3. 3
INTROITO
El español siempre ha oscilado entre la inocencia y la mala hostia, entre el
amor y la muerte. La mejor poesía también, que sin su asentamiento popular, no
hubiera existido. A Machado, a Lorca, a Jiménez, les quitas el peso del lenguaje
de raíz, de las coplas, de las canciones, y se quedan en nada. La Generación del
27 saqueó el folclore, la cultura popular, y a cambio la enterró, la convirtió en
lenguaje culto, intelectual, amanerado. La potencia, la doblez, la pasión
primitiva, vulgar, ingenua, desnuda, de las cuartetas populares, no existe en la
poesía española, y los intelectuales, los críticos, los editores, nos la han hurtado,
para no menospreciar, quitar importancia, a los autores, a los nombres, que
unilateralmente, arbitrariamente, han decidido encumbrar, rezar. El desparpajo, la
gracia, nunca han sido el atributo de las personas cultas, de las ratas de
biblioteca, de los poetas cerebrales, es algo que no se aprende, o como mucho de
forma oral. Porque oral es su transmisión, su razón de ser, no es lenguaje que se
recrea en sí mismo, es acerbo que necesita ser compartido, que no se queda en la
lectura egocéntrica, autista, del papel. Las cuartetas (cuatro versos de ocho
sílabas con rima consonante), son tweets analógicos, refranes, pullitas, con rima,
con música.
“La obra del pueblo español, la del primero y más importante de los factores de
la historia patria, ha sido completamente desatendida hasta aquí, y por nadie
estudiada; diríase, o que en España no ha existido pueblo, o que su papel se ha
limitado sólo al tristísimo simbolizado en aquella fórmula que ha hecho
considerar a algunos de nuestros concilios como el origen de nuestras Cortes:
omni populo asentiente, esto es, media docena de infelices que movían
afirmativamente la cabeza cuando hablaban el obispo o el magnate que les
proporcionaba el sustento. La grave falta de todos los historiadores y
especialmente de los de España de concretar sus investigaciones al conocimiento
de los hechos que realizó una persona o, cuando más, una clase determinada,
hace que la historia, que a nuestro juicio debiera ser el complejo, no la suma, de
las biografías de todos los individuos, diste mucho de ser una ciencia todavía.
No es ya para mí el pueblo un ser impersonal y fantástico, una especie de
entelequia de que son órganos ciertos hombres a quienes por esta razón decimos
del pueblo, sino el grado medio que resulta de la cultura de un número
indeterminado de hombres anónimos, es decir, que no han tenido la energía
orgánica necesaria para diferenciarse de los otros lo suficiente para tener una
personalidad distinta y propia, razón por la que les obliga a aceptar y adoptar
como suyo, completamente suyo, lo producido por otros.”
Antonio Machado Álvarez “Demófilo”
5. 5
1
A aquel pajarito, madre,
que canta en el árbol verde,
dígale usted que no cante,
porque su canto me ofende.
2
A aquel que quiere de veras
un tiro le habían de dar:
ni come ni bebe a gusto,
ni lo dejan sosegar.
3
Abre la media ventana,
abre la mitad siquiera,
que entre la media luna
donde está la luna entera.
4
Abre la puerta, mi niña,
la puerta de tu aposento,
porque traigo en la bragueta
un niño que viene hambriento.
5
Ábreme la puerta, cielo,
que me corre un aguacil;
que si no me la abres pronto
aquí me verás morir.
6. 6
6
Ábrete la puerta, novia,
la puerta de tu jardín,
pa que lo riegue tu novio
como bien te gusta a ti.
7
Ábrite, sepolturita,
que quiero meterme dentro,
porque de fuera no lloro
su muerte y mi sentimiento.
8
Acostar, acostar
a dormir, a dormir
a tirar de la manta
y apagar el candil.
9
Adiós, que me voy del mundo
porque la muerte me llama,
y en el testamento dejo
que me entierren en tu cama.
10
A donde yo te conocí
y si a mi alcance estuviera
allí me iría a vivir
contigo de compañera.
7. 7
11
A esa del pañuelo
le da usted muchas memorias,
y dígala de mi parte
que si quiere ser mi novia.
12
A esta calle para abajo
tengo que hacerla dorar
porque ha dicho mi vida
que mañana va a pasar.
13
Agua corriente
no mata a la gente.
Agua sin correr
mata a la mujer.
14
Agua menudita llueve
y me mojan tus canales,
ábreme la puerta, cielo,
que soy aquél que tú sabes.
15
Agustín, chiribín,
dame una avellana;
Agustín, chiribín,
no me da la gana.
8. 8
16
Ahí detrás del pilón
hay una caja de sardinas;
no te agaches a por ella
que se te cae la minina.
17
Ahora que estás en la cama
a mí me da el presentimiento
que tú tienes metido el dedo
donde yo meto el pensamiento.
18
Ahora sí que me voy,
ahora sí que es de veras,
ahora sí que me voy,
a dormir a la pajera.
19
Ahora sí que va bueno,
que baila la boticaria;
por debajo se le ven
los picos de las inaguas.
20
A la buena moza
la ha pillao el toro,
la ha metido el asta
por debajo el moño.
9. 9
21
A la entrada de Jaén
lo primero que se ve
son las ventanas abiertas
y las camas sin hacer.
22
A la fuente vas por agua
y crees que vas tan sola,
pero hay quien sigue tus pasos,
ramillete de amapolas.
23
A la Mancha, manchega,
hay mucho vino,
mucho pan, mucho aceite,
mucho tocino.
24
A la mar fui por naranjas,
cosa que la mar no tiene;
metí la mano en el agua,
la esperanza me sostiene.
25
Al amor lo pintan niño,
con los ojitos vendados;
por eso viven a oscuras
todos los enamorados.
10. 10
26
A la mujer la comparo
con la botella de cerveza,
que, en quitándole el tapón
se le va la fortaleza.
27
A la mujer la comparo
lo mismito que una huerta,
que en medio tiene la noria
y el perejil a la puerta.
28
A la mujer la comparo
lo mismo que a las gallinas,
que faltándoles el gallo
a cualquier pollo se arriman.
29
A la orilla del río
sembré patatas,
y ha nacido un muchacho
con alpargatas.
30
A las estrellas del cielo
comparo yo tus encantos,
que cuanto más las contemplo
más se van multiplicando.
11. 11
31
A la sierra me he de ir
aunque me arrizca de frío,
por ver si puedo traerme
una serrana conmigo.
32
A la sombra de un castaño
una mocita lloraba,
que nadie quería pelarle
el erizo y la castaña.
33
A las puertas de un molino
me puse a considerar
las vueltas que da una piedra,
las que yo tendré que dar.
34
A las yerbitas del campo
les cuento lo que me pasa,
porque no encuentro en el mundo
persona de confianza.
35
A la una nací yo,
a las dos me bautizaron,
a las tres me salió novio
y a las cuatro me casaron.
12. 12
36
A la ventana que tengo
por debajo del ombligo
te dejaré que te asomes
el día que cases conmigo.
37
Al cariño de una madre
nada se puede igualar,
porque Dios ya puso en ella
amor, paz y caridad.
38
Al cavar mi sepultura
hallarán mi corazón
entre grillos y cadenas,
como si fuera un ladrón.
39
Al coger agua bendita
ten niña mucho cuidado
no se te caiga el anillo
que tu marido te ha dado.
40
Al curita de mi pueblo
se le ha roto la sotana,
andando tras una moza,
un lunes por la mañana.
13. 13
41
Alégrate, corazón,
que va llegando la tarde;
corazón que no se alegra,
no le acompaña la sangre.
42
Al hospital me voy,
por Dios compañera,
que no te separes de la vera mía
hasta que me muera.
43
Allá te va la pulla,
la pulla del higo;
que te vas jaleando
y lo tienes podrido.
44
Allá te va la pulla,
¡Malhaya te parta un rayo!
con naranjas y limones
y una niña de quince años.
45
Al limón quítale el agrio
y al agrio la fortaleza;
a los hombres no quererlos,
porque no tienen firmeza.
14. 14
46
A los hierros de la cárcel
no me vengas a llorar;
ya que penas no me quitas,
no me las vengas a dar.
47
A los hombres de ahora
darles cañazo;
que parecen gorriones
que van de paso.
48
Al pasar por el río
te vi los bajos,
creyendo que eran flecos
y eran colgajos.
49
Al pasar por tu puerta
se me endereza
la punta del… pañuelo
de la cabeza.
50
Al perico pajas
que está empelelao,
le metes la mano
y le sacas helao.
15. 15
51
Al pie de un árbol sin fruto
me puse a considerar;
lo poco que vale un hombre
cuando no tiene que dar.
52
Al pie de mi dama
me arrodillé,
tiesa se la metí,
tiesa se la saqué.
53
Al pie de una sepultura
triste estaba una mujer,
y envidia tuve del muerto
porque se acordaban de él.
54
Al que se muere lo entierran
¡mira qué pago le dan!
diviértete, vida mía,
mañana te morirás.
55
Alto lo quiero y buen mozo,
que le acompañe el talento;
que los hombres chiquitillos
tienen malos pensamientos.
16. 16
56
Al venir de romería
te metí la mano,
y me hice daño en los dedos,
me pinchó un cardo.
57
Alza la voz, pregonero;
levanta la voz y di:
no hay deuda que no se pague,
ni amor que no tenga fin.
58
Amigo, si te echas novia,
que sea de Torrejoncillo,
y verás que pronto pones
el badajo al campanillo.
59
A mi Madre la enterraron
y yo no estaba presente,
la mandé desenterrar
y me dio un beso en la frente.
60
A mi Madre la vi muerta,
la besé y estaba helada,
y al faltarme su calor
brotó mi primera cana.
17. 17
61
A mi me llaman Calores
y yo me muero de frío,
y hasta las chicas me dicen:
Calores, vamos al río.
62
A mí me llaman el tonto,
el tonto de mi lugar;
todos comen trabajando,
yo como sin trabajar.
63
A mí mismo me quiero
por quererte a ti,
y si tú no me quieres
yo tampoco a mí.
64
A mi novia la picó
una pulga en la rodilla.
¡Cuándo será el día que la pique yo
cuarta y media más arriba!
65
Amores al principio
son agradables,
pero en la subsistencia
son muy mudables.
18. 18
66
Amor es como un pleito
que se defiende,
y con vista y revista
suele perderse.
67
Amores escondidos
por tiempo largo,
si en tragedia no acaban.
Será milagro.
68
Amor es una senda
tan sin camino,
que el que mas bien la sabe
va mas perdido.
69
Amor mío, muérete,
que ya has vivido bastante,
quiero vestirme de luto
para engañar otro amante.
70
Amor mío si te vas
echa en mi pecho una llave,
que a menos que tú no vengas,
mi pecho no lo abre nadie.
19. 19
71
Amor mío, si te vas,
escríbeme tempranito,
y si no tienes papel,
las alas de un pajarito.
72
Amor mío, ven temprano,
no me vengas a deshora,
que en la calle que yo vivo
vive una “mormuradora”.
73
Amor mío, vienes tarde
y luego te vas temprano;
mira que a mí no me gusta
visita de cirujano.
74
A nadie le debo nada
más que al padre que me hizo:
Si mi madre me parió
fue porque le fue preciso.
75
A nadie le importa nada
que yo cante y me divierta;
nadie me da de comer,
que mis dineros me cuesta.
20. 20
76
Anda diciendo mi suegra
que me va a dar un rosario,
teniendo yo con su hijo
corona, cruz y calvario.
77
Anda diciendo tu madre
que no me quiere por nuera,
yo no le quiero a su hijo,
que tiene mala madera.
78
Anda diciendo tu madre
que no me quieres tú a mí,
cuánto daría tu madre
porque te quisiera a ti.
79
Anda diciendo tu madre
que quiere uno de carrera,
en mi casa tengo un galgo,
que vaya a por él cuando quiera.
80
Anda diciendo tu madre
que yo para ti no igualo;
pero será en el dinero,
que en la persona te gano.
21. 21
81
Anda diciendo tu madre
que yo para ti soy poco;
iremos a la alameda
y cortaremos un chopo.
82
Andas corriendo las calles,
como el perro perdiguero,
que andas buscándote un novio
que te encandile el brasero.
83
Andas diciendo por ahí,
y eso sí que tiene bemoles,
que me has dado calabazas
sin pedirte relaciones.
84
Anoche, a la media noche,
lo mismito que esta noche,
la mujer que a mí me quiera
que se vaya abriendo el broche.
85
Anoche, a la media noche,
me llevaron prisionero,
y para mayor dolor
me ataron con tu pañuelo.
22. 22
86
Anoche estuve en el baile,
y ¡cuánto me divertí!...
Me salieron cuatro novios
y a tres les dije que sí.
87
Anoche llegué a tu alcoba,
oí que estabas soñando;
un beso te di en la boca,
porque me estabas mentando.
88
Anoche te vi la cara
a la luz de mi cigarro…
¡No he visto luna más clara
ni cielo más estrellado!…
89
Apártate del sol que quema
y de la luna que abrasa,
de la mala compañía
que sabes lo que pasa.
90
A pasar el río voy,
si me mojo, que me moje,
voy a cortar una rosa
antes que otro la deshoje.
23. 23
91
A pesar de tus desprecios
es tan grande mi querer
que quisiera ir al infierno
solo por volverte a ver.
92
¡A quién le contaré yo
lo que a mí me está pasando?
sé lo contaré a la tierra
cuando me estén enterrando.
93
Arando en un peñascal,
se me perdió la besana,
¿dónde la vine a encontrar?
debajo de tu ventana.
94
Arrepañando castañas
en el suelo te agachaste;
nunca pensaba yo ver
una castaña tan grande.
95
¡Arrincónamela!
¡échala al rincón!
Si es casada la quiero,
si es soltera mejor.
24. 24
96
Así que te vi te amé,
pero me pareció tarde,
yo quisiera haberte amado
en el vientre de tu madre.
97
Asómate a esa ventana,
cara de luna brillante,
que aunque yo no te pretendo,
conmigo viene tu amante.
98
Asómate a esa ventana,
pescuezo de galeota,
toma esta rama de encina,
cochino comebellotas.
99
Asómate a esa ventana,
puchero de cocer mocos,
no digas por la mañana
que no te rondan los mozos.
100
Asómate a esa ventana
y echa las patas "pa” fuera;
déjate caer "pa” bajo,
verás qué porrazo llevas.
25. 25
101
Asómate a esa ventana
y echa los rizos al aire,
y verás cómo te cuelga
de cada cabello un ángel.
102
Asómate a la ventana,
cara de feo candil,
pescuezo de yegua cana,
colajo de tamboril.
103
Asómate a la ventana,
cara de limón podrido,
que el día que tu nacistes
parió mi burra un pollino.
104
Asómate a la ventana,
cara de limón podrido;
te pareces a mi gato
cuando está descolorido.
105
Asómate a la ventana,
cara de mona pelada,
con la cara de mortero
y la lengua embarazada.
26. 26
106
Asómate a la ventana,
cara de sardina frita,
que cada vez que te veo
me se revuelven las tripas.
107
Asómate a la ventana,
no me seas dormilona,
que te traigo pa’l pichón
una lombriz mu rabona.
108
Asómate a la ventana
si te quieres asomar,
verás la sangre que corre
que han matado a tu galán.
109
A todas las suegras juntas
las van a tirar al mar;
la mía la puñetera
se está enseñando a nadar.
110
A tu lado hallo la muerte
y no me aparto de ti,
que encontrándola en tus brazos
hasta la muerte es feliz.
27. 27
111
A tu madre y a un hombre,
que los vi, que los vi,
con la puerta cerrada
y apagao el candil.
112
A tu puerta estamos cuatro,
todos cuatro te queremos;
saca la mano y escoge,
los demás nos marcharemos.
113
A tu puerta hemos llegado
veinticinco de cuadrilla.
Si quieres que nos sentemos
saca veinticinco sillas.
114
A una moza que lavaba
la ropa con mucho arte
se le metió una rana
por entre el lunes y el martes.
115
A un anciano yo pegué
porque me faltó en la calle
luego vine a saber
que el anciano era mi padre.
28. 28
116
A una niña en la carrera
se le cayó el abanico,
y fueron a recogerlo
entre cuatro señoricos.
117
Aunque bajo al arrabal,
no bajo por beber vino:
que bajo por ver mi novia
que la tengo en el portillo.
118
Aunque estuviera cantando
un año con trece meses
si no me diera la gana
no canto un cantar dos veces.
119
Aunque la tierra me pudra,
tengo que permanecer;
tengo que volver al mundo,
salada, por tu querer.
120
Aunque me den más balazos
que clavos tiene un navío,
no se deshacen los lazos
entre tu querer y el mío.
29. 29
121
Aunque me pongan me pongan
cañones de artillería,
tengo que rondar tu calle
más de noche que de día.
122
Aunque me ves niña, tengo
las palabritas muy firmes;
si tus promesas son falsas
las mías nunca se rinden.
123
Aunque me ves, que me ves,
que me ves que me caigo,
es una chispa de vino,
morena que traigo.
124
Aunque niegues y reniegues,
tu delito es descubierto,
pues sabes que te hemos visto
orar con él en el huerto.
125
Aunque no llueva en verano
y venga seco el otoño
fresquita siempre tendrás
la esparraguera del coño.
30. 30
126
Aunque padezca fatigas
y sienta mi corazón,
mas quiero en ti la esperanza
que en otra la posesión.
127
Aunque pasara la moda
de dejarse suelto el moño,
las señoritas de Cáceres
se hacen trenzas en el coño.
128
Aunque pongan en tu puerta
un ejército francés,
amparado con tu sombra,
a nadie le he de temer.
129
Aunque se rían de mí
de tu risa no me ausento,
soy tan guapa como tú
y si digo más no miento.
130
Aunque soy labrador nuevo
a ninguno tengo envidia;
he de poner la besana
en el jardín de una niña.
31. 31
131
Aunque te meta tu madre
adonde yo no te vea,
por los montes más espesos
tengo que hacer verea.
132
Aunque tú no me quieras,
yo he de quererte,
mientras no me lo quite
Dios con la muerte.
133
Aunque tu padre te meta
en un castillo de bronce,
hemos de pelar la paba
entre las diez y las once.
134
Aunque tus padres me den
el giiey, la mula y el huerto,
no me casaré con tú,
porque te güele el aliento.
135
Aunque tus padres no quieran
y a tu madre le hagas falta,
yo te tengo que sacar
por la puerta más alta.
32. 32
136
Aunque vengan y me digan
que desciendes de gitanos,
eso es venir y ponerme
una peseta en la mano.
137
Aunque vives en rincón,
no vives arrinconada,
porque en el rincón se crían
las mejores ensaladas.
138
Aunque vivo junto al charco
no me caigo en la laguna,
aunque soy hija de un pobre
mancha no tengo ninguna.
139
Aunque yo me esté cantando,
un año con tres semanas,
no canto cantares verdes
como no me dé la gana.
140
A veces es impotencia
y otras es dejadez
y, cuando te quieres dar cuenta,
ya ha llegado la vejez.
33. 33
141
¡Ay de mí que me lo han roto
el cantarito en la fuente!,
no siento yo el cantarito
sino qué dirá la gente.
142
Ayer me decías que hoy,
hoy me dices que mañana,
y mañana me dirás
que de lo hablado no hay nada.
143
Ayer tarde, en el paseo,
mataron a no sé quien;
el vivo cayó en el suelo
y el muerto se echó a correr.
144
Ayer tarde en libertá
y ahora me veo preso:
yo me he tenido la culpa
por haber sido travieso.
145
–¡Ay, madre, que estoy preñada!
–Hija mía, ¿cómo lo sabes?
–Porque hace más de dos meses
que no me escurre el tomate.
34. 34
146
¡Ay, madre, que me lo han roto!
No digas, hija, el qué.
El cantarito en la fuente,
¿qué es lo que se creía usté?
147
¡Ay, mezquina,
que se me hincó una espina!
¡Desdichada,
que temo quedar preñada!
148
Ayuno todo el año,
y me consumo
de ver que entro en tu casa,
y siempre ay-uno.
149
Bartolillo, barre, barre.
Madre, no quiero barrer;
tengo los calzones rotos
y el culillo se me ve.
150
Beata es la que adoro,
pero no santa,
beata porque a todos
cuantos ve-ata.
35. 35
151
Bien sé que estás en la cama
con la mano en la gregoria;
bien sé que estarás diciendo:
por aquí se va a la gloria.
152
Buena moza sí que lo eres;
mas te falta lo mejor:
los colores en la cara,
la vergüenza y el honor.
153
Caballero generoso
dénos usté una peseta
que tenemos la barriga
como cañón de escopeta.
154
Cada vez que considero
que me tengo que morir
tiendo la capa en el suelo
y me jarto de dormir.
155
Cada vez que considero
que me tengo de morir,
me pesa el haber nacido
para tan poco vivir.
36. 36
156
Cada vez que considero
que tengo un amor ingrato,
me doy contra las paredes,
no sé cómo no me mato.
157
Cada vez que paso y veo
el sitio donde te hablé,
me dan ganas de sentarme
y estarme un ratito en él.
158
Cada vez que paso y veo
las puertas del campo santo,
le digo a mi cuerpecito
aquí será tu descanso.
159
Cada vez que voy a arar
y tiro de los ramales,
me acuerdo de aquella rubia
que habita en los arrabales.
160
Caga el rico, caga el pobre
caga el obispo y el Papa,
y en este mundo, señores,
sin cagar nadie se escapa.
37. 37
161
Caminito de Antequera
preso llevan a un gitano,
porque se encontró una capa
antes de perderla el amo.
162
Canta, compañero, canta;
canta tú y cantaré yo;
que las penas que tú pases
las pasaremos los dos.
163
Cantarillo, no te rompas,
que te se salía el agua,
y con el cántaro roto
no puedo ir a mi casa.
164
Canta tú, cantaré yo,
cantaremos a porfía,
tú cantarás a tu novia
y yo cantaré a la mía.
165
Canto triste, canto triste,
no puedo cantar alegre,
tengo el corazón herido
y las heridas me duelen.
38. 38
166
Capullito, capullito
ya te vas volviendo rosa,
y va llegando la hora
de contarte alguna cosa.
167
Carbón que ha sido lumbre
tengo entendido,
que luego a poco soplo
queda encendido.
168
Carga de contrabando
es la hermosura,
cuanto mas se resguarda
menos segura.
169
Carta tengo en el correo
que me cuesta medio duro;
como es carta de mi amante,
la pago con desimulo.
170
Casadita, asienta el pie,
mira que ya no eres niña,
la polla que pone un huevo
ya no es polla, que es gallina.
39. 39
171
Cásate, niña, a tu gusto,
no te cases al de nadie,
que si vas a los infiernos
no te sacarán tus padres.
172
Catalina, Catalina,
ponte la saya barrera,
que te va a venir a ver
el de la manta mulera.
173
Celos son unos recelos
de la mente acalorada;
si son algo, no son celos;
si son celos, no son nada.
174
Chiquitita y redondita
como grano de cebada:
lo que tienes de pequeña
lo tienes de resalada.
175
Ciento cincuenta cuartillos
diera de sangre por ti,
y yo quisiera saber
lo que tú dabas por mí.
40. 40
176
Cinco sentidos tenemos
todos los necesitamos,
todos cinco los perdemos
cuando nos enamoramos.
177
Comadre, cuando me muera,
haga de mi barro un jarro.
Si tienen sed en él beba;
son los besos de su charro.
178
Como llegues a faltarme
en el trato que hemos hecho,
he de regar las paredes
con la sangre de tu cuerpo.
179
Como no me salga novio,
habiendo tanto soldao,
le tiro un viaje al ajuar,
y por saco a lo bordao.
180
Como no tengo tetas
como vosotras
se me cae el pandero
hasta las pelotas.
41. 41
181
Cómo quieres que adivine
si estás despierta o dormida,
como del cielo no baje
un ángel y me lo diga.
182
Como quieres que quiera y olé
lo que tu quieres.
Yo quiero a los hombres y olé
tú a las mujeres.
183
¿Cómo quieres que tenga
gusto sin verte,
si eres la que más quiero
y estás ausente?
184
Cómo quieres que te quiera,
cómo quieres que te adore,
si no corre la moneda,
si la moneda no corre.
185
Cómo quieres que vaya
de noche a verte,
si le temo a tu madre
más que a la muerte.
42. 42
186
Como sé que te gustan
las aceitunas,
por debajo la pata
te meto una.
187
Como vives en alto,
pon-pon, vives airosa;
por eso te has criado,
pon-pon, tan buena moza.
188
Como vives enfrente
de la botica,
oyes las almireces
cuando repican.
189
Como vives en la fragua,
pedacito de alhelí,
el martillo del herrero
no te deja ni dormir.
190
Compañero, si te casas,
busca una mujer morena;
que las blancas y las rubias
de ciento sale una buena.
43. 43
191
Con el corazón te llamo
y tú no quieres venir:
qué corazón tan ingrato
tienes, niña, para mí.
192
Con ese sombrero gacho
me pareces un ladrón,
yo no digo de dinero,
digo de mi corazón.
193
Con ese vestir tan chulo
y ese modo de vivir,
a eso de la media noche
le pegas fuego al candil.
194
Confianzas no quiero
con tus palabras,
que de ti no me fío
ni aun con-fianzas.
195
Confuso está mi pecho
desde que te vi:
de mí ya no me acuerdo,
solo pienso en ti.
44. 44
196
Con la boca sequita
andaba el mozo;
como agua no había cerca,
bebió en mi pozo.
197
Con la licencia del amo
se puso el manijero
a esquilarle al ama
la lana de su carnero.
198
Con la sangre de mis venas
te firmaré una escritura
de no dejar tu querer
ni en la misma sepultura.
199
Con lo que me consuelo
cuando estoy triste,
es con ver el camino
por donde fuiste.
200
Con los curas a oscuras
nunca te quedes;
que aunque se ponen faldas
no son mujeres.
45. 45
201
Con los tres que te traigo
te meto uno,
con los dos que me quedan
te tapo el culo.
202
Conozco una señorita
que vive en el arrabal,
que es una puñaladita
que a mi corazón le da.
203
Con saber y no tener
no prevalece ninguno;
que lo que le sobra al pobre
son muchos días de ayuno.
204
Considera, considera,
y siempre considerando,
los mayores imposibles
se suelen vencer callando.
205
Contigo pan y cebolla,
dice un refrán español;
y yo digo que contigo
vino viejo y buen jamón.
46. 46
206
Con una viuda me caso
y a mí me parece bien,
que en carretera trillada
nadie se puede perder.
207
Corazón ¿dónde me llevas
que no te puedo seguir?
Ten cuidado no te metas
donde no puedas salir.
208
Corazón mío, no llores,
que me harás a mí llorar;
si tú lloras y yo lloro,
quién nos ha de aconsolar.
209
Corazón que en la pena
tu alivio encuentras,
si en la pena descansas
¿de qué te quejas?
210
¿Cuál de los dos amantes
tendrá mas pena,
el que se ausenta libre,
o el que se queda?
47. 47
211
¿Cuál será el dolor más fuerte
o la pena más sensible,
el batallar con la muerte
o querer un imposible?
212
Cuando bailes con la novia,
písala un poquito el pie,
si se ríe es que te quiere,
y si no, retírate.
213
Cuando de mi casa salgo,
hago una cruz en la puerta;
si me matan que me maten:
la cruz ya la tengo hecha.
214
Cuando dos se quieren bien
y no se pueden hablar,
los ojos sirven de lengua,
para más disimular.
215
Cuando el grajo vuela bajo
hace un frío del carajo
y cuando vuela a trompicones
hace un frío de cojones.
48. 48
216
Cuando llegará aquel día
de aquella dulce mañana,
que nos lleven a los dos
el chocolate a la cama.
217
Cuándo llegará el día
que yo te encuentre en la plaza
y te diga muy bajito
dame la llave de casa.
218
Cuando me dieron la nueva
de que tú no me querías,
se me quedó el corazón
lo mismo que lo tenía.
219
Cuando me voy a labrar
y tiro de los ramales,
me acuerdo de mi morena,
que vive en los arrabales.
220
Cuando mi amor está arando
la tierra por la mañana,
quién pudiera acompañarle,
arar juntos la besana.
49. 49
221
Cuando mi madre me dice
chiquilla, cierra la puerta,
doy dos vueltas a la llave
y siempre la dejo abierta.
222
Cuando paso por tu puerta
cojo pan y voy comiendo,
pa que no diga tu madre
que de verte me mantengo.
223
Cuando paso por tu puerta
echo un rebuzno,
p´a que diga tu madre:
-Ya está aquí el burro.
224
Cuando paso por tu puerta,
tu madre me llama feo,
si me lo vuelve a llamar
saco la gaita y la meo.
225
Cuando por tu puerta paso
y no te veo barrer,
me parece que te has muerto
y que no te voy a ver.
50. 50
226
Cuando quise no quisistes,
y ahora que quiés no quiero;
gozarás del amor triste,
que yo lo gocé primero.
227
Cuando sale el sol,
me encuentra llorando,
y así paso las horas del día,
y la noche andando.
228
Cuando subo a la ciudá
me entra frío y calentura;
cuando bajo al arrabal
todo mi mal se me cura.
229
Cuando te tiré la breva
te apunté bien al ombligo,
como tuve poco tino,
la breva te dio en el higo.
230
Cuando ves al pajarito
en la era comer granos,
siempre piensas en el pájaro
que a ti te pica el gusano.
51. 51
231
Cuando vienes a verme
vienes tan tarde,
que me estoy desnudando
para acostarme.
232
Cuando yo bien te quería
te peinabas a menudo;
y ahora, que ya no te quiero,
pareces perro lanudo.
233
Cuando yo estaba en prisiones
en lo que me entretenía
era en escribir tu nombre
en los ladrillos que había.
234
Cuando vino la sequía
y no llovió en trenta meses
el cañito de mi novia
nunca dejó de correrse.
235
Cuando voy por la besana,
llevo los güeyes arando,
y la mano en la mancera
y en ti, serrana, pensando.
52. 52
236
Cuando yo te camelaba
estaba el amor en leche,
y ahora que no te camelo,
sardinas en escabeche.
237
Cuántas hay en este pueblo,
que se tienen por doncellas…;
y tienen el mandil roto,
de mirar a las estrellas.
238
Cuanto más hondo está el pozo
más fresquica sale el agua:
cuanto más lejos de ti
más firme está mi palabra.
239
Cuántas veces pasarás
por donde yo esté enterrado;
no serás para decirme
Dios que te haya perdonado.
240
Cuarenta novias tengo,
no amo a ninguna,
y tendré si me quieres
cuarenta y una.
53. 53
241
Dama de los veinte novios
y conmigo veintiuno:
Si todos son como yo,
te quedarás sin ninguno.
242
Dama del pañuelo negro,
dime quien te se murió:
si te se ha muerto tu amante,
no llores, que aquí estoy yo.
243
Dame de tu parra un higo.
Y de tu higuera una pera,
de tu rosal un racimo,
y un clavel de tu noguera.
244
Dame la mano, paloma,
para subir a tu nido
ahora qu’estás despierta,
que quiero dormir contigo.
245
Dame, señora, licencia
para cortar un vestido,
que nadie le ponga faltas
y te venga bien cumplido.
54. 54
246
Dame la mano, morena,
para subir a tu nido,
porque quiero ver si duermes
la mano puesta en el higo.
247
Dame la mano, paloma,
para subir a tu nido;
me han dicho que duermes sola,
dormirás con palomino.
248
Dame la mano y verás,
lo que yo tengo en mi pecho;
tengo dos llagas abiertas,
que son las que tú me has hecho.
249
Dame lo que te pido,
que no es la vida;
de la cintura abajo,
rodilla arriba.
250
De amores estoy herido,
tengo traspasada el alma,
que en las batallas de amores
hay ojos que son espadas.
55. 55
251
Debajito de una higuera
la novia le dijo al novio:
Échale el diente a este higo,
que ahora lo tengo mieloso.
252
Debajo de la retama
hace la perdiz el nido,
y yo como perdigón
me meto dentro contigo.
253
Debajo del mandil tiene
toa la mujer un buraco;
y lo que tiene la mía
es el vival de un lagarto.
254
Debajo de los laureles,
de los laureles debajo,
tengo yo mi sepultura
si contigo no me caso.
255
Debajo de los laureles
tiene mi dama la cama,
y cuando se va a acostar
cuelga el candil de una rama.
56. 56
256
Debajo de tu mandil
escondes un buen caldero;
déjame cocer dos huevos
y un pimiento choricero.
257
Debajo de tu mandil
hay un erizo cachero;
ese tiene que ser mío
aunque me “arruñe” los dedos.
258
Debajo de tu mandil
tiene la perdiz un nido,
y yo como perdigón
a su reclamo he venido.
259
Debajo de tu mandil
tienes al Niño Jesús;
déjame poner la vela,
que él no puede estar sin luz.
260
Debajo de tu mandil
tienes colgada una jaula
donde entra y sale el pájaro
porque ya no está cerrada.
57. 57
261
Debajo de tu mandil
tienes el sacramento,
aguarda que me confiese,
porque el infierno no quiero.
262
Debajo de tu mandil
tienes guardado el infierno;
déjame meter la mano,
aunque me queme los dedos.
263
Debajo de tu mandil
tienes tierra barbechera;
deja que meta el arado,
que es tiempo de sementera.
264
Debajo de tu mandil
tienes una sartenita;
déjame freír dos huevos
y una tajá de longaniza.
265
Debajo de tu mandil
tienes un campo florío,
y yo como buen torito
al pastizal he venío.
58. 58
266
Debajo de tu mandil
tienes un conejo vivo;
tengo yo una escopetita,
deja que le pegue un tiro.
267
Debajo de tu mandil
tienes un Niño Jesús,
déjame meter la vela,
porque el pobre está sin luz.
268
Debajo de tu mandil
tienes un pozo muy hondo,
donde se ahogo mi hermano
con las alforjas al hombro.
269
Debajo de tu mandil,
una rana en un buraco,
yo te busqué la rana
y la junté con el sapo.
270
Debajo de tu ventana
me encontré media peseta;
con un letrero que dice:
eres tuna y alcahueta.
59. 59
271
Debajo de tu ventana
tengo un puñal escondido,
para matar a tus padres
si no me casan contigo.
272
Debajo de tu ventana
tengo un puñal escondido,
para matarte traidor
si no te casas conmigo.
273
Debajo de tu vestido
tienes criando un jilguero:
los pájaros tienen plumas,
pero el tuyo tiene pelos.
274
Debajo de tus faldones
hay una arquita escondida,
y yo guardo en mis calzones
la llave con la que abrirla.
275
Decía una viuda meando
al lado de un limonero:
¡Qué bien candaba esta puerta
mi difuntito el herrero!
60. 60
276
De dos penas que ha querido
dar amor a un desdichado,
es el ser aborrecido
menor que ser olvidado.
277
Déjame pasar, que voy
a por agüita serena,
para lavarme la cara,
que dicen que soy morena.
278
Déjame que te lo lleve,
no te mojes la cintura,
ten cuidado no le rompas
que no tiene compostura.
279
De la cintura pa arriba
pareces una petaca;
de la cintura pa abajo
albarda burra sin paja.
280
De la costilla del hombre
Dios hizo a la mujer
y como es carne de hueso
es muy mala de roer.
61. 61
281
De las cosas que conozco,
ninguna da más trabajo
que una moza beba agua
con la boquita de abajo.
282
Del cielo caiga una piedra
que pese dos mil quintales,
y le rompa la cabeza
al que quita voluntades.
283
Del hueso de una aceituna,
tengo que hacer un tintero,
para escribirle a mi novio
una carta con salero.
284
De llorar me he quedao ciego
desde que supe tu muerte,
para que quiero la vista
si no he de volver a verte.
285
Del oficio de fontanería
soy maestro y te arreglaré
si se atrancase la fuente
yo la puedo hacer correr.
62. 62
286
De lo más bonito
tu cintura es,
un bello, perfecto
árbol de ciprés.
287
De los delirios de amor
nadie se debe fiar,
porque éstos se desvanecen
como la espuma en el mar.
288
De los pies a la cabeza
eres un ramo de flores,
bendita sea la madre
que por ti pasó dolores.
289
De mañana sale el Sol,
más de mañana el lucero,
más de mañana ha salido
de tu casa un caballero.
290
De negro viste la noche,
de negro viste el dolor,
de negro viste mi alma,
de negro mi corazón.
63. 63
291
Dentro de mi pecho tengo
una mesa de nogal,
para jugar a los naipes
mi amor y tu falsedad.
292
De que le dio a las mujeres
por vestir de pantalón
a los hombres se complica
el tocarle el mejillón.
293
¿De qué sirve la riña
de dos amantes,
si el corazón entonces
es más constante?
294
De qué te sirve llevar
el puñal entre la faja,
si te has dejado quitar
de la mano la navaja.
295
De que te sirve, niña,
regar claveles
si no puedes casarte
con el que quieres.
64. 64
296
Desde el culo al ombligo
de las mujeres;
hay un santo que llaman
Domingo Pérez.
297
Desde el culo al ombligo
doble jornada;
y en medio tío Ruperto
que da posada.
298
Desde que te fuiste Pepe
el huerto no se ha regao,
la hierbabuena no crece,
y el perejil se ha secao.
299
Desde que te vi te amé;
perdona si ha sido tarde,
que mi gusto hubiera sido
desde que nací adorarte.
300
Desde que vino la moda
de las camisas de cuadros,
todos los niños parecen
mantelitos en el campo.
65. 65
301
Desde tus brazos, niña,
bajo a tus tetas
que parecen dos cubos
de las carretas.
302
Deséngañame de veras
y no me des más tormento;
toda mi vida daría
por saber tu pensamiento.
303
Despierta si estás dormida,
tiempo tendrás de dormir,
que mientras abres los ojos
nace mayo y muere abril.
304
Despierta si estás dormida,
y si no duermes, qué haces;
mira que te están quitando
de la parra las agraces.
305
De tu puerta me despido
con mucha pena y dolor,
y en los clavos de tu puerta
se queda mi corazón.
66. 66
306
De tu puerta me despido,
de tus cerrojos y llaves,
y de ti no me despido,
ramillete de corales.
307
De una chispa tan sola,
que no hice caso,
se originó el incendio
en que me abraso.
308
De unos ojos hermosos
preso y cautivo,
humilde el yugo sufro
de su capricho.
309
De un solo tiro, amigas,
me han matado la perdiz;
de un solo tiro, amigas,
bien sé yo lo que perdí.
310
De un toro y de una “mujé”
yo me he visto “perseguío”:
del toro pude librarme;
de la “mujé” no he “podío”.
67. 67
311
Días ha que lo verde
me da inquietudes,
porque mis esperanzas
se han vuelto azules.
312
Dicen que andas poniendo
calabaza en la ribera,
las mías ya tienen flores,
te pillé la delantera.
313
Dicen que eres buen mozo
y que te van a rifar,
con la perra que yo eche
a mí no me has de tocar.
314
Dicen que ha dicho tu madre
que ser reina te mereces
y yo, como no soy rey
no quiero que me desprecies.
315
Dicen que hay damas firmes,
no sé cual sea,
pues la que no ha caído
se bambolea.
68. 68
316
Dicen que lo chico es malo
y lo chico es lo mejor,
lo chico se hace grande
y lo grande chico no.
317
Dicen que me andan buscando,
serrana... los tus parientes;
dilos que salgan al campo,
que allí se ven los valientes.
318
Dices que dicen que dije
que malas lenguas decían;
tanto has dado que decir
que no digo que no digan.
319
Dices que me has de matar
con un puñal valenciano:
Ahora tienes la ocasión,
que lo tienes en la mano.
320
Dicen que mi novio es chico
más chico lo quiero yo,
que con un metro de tela
se le hace un pantalón.
69. 69
321
Dicen que mi novio es feo
y yo no le encuentro faltas,
que tiene los ojos chicos,
y a mí me parecen tazas.
322
Dicen que ya no me quiere
por que no tengo que dar,
cásate con el reloj,
que a todas las horas da.
323
Dices que no me querías,
y me vienes a buscar
como el agua busca el río
y el río busca la mar.
324
Dices que sabes, sabes,
que sabes muy bien coser;
y me has hecho unos calzones
con la bragueta al revés.
325
Dichoso puede llamarse
el que con cuernos tropieza;
porque mueve con los pies
lo que otros con la cabeza.
70. 70
326
Dile niña a tu mamá,
que te meta en un nichito,
y te encienda cuatro velas,
que yo no te necesito.
327
Dime me quite la vida
y me la quito en el acto;
no me digas que te olvide
mira que no te hago caso.
328
Dime palomita blanca,
¿en dónde tienes el nido?
En un árbol muy espeso,
bajo el arca del suspiro.
329
Dios quiso que la vergüenza
fuese una flor encarnada,
para que todos la vieran
la hizo constar en la cara.
330
Dos mil cuatrocientas suegras
iban juntas al infierno;
la mía era la primera,
la que tocaba el cencerro.
71. 71
331
Échale peras al olmo,
manzanas al malvavisco;
que tanto serás tú monja
como yo padre francisco.
332
Echa un cigarro, compadre,
y pícalo menudito,
que a mí me parió mi madre
más pícaro que bonito.
333
El amante de esta niña
está aquí, pero no canta,
con el polvo del camino,
se le secó la garganta.
334
El amante es como el niño,
que se enoja y tira el pan,
y en haciéndole cariños,
se lo come y pide más.
335
El amor de las mujeres
es como día nublado,
que tiene más pareceres
“ca” leyes un abogado.
72. 72
336
El amor de la viuda
por mi casa y puerta acuda,
que no hay peligro ni duda
si la pica sólo un cardo.
337
El amor del hombre pobre
es como el del gallo enano,
que en querer y no alcanzar
se le pasa todo el año.
338
El amor de los hombres
es como el vaso;
que, al menor movimiento,
se hace pedazos.
339
El amor de mi mozuela
yo no le puedo entender,
que unas veces no me quiere
y otras no me puede ver.
340
El amor es un bichillo
que por los ojos se mete.
Y en llegando al corazón
da golpecitos de muerte.
73. 73
341
El amor más imposible
suele ser el más constante,
que amor permanece poco
donde halla facilidades.
342
El amor y el cuchillo
son dos extremos,
mucho acero a la punta,
y al cabo un cuerno.
343
El amor y el interés
salieron al campo un día;
el amor como era libre
al interés le podía.
344
El candilón de mi abuela
nunca lo pone en el suelo,
que por de noche lo cuelga
de la estaca de mi abuelo.
345
El candil se está apagando
la alcuza no tiene aceite.
Ni te digo que te vayas,
ni te digo que te sientes.
74. 74
346
El cielo del arrabal
está cubierto de azul:
por eso las rabalicas
tienen la sal de Jesús.
347
El corazón de mi amante
lo van a sacramentar,
y el mío se está muriendo
de la propia enfermedad.
348
El cura chiquitito
duerme con mi madre;
la danza va a ser
si se entera mi padre.
349
El cura de mi lugar
tiene la sotana rota
que se la rompió una zarza
por correr tras de una moza.
350
El decirme que te olvide
es predicar en desierto,
machacar en hierro frío
y darle voces a un muerto.
75. 75
351
El demonio son los hombres
desde nuestro padre Adán,
y nosotras las mujeres
no nos quedamos atrás.
352
El día de Todos los Santos,
como las ánimas no comen,
todos los señores curas
se ponen como lechones.
353
El día lo paso,
por los olivares;
y a la nochecita para descansá,
busco los pajares.
354
El día que me abras tu puerta
y me lleves al corral,
ese día podrás decir
que oíste un gallo cantar.
355
El día que me dijeron
que tú ya no me querías,
la cara me se quedó
lo mismo que la tenía.
76. 76
356
El día que te casaste
no dejaste de pensar:
¡Qué poco tiempo me queda
pa sembrar el melonar!
357
El día que te cases
te daré la dote,
la cuchara de palo
y el candilote.
358
El día que te cases
tendrás buen día;
y entre malos y buenos
toda tu vida.
359
El día que tú nacistes
nacieron todas las flores,
y en la pila del bautismo
cantaron los ruiseñores.
360
El día que tú te cases
aquel día muero yo,
se juntarán en la iglesia
mi entierro y tu velación.
77. 77
361
El día que tú te cases
te vestirás de encarnado,
y mi vestido será
un hábito franciscano.
362
El día que tú te mueras,
pongo luto en mi balcón;
cuatro cirios, cuatro velas,
y en medio mi corazón.
363
El día que tú te mueras
que guarden el cementerio,
no quiero estar en presidio
por profanar a los muertos.
364
El hombre chico no es hombre
el hombre chico no es ná;
y la mujer chiquitita
para todo es apañá.
365
El hombre para ser hombre
necesita tres partías:
jaser mucho, jablar poco
y no alabarse en su bía.
78. 78
366
El hombre que tiene huerto
y no siembra cebollino,
es como el que tiene novia
y no la toca el chumino.
367
Ella me la meneaba,
ella me la meneaba,
la ceniza del brasero,
pa que yo me calentara.
368
El moño tienes tan gordo
que tengo la presunción
que debajo dél escondes
lo que sólo he visto yo.
369
El mozo que está en el baile
parece que está casado,
trae la chaqueta puesta
y el chaleco abotonado.
370
El mozo que sea pincho
y en la calle me lo encuentre,
ya puede llevar consigo
al cura que lo confiese.
79. 79
371
El mozo que tiene un duro
y no se lo gasta en vino
es como el que tiene novia
y no la mete el pepino.
[o “y no la tienta el chumino”].
372
El niño llora riendo,
el rico goza gastando,
el pobre vive muriendo
y el pueblo canta llorando.
373
El novio le dio a la novia
una cinta para el moño,
y ella le dio su permiso
para desenrearle el coño.
374
El otro día de mañana
a mi novia le pedí
un conejo que llevaba
debajo de su mandil.
375
El pajarito en la jaula
con alambre se divierte:
así me divierto yo
en los brazos de mi amante.
80. 80
376
El pimiento ha de ser gordo,
el tomate colorao,
el pepino largo y liso,
y el higo fresco y rayao.
377
El primer amor que tuve
se me llevó el corazón;
no hay amor como el primero,
que se lleva lo mejor.
378
El que corteja por pobre
no tiene que pedir celos,
harto favor se le hace
en quererle pelo a pelo.
379
El que no quiera morir
al soplo de mi pistola,
que deje la calle libre,
que la necesito toda.
380
El querer es un cigarro
que te hace gastar saliva;
lo apuras hasta quemarte
y luego después lo tiras.
81. 81
381
El que se pone a cagar
y no tiene la piedra al perto
luego tiene que andar
con los tres ojos abiertos.
382
El que teniendo novia
no la visita
no debe tener pena
si se la quitan.
383
El rabo para abanico
pa abanicarse las damas
y si sobra alguna tira
pa que se ataque las bragas.
384
El secreto de tu pecho
no lo digas a tu amigo;
que si la amistad le falta,
será contra ti un testigo.
385
El segador extremeño
se da tal maña
que a la novia le siega chocho
con la guadaña.
82. 82
386
El señor cura del pueblo
ya no siega las besanas,
que le ha dado por segar
la forrajera del ama.
387
El señor cura no baila,
porque tiene la corona;
señor cura, baile usted,
que Dios todo lo perdona.
388
El señor cura no toca
porque se ha perdío el badajo,
y la campana del ama
la toca con el vergajo.
389
El verte me da muerte
el no verte me da la vida,
más quiero morir y verte
que no verte y tener vida.
390
En amantes dolencias
suelen los celos
ser a veces sangrías
hechas a tiempo.
83. 83
391
En aquel cortijo hay luz,
allí se están acostando.
Allí está mi corazón
y yo por aquí penando.
392
En aquella o en la otra
o quizás en esta puerta
mi novia me está esperando
con las patitas abiertas.
393
En cantares y coplas
nadie se pique;
que mueren en la boca
de quien los dice.
394
En casa de un cura entré
y no vi más que una cama;
si en la cama duerme el cura,
¿dónde coños duerme el ama?
395
En el andar se conoce
la que es mala y la que es buena,
la que echa el pasito largo
Santa Bárbara que truena.
84. 84
396
En el campo hay una casa,
en la casa una ventana,
en la ventana una niña
que asoma por la mañana.
397
En el cielo manda Dios;
en el infierno quien puede;
y en este pícaro mundo
el que más dinero tiene.
398
En el fuego en que me abraso
te quisiera ver arder,
para que sepas, bien mío,
lo que cuesta un buen querer.
399
En el pueblo de Portaje
hay un arroyo de plata
a donde acuden las mozas
a lavarse la albahaca.
400
En el viaje de la vida
van los ricos a caballo;
los caballeros, a pata;
y los pobres, arrastrando.
85. 85
401
En esta calle a lo largo,
están sembrando melones,
y han nacido calabazas
para los hombres guasones.
402
En esta calle que entramos
tiran agua y salen rosas:
y por eso le llamamos
la calle de las hermosas.
403
En esta calle que entramos
tiran agua de sardinas,
y por eso le llamamos
la calle de las cochinas.
404
En esta calle vivía
la moza calabacera,
la que me dio calabazas
antes que la pretendiera.
405
En esta casa de piedra
hay una piedra de pico,
para que cuando pase el diablo,
se rompa el hocico.
86. 86
406
En este mundo, señores,
no hay una cosa más cierta:
que las almejas más vivas
tienen las conchas abiertas.
407
En este pueblo no hay mozos
y si les hay no les veo,
estarán en la cocina
atizando los pucheros.
408
En la cama está mi novia
con una mano en el moño,
y con la otra manita
se rasca el pelo del coño.
409
En la funesta guerra
de mi memoria,
solo podrá el olvido
lograr victoria.
410
En láminas de bronce
tengo de imprimir
un fúnebre epitafio
que diga ¡ay de mí!
87. 87
411
En la plaza se oye gente
y en la plaza se ha de entrar:
pena de la vida tiene
aquel que se vuelva atrás.
412
En la puerta del cielo
venden zapatos,
para los chiquititos
que van descalzos.
413
En la puerto la taberna
tengo puesto mi querer,
en un pellejo de vino
atado con un cordel.
414
En mi casa mando yo,
y en el lugar el Alcalde,
y en la iglesia manda el cura,
y el que más pueda en la calle.
415
En toas las partes del mundo
sale el sol por la mañana,
y a mí me sale de noche
cuando voy a ver mi dama.
88. 88
416
Entra el amor por los ojos
se deposita en el pecho,
lo mantienen los oídos,
y lo matan los “disprecios”.
417
Entre callar yo mi pena,
o publicar mi dolor,
si la callo, no hay remedio,
si la digo, no hay pasión.
418
Entre hombres y mujeres
hay una diferencia;
donde éstos tienen el higo,
ellas tienen la breva.
419
Entre las patas mi abuela
cría un campo forrajero,
a donde va to los días
el carnero de mi abuelo.
420
Entre mi morena y yo
la madeja devanamos;
ella devana, devana,
y yo le saco los cabos.
89. 89
421
En tu casa llora un niño,
y tú casada no estás,
y tu madre ya no pare,
sabe Dios de quién será.
422
En tu puerta planté un pino,
y en el pino una cebolla,
y en la cebolla un espejo
pa que se mire mi novia.
423
En un cementerio entré
con una navaja larga,
desafiando a los muertos:
el que quiera algo, que salga.
424
Enviábame mi madre
por agua a la fuente fría.
Dejo el cántaro quebrado
vengo sin agua corrida.
425
Eres alta como un huevo
derecha como una hoz
blanca como una morcilla
buena noche nos dé Dios.
90. 90
426
Eres blanca como leche,
colorada como sangre
fresca como la lechuga,
y fuerte como el vinagre.
427
Eres bonita por fuera
y por dentro Dios lo sabe;
eres un arca cerrada
que se ha perdido la llave.
428
Eres como aquel torico
que hay dencima de la fuente
que a todos les plantas cara
y a ninguno le acometes.
429
Eres como la veleta
que está encima de la torre;
que se va de un lado a otro,
según el aire que corre.
430
Eres más bonita, niña,
que la nieve en el barranco,
el clavel en la maceta
y la azucena en el campo.
91. 91
431
Eres tú la que le quitas
el color a la manzana.
y la blancura a la nieve,
y la frescura a las aguas.
432
Eres una y eres dos,
eres tres y eres cuarenta;
eres iglesia mayor
donde todo el mundo entra.
433
Eres un vanidosete
todo lleno de afición;
piensas que todas te quieren,
y te engaña el corazón.
434
Es amor en la ausencia
como la sombra,
que cuanto más se aleja,
más cuerpo toma.
435
Es amor una llama,
que no la entiendo
pues sin salir el humo
se ve el incendio.
92. 92
436
Es amor una pena
llena de ardores,
si no encuentra en lo amado
satisfacciones.
437
Es amor una senda
tan sin camino,
que el que va más derecho,
va más perdido.
438
Esa moza que ha cantado,
ha salido del pimiento,
si llega a cantar más
me cago en su nacimiento.
439
Esas inaguas que llevas
en ellas tengo yo parte;
de cuatro telas que llevan
son mías las dos de alante.
440
Esas tus dos tetas
son de leche y miel.
Donde yo bebiera
por los siglos amén.
93. 93
441
Es el amor de los hombres
parecido a la quincalla;
que entre tantos relumbrones
cosa buena no se halla.
442
Es el amor, señores,
una carcoma
que se va apoderando
de la persona.
443
Es el amor un fuego
cuya materia,
cuanto más se consume
más se fomenta.
444
Es el amor un libro
que al primer folio
todo son sobresaltos,
sustos y asombros.
445
Es el amor un niño
que, cuando nace,
con poquito que coma
se satisface.
94. 94
446
Ese manteo pajizo
échale, tirana, abajo,
que los mocitos de ahora
se enamoran de los bajos.
447
Ese tu ombliguito
tan rechiquitito
que al pezón del higo
es comparadito.
448
Es la mujer para el hombre
una cosa tan precisa,
que nos hace tanta falta
como los perros en misa.
449
Esperanza consuela,
posesión cansa,
apetecer desvela,
no lograr mata.
450
Estaban hechos mis ojos
a verte todos los días,
y ahora se pasan años,
meses, semanas y días.
95. 95
451
Estábase la moza
despaldas en el lecho,
las piernas abiertas,
y, mirando al techo.
452
Esta copla no está bien
ni tampoco lleva tino,
esta copla se merece
que tenga mejor padrino.
453
Esta mañana te vi,
estabas fregando el patio
estabas tan sandunguera
que hacías pecar a un santo.
454
Es tan contraria mi suerte
desde el día en que nací,
que hasta dudo que la muerte
llegue a acordarse de mí.
455
Estando en el cementerio
me dijo el sepulturero
vete chiquilla que es tarde
y yo le dije no quiero.
96. 96
456
Estando señora Manuela
en la fuente de Logroño
pidiendo un poco de agua
para refrescarse er…
457
Esta noche es Noche Buena
y mañana cañamones;
mataremos un borrego
que le suden los cojones.
458
Esta noche va a llover,
que lleva cerco la luna;
esta noche va a llover
entre las piernas de alguna.
459
Esta noche va a salir
la ronda de los chavales,
ya pueden los mozos viejos
prevenirse de puñales.
460
Esta noche vendré tarde,
que el asno se me perdió,
si sientes pisás de burro,
no te asustes, que soy yo.
97. 97
461
Es tanto lo que te quiero,
y lo que te quiero es tanto,
que por ti duermo en el suelo
y por cabecera un canto.
462
Estas calles no son calles
esta puerta se cerró,
este farol ya no alumbra
nuestra amistad se acabó.
463
Está tan acostumbrado
mi corazón al veneno,
que lo mismo que a otros mata,
me sirve a mí de consuelo.
464
Este mundo es una bola,
y el que se muere es un tonto,
que lo llevan a enterrar,
y le cantan el responso.
465
Es tu querer como un toro,
donde lo llaman se va;
y el mío como una fuente,
donde lo pongo se está.
98. 98
466
Firma tú y firmaré yo
y se juntarán dos firmas;
veremos cuál de los dos
con más firmeza camina.
467
-Gitano, ¿por qué vas preso?
-Señor, por cosa ninguna:
porque he cogío una ramá
y etrás se bino una mula.
468
Gracias a Dios que he llegado
donde tenía que llegar,
al nido de la paloma
que me hace suspirar.
469
Gracias a Dios que llegamos
donde no pensé llegar,
a casa de una paloma
con las alas plateás.
470
Grande pena es el morir,
pero yo no la sintiera,
pues quien vive como yo
de alegría le sirviera.
99. 99
471
Haces por no mirarme
la vista gorda:
¿si quieres olvidarme
quién te lo estorba?
472
Hasta ayer no supe yo
que al que se muere lo entierran;
yo creí que lo llevaban
a beber a una taberna.
473
Hasta el día que te cases
que naide pueda dicil
que ningún mozo del pueblo
t’ha regao el perejil.
474
Hasta la leña en el monte
tiene su separación:
una sirve para santos,
y otra para hacer carbón.
475
Hasta las doce te aguardo
de pechos en la ventana;
si hasta las doce no vienes,
cierro y me voy a la cama.
100. 100
476
Hay amores de capricho,
hay amores de ilusiones,
y hay amores que se “arquilan”
como las habitaciones.
477
He de mandar que me entierren
sentado, cuando me muera,
para que puedas decir:
se murió pero me espera.
478
He sabido ya quien eres,
con que cesan mis pesares,
de mi devoción no esperes
más incienso en tus altares.
479
He visto en raso llover
y claro ponerse oscuro,
y vi acabar un querer
cuando estaba más seguro.
480
Juré primero quererte,
juré después olvidarte,
juré que te mataría
y ya no sé qué jurarte.
101. 101
481
La aceituna en el olivo
siempre se está meneando,
la dama que tiene amores
siempre los está mentando.
482
La calle de mi morena
no la pasean chavales,
que todos son buenos mozos,
con cuchillos y puñales.
483
La cama donde tú duermes
parece un confesionario;
la cama el altar mayor,
tú la Virgen del Rosario.
484
La carta que te escribí
era de noche y no vía;
si algunos borrones fueron,
disimula, prenda mía.
485
La casita de mi novia
tiene linda cerradura,
y para meter la llave
lo mejor estar a oscura.
102. 102
486
La despedida sus doy,
la que dan los labradores:
con el legón en la mano
deshiciendo los terrones.
487
La despedida te doy
con un ramito de juncos;
m´an dicho c´andas caliente
¡Ay, coño, si te barrunto!
488
La despedida te echo
por ya no más molestarte,
y no pienses que me voy
con la música a otra parte.
489
La guitarra pide vino,
el violín pide aguardiente;
y los dos que los tocamos,
zagalas de quince a veinte.
490
La guitarra pide vino
y la flauta el aguardiente
y la porra del que toca,
una cosa que se tiente.
103. 103
491
La hija del boticario
tiene una campana ronca;
de que le ponga el badajo,
¡ya verás lo bien que toca!
492
La luna cuando va llena
no lleva tanto rigor,
como lleva mi morena
cuando va a misa mayor.
493
La mano por la gatera
yo la metí y te toqué
las medias, hasta las ligas
y el libera dominé.
494
La mi novia bien parece
tinaja de una bodega,
con la espita siempre abierta
pa que yo me acerque y beba.
495
La mocita que es pintora
por encima de los pies
tiene un bote colorao
que va abriendo cada mes.
104. 104
496
La mortaja que me hagan,
no me la hagan redonda;
mira que si tiene picos,
mira que no me la ponga.
497
La moza del tío Miguel
me dejó la puerta abierta,
pa que la flauta que toco
tuviera dónde meterla.
498
La moza que a mí me gusta
es muy rica y elegante:
por detrás tiene una mina
y un tesoro por delante.
499
La muchacha más bonita
de Torre de Don Miguel
en el culo lleva el tiesto
y por delante el clavel.
500
La mujer del herrero
¿qué es lo que tiene?
Por delante la fragua,
detrás el fuelle.
105. 105
501
La mujer del sacristán
fue a coger una sandía,
y al agacharse en el huerto
se le vio el avemaría.
502
La mujer del tamborilero
es mujer de gran fortuna,
porque ella toca dos flautas
y las demás tocan una.
503
La mujer es un charquito
de mucha profundidad;
el fondo de puro lodo
y la capa de cristal.
504
La mujer la comparo
con la veleta,
al menor vientecillo
da media vuelta.
505
La mujer que es habladora
se parece a las gallinas,
que por gusto de escarbar
se tiran la tierra encima.
106. 106
506
La mujer que es paliquera
y le da palique a dos,
merece una puñalada
en medio del corazón.
507
La mujer que quiere a dos
no es tonta, qu’es atrevía:
si una vela se l’apaga,
la otra le queda encendía.
508
La mujer que salga brava
aunque la lleven al río
y la metan de cabeza,
no se le quita el bravío.
509
La mujer que va a castañas
ya no se pone en cuclillas,
pa que no vean la que esconde
por cima de la rodillas.
510
La mujer y la sombra
tienen un símil,
que buscada se aleja,
dejada sigue.
107. 107
511
La novia lleva una flor
por debajo del refajo,
que el novio la va a cortar
con la punta del carajo.
512
La palabra que me “distes”
yendo y viniendo a la fuente,
como era palabra de agua,
se “lo” ha llevado “el” corriente.
513
La pastora Nicanora
por cima de las rodillas
lleva una artesa pringosa
y un criadero de ladillas.
514
La pena y la que no es pena,
todo es pena para mí;
ayer penaba por verte
y hoy peno porque te vi.
515
La perdición del hombre
es una mujer,
y a veces el remedio
también suele ser.
108. 108
516
Las dos hermanitas duermen
en una cama de alambre
si mucho quiero a la chica
mucho más quiero a la grande.
517
Las horas que tiene el día
las he compartido así,
nueve soñando contigo
y quince pensando en ti.
518
Las Marías amo yo
porque son trebajadoras:
se están mano sobre mano
como si fueran señoras.
519
Las mocitas de mi calle
me han meado el perejil;
otra vez que me lo meen
le doy cuenta al alguacil.
520
Las mocitas de mi pueblo
llevan pendientes de a duro:
algún día llevarán
las orejas de mi burro.
109. 109
521
Las mocitas de mi pueblo
se han comprado una romana
para pesarse las tetas
tres veces a la semana.
522
Las mocitas de mi pueblo
se mean en las esquinas;
echan la culpa a los perros
y son ellas las cochinas.
523
Las mocitas de Pescueza
tiene tan buena maña,
que usan cardos de burros
pa rascarse la castaña.
524
Las mozas del Guijo tienen
guardado un corcho mielero
en donde cogen la miel
los de Ahigal con el jumero.
525
Las muchachas de este pueblo
cuando se van a bañar
lo primero que se mojan
es el pecado mortal.
110. 110
526
Las muchachas de este pueblo,
de la más fea a la guapa,
cuando atraviesan el río
se mojan la gusarapa.
527
La muerte en el cementerio
debe estar cortando flores,
mientras nosotros buscamos
la huella de los traidores.
528
La mujer que se enamora
de la ropa y no del hombre,
¡harto trabajico tiene
cuando la ropa se rompe!
529
La novia lleva una rosca
guardadita en su vestido
y esta noche se la come
el que hoy ya es su marido.
530
La palabra que me distes
en la puerta del corral,
los puercos fueron testigos:
ellos te la cumplirán.
111. 111
531
La que quiere ser amada,
sin tener correspondencia,
quiere conservar el fuego,
sin la pensión de hacer leña.
532
Las chicas de Villalpando
tienen las patas de alambre
y un poquito más arriba
un conejo muerto de hambre.
533
Las lucecitas que brillan
de noche en el cementerio,
están diciendo a los vivos
que se acuerden de los muertos.
534
Las mocitas de mi pueblo
todas duermen boca abajo
con el dedito metido
donde se mete el badajo.
535
Las monjas de Santa Clara
todas mean a chorrillo;
menos la madre abadesa
que lo mea en canastillo.
112. 112
536
Las mujeres cuando llevan
al cuello puesto el rosario,
por debajo de la cruz
esconden el relicario.
537
Las mujeres de este pueblo,
cuando se quieren dormir,
le dicen al su marido:
“Apaguemos el candil”.
538
Las mujeres de este pueblo,
desde la nueva a la vieja,
por cima de las rodillas
guardan vivita una almeja.
539
Las mujeres de este pueblo
estamos un poco hartas
de que siempre en las cuartetas
solo digan nuestras faltas.
540
Las mujeres de este pueblo
se la limpian con un paño,
pa que esté seca la cueva
cuando venga el ermitaño.
113. 113
541
La su novia le decía
cuando él se lo tocaba:
Para pelarme este chumbo,
mete, Paco, la navaja.
542
La vecina de la plaza
decía que estaba preñá
porque le picó una avispa
por debajo del sayal.
543
La vecinita de enfrente
me ha meado el perejil;
si no me paga el daño,
daré cuenta al alguacil.
544
La vecinita de enfrente
mucha hambre es la que pasa
y no se come la rosca
que esconde bajo la saya.
545
La vieja se la tocaba,
se la tocaba la vieja,
y con pena se decía:
Se va secando la almeja.
114. 114
546
La Virgen se llama Juana;
y el nombre de Dios, Perico;
en acabar esta copla,
echaremos un traguico.
547
La Virgen se tiró
y no se mató.
Yo me tiraré
y tampoco me mataré.
548
La zambomba quiere agua,
la guitarra quiere vino
y la flauta que yo llevo
quiere tocarte el chumino.
549
Levántate la chaqueta
y mírame en el costado,
y verás por tu querer
qué puñalada me han dado.
550
Llenita de penas muero
vueltecita a la pared;
las duquitas que yo paso
¿a quién se las contaré?
115. 115
551
Lo mismo que el buen cristiano
sus mandamientos venera,
el buen borracho honrar debe
la ley de la borrachera.
552
Los calzones “me se caen”,
salada, cuando te veo;
tampoco puede ser más,
tampoco puede ser menos.
553
Los enemigos del alma
todos dicen que son tres;
y yo digo que son cinco
con mi suegra y mi mujer.
554
Los hermanos Pinzones
eran unos ma… rineros,
que embarcaron con Colón,
que era otro ma… rinero.
555
Los mozos que buscan novia
tienen la comendación
que si las tetas son fofas
es que el pájaro voló.
116. 116
556
Los ojos de mi morena
se parecen a mis males:
grandes como mis fatigas,
negros como mis pesares.
557
Los pastores no son hombres
que son brutos y animales
comen sopas en calderos
oyen misa en los corrales.
558
Los primeros amores
son los que privan,
aunque algunos autores
lo contradigan.
559
Los rusos vienen por tierra,
los ingleses por el agua,
y yo, que soy español,
me estoy tumbado en la cama.
560
Los señores de levita
se mueren por las de moño,
por eso a las señoritas
se las lleva el demonio.
117. 117
561
Los vecinos de mi calle
de todo me tienen cuenta:
si “trebajo” o no “trebajo"
si duermo o si estoy “dispierta”.
562
Majo, si vienes a verme,
átate bien la alpargata;
que a otros más majos que a ti
les he dado calabaza.
563
Mamá, que me voy al campo,
al campo de los madroños,
prepara una botellita
para refrescar el coño.
564
Manolo, pirolo,
mató a su mujer,
la echó en escabeche
y la fue a vender.
565
Manolo Pirolo
mató a su mujer
la hizo salchichas
y la puso a vender.
118. 118
566
María patata fría
culo caliente
la botijilla
del aguardiente.
567
María sé que te llamas,
tu madre murió de vieja,
pero te dejó la fragua
donde ella hizo la reja.
568
María tienes por nombre,
por apellido, lucero;
vale más tu solo nombre
que las estrellas del cielo.
569
Marido, si te murieras,
de luto me vistiría;
pero también te prometo
de casarme al otro día.
570
Mas mata una mala lengua
que las manos del verdugo;
el verdugo mata a un hombre,
y una mala lengua a muchos.
119. 119
571
Más quisiera, mi vida,
verte difunta,
que no que otro mancebo
te llame suya.
572
Más vale saber que haber,
dice la común sentencia
que el pobre puede ser rico,
y el rico no compra ciencia.
573
Me asomé a tu corral
y vi que estabas meando,
no sabía que las mujeres
usaran para eso un cardo.
574
Me cagué en tu puerta
creyendo que me querías.
Ahora que sé que no me quieres,
dame la mierda que es mía.
575
Me “cagüen” en tu media casa,
y en tu parte de corral,
y en tu padre y en tu madre,
y “to” lo que te “puen” dar.
120. 120
576
Me caguen la pena mala,
y en la olla sin tocino,
en la cama sin mujer,
en la bodega sin vino.
577
Me casé con un pastor
creyendo de ser señora
y al día siguiente me dijo
coge la cacha pastora.
578
Me da pena si te veo,
y si no te veo doble,
no tengo más alegría
que cuando escribo tu nombre.
579
Me despido de tu puerta
como el Sol de las paredes:
que por las tardes se va
y por las mañanas viene.
580
Me dicen que si te quiero,
y yo digo que ni verte.
Es menester disimulo
por el hablar de las gentes.
121. 121
581
Me diste calabacitas,
me las comí con pan tierno,
mejor quiero calabazas
que una mujer sin gobierno.
582
Me diste una crucecita
al jurarme tu querer;
la crucecita se ha roto,
y el juramento también.
583
Me diste las calabazas.
me las comí con tocino,
mejor quiero calabazas
que no casarme contigo.
584
Me diste las calabazas
me las comí con tomate,
mejor quiero calabazas
que cargar con un petate.
585
Me diste las calabazas,
me las comí con vinagre,
los besos y los abrazos
que te los quite tu madre.
122. 122
586
Me echaron de penitencia
que dejara de quererte;
no saben que tu cariño
es un castigo más fuerte.
587
Me enamoré de un fraile
por el silencio,
y al instante lo supo
todo el convento.
588
Me gustaría ser pijama
para acostarme contigo
y saber lo que tienes
debajo del ombligo.
589
Me han dicho que eres buen mozo,
para ti será el provecho.
También me han dicho que tienes
buena cara y malos hechos.
590
Me han dicho que estás malita
y que te sangran mañana;
a ti te sangran de un pie
y a mí me sangran del alma.
123. 123
591
Me han dicho que no me quieres,
no me da pena maldita,
que la mancha de la mora
con otra verde se quita.
592
Me han dicho que te acuestas
con las abarcas,
como no te las quitas,
no te las calzas.
593
Me han dicho que te acuestas
con los calzones,
como no te los quitas
no te los pones.
594
Me han dicho que no me quieres
porque soy pastor y guardo;
algún día me has de ver
con par de mulas y carro.
595
Me han dicho que te casabas
y no me han dicho con quién;
ay, a la corta o a la larga
yo lo tengo de saber.
124. 124
596
Me han dicho que te casabas,
yo digo: no puede ser,
porque en el mundo no hay hombre
que cargue con tal mujer.
597
Me han quitado el ir a misa,
me han quitado el confesar,
me han quitado que te quiera:
¿qué más me pueden quitar?
598
Melimes y Melames
se comieron un besugo,
Melimes, la cabeza,
y Melames, el culo.
599
Me mandaste decir
que por Dios que te olvidara.
Y yo te mandé decir
que de ti no me acordaba.
600
Me mandaste una carta
con una rayita verde;
no quiero carta, ni raya,
quiero que vengas a verme.
125. 125
601
-¿Me quieres, talega?
-Te quiero, costal.
-Coge la manta
y vamos al pajar.
602
Me quisiste y me dejaste,
y me volviste a querer,
zapatitos de desecho
no me los vuelvo a poner.
603
Mi abuela tenía un pozo,
un pozo que era muy hondo,
en donde cayó mi abuelo
con las alforjas al hombro.
604
Mi abuelita se murió
y a mí no me dejó nada;
y a mi hermana le dejó...
asómate a la ventana.
605
Mi abuelo, el sacristán,
muy bien sabía,
si mi abuela tenía
abierta la sacristía.
126. 126
606
Mi abuelo tiene un burro
que ya no come en la era;
prefiere el pienso que l’echa
mi abuela en la pesebrera.
607
Mi agüela encontró una horquilla,
como ya tenía hecho el moño,
con ella se arrecogió
la pelambrera del coño.
608
Mi amor me pidió la mano
yo no se la negué,
como andaba en la cocina
le di la del almirez.
609
Mi caballo ya no corre,
mi caballo ya paró.
Todo para en este mundo,
también he de parar yo.
610
Mi compañerito y yo
no tememos a ninguno,
salgan cuatro para dos,
o sí no dos para uno.
127. 127
611
Mi corazón del pecho
salir pretende:
yo no sé lo que busca,
tú ya lo entiendes.
612
Mi corazón padece
penas crueles
por no saber de cierto
si tú me quieres.
613
Mi hermanita la pequeña
se casó con don Cicuta
y al bajar las escaleras
le llamaron hija de…
614
Mil veces ansié la muerte
pues la vida aborrecía;
y ahora que muero por ti
es cuando anhelo la vida.
615
Mi marido es tan celoso
que de puros celos me mata
celos si me voy a misa
celos si me estoy en casa.
128. 128
616
Mi marido es un buen Juan:
le hago la cama y le acuesto,
y yo me voy con el cura
a coger peras al huerto.
617
Mi novia me dijo anoche
que no sembrara patatas,
que tenía para mí
un conejo entre las patas.
618
Mi padre y mi madre lloran
porque me van a casar;
no lloréis, padre, ni madre;
que no me van a enterrar.
619
Mi padre y mi madre son
un hombre y una mujer;
ellos hicieron su gusto,
yo también lo quiero hacer.
620
Mi pensamiento al humo
se le parece,
porque al paso que sube
se desvanece.
129. 129
621
Mi vecina lleva luto
porque se le murió el gato
y a su esposo va diciendo
que lo negro es más barato.
622
Mocita si vas a la era,
no te quites el refajo,
que una espiga de avena
se te mete por abajo.
623
Mocita, si vas a la era,
nunca te quites las ligas,
porque después te arrepientes
de que te pique una espiga.
624
Mocitas que vais al río,
no sus quitéis los calzones,
que los mozos por el agua
van buscando mejillones.
625
–Morenita, abre la puerta,
que te la quiero barrer.
–Es mejor que me la laves,
que me la ha manchao el mes.
130. 130
626
Muchachas, vivir alerta,
que el hombre no sufre daño;
que en sacudiendo la capa,
se va el polvo y queda el paño.
627
Muchacha, vienes del huerto,
tú me hueles a frescura;
tu querer me tiene muerto,
ábreme la sepultura.
628
Muchacho, si buscas novia,
procura que sea chinata,
que tenga buenos tetames
y un buen pozo entre las patas.
629
Mucho se mueve el lagarto
cuando va buscando el nío,
pero entrando en el vival
sale el pobre retorcío.
630
Muchos galgos a una liebre
la corren con confianza,
el que más corre más pierde
y el que menos la alcanza.
131. 131
631
Muchos hay que perdiendo
salen ganando,
pues cuando pierden ganan
un desengaño.
632
Mujeres, si vais a misa
no os pongáis nunca en lo oscuro;
que el sacristán de este pueblo
dicen que no es muy seguro.
633
Nadie descubra su pecho
por dar alivio a su pena;
que el que su pecho descubre
por su boca se condena.
634
Nadie murmure de nadie,
que somos de carne humana,
Y no hay pellejo de aceite
que no tenga su botana.
635
Nadie se meta conmigo,
que yo con nadie me meto;
que soy hijo de una viuda,
y tengo mucho respeto.
132. 132
636
Nadie tiene lo que tienen
las mujeres del Barrado,
un erizo entre las patas
con los pelitos rizados.
637
Ninguno de inconstantes
culpe a las damas,
porque son las más firmes
en las mudanzas.
638
Ninguno me gana a mí
a contar tres veces ocho,
ocho, troncho, corcho y caña,
caña, corcho, troncho y ocho.
639
Ninguno por cantar bien
hable mal de aquel que canta:
unos cantan lo que saben
y otros saben lo que cantan.
640
Ningún pobre puede llevar
un entierro muy lucido
cuando doblan las campanas
fijaros en el sonido.
133. 133
641
Niña, son verdes tus ojos,
como las olas del mar,
pobre del que mire en ellos
y que no sepa nadar.
642
Niña, tus labios
son dos picaportes
que cuando tú hablas
yo oigo los golpes.
643
Ni peno ni penaré
y me tiene sin cuidado,
que el agua que des a otro
yo en tu pozo la he catado.
644
No bebas agua del charco,
bébelo de la laguna,
que aunque soy hija de pobre
no me cambio por ninguna.
645
No chilles porque te beso,
que puede oírte tu madre,
y vas a hacer que se entere
de todo lo que ya sabe.
134. 134
646
No fíes en amores,
que es desvarío
tener seguridades
de otro albedrío.
647
No hay especie como el ajo
ni fruta como el madroño,
ni mujer con pelo seco
cuando le tocas el coño.
648
No hay mujer que ya no lleve
en los pies unos zapatos
y tres cuartas más arriba
el bebedero del pato.
649
No hay olor que más me guste
que el de la flor del jazmín,
ni clavel que más me guste
que el que esconde tu mandil.
650
No la descuches gitana
la voz de quien te lo advierte
que todo es ilusión vana
y engaño, menos la muerte.
135. 135
651
No madrugaría tanto
si el sol fuera jornalero,
no madrugaría tanto
que andaría más ligero.
652
No me case mi madre
con hombre chico,
que lo lleve y lo traiga
como abanico.
653
No me gustan las mujeres,
desprecio las diversiones,
a mis padres aborrezco,
quiero morir en prisiones.
654
No me llames cuñada
antes que acuñe,
que las cuñas son buenas
para la lumbre.
655
No me mires, que te entiendo
lo que me quieres decir;
de lo que me pides, tengo;
pero no será “pa” ti.
136. 136
656
No me toques tan arriba,
que eso no tiene cuenta;
mete la mano siquiera
en la caja la herramienta.
657
No quiero mujer bonita,
ni viña en camino real;
que para coger el fruto
es menester madrugar.
658
No quiero pan de lo tuyo
que me amarga la corteza,
ni conversación contigo
que la que te he dao me pesa.
659
No quiero que digas toma,
ni tampoco darme, darme,
que el que toma a dar se obliga,
y yo no quiero obligarme.
660
No quisiera parecerme
al pobrecito candil,
que todos le dan muerte
cuando se van a dormir.
137. 137
661
No sé qué tienen las flores
que están en el camposanto,
que cuando las mueve el viento,
parece que están rezando.
662
Nos matan a trabajar
comiendo sólo pan duro
cuando una gota que sudas
vale lo menos mil duros.
663
No sé en qué se diferencian
el dormir y el despertar,
pues de ningún modo puedo
de mí tu imagen borrar.
664
No te apures, vida mía,
no te aflijas que te voy a dar
una cosa muy sabrosa
que seguro te habrá de gustar.
665
No te cases, no te cases;
estáte siempre mocita;
que la rosa en el rosal
siempre está coloradita.
138. 138
666
No te fíes del hombre,
de mí el primero;
esto te digo, niña,
porque te quiero.
667
No te fíes de los hombres,
aunque lloren a tus plantas;
que son como los pepinos,
que vienen a temporadas.
668
No te fíes de los hombres,
aunque los veas llegar,
que son como los melones
que vienen por temporás.
669
No te fíes de los hombres
aunque los veas llorar;
con las lágrimas te dicen
el pago que te han de dar.
670
No te fíes de los hombres,
aunque te juren las cruces;
que lo menos que se encienden
en un altar son dos luces.
139. 139
671
No tengo jarro ni jarra
ni en qué darte de beber,
pero tengo una boquita
que es más dulce que la miel.
672
No tengo miedo a los hombres,
aunque vengan treinta y tres;
que tengo unas zapatillas
que me bailan en los pies.
673
No te quiero por bonita,
que bonita no lo eres;
te quiero por morenita,
y por la gracia que tienes.
674
No te vayas alabando
que me cerraste la puerta,
porque antes de cerrarla
me la tuviste abierta.
675
Nunca pensé que la muerte
llegara a ser un placer;
pero hoy que tú me la das
lo he llegado a comprender.
140. 140
676
Nunca pidas, nunca debas,
nunca a nadie le hagas mal,
siempre mira, siempre calla,
y las gracias me darás.
677
Nunca yo he visto, señores,
lo que he visto en este baile:
de bailar mozas con mozas
porque los mozos no saben.
678
Ojos de color de cielo,
azules como los míos,
no perdáis las esperanzas,
que yo no las he perdido.
679
Ojos negros son traidores,
azules escandalosos.
¡Vivan los de mi morena
que son castaños graciosos!
680
Para aguardiente jurdana
la que sale del madroño;
para sombrajo del pájaro
la pelambrera del coño.
141. 141
681
Para cantar, la perdiz;
para volar, el vilano;
y para ti, Rosalía,
esto que tengo en la mano.
682
Para cuando me case
ya tengo dote:
la cuchara jarreña
y el candilote.
683
Para cuando me case
ya tengo dote:
una sartén sin rabo
y un calderote.
684
Para el día que nos casemos
ya tenemos buena dote;
mi novio trae un destral;
yo, dos queseras y un pote.
685
Para hacerse invisible
cualquiera hombre,
no hay medio más seguro
que hacerse pobre.
142. 142
686
Para olvidar finezas,
pensar agravios
este ha sido un consejo
que me dio un sabio.
687
Para pasear tu calle
no necesito cuchillo,
porque el novio que tú tienes
me lo meto en el bolsillo.
688
Para ponerme a tocar
pido a la Virgen María,
que me ayude con su gracia
que no puedo con la mía.
689
Para qué me envías cartas
si sabes que no sé “ler”;
tus secretos y los míos
los daremos a entender.
690
Para qué me pones mesa,
si no tengo de comer,
si sabes que me mantengo
con raíces de tu querer.
143. 143
691
¿Para qué quiere el cura
lo que le cuelga?
Para metérselo al ama
entre las piernas.
692
¿Para qué quiere el cura
perro de caza,
si el conejo que busca
le tiene en casa?
693
¿Para qué vas y vienes
y vienes y vas?
otros con rondar menos
alcanzarán más.
694
Parece que me miras,
¿quieres comprarme?
no tienes tú dinero
para pagarme.
695
Pastor que estás en el monte
y duermes con los helechos
si te casaras conmigo
durmieras entre mis pechos…
144. 144
696
Penas y sobresaltos,
ansias y celos,
si de amor no son señas
serán torreznos.
697
Peques que duermen en cama,
en cama de dos colchones,
con una mano en la almohada
y la otra en los…
698
Perejil, don, don,
perejil, tortilla;
perejil, don, don;
perejil, pajilla.
699
Permita Dios que te vea
en un calabozo oscuro,
y que pase por mi mano
todo el alimento tuyo.
700
Permita Dios, si me olvidas,
te trague la mar serena;
y si yo te olvido a ti
pase por la misma pena.
145. 145
701
Perros que van durmiendo
en cama de dos corchones,
y er que no sepa esta copla
no tiene sus dos…
702
Pican, pican los mosquitos,
pican con gran disimulo,
unos pican en la cara
y otros pican en el…
703
Ponme la mano aquí,
Catalina mía;
ponme la mano aquí,
dond’el otro día.
704
Por bajo el ombligo tienes
el bosque de los robledos
y en medio de la arboleda
la cueva de aquí te espero.
705
Por coger un conejito
en una cueva me entré;
aún me estoy quitando el polvo
que de la cueva saqué.
146. 146
706
Por detrás, por detrás
por detrás, por detrás
entran las palomas
en el palomar.
707
Por encima de tu ventana,
por bajo de tu balcón
hay una fuente que mana
sangre de mi corazón.
708
Por esta calle a la larga
la ronda un chulo
que no tiene tres cuartas
del suelo al culo.
709
Por esta calle, a la larga,
pasa el agua y no se empoza;
por eso la llaman todos
la calle de las hermosas.
710
Por esta calle a lo largo
juran que me han de matar
con un trabuco de plata
y las balas de cristal.
147. 147
711
Por esta calle me voy,
por la otra doy la vuelta,
la niña que a mí me quiera
que tenga las patas abiertas.
712
Por esta calle me voy,
por la otra doy la vuelta,
la niña que a mí me quiera
que tenga las patas abiertas.
713
Por esta calle que entramos
echan agua y salen ranas,
y por eso la llamamos
la calle de las marranas.
714
Por la mañana temprano,
como es uso y costumbre,
hay más huevos junto al culo
que pucheros a la lumbre.
715
Por las patas de mi novia
hay una cueva
donde cabe un regimiento
con su bandera.
148. 148
716
Por momentos voy sintiendo,
que se me acerca la muerte,
que tormento será el mío
que voy a morir sin verte.
717
Porque canto y me divierto
las vecinas lo murmuran.
Me llaman la sota bastos
y ellas tienen la figura.
718
Porque he venido borracho
me dices que no me quieres;
las cosas en este mundo
se toman conforme vienen.
719
Porque no te he querido
estas que rabias;
si no eres de mi gusto,
por qué te agravias.
720
Por qué no vienes a verme
si sabes que duermo sola
tengo la puerta cerrada
con el palo de la escoba.
149. 149
721
Por querer lo que no es mío
y dormir en cama ajena,
me llevaron a la cárcel
a pasar la cuarentena.
722
Porque soy gañán de güeyes,
me llaman el “pinchaculos”;
tó el día pincha que pincha
y a la noche gano un duro.
723
Por tu puerta he de meter
cuando haga sementera,
reja, bilorta, dental,
el timón y la orejera.
724
Por una calle me voy
y por otra doy la vuelta:
por Dios te pido, morena,
que tengas la puerta abierta.
725
Por una calle salgo,
por otra doy la vuelta;
el que no me quiera ver
que corra y cierre la puerta.
150. 150
726
Primero que yo te olvide,
pongo la comparación,
ha de calentar la nieve
y ha de refrescar el sol.
727
Primero te doy una mano
y aluego te doy la otra
y aluego te doy un besito
de mis labios a tu boca.
728
Pues en estos momentos
y por culpa de este mulo,
los dolores que siento
se concentran en el culo.
729
¡Qué contenta va la novia,
que contigo va a dormir!;
para que duerma fresquita,
riégale bien el jardín.
730
Qué delito ha cometido
el pobrecito candil,
que todos le dan la muerte
cuando se van a dormir.
151. 151
731
Que el pandero que he roto
es de Pascuala,
que me lo prestó ayer tarde
cuando regaba.
732
Que entre ese mozo,
que entre ese mozo,
porque en mi casa
no hay ningún pozo.
733
¿Qué hacen ahí esos mirones
que no salen a bailar?
Que dejen a las paredes
que ellas solas se tendrán.
734
¿Qué haré yo con contarte
todas mis penas,
si aunque me las escuches
no las remedias?
735
Qué importa que el deseo
lo facilite,
si un motivo que media
no lo permite.
152. 152
736
Que las haya o no las haya,
o que las deje de haber,
mocitos, a buscar novia
que ésta para mí ha de ser.
737
–¿Qué me quiere esa señora?
¿Qué me quiere que me llama?
–Lo que quiero, segador,
que me siegues la cebada.
738
Que para ir a la fuente
no se precisa ir lujosa,
con un refajo amarillo
van las niñas salerosas.
739
Que t’he visto, que t’he visto
un lagarto en un bolsillo,
que t’he visto, que t’he visto
agarrando un lagarto por el trigo.
740
Qué tienes que ya no vienes
a mi casa, cielo hermoso:
T´habrán puesto mal de mí
alguno que estará ocioso.
153. 153
741
Que vengo, que vengo
de regar el romero de mi dama.
Que se le van,
que se le van secando las ramas.
742
Quien ama correspondido
no deje de recelarse,
que son los días de gusto
vísperas de los pesares.
743
Quien ama, y no se explica
sin duda es muerto;
pues sabiendo la causa,
calla el remedio.
744
Quien diga que ha enamorado
sin sufrir, ni padecer,
o siempre ha sido muy necio
o nunca ha querido bien.
745
Quién fuera clavito de oro
donde cuelgas el candil
para ver tus pechos finos
cuando te vas a dormir.
154. 154
746
Quién fuera clavito de oro
en que se cuelga el candil,
para verte desnudar
y a la mañana vestir.
747
Quien fuera pajarito
de sementera
que se posara, guapo,
en tu mancera.
748
Quién fuera peine en tu pelo,
alfiler en tu pechera,
piquito de tus enaguas,
hebilla de tus chinelas.
749
¿Quién ha sido el cazador
que subió a mi palomar
y a mi palomita negra
ha abierto por la canal?
750
Quien mal masca, mal digiere;
quien mal habla, mal persuade;
quien mal tose, mal escupe;
quien mal concibe, mal pare.
155. 155
751
Quien tiene mujer hermosa,
y viña en camino real,
si ha de coger solo el fruto,
bien necesita velar.
752
Quien tiene penas se muere,
quien no las tiene también;
yo quiero vivir alegre,
mañana me moriré.
753
Quiero cantar ahora,
que tengo gana,
por si acaso me toca
llorar mañana.
754
Quinto, si te echas novia
échatela entre semana
porque los días de fiesta
la más marrana se lava.
755
Quisiera ser pajarito
para volar y ir volando
a posarme en la besana
donde mi amor está arando.
156. 156
756
Quisiera verte y no verte
quisiera verte y no hablarte,
quisiera no conocerte
para poder olvidarte.
757
Quisiera verte y no verte
quisiera hablarte y no hablarte,
quisiera pegarte un tiro
y no quisiera matarte.
758
Quítate de delante
cara de luna,
que me dan tentaciones
de atar la burra.
759
Quitate de la ventana
cara de morcilla frita
que le das un gran susto
a las animas benditas.
760
Quítate d´esa ventana,
cara de medio candil,
narices de chimenea
y cuerpo de tamboril.
157. 157
761
Quítate de esa ventana,
no me seas ventanera,
que los huevos ventaneros
no los quiere la tendera.
762
Retratadita te tengo
en un pliego de papel,
y el día que no te veo
paso la vista por él.
763
Sale el sol por las mañanas
entre viñas y olivares,
el querer que a ti te tengo
de las entrañas me sale.
764
Sale mi dama a la calle,
sale el sol, sale el salero,
sale la gracia del mundo,
sale un cuerpo hechicero.
765
Satisfacciones me pides,
yo no te las quiero dar,
que darte satisfacciones
es volver a la amistad.
158. 158
766
Se han cavado las viñas
sin echar “mantas”
porque el amo y el ama
no las aguantan...
767
Se mete en un huerto
negro y redondo,
y en lo caliente
baila como un cachondo.
768
Señoras y señores
no pierdan la ocasión,
de tener en sus casas
del muerto el mascarón.
769
Señor cura, no me riña,
porque no fuera al rosario:
me entretuvo su sobrina
barriéndole el campanario.
770
Se remonta mi pasión,
pero temo la caída,
que suele quien alto sube
acabar con una ruina.
159. 159
771
Serrana, si fueras buena
te compraría unas albarcas,
pero como no lo eres,
te jodes y andas descalza.
772
Serrana, tú eres chiquita;
así, como eres, te quiero;
lo que tienes de bajita
lo tienes de resalero.
773
Si acaso saber quieres
si dos se aman,
repara si se miran
más que se hablan.
774
Si acaso vas al monte
por la mañana,
tira una piedrecita
y a mi ventana.
775
Si alguna tarde me ves
con el cura en el huerto,
es que me está repasando
todos los Diez Mandamientos.
160. 160
776
Si alguno quiere mandar
recuerdos para el infierno;
ahora tiene la ocasión,
mi suegra se está muriendo.
777
Si, a pesar de desdenes,
dura el afecto,
pasión es incurable
y amor perfecto.
778
Si bajas al cementerio
nunca pases por mi vera,
que acaso al verme tan solo
la conciencia te remuerda.
779
Si cuatro pillos supieran
lo que cuesta el trabajar
no abusarían del pobre
ni tampoco del jornal.
780
Si de tu ausencia no muero,
y con ella he de morir,
digan que soy en el mundo
la mujer mas infeliz.
161. 161
781
Si dices que no me quieres,
señal es que me has querido;
yo, como no lo pensé,
ni te quiero ni te olvido.
782
Si el amigo te oculta
tus propias faltas,
más vale el enemigo
que te las tacha.
783
Si el querer que puse en ti
lo hubiera puesto en un guarro,
ahora me comiera yo
bien buenos torreznos magros.
784
Siempre predicando en ti
como padre misionero,
y no te puedo traer
al camino verdadero.
785
Siempre que hago la cama
le digo al alma mía:
para qué te quiero, cama,
si no tengo compañía.
162. 162
786
Si en el quinto no perdona
y en el sexto no hay rebaja
ya puede Nuestro Señor
llenar el cielo de paja.
787
Si esta noche no sales
a la ventana,
cuéntame entre los muertos, morena,
desde mañana.
788
Si hacer pruebas pretendes
de mi fino amor,
solo has de hallar constancias
contra tu rigor.
789
Si la luna fuera un queso
y las estrellas molletes
y la mar fuera de vino,
¡qué tragos y qué zoquetes!
790
Si la mar fuera de tinta
y el cielo fuera papel,
no se podría escribir
lo falsa que es la mujer.
163. 163
791
Si la mar fuera de tinta
y el cielo de papel doble,
no se podría escribir
lo falsos que son los hombres.
792
Si la moza se agachara,
yo bien le viera
entre el medio de las patas
la conejera.
793
Si la sangre de mis venas
la habías de menester,
ven a mi casa a por ella
que no te lo negaré.
794
Si las piedras de tu calle
tuvieran conocimiento,
al separarme de tú
lloraran de sentimiento.
795
Si los besos de los hombres
fueran como el perejil,
la cara de algunas mozas
parecería un jardín.
164. 164
796
Si los curas comieran
berros del río;
no estarían tan gordos
los tíos jodíos.
797
Si los hombres se calaran
como se cala el melón,
más de cuatro muchachitas
no vivieran con dolor.
798
Si me dejas de querer
envenéname al momento,
que estando muerto, tal vez
tengas más remordimiento.
799
Si me caso y tengo suegra
ha de ser a condición,
que si al año no se muere
la tiro por el balcón.
800
Si me das las calabazas
no me las des meloneras,
dámelas del cuello alto
que pueda echar vino en ellas.
165. 165
801
Si me has de dar calabaza,
dámela que tenga rabo,
para tenerla colgada
los doce meses del año.
802
Si me quieres agradar
bien poco tienes que hacer;
como me enseñaste a amar
enséñame a aborrecer.
803
Si me quieres, dímelo,
y si no dame veneno,
que no es la primera dama
que da la muerte a su dueño.
804
Si me quieres, dímelo,
y si no di que me vaya,
no me tengas al sereno,
que no soy cántaro de agua.
805
Si me quieres matar,
no me claves el puñal en el pecho,
clávamele en el culo,
que tengo el agujero hecho.
166. 166
806
Si me quieres, te quiero;
si me amas, te amo;
si me olvidas, te olvido;
a todo me hago.
807
Si me quieres ver morir
sin calentura y sin mal,
no tienes más que decir
que me quieres olvidar.
808
Si me quitan el verte,
que es mi alimento,
suban al campanario,
toquen a muerto.
809
Si mi marido se muere,
no es por falta de alimento,
que a la cabecera tiene
dos tomates y un pimiento.
810
Si piensas que te quiero,
mal has pensado;
porque tengo yo un gusto
muy delicado.
167. 167
811
Si por pobre me “disprecias”,
digo que tienes razón:
Hombre pobre y leña verde
arde cuando hay ocasión.
812
Si quieres que viva mucho,
pídele a Dios que me muera;
porque siempre vive mucho
a quien la muerte desean.
813
Si quieres que yo te quiera,
dame huevos con tocino,
y buenas torticas finas
y buenos tragos de vino.
814
Si quieres que yo te quiera
ha de ser con condición
que lo tuyo ha de ser mío
y lo mío tuyo no.
815
Si quieres que yo te quiera
ha de ser con el ajuste
que tú no has de hablar con nadie
y yo con la que me guste.
168. 168
816
Si quieres saber quien soy
de que familia vengo
asomate a la ventana
y veras que cojones tengo.
817
Si te llegas a morir
primero que yo, procura
hacerme un hueco a tu lado
en la misma sepultura.
818
Si te mueres, lloraré
por la falta que me haces;
y luego me casaré,
que todo lo nuevo place.
819
Si te mueres, me pondré
traje de color de rosa.
zapatito negro al pie,
no puedo ser otra cosa.
820
Si tu cara fuera iglesia
y tu cuarto fuera altar
y tu cama sepultura,
vivo me fuera a enterrar.
169. 169
821
Si tu casa fuera cárcel
y tu cama fuera altar
y tu pecho sepultura,
vivo me iría enterrar.
822
Si tu madre te pregunta
que si me quieres a mí,
di con la boca que no,
con el corazón que sí.
823
Si tuvieras más millones
que picos tiene una jarra,
no me he de casar contigo,
porque no me da la gana.
824
Si una mujer se pone
con los dos brazos en jarra
es que quiere que le rasquen
las cuerdas de la guitarra.
825
Si vas mañana a la feria
mércame un buen espejo,
que tengo ganas de verle
los bigotes al conejo.
170. 170
826
Si vas por el cementerio
no me veres ni hagas na,
si en vida me has dao tormento
muerto ya, déjame en paz.
827
Si yo lo hubiera supido
lo falso que era tu pecho,
no me hubiera yo metido
en callejón tan estrecho.
828
Si yo no estuviera ronca,
ya llegaría el eco
donde mi amor está arando
las tierras para el barbecho.
829
Son tus ojos dos tinteros;
tu nariz, pluma afilada;
letra menuda, tus dientes;
tu boca, carta cerrada.
830
Subí la cuesta corriendo
por bailar y no bailé,
perdí la horquilla del pelo
vaya jornal que gané.
171. 171
831
Tabernera, echa un cuartillo:
dame vino pa beber,
que me traen una noticia:
que se ha muerto mi mujer.
832
Tan imposible lo hallo
que tú puedas olvidarme,
como escribir en el agua
y echar una piedra sangre.
833
Tantas letras tiene el sí,
como letras tiene el no;
con el sí me das la vida,
y la muerte con el no.
834
Tanto cura tanto cura,
tanto fraile, tanto fraile;
tantos hijos de familia;
tanto chiquillo sin padre.
835
Tanto me juras tu amor
que he llegado a sospechar,
que ese amor no está en tu pecho
sino solo en tu jurar.
172. 172
836
Tanto “me se” da que me hables
como que pases de largo;
si tengo pan, como sopas,
y si no, me bebo el caldo.
837
Te arrimaste al balcón,
yo miré y te vi la rana:
era negra y con melena,
y escupía la so marrana.
838
Te digo que tengo celos
del aire que da tu ropa,
y del agua cristalina
que te llevas a la boca.
839
Te has querido meter monja,
de las más arrepentidas;
ya sabe Dios y to el mundo
que has sido tuna corrida.
840
Ten cuidado con la novia
cuando se vay’a’costar,
no se caiga de la cama,
qu’es un vaso de cristal.
173. 173
841
Tengo barcos, tengo remos,
y murallas a la mar;
tengo la mujer bonita
y no quiero trabajar.
842
Tengo de sembrar tabaco
en medio tu sepoltura,
para fumarme las raíces
que salgan de tu hermosura.
843
Tengo en mi huerto, Mariano,
se me olvidaba decir,
todo el cerco de la fuente
sembrado de perejil.
844
Tengo la cama en el río,
y por cabecera un pozo;
es verdá que te he querido,
pero no te reconozco.
845
Tengo una pena, una pena,
que si esta pena me dura,
ya me pueden ir haciendo
la caja y la sepultura.
174. 174
846
Tengo un dolor en mi pecho
y una pena; si me dura,
ya pueden tocar a muertos
y hacerme la sepoltura.
847
Tengo un jardín en mi casa
que es la mar de rebonito;
pero no hay quien me lo riegue
y lo tengo muy sequito…
848
Te quiero como si fueras
cinta de mis alpargatas;
mira si te quiero bien
que te quiero por las patas.
849
Te quiero más que a la sangre
que circula por mis venas,
porque en hablando de ti
me se van todas mis penas.
850
Te quiero más que a mi vida
y el castigo voy llevando,
mi madre me dio la vida
y tú me la vas quitando.
175. 175
851
Te quiero más que a mi vida
y más que a mi corazón;
más que a mi padre y mi madre:
mira qué comparación.
852
Te quiero porque es mi gusto,
porque mi gusto es canela,
porque siempre me ha gustado
una carita morena.
853
Te quiero porque te quiero,
y porque me da la gana;
te quiero porque me sale
de los profundos del alma.
854
Te quiero sin que me quieras
que es verdadero querer;
que querer porque nos quieran
es querer por interés.
855
Te quiero y te retequiero,
y en mi querer nadie manda;
te quiero porque me sale
de las entrañas del alma.
176. 176
856
Te tienes por buena moza
y en el baile la más alta;
para mula de mi carro
las herraduras te faltan.
857
Te tienes por buena moza
y te falta lo mejor,
los colores en la cara,
la vergüenza y el honor.
858
Te traigo para freír
dos huevos y una sardina,
de modo que vete abriendo
la puerta de la cocina.
859
Tienes el rostro serio
y el mirar grave,
y en el andar sereno
pareces nave.
860
Tienes la cara de pana;
la narís de beregena;
el andar de burra enana
y er cuerpo d´una cormena.
177. 177
861
Tienes una centurica
que anoche te la medí,
que la cincha de mi burra
era estrecha para ti.
862
Tienes unos pechos blancos
con unas venas azules,
que se parece a los cielos
cuando están llenos de nubes.
863
Tirana que de amor muere,
no llame muerte al morir,
que es morir por quien se adora
el mas dichoso vivir.
864
Toda esta calle a lo largo
la tengo que enladrillar,
para que pase mi amante
corriendo sin tropezar.
865
Toda mujer rica y pobre
tiene un lunar en el chocho
y cuarta y media bajando
la mojama del bizcocho.
178. 178
866
Todas las mujeres hacen
lo que hacen las de Jerte,
por una boca lo beben
y por la otra lo vierten.
867
Todas las mujeres tienen
en el ombligo una era,
y bajando hasta los muslos
esconden la calvotera.
868
Todas las mujeres tienen
en el ombligo una noria
y cuarta y media más abajo
el arco de la Victoria.
869
Todas las mujeres tienen
en la barriga una “y”,
y un poco más abajo
la entrada a Valladolid.
870
Todas las mujeres tienen
en la barriga un lunar
y un poquito más abajo
la raya de Portugal.
179. 179
871
Todas las mujeres tienen
entre las patas un puchero;
yo le tengo que llenar
de leche, chorizo y güevos.
872
Todavía no soy tuya
y ya me has amenazado;
el día que a ti me entregue
la muerte me está aguardando.
873
Todo aquel que de sabio
tiene el aprecio,
sabio será si sabe
fingirse necio.
874
Todo lo cría la tierra,
todo se lo come el sol,
todo lo puede el dinero,
todo lo vence el amor.
875
Todos buscan en el mundo
placeres, dichas y encantos,
yo solo busco la muerte
y un hoyo en el Campo Santo.
180. 180
876
Todos dicen que eres buena,
y yo digo en mi interior:
campana que mucho suena
no suele ser la mejor.
877
Todos los hombres son falsos,
tramoyistas y embusteros;
al que le toque esa china,
que se la eche en el sombrero.
878
Todos me dicen que tienes
carita de engañadora
y yo digo que la tienes
de ser falsa y ser traidora.
879
Todos van con sus mulejas,
todos van en sus carretes;
todos van en sus viñejas
más derechos que cobetes.
880
To´os le temen a la muerte
los ignorantes y los sabios
pa mí sería una gran suerte
que me mataran tus labios.
181. 181
881
Traigo la espada desnuda
y estoy lleno de coraje,
de verte tan resalada
y que te disfrute un cafre.
882
Trátame como quieras,
no he de quejarme,
que es preciso me quieras
como me trates.
883
Tres ojos veo en mi morena,
dos arriba y uno abajo,
que no cierra las pestañas
cuando le meto el vergajo.
884
Tú le pediste a Dios
que mi madre se muriera;
mi madre ya se murió,
ahora busca quien te quiera.
885
Tú, morena, eres el ama
de un montito muy espeso,
que cuando a él voy de caza
siempre me encuentro un conejo.
182. 182
886
Tu querer y mi querer
lo llevamos por semanas,
y esta semana me toca
el no mirarte a la cara.
887
Tu querer y mi querer
es un querer desigual:
yo te quiero mucho y bien,
tú me quieres poco y mal.
888
Tus piernitas son dos ramas,
las que sostienen el nido,
donde coloca los huevos
y se esconde el pajarito.
889
Una corona de flores
tengo para coronarte,
que me han dicho en el camino
que te has echado otro amante.
890
Una garra tengo aquí
y otra tengo en tu tejado:
mira si por tu querer
vivo bien escarramado.
183. 183
891
Una mocita en la era,
jugando entre haces de avena,
se le metió una espiga
por la puerta de la trena.
892
Una morenita, madre,
nunca la podré olvidar,
la que me lavó el pañuelo
en el agua de fregar.
893
Una moza me pidió
regarle la clavelera.
Yo como un buen mandao
le vacié la regaera.
894
Una mujer a las bragas
le ha hecho dos agujeros
para que pueda sacar
las orejas el conejo.
895
Una mujer alta y fea
con el pelo bien peinado,
parece una casa vieja
que tiene nuevo el tejado.
184. 184
896
Una mujer en pelota
se parece a un saco de melones,
que todo son bultos y huecos,
abujeros y rincones.
897
Una mujer fue a lavar
al río unas medias azules
y se le metió una rana
entre el domingo y el lunes.
898
Una mujer he querido,
y la quiero, y es casada;
el tonto de su marido
lo sabe y no dice nada.
899
Una nieta se metía
un velón en la candela:
Saca eso y mete carne,
que te lo dice tu abuela.
900
Una niña muy bonita,
por muy bonita que sea,
no dejará de mojarse
los pelitos cuando mea.