La tensión superficial de un líquido se debe a las fuerzas intermoleculares que atraen a las moléculas en la superficie hacia el interior del líquido. Estas fuerzas afectan propiedades como el punto de ebullición y fusión. La ecuación de continuidad establece que la masa de fluido que atraviesa una sección de un tubo en un tiempo dado es igual a la masa que atraviesa cualquier otra sección en ese mismo tiempo.