La biblioteca movió los muebles para crear un espacio de silencio basado en los comentarios de los usuarios. Una encuesta después mostró que el 66% prefiere la nueva distribución porque hay más silencio, mientras que el 21% no nota una diferencia y el 33% no sabe si hay más silencio. Aunque se perdió acceso directo a los libros, la mayoría de usuarios aprecia ganar en tranquilidad.
Clasificaciones, modalidades y tendencias de investigación educativa.
II Jornadas de buenas prácticas. Bibliotecas G9. Jaca, 2017
1. Moviendo muebles para dejar espacio al silencio
CONCLUSIONES
-Valoramos positivamente este cambio, ya que consideramos que hemos ganado en silencio.
-Creemos en la importancia de preguntar a nuestros usuarios para recibir un feedback, que en este caso ha sido positivo.Y que siempre nos va a ayudar.
-Debemos seguir trabajando para intentar integrar la necesidad de silencio con los espacios de trabajo en grupo, ambas cosas demandas de nuestros usuarios.
-La diversificación de ambientes en un mismo espacio no es totalmente efectiva si no se cuida la contaminación acústica de los espacios adyacentes.
-La idea es conseguir una diversidad ambiental, que responda a las diferentes necesidades de los usuarios que en bibliotecas como la nuestra fácilmente podemos conseguir a
través de una nueva distribución del mobiliario.
96,47 % de los
usuarios van a
estudiar a la
biblioteca
3,53 % de los
usuarios no
van a estudiar
a la biblioteca
para el 99 % de nuestros
usuarios el silencio es
importante
para el 1 % de
nuestros
usuarios el
silencio no es
importante
el 66 %
prefiera la
nueva
distribución
al 14 % no le
gusta esta
distribución
al 20 % le resulta
indiferente la nueva
distribución
el 46 % cree
que hay más
silencio ahora
en la sala
al 21 % le parece que no
hay más silencio en la
sala
el 33 % no
sabrían decir si
hay más silencio
o no
¿Qué hemos
ganado?
¿Qué hemos
perdido?
Al no haber una “barrera” (las estanterías), a la
gente le debe dar vergüenza hablar
intimidad y confortabilidad
Presentamos la experiencia de la
Biblioteca del campus Fábrica de Armas
(Universidad de Castilla-la Mancha)
buscando un espacio de silencio, a través
de la redistribución del mobiliario. Un
curso académico después preguntamos a
nuestros usuarios por el resultado.
Nuestro objetivo es comprobar si ese espacio de supuesto silencio que hemos generado es así
percibido por nuestros usuarios; también si el resultado espacial final es satisfactorio para ellos.
Pasados unos meses del cambio en el mobiliario, decidimos pasar una encuesta a nuestros usuarios para
contrastar su percepción con la nuestra como bibliotecarios.
¿QUÉ TENÍAMOS? Una biblioteca con ruido y muchas quejas de nuestros usuarios.
Muchos usuarios hablando y una polución sonora por ruidos invasivos venidos de espacios para otros usos (salas de trabajo, hall de entrada);
también por exceso de reverberación debido a carencias en el diseño de la biblioteca.
¿QUÉ PERCIBIMOS? Que hemos ganado silencio.
El espacio abierto coarta al usuario, generándose una
llamada de atención automática ante el murmullo.
Pero tenemos una polución sonora de los espacios
adyacentes
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¿QUÉ OPINAN NUESTROS USUARIOS?
Encuesta realizada sobre una muestra de 100 alumnos, en junio
de 2017
más tranquilidad en las zonas de estudio al no
existir trasiego de alumnos en las estanterías
buscando libros
más silencio y más luz
la gente habla menos, pero ahora,
cualquier pequeño ruido, se escucha
Privacidad, concentración,
ambiente de trabajo-estudio
hemos perdido concentración, ya que al estar todas las
mesas en una zona común hay más distracciones
El espacio
abierto incita
más al respeto a
la hora de
estudiar
cercanía con los libros que ibas a
utilizar
me gustaba más
estéticamente la anterior
distribución
¿QUÉ QUERÍAMOS? Siempre
una biblioteca para los
usuarios, y ellos son los que
nos demandaban más silencio.
Veníamos observando que la
demanda de espacios para
trabajo en grupo había
provocado que los espacios de
mesas entre las estanterías se
convirtieran en zonas donde
los alumnos hacen trabajos, o
comentan, ya que al tener
cierta intimidad no perciben
que estén molestando a sus
compañeros.
¿MÁS ESPACIOS?
Dos salas de trabajo
en grupo, una
mediateca, dos
altillos (con la
misma distribución
que la sala
principal).
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¿CÓMO ERA EL ESPACIO? En una sala de lectura diáfana, se distribuían
estanterías y puestos de lectura intercalados entre ellas.
Las salas de grupos las llevamos
a la zona de las estanterías, para
que las mismas sirvan de barrera
natural a la propagación del
ruido. En el espacio dejado por
las salas de grupo incluimos
cabinas individuales de estudio.
¿QUÉ HACEMOS? Agrupamos en una zona de la sala todas las estanterías y en otra (la más cercana a los ventanales) todos los puestos de lectura.
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Esther Vargas Torrejón - César Martín Aranda
Universidad de Castilla-La Mancha. Campus de Toledo
Segundas Jornadas de buenas prácticas en atención a espacios y usuarios. Bibliotecas G9: somos un equipo. Jaca 5 y 6 de octubre 2017
La gente está
colaborando
efecto simpático por contagio del
silencio