Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía de la dieta y se clasifican en disponibles e indigestibles. Los hidratos disponibles como monosacáridos, disacáridos y polisacáridos aportan energía al organismo de forma inmediata al aumentar los niveles de azúcar en sangre, mientras que los hidratos indigestibles o fibra dietética ayudan al tránsito intestinal y la retención de agua en el organismo.