La hidroterapia utiliza el agua para fines terapéuticos y se divide en mecánica, térmica y química. La hidroterapia mecánica usa la presión y resistencia del agua para tratar problemas musculares y circulatorios, mientras que la térmica emplea aguas a diferentes temperaturas con efectos relajantes, sedantes o estimulantes. La química agrega sustancias químicas al agua. Algunas aplicaciones comunes son baños, duchas, chorros y envolturas húmed