La hipertensión arterial no controlada a largo plazo puede causar daño renal progresivo conocido como nefroesclerosis arteriolar hipertensiva o nefropatía hipertensiva. Esto ocurre cuando la presión arterial elevada hace que se acumule material en los riñones, engrosando sus paredes. Los síntomas pueden incluir náuseas, vómitos, pérdida de apetito, fatiga, problemas de sueño y dificultad para controlar la presión arterial. Esto puede conducir a enfermedad renal crónica e ins