2. Arquitecto francés, uno de los principales artífices de la transición entre el neoclasicismo, con sus
formas inspiradas en los estilos históricos, y el racionalismo austero de la arquitectura moderna. Nacido
en París, hermano del arquitecto François Marie Théodore Labrouste, ingresó en 1819 en la influyente
École de Beaux-Arts de su ciudad natal.
En 1824, después de colaborar con diversos arquitectos prestigiosos, ganó el Grand Prix, la preciada
beca de la Academia en Roma.
Labrouste insistió en la necesidad de aceptar los nuevos materiales y emplearlos correctamente en la
arquitectura. En sus composiciones empleó el estilo neorrenacentista, uno de cuyos mejores ejemplos es
su exquisita biblioteca de Sainte Geneviève en París, construida junto al Panteón entre 1843 y 1850. Su
interior se caracteriza por la utilización de arcos, bóvedas y columnas de hierro visto. Allí, por vez primera
en la historia, los materiales de construcción modernos asumieron un papel ornamental, hasta entonces
reservado a la piedra y la madera. Labrouste también intervino en la Biblioteca Nacional de París, para
cuyas salas de lectura proyectó una cubierta metálica con bóvedas vaídas y lucernarios de vidrio sobre
esbeltas columnas de hierro.
4. Labrouste fue un arquitecto pionero en la introducción del hierro como material
constructivo. En esta, su primera biblioteca, Labrouste deja descubiertos los
estilizados soportes de hierro (salvo en los basamentos), como mostrando un
rendimiento culto de los medios de la ingeniería civil. La efectividad del armazón
le permite abrir grandes ventanas, que consiguen el requerido espacio diáfano. La
distribución es muy sencilla, pero cargada de recuerdos de los principios de
construcción romanos, acentuados por una decoración pseudopompeyana.
11. Fue la obra maestra de Henri Labrouste, empezada en 1868 y terminada diez
años más tarde, ya muerto su autor. Esta sala de lectura está formada por unas
finas columnas de fundición de nueve metros de altura que soportan una vidriera.
Las cúpulas, en forma de cáscara de huevo, contribuyen a dar sensación de
ligereza al conjunto. Junto a esta sala se hizo un espectacular depósito,
concebido para 900.000 libros. Todo él es de estructura metálica y la cubierta de
cristal. Esta biblioteca ha sido calificada como una de las obras más bellas del
siglo XIX.