1. UNIDAD DIDÁCTICA: ATENCIÓN DEL ADULTO MAYOR
DOCENTE: DR. JORGE BARDALES DE LOS
SANTOS
INTEGRANTES: KATHERINE LEÓN TORRES
ROSA ROMERO SÁNCHEZ
CICLO: V
TEMBLADERA - 2017
2. INSUFICIENCIA RENAL
I. DEFINICIÓN:
La Insuficiencia Renal es una condición seria en la cual el riñón ve
limitada su capacidad de llevar a cabo sus diversas funciones, esto
puede ocurrir como consecuencia de eventos agudos como la
deshidratación o por un gran número de enfermedades crónicas
asociadas.
Los riñones son dos órganos
ubicados profundamente
dentro del abdomen a cada
lado de la columna vertebral,
ellos cumplen diversas
funciones entre las que
destacan:
La filtración de la sangre para
retirar una gran cantidad de
sustancias, minerales,
medicamentos y toxinas que
serán eliminados del
organismo a través de la orina.
El riñón también es el órgano
encargado de producir una hormona llamada eritropoyetina, cuya
función es estimular la producción de los glóbulos rojos a nivel de la
médula ósea, así como de mantener el equilibrio acido básico del
organismo.
II. TIPOS DE INSUFICIENCIA RENAL
2.1. Insuficiencia renal aguda (IRA): Esto es una pérdida
progresiva y rápidade la función renal, resultando una retención
de los productos residuales nitrogenados (urea y creatinina) y
los no nitrogenados, acompañado por una disminución de la
tasa de filtrado glomerular. Puede ocurrir en pocos días como
3. consecuencia de la disminución del volumen sanguíneo por
condiciones como hemorragias o estados de deshidratación
severa, así como por el uso de medicamentos, especialmente
los antiinflamatorios, esteroideos e incluso por el desarrollo de
una condición conocida como nefritis que se asocia con
procesos infecciosos y alérgicos. Esta condición se caracteriza
por la diminución o ausencia en la producción de orina que
puede acompañarse por la presencia de sangre en la orina,
elevación de una serie de sustancias en la sangre y aumento
de la presión arterial. La insuficiencia renal aguda por lo general
es reversible si se identifica y se trata adecuadamente su causa.
4. 2.2. Insuficiencia renal crónica (IRC): Es la condición que se
produce por el daño permanente e irreversible de la función de
los riñones. Esta se produce como consecuencia de
enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes y
trastornos autoinmunes como el lupus. En estas patologías el
daño se produce de forma progresiva especialmente cuando
los pacientes no reciben tratamiento para estas condiciones o
no se encuentran bien controlados.
En sus fases iniciales es asintomática y se reconoce solo por
estudios de laboratorio que ponen en evidencia la falla renal al
verse aumentados los niveles de una sustancia llamada
creatinina. Para poder establecer la magnitud del daño renal es
necesario llevar a cabo estudios especiales como la depuración
de creatinina en orina de 24 horas, estudio que permite calcular
la tasa de filtración glomerular que es el principal índice del
funcionamiento renal.
En fases avanzadas lo habitual es encontrar:
Anemia por falta de Eritropoyetina
Edemas o piernas hinchadas por retención de líquidos,
Hipertensión Arterial (HTA) por mal regulación del
volumen del agua, el sodio y las hormonas implicadas
Cifras de Urea y Creatinina elevados por falta de
filtración, niveles de fósforo y potasio altos, junto a la falta
de bicarbonato en la sangre (acidosis) todos ellos por
una mala regulación en su eliminación en la orina
Cambios en la composición del hueso, con huesos más
frágiles y de peor calidad.
Dificultad para respirar por acumulación de fluidos en los
pulmones
5. 2.3. Insuficiencia renal crónica terminal (IRT): Es la fase
avanzada y es una condición seria en la que para mantener la
vida se hace necesario que el paciente reciba tratamiento con
diálisis para limpiar la sangre de los desechos y eliminar el
exceso de volumen. Una vez que se inicia la diálisis esta debe
mantenerse de forma continua tres veces por semana de por
vida o hasta que el paciente reciba un trasplante renal.
6. III. SÍNTOMAS
Es recomendable prestar atención a los siguientes síntomas
tempranos:
1. Cambios en la micción como, por ejemplo, levantarse durante la
noche a orinar (nocturia) o hacerlo con más frecuencia y en mayor
o menor cantidad de lo normal.
2. Cambios en el aspecto de la orina, como un color más claro o la
presencia de sangre.
3. Retención de líquidos, lo que da lugar a una mayor hinchazón de
las piernas, los tobillos, los pies, la cara y las manos.
4. Cansancio y fatiga ocasionada por la retención de líquidos.
5. Anemia, en algunos casos, debido al fallo renal.
6. Picor en la piel, también denominado prurito, provocado por la
retención de tóxicos que pueden depositarse en la piel.
7. Sabor metálico en la boca y un olor a amoníaco en el aliento,
debido, todo ello, a una acumulación de la urea en la saliva.
8. Náuseas y vómitos, además de pérdida del apetito o de peso.
9. Por último, cuando el riñón presenta insuficiencia, produce un
aumento de la tensión arterial pudiendo causar hipertensión.
III. Clasificación de los fallos renales
Dependiendo de la causa que los origina, la Federación Nacional de
Asociaciones para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón contempla tres
tipos de fallos renales que deberán ser diferenciados.
Enfermedades denominadas prerenales y causadas por una falta de
líquido en el riñón. Esta deshidratación suele estar provocada por, por
ejemplo, un episodio de diarrea o un exceso de consumo de diuréticos.
Enfermedades renales que producen un daño directo al riñón,
provocado por niveles altos de glucosa, hipertensión o una acumulación
excesiva de colesterol. Estos problemas producen una lesión en el
7. parénquima renal o en los vasos pequeños que riegan el riñón y causan
la enfermedad renal.
Enfermedades postrenales provocadas por una obstrucción en la salida
de la orina, daño que puede tener como origen patologías como la
hipertrofia de próstata en varones o los cálculos renales.
IV. ¿Cómo se puede prevenir una enfermedad renal?
Uno de los principales consejos para evitar problemas renales:
Es adaptarse a un estilo de vida saludable, es decir, incluyendo
“recomendaciones cardiosaludables”, ya que las medidas que ayudan a
cuidar el corazón sirven para prevenir fallos renales.
Reducir el consumo de sal, ya que los alimentos de por sí ya la contienen,
del mismo modo que se debe optar por evitar los excesos de grasa y otras
sustancias nocivas como el alcohol o el tabaco.
“Los pacientes no deben anclarse en una dieta saludable y ya está. Ésta
debe combinarse con rutinas de ejercicio físico y moderar el consumo de
antiinflamatorios, sobre todo, en personas de edad avanzada”.
Del mismo modo, es importante realizar controles continuos de la tensión
arterial y los niveles de glucosa, lo que ayudará a detectar patologías
externas a los riñones y que puedan provocar insuficiencias renales.