo estounavez que ya nolo frecuentaba. Y aun más impresionantes eran los
casos postmorten,ya que muchagente ignoraque VanGogh murióen lasinstalacionesdel club y su
cadáver fue requerido por otros clubes tiempo después de muerto como ocurrió con los casos:
Melville, Kafka, Trosky, Marilyn Monroe, y una lista escalofriante de nombres cuya permanente
inquietud (inclusive dentro del club) les valieron el traslado aunque ellos jamás se enteraron.
Así y por montones, la ciencia, el deporte, el arte, la política y demás actividades perpetúan
incoherencias temporales que, reacomodadas, unos llaman justicia y otros azar.
La imposibilidadde llevarunregistro hace que sea una tarea humanamente inviable: casos como el
del hombre que nopudo asesinar a su esposa por esta fugarse con su amante dos minutos antes, el
del músicoque perdiósumanoderechaluegode componerel primerrock and roll que nadie llegó a
escucharo el del general revolucionarioque no contó con aquel espía, se mezclaban en una maraña
de subjetividad.
El caótico club puede jactarse de haber visto a Jesucristo y a Hitler, a Charles Manson y a Gandhi, al
chico aquel que sentía como su amor no era correspondido y la señora que acaba de ver el número
de su cartón de lotería volver a formar parte de la mayoría cuasi absoluta.
Reprobados, derrotados, ignorados y desafortunados bailan la cadencia del ritmo machacante y
antimusical de las intenciones que mueren en sí mismas.
Nadie nota que en los pasillos vagan los destinos disconformes y los espíritus conformistas. Nadie
nota que allí va un personaje que Shakespeare había imaginado para una obra y luego descartó,
nadie pone la vista en aquel que acaba de llegar tarde a la audiencia para una puesta en Broadway.
3. Vieraalguienel desanimadoté que reúne aaquel ladrónsorprendido por la policía, a la adolescente
engañada por Cupido, al futbolista quebrado antes de llegar a ídolo, a la escritora abandonada por
las musas y al señor derrotado en las urnas de las elecciones de su pueblo.
De todos los salones del Club del Fracaso el más terrorífico quizás sea este. El salón de los
espejos. Uno de los más frecuentados. A pesar de su nombre, estos reflejos son tan engañosos
como aquellos que había en los viejos parques de diversiones. No somos quienes nos ponemos
frente a ellos los que nos reflejamos. En este salón los fracasos propios se transforman
combinándose para dar reflejos comunes que a la vez son menos dolorosos. Allí se observa el
fanático del equipo que acaba de perder la final del campeonato, allí ve su rostro el soldado que
recibe la orden de retirada y el televidente que acaba de ver salir de pantalla para siempre su
programa favorito.
Muchas veces he oído preguntas flotando en el ambiente; preguntas del tipo ¿por qué a mí? ¿Qué
hubiera pasado si elegía otra opción?, las respuestas nunca llegan a escucharse concretamente. Lo
cierto es que él club genera el rumor de algo en movimiento constante ya que está
permanentemente recibiendo y despidiendo socios por millones y a velocidades sorprendentes.
No recuerdo si estuve en aquella reunión donde alguien lo nombró, pero si sé que estuve en el
club. Ahora no sé bien que me habrá llevado a pensar en aquellos tiempos, quizás conozco de
memoriasus pisosydeseabareconocerme comoparte de algo. Lo ciertoes que mi paso por él no es
envano aunque seapermanente. Aprendíque comotodoClubtiene susreglasyse tambiénalgunos
de los pecados que no debería cometer.
Sé que la desesperación,apesar de serla recepcionista, noesbuenaconsejera a la hora de transitar
sus pasillos. Sé que nuncadeberíaolvidarme que aúnestandolejossiempre se puedevolver. Sé que
las puertas siempre están abiertas para todo el mundo y también aprendí que no debo creer jamás
en la certera frase de oxidadas letras que da la bienvenida en su entrada principal : “Aquí está tu
destino porque tu destino no podría ser otro”.
Fuente:José M.Pascual
El Clubdel Fracasoen: CuentosCortos
http://www.canaltrans.com/cuentos/elclubdelfracaso.html
Consultadoel 12 de octubre del 2012
La ciencia mal usada
La ciencia, como toda herramienta, puede usarse para causar daño. A veces el daño es voluntario. El
diseño de armas —de pólvora, nucleares, químicas, biológicas…— es un caso evidente. Los
científicos e ingenieros que las diseñan saben que causarán muertes. En algunas ocasiones su
trabajo se justifica; por ejemplo, si hay una guerra. La bomba atómica, con sus terribles
consecuencias, fue vista por sus creadores como una forma de detener el avance del nazi-fascismo.
Pero la ética también evoluciona: después de un tiempo quedó claro que el uso de armas atómicas es
siempre inaceptable.
En otros casos, el daño producido (directa o indirectamente) por la ciencia se da en forma
involuntaria, quizá con las mejores intenciones, o como simple consecuencia de llevar el
razonamiento científico hasta sus últimos límites.
4. La teoría darwiniana de la evolución, por ejemplo, nos dice que la selección natural —la supervivencia
preferente de los individuos mejor adaptados en una población, y la disminución de los menos
aptos— puede cambiar la composición de dicha población, que así evoluciona y se adapta cada vez
mejor a su medio.
Pero el mismo mecanismo puede aplicarse de forma consciente: es la llamada selección artificial, que
ha servido para producir razas mejoradas de animales domésticos y plantas de uso agrícola. Con la
misma lógica, si evitamos que las personas portadoras de enfermedades genéticas se reproduzcan,
éstas podrían desaparecer de la población en unas cuantas generaciones.
Esa fue la idea central de la ciencia del mejoramiento racial llamada eugenesia, creada por Francis
Galton (primo de Darwin) en 1869. La eugenesia se popularizó en todo el mundo a principios del siglo
XX: en los Estados Unidos se aplicó para discriminar a migrantes provenientes de países
considerados “inferiores” como Italia o Grecia, y para esterilizar a epilépticos y enfermos mentales. En
México llegó a existir una Sociedad Mexicana de Eugenesia para el Mejoramiento de la Raza.
Cuando las ideas eugenésicas fueron llevadas al extremo por los nazis para justificar la matanza de
judíos, homosexuales, negros y otros grupos “racialmente inferiores”, se hizo evidente que lo que al
principio parecía una buena idea con sustento biológico había degenerado en una seudociencia
dañina.
Hoy, aunque se siga combatiendo a las enfermedades hereditarias, conceptos como “raza” y
“mejoramiento” son socialmente inaceptables. No porque sean estrictamente “falsos”, sino porque
dan pie a situaciones que rechazamos, por buenas razones.
Las herramientas poderosas deben usarse con prudencia y sabiduría. El que la ciencia diga que algo
es posible no quiere decir que, como sociedad, queramos llevarlo a la práctica.
Bonfil. Martín. La Ciencia mal usada. Consultado el 12 de marzo de 2012 de:
http://www.comoves.unam.mx/archivo/ojomosca/ojomosca_114.html
Ejercicios y temas a desarrollar:
1. Tipo de texto
2. Tipos de narradores que se expresan en el texto
3. Identificación del planteamiento, nudo, clímax y desenlace
4. Identificación de palabras clave
5. Identificación de personajes (principales, secundarios y ambientales)
6. Descripción del ambiente en el que se desarrolla la historia
7. Identificación de patrones gráficos
8. Identificación de las ideas principales y secundarias por párrafo
5. 9. Identificación de la idea central del texto
10. Identificación del autor y fuente de información
11. Mensaje del texto
12. Elabora una ficha de lectura considerando: tema, fuente, tipo de texto, palabras
clave, idea principal por párrafo, idea central, interpretación y glosario
13. Estudia los temas de interpretación e inferencia
Argumentación.
b. Realiza una lectura comprensiva del texto que se reproduce a continuación y
desarrolla cada uno de los temas que se proponen al final de la misma.
Tabaco
Martín Bonfil.
Ojo de mosca. ¿Cómo ves?. Revista de divulgación científica. UNAM
Recuperado de: http://w w w .comoves.unam.mx/archivo/ojomosca/ojomosca_128.html
El conocimiento científico sirve, entre otras cosas, para tomar decisiones informadas y con alta
probabilidad de resultar acertadas. La ciencia, consecuencia natural —aunque no inevitable— del
desarrollo cerebral de nuestra especie, es una herramienta de supervivencia.
Pero la naturaleza humana no es sólo racional; hay otros factores que participan en las decisiones
que tomamos cada día, y que a veces nos llevan a realizar acciones que van en contra de toda
lógica… y de nuestro propio bienestar.
Un buen ejemplo es el tabaquismo. Las plantas del género Nicotiana ya eran cultivadas por los
antiguos habitantes de América hace unos 6 000. Su uso se popularizó en el mundo a partir de 1559,
cuando el francés Jean Nicot (a quien la planta y su componente activo deben su nombre) envió
hojas de tabaco a la reina Catalina de Medici como remedio para sus dolores de cabeza. Actualmente
se calcula que unos 1 220 millones de personas fuman en el mundo.
La evidencia científica de que este hábito es dañino es apabullante. Se sabe, gracias a
investigaciones de la década de 1950, y confirmadas en los años 80, que el consumo de tabaco
causa una serie de enfermedades: destaca el cáncer de pulmón, pero también están el enfisema, el
riesgo de ataques cardiacos y obstrucción coronaria, la arterioesclerosis y el muy agresivo cáncer de
boca y garganta.
Estos efectos se deben principalmente a sustancias que se forman durante la combustión del tabaco,
entre ellas agentes cancerígenos como benzopireno, acroleína y nitrosaminas, pero se sabe que la
planta, por sus características particulares, puede incluso acumular compuestos radiactivos como
plomo-210 y polonio-210 en cantidades que ponen en riesgo la salud.
¿Por qué, entonces, hay tantos fumadores? En parte porque la nicotina tiene efectos estimulantes:
acelera el corazón, aumenta la atención y reduce el tiempo de reacción. En las neuronas cerebrales
hay moléculas receptoras para un neurotransmisor llamado acetilcolina, que producen los efectos
mencionados. La nicotina se une a esos mismos receptores y permite obtener la respuesta
estimulante a voluntad (y fumar es una excelente vía de administración: desde los pulmones la
nicotina pasa a la sangre y tarda sólo 10 segundos en llegar al cerebro).
Además, la nicotina promueve la liberación de endorfinas y dopamina, que producen sensación de
placer y contribuyen a causar adicción (reforzada por las campañas de las compañías tabacaleras,
diseñadas para asociar el tabaquismo con valores como la belleza o el atractivo sexual).
6. Cada año hay en el mundo unos cinco millones de muertes debidas al tabaco, 70% de ellas en países
en desarrollo. Sabiendo todo esto, ¿por qué sigue habiendo fumadores?
Queda claro que el conocimiento científico no basta para cambiar la conducta, aun cuando la vida
esté de por medio.
Ejercicios y temas a desarrollar:
1. Tipo de texto
2. Identificación del párrafo introductorio, de desarrollo y de conclusión
3. Identificación de palabras clave
4. Identificación de patrones gráficos
5. Identificación de las ideas principales y secundarias por párrafo
6. Identificación de la idea central del texto
7. Identificación del autor y fuente de información
8. Identificación de la justificación del tema
9. Identificación de relaciones causa efecto
10. Identificación de la problemática expuesta
11. Identificación de la hipótesis
12. Identificación de los elementos argumentativos en la lectura
13. Identificación de la fuente de información
14. Elaboración de una ficha de lectura considerando: tema, fuente, tipo de texto,
palabras clave, idea principal por párrafo, idea central, interpretación y glosario
La evaluación de la materia en periodo extraordinario puede ser de la siguiente
manera:
Modalidad 1 (aplica en primero, segundo y tercer periodo extraordinario)
Examen de comprensión lectora al 100%
Modalidad 2
Examen de comprensión lectora al 60%
Resolución de esta Guía 20%
Análisis literarios del texto El llano en llamas de Juan Rulfo 20%.
7. La Modalidad de evaluación N° 2 aplica únicamente para el primer periodo
extraordinario. El segundo y tercer periodo serán evaluados con examen a
100%).
**NOTA IMPORTANTE: Para que proceda esta modalidad de evaluación, se debe
entregar la guía y el análisis de la obra el día que se aplica el examen, en caso de
entregar sólo alguno de estos trabajos se anulará la posibilidad de acreditar bajo
esta modalidad y se considerará el examen escrito al 100%
El análisis literario debe contener.
a) Ficha bibliográfica.
b) Descripción de las partes del texto considerando:
Argumento o síntesis
Descripción los personajes principales, secundarios y
ambientales
Descripción de los diferentes escenarios
Descripción de contexto histórico que encierra la obra
Tipos de narradores que se expresan en la obra
Planteamiento
Nudo
Clímax
Desenlace
Interpretación y mensaje de la obra
El desarrollo de la guía y el análisis literario se deben presentar el día del examen, a
computadora (Arial 12, interlineado 1.5 e impreso en tinta negra) con carátula con
datos completos y en un sólo engargolado.
**Si tienes alguna duda, puedes acudir a la escuela en el horario de clase para
recibir asesoría sobre estos trabajos.