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SEMANA DEL 7 AL 13 DE OCTUBRE DE 2013
CORREO FARMACÉUTICO
NEUROLOGÍA El fomento de las actividades de ocio en compañía y evitar el estrés podría utilizarse como una especie de
prevención primaria del desarrollo de demencia e incluso de la enfermedad de Alzheimer. Así lo cuentan los expertos a CF
El bienestar mental también puede
retrasar el envejecimiento cerebral
ANA CALLEJO MORA
Factores
estresantes se
asocian a un
futuro riesgo
de demencia
o Alzheimer
ana.callejo@unidadeditorial.es
La alimentación que se lleve, la práctica de ejercicio
mental y físico, la prevención del riesgo vascular son
factores que influyen en la
conservación del cerebro en
buenas condiciones hasta
edades avanzadas de la
vida. Ahora empieza a verse que el bienestar mental y
el fomento de las actividades de ocio en compañía
también hacen lo suyo, según comentan los expertos
consultados por CF y muestran algunos trabajos de investigación.
“Siempre se ha hablado
de la actividad mental, pero
la actividad física y la capacidad para relacionarse parece que son mucho más
importantes para evitar el
empeoramiento con la
edad. No cabe duda de que
sentirse bien con uno mismo también es esencial. En
definitiva, relacionarse con
otros y superar las adversidades es estimulante y beneficioso para el cerebro”,
cuenta a CF Guillermo García Ribas, coordinador del
Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
En la misma línea, Francisco Mora, miembro de la
Real Academia Nacional de
Medicina, que impartió en
ésta la pasada semana la
conferencia titulada ¿Se
puede retrasar el envejecimiento del cerebro?, afirma
que “los estilos de vida son
poderosos instrumentos
que promueven un envejecimiento sano y con éxito, retrasando con ello la aparición del deterioro cognitivo
asociado a la edad”.
Y para muestra, un botón. Un estudio epidemiológico realizado durante casi
40 años en 800 mujeres suecas y publicado la pasada
semana en British Medical
Journal demuestra este
vínculo entre estado mental
y posterior repercusión en
el estado cerebral. El trabajo, coordinado por Lena Johansson, del Instituto de
Neurociencias y Fisiología
Los cerebros
de las personas
que tienen más
relaciones
sociales se
deterioran menos
ENRIQUE MEZQUITA
Impreso por Helios Pareja Galeano. Propiedad de Unidad Editorial. Prohibida su reproducción.
MEDICINA
NUTRICIÓN
La ganancia de mucho
peso en el embarazo
aumenta el riesgo de
obesidad en el hijo [PÁG. 25]
Los investigadores de la Universidad de Valencia y coautores del
estudio Carmen Gómez y Helios Pareja, junto a José Viña.
El ejercicio físico aumenta
dos proteínas implicadas
en el desarrollo neuronal
ENRIQUE MEZQUITA
de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia, concluye que factores estresantes psicosociales comunes
(como el desempleo personal o de la pareja, apoyo social pobre, alcoholismo o
enfermedad mental de un
familiar cercano, grave enfermedad o muerte de un
hijo, divorcio o viudedad)
sufridos a mitad de la vida
se relacionan con riesgo de
demencia y de enfermedad
de Alzheimer. Aunque son
necesarios más trabajos,
“tienen que ser así de amplios, es decir, con seguimientos largos de grandes
grupos de población”, opina el especialista de la SEN.
García Ribas recuerda
otro estudio, publicado en
New England Journal of
La CE potencia la interacción.
En 2050, el número de
personas mayores de 65 años en la Unión Europea habrá aumentado
un 70 por ciento. Por ello, favorecer el envejecimiento saludable es una
parte integral de las iniciativas de salud de la Comisión Europea, tanto para garantizar la calidad de vida como para reducir las facturas
de la sanidad pública. El objetivo de uno de sus proyectos, que recibió el nombre de Sociable, es capacitar a los ancianos, especialmente a aquellos con demencia leve, mejorando su capacidad mental e
impulsando su interacción social. El proyecto se basa en juegos y actividades diseñadas a través de plataformas de redes que se ofrecerán en centros de atención especializada y en hogares. Cada individuo que use el servicio se beneficiará de un entrenamiento cognitivo
personalizado. Actualmente se están desarrollando programas piloto
de Sociable en Grecia, Italia, Noruega y España.
Medicine, cuyos resultados
(en la misma dirección) le
calaron. El equipo de Joe
Verghese, del Centro Médico Montefiore, en Nueva
York, vio que los mayores
que hacían baile de salón
sufrían menos demencia.
“Hay una serie de actividades y actitudes vitales saludables para el cerebro”, dice
el miembro de la SEN, y
añade que “las personas
que se sienten bien consigo
mismas o que tienen más
relaciones sociales se demencian menos. Sabiendo
esta base científica, ¿por
qué no intentar que todo el
mundo se sienta así? Sería
prevención primaria”.
CUANDO YA HAY SOSPECHA
Cuando ya hay indicios de
que un paciente puede sufrir Alzheimer no es momento de tirar la toalla,
afirman los expertos. En la
Fundación ACE (Alzheimer
Centro Educacional) de
Barcelona trabajan con “pacientes con deterioro cognitivo en los que ya existe sospecha de que padecen una
enfermedad neurodegenerativa. La sospecha viene,
precisamente, porque se
inhiben y aíslan“, dice Isabel Hernández, neuróloga
de la fundación. “Con estos
pacientes se hace terapia de
estimulación cognitiva en
grupo, que ya es una actividad relacional en sí“.
VALENCIA
La actividad física en niños
y adolescentes contribuye a
optimizar la forma física y
a promover hábitos de vida
saludable, pero cada vez
existen más indicios y evidencias fisiológicas de que
probablemente también
contribuya a la mejora del
rendimiento intelectual
gracias, por ejemplo, a la inducción de factores implicados en la plasticidad neuronal. Científicos del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico
Universitario de ValenciaIncliva han comprobado
que dos proteínas implicadas directamente en el crecimiento del tejido nervioso y neuronal aumentan
con el ejercicio físico.
Según explica a CF José
Viña, codirector del estudio
y coordinador de la línea de
investigación de metabolismo de Incliva, “sabemos
que actividades como correr, caminar o nadar ejercen una acción beneficiosa al mejorar la habilidad
cognitiva, prevenir el envejecimiento cerebral y disminuir el déficit neurológico.
De igual modo, los estudiantes que realizan deporte de forma habitual obtienen mejores resultados académicos que aquellos que
llevan una vida sedentaria”.
Por ello, en este trabajo, publicado en el último número de The Journal of Mus-
culoskeletal and Neuronal
Interactions y que ha contado con la colaboración de
la Universidad de Rennes
(Francia), los investigadores
quisieron comprobar si,
más allá de la estadísticas,
hay evidencias fisiológicas
que expliquen por qué los
estudiantes que realizan
deporte de forma habitual
obtienen mejores notas que
los que son sedentarios.
RESULTADOS MUY SUPERIORES
Analizaron a 16 adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y 16 años
y divididos en dos grupos
diferenciados: uno con
aquellos que únicamente
practicaban deporte durante las clases de educación
física en el colegio y otro
por ciclistas adolescentes
que entrenaban habitualmente. Según Viña, “se midieron, a través de un análisis de plasma, los niveles
de dos proteínas, BDNF
(factor neurotrófico derivado del cerebro) e IGF-1 (factor de crecimiento insulínico tipo 1) y comprobamos
que eran muy superiores en
los adolescentes que realizan un deporte de forma
habitual respecto a los más
sedentarios. Nuestro estudio apunta a la inducción
de factores implicados en la
plasticidad neuronal como
mecanismo por el que se
produce esta mejora de rendimiento”.