2. Instituto: Grilli Monte Grande
Curso: 4º3ª
Espacio curricular: NTCIX
Docente: Roberto Santi
Alumnas: Yazmín Averso, Victoria Mayor, Valentina Luciano
Año: 2014
3. a) La tecnología es el conjunto de saberes, conocimientos, experiencias, habilidades y técnicas a través de las cuales nosotros los seres humanos cambiamos, trasformamos y utilizamos nuestro entorno con el objetivo de crear herramientas, máquinas, productos y servicios que satisfagan nuestras necesidades y deseos. El origen de la tecnología data de la edad de piedra, cuando nuestros ancestros descubrieron la existencia en la naturaleza de una serie de piedras extraordinariamente duras las cuales podían moldear y afilar, este descubrimiento junto con la experiencia desarrollada para afilarlas, les permitió fabricar los primeros cuchillos, hachas y herramientas de corte las cuales les facilitaba las labores de caza asegurándose una ración de comida diaria.
b) Los hitos del desarrollo tecnológico son los sucesos o acontecimiento que sirven de punto de referencia al desarrollo tecnológico, es decir, las invenciones que han existido así, Estas se clasifican en dos los prehistóricos y los históricos, estos han servido para resolver necesidades tanto primarias como secundarias y terciarias, y obtener una mejor calidad de vida acosta de la tecnología
c) Un desarrollo de los medios de transporte es el avión. Así, la posibilidad de volar permitió al ser humano alcanzar niveles de movilidad jamás antes experimentados. Otro sector de adelantos es el de las comunicaciones, conocido como “comunicación social”, que comprende la comunicación de la palabra escrita y hablada, las noticias, las ideas y la información de todo tipo, y de las transacciones de finanzas y servicios. El progreso en este campo ha sido importantísimo y va desde la comunicación por cable, hasta la digitalización. Todos estos medios tienen sus antecedentes en el siglo XIX con el telégrafo y el teléfono. Dentro de este último sector, no podemos dejar de mencionar la denominada “comunicación audiovisual”: la radio y la televisión. La primera, el medio de comunicación más difundido en la primera mitad del siglo XX, y la segunda, que se desarrolla luego de la Segunda Guerra Mundial y que continúa siendo hasta hoy un fenómeno social y tecnológico de vital importancia, como fue para el mundo ver las imágenes de la Guerra de Vietnam, con sus jóvenes soldados muriendo, generando inmediatamente en los Estados Unidos el movimiento de paz más importante de los años sesenta: los hippies. El establecimiento de satélites
4. artificiales favorece las comunicaciones simultáneas en distintos lugares del planeta. “El teléfono, la radio, la televisión tienden a integrarse ahora en la base más amplia aún de la informática o la computación, que sustenta el fenómeno de la digitalización de todo lo que son señales electrónicas para llevarlas al mundo de los procesadores de datos. Hoy en día no se conciben ya las comunicaciones sin el auxilio de la informática y el futuro de la comunicación es la digitalización de todo flujo de información” .Elementos tales como el avión, la energía nuclear y la televisión, han caracterizado la tecnología del siglo XX, pero es justamente la informática la que probablemente tendrá un rol decisivo en el futuro de la humanidad. La informática es el motor de una “tercera revolución tecnológica” que tiene importantes realizaciones en la segunda mitad del siglo XX, pero su mayor desarrollo se piensa que ocurrirá en el siglo XXI. De hecho, la informática en la actualidad crece a un ritmo prácticamente exponencial: su tecnología en corto tiempo queda obsoleta y debe ser reemplazada. El descubrimiento clave para permitir todo esto ha sido la utilización de la “fibra óptica” que, reemplazando al cable de cobre, permite la transmisión de señales a la velocidad de la luz.
http://www.quees.info/que-es-la-tecnologia.html
Ciudades Inteligentes
En un mundo cada vez más urbanizado, la ciudad de éxito del futuro deberá apostar por alcanzar dos ambiciosos objetivos: la gestión de los recursos desde una perspectiva sostenible y la creación de un entorno económico y social
5. atractivo en el que ciudadanos, empresas y Gobiernos puedan vivir, trabajar e interactuar.
Hace un siglo, solo una de cada siete personas en el mundo vivía en la ciudad. Hoy, la mitad de la población lo hace y el número crece de manera constante cada año. Además, a medida que aumenta la proporción de personas que emigran hacia los grandes centros urbanos, la influencia de las ciudades –sus tecnologías, empresas, formas de gobierno, consumo de recursos, la calidad de vida que ofrecen y otros muchos aspectos– aumenta de forma significativa.
Con el potencial que brindan en términos de oportunidades personales y profesionales, creatividad, estímulo económico y elevada productividad, las grandes concentraciones de personas pueden influir positivamente sobre la humanidad. Sin embargo, la urbanización masiva también plantea riesgos para el planeta en forma de hacinamiento, exceso de emisiones de carbono y de residuos y elevadas tasas de consumo de recursos no renovables. Por tanto, las ciudades – tanto los Gobiernos municipales como las empresas y los habitantes que impulsan buena parte del crecimiento económico de una ciudad– tienen una gran responsabilidad con respecto a la gestión eficaz de las personas y el medio ambiente.
Esta necesidad de gestionar los recursos desde una perspectiva sostenible coincide con otro objetivo importante: la necesidad de crear un entorno económico y social atractivo en el que ciudadanos, empresas y Gobiernos puedan vivir, trabajar e interactuar. Las ciudades realmente compiten por los ciudadanos y las organizaciones, de igual forma que estas últimas compiten por los clientes. Por tanto, lo que resulta cada vez más importante es el atractivo general de una ciudad concreta y la experiencia que ofrece a los ciudadanos y las empresas, todo ello puesto de manifiesto a través de una amplia variedad de características clave: el valor de sus servicios y la estabilidad de su Gobierno, las oportunidades económicas y de empleo, las escuelas y colegios, la calidad de su entorno físico, los recursos culturales y artísticos, las instituciones de educación superior y otras oportunidades educativas para adultos, las viviendas, la seguridad, la participación de la comunidad, la apertura y la diversidad.
6. Marea urbana
Algo más del 50 % de la población mundial vive actualmente en mega ciudades y otras áreas urbanas. Para el año 2050, según las previsiones de Naciones Unidas, se espera que esa cifra ascienda al 70 %, lo que hace más perentorio conseguir que las ciudades sean más inteligentes, sostenibles, atractivas y habitables.
Fuente: División de Población del Departamento de Asuntos Sociales y Económicos de la Secretaría de Naciones Unidas, World Population Prospects: The 2006 Revision y World Urbanization Prospects:
The 2007 Revision, http://esa.un.org/unup.
Las ciudades se enfrentan a serias dificultades, provocadas por los sistemas heredados, que muchas veces obstaculizan sus esfuerzos de integración. Por lo general, los sistemas se basan en infraestructuras y tecnologías exclusivas y cerradas. Con el tiempo, los sistemas de información cobran vida propia, y sus costes de mantenimiento aumentan; además, no son compatibles con los de otros departamentos de la ciudad. La repercusión negativa de esta fragmentación se deja sentir en unos costes excesivos, una disminución de los servicios y una infraestructura que no es lo suficientemente ágil para adaptarse a las necesidades del futuro. Sin embargo, la tecnología por sí sola no hace que las ciudades sean sostenibles y atractivas; el reto de la integración supone ir más allá del aspecto tecnológico. Incluye todo el conjunto de servicios y capacidades de la ciudad, entre los que cabe citar la gestión de los recursos naturales, el transporte, los edificios de oficinas y
7. residenciales, la salud y la seguridad, la gestión de los residuos, la educación, la cultura, el turismo y la Administración Pública. En otras palabras, la necesidad de integración se extiende a todo aquello que en última instancia hace que merezca la pena vivir en una ciudad. Fundamentalmente, incluye su estructura organizativa y la forma en la que se planifica y gestiona. Las principales ciudades de todo el mundo tratan activamente de innovar para incorporar más inteligencia al conjunto de los servicios. No obstante, las auténticas pioneras están haciendo algo más que llevar a cabo iniciativas aisladas: tratan de coordinar las tecnologías, los servicios y la gestión de forma más eficaz, en un entorno más abierto.
Balance cero en emisiones de carbono
Para entender mejor las ventajas y las dificultades de convertirse en una ciudad inteligente, pensemos en una pionera: Ámsterdam. La ciudad se
halla inmersa en una ambiciosa iniciativa para el desarrollo y la implantación de programas sostenibles y rentables que la ayuden a reducir su huella de carbono al tiempo que la convierten en un lugar más atractivo para vivir y trabajar. El programa cuenta con tres objetivos medioambientales fundamentales: lograr para el año 2025 una reducción del 40 % de las emisiones de CO2 con respecto a los niveles de 1990, obtener el 20 % de su energía de fuentes renovables para el 2025 y alcanzar el balance cero en emisiones de carbono para el 2015.Conseguir estos objetivos supone la combinación de varias tecnologías y enfoques, entre los que se incluyen contadores inteligentes, vehículos eléctricos y el diseño de edificios inteligentes. Esta combinación puede fomentar la eficiencia energética en el transporte, así como en la construcción y la gestión de los edificios residenciales, comerciales y gubernamentales. Bajo todo esto subyace una red inteligente que interconecta las redes de electricidad con tecnologías de la información y la comunicación y que suministra en última instancia la electricidad de manera más fiable, segura y asequible, con menores emisiones de carbono.
El desarrollo por fases del plan ha permitido a Ámsterdam ampliar paulatinamente la escala del programa y utilizar las lecciones aprendidas en cada etapa o proyecto piloto a modo de orientación en los esfuerzos posteriores.
8. La ciudad ha comenzado con un programa de dos años que se va a implantar en tres fases. La primera de sus redes inteligentes, creada en el 2009, incluye la instalación de contadores inteligentes y el desarrollo de un proyecto innovador denominado Climate Street en un área de la popular zona de tiendas y restaurantes de Utrechtsestraat.
Las tecnologías inteligentes y una planificación más preocupada por el medio ambiente en las principales ciudades de hoy se están traduciendo en una cantidad cada vez mayor de innovaciones concebidas para incrementar su sostenibilidad y su atractivo.
Estas innovaciones se extienden por toda la gama de los servicios de la ciudad inteligente. Vamos a exponer solo algunos ejemplos.
Edificios de viviendas y oficinas Para reducir el impacto ambiental negativa de las operaciones de construcción y edificación, algunas ciudades utilizan el reacondicionamiento y la certificación de edificios para reducir el consumo de energía y agua, así como contadores y tecnologías inteligentes de construcción que ayudan a optimizar el consumo. Por ejemplo, Chicago tiene el propósito de reacondicionar 400.000 hogares –es decir, hacer que los edificios sean más eficientes en el consumo de energía mediante la instalación de nueva iluminación, la sustitución de las viejas ventanas y el uso de otros métodos para reducir la huella de carbono– para el año 2020.
Entre el 2004 y el 2008, la Ciudad del Viento ahorró seis millones de dólares en costes de energía como consecuencia del reacondicionamiento de espacios de oficina. Otro aspecto de los edificios inteligentes es el que aborda la optimización del consumo de energía y agua de las personas y las empresas que ocupan los edificios. Ciudades como Ámsterdam, Sídney y Chicago han puesto a prueba contadores inteligentes avanzados que ofrecen a los clientes información en tiempo real sobre el uso energético y su coste.
Los códigos, los estándares y las certificaciones de construcción son otros aspectos importantes en la creación de edificios inteligentes. Muchas ciudades están imponiendo códigos y estándares de gran eficiencia en las nuevas construcciones y las renovaciones. Por ejemplo, para el año 2030, Seúl se propone exigir certificados de construcción ecológica a todos los edificios nuevos. El objetivo de Singapur consiste en lograr que el 80 % de los edificios obtengan una calificación de certificación BCA Green Mark de la Autoridad de Construcción y Edificios del Gobierno para el 2030.
9. Gestión de los recursos naturales
Desde el punto de vista del suministro básico de recursos naturales, muchas ciudades trabajan para reducir la intensidad de carbono de la energía suministrada a sus ciudadanos y mejorar la fiabilidad y la eficiencia de sus redes de suministro y entrega. Las plantas eléctricas tradicionales cuentan con un índice de eficiencia de tan solo el 33 %; las dos terceras partes de los recursos naturales que se queman para producir electricidad (en su mayoría gas natural y carbón) se pierden en la producción, la transmisión y la distribución, una pérdida energética que las ciudades pueden reducir significativamente mediante el desarrollo de una capacidad de generación más descentralizada. Por ejemplo, la ciudad de Sídney tiene previsto establecer una red de generadores distribuidos que para el año 2030 producirá el 70 % del suministro de electricidad de la ciudad mediante trigeneración, que es el proceso de convertir el gas natural y los residuos en electricidad, calefacción y refrigeración. Un mayor apoyo en las energías renovables, en especial en la hidroeléctrica y la eólica, es una parte importante de la combinación energética que se pretende lograr. En el 2010, más de cien países
habían establecido objetivos con respecto a las energías renovables, en comparación con los 55 del 2005. Algunos de los objetivos más recientes se encuentran en la banda del 15 % al 25 % de energías renovables para el 2020, pero algunas áreas ya han superado esos niveles; por ejemplo, en São Paulo, el 56 % del consumo energético del estado proviene de estas fuentes de energía.
Salud y seguridad
Las innovadoras tecnologías de la información y la comunicación están transformando la capacidad de las ciudades para prestar a los ciudadanos
10. asistencia sanitaria a distancia, especialmente a las personas de edad avanzada y a otros residentes con problemas de movilidad. Por ejemplo, el Gobierno de Taiwán, mediante su Proyecto Piloto de Telesalud, está estudiando las ventajas de prestar servicios de tele asistencia, especialmente dirigidos a los miembros de una cada vez más envejecida población. El proyecto se basa en la transmisión digital de datos médicos recogidos de los pacientes en los centros de salud comunitarios, en los hogares y en las residencias de ancianos.
Las nuevas tecnologías son también parte del proyecto. Algunos pacientes cuentan con un dispositivo que mide la presión arterial y el nivel de glucosa en la sangre junto con una consola para la televisión que funciona como un ordenador capaz de enviar los resultados de las pruebas al Centro del Servicio de Tele asistencia. A continuación, enfermeras tituladas del centro analizan los resultados y recomiendan asistencia adicional. Una de las ventajas del programa es que los pacientes no tienen que salir de su barrio – a veces ni siquiera de su residencia– para recibir asistencia sanitaria básica.
Educación y cultura
Este aspecto de la ciudad inteligente hace referencia a los sistemas de educación tanto públicos como privados, especialmente los que han incorporado las nuevas tecnologías, y también a servicios culturales y recreativos de la ciudad, como música, teatro, deportes y otras actividades de ocio y turismo. Pero un aspecto igualmente importante de la educación en el contexto de la ciudad inteligente es la necesidad de lograr la participación de los ciudadanos mediante su concienciación de cómo un cambio de comportamiento puede mejorar la sostenibilidad general y la calidad medioambiental de la ciudad.
Varias ciudades se encuentran a la vanguardia en la forma de educar y conseguir el compromiso de los ciudadanos con respecto a los objetivos de sostenibilidad. Melbourne, por ejemplo, estableció esquemas y modelos mediante los cuales los Gobiernos federal, estatal y locales trabajan en cooperación con la comunidad local para abordar los retos de la sostenibilidad. Gracias a este programa, Melbourne fue una de las tres ciudades que recibieron una mención honorífica en el Lee Kuan Yew World City Prize del 2010 –un premio internacional bienal que reconoce a las personas y las organizaciones que han hecho aportaciones destacables a la